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sábado, 22 de abril de 2023

estrellitas del mañana. cuento. Manuel Carrasquilla.

 
Estrellitas del mañana.

Era ella, no sé sabe a ciencia cierta por qué él acababa de intuirlo, al igual no le importó, estaba sentada en lo que bien podría ser el mejor yate de todos los tiempos, pero no era porque así fuera sólo un yate o una lancha vieja, la cual bien sin motor hubiese funcionado o sin pintura hubiera flotado, hubiese sido todo en el mundo, quizá tener motor 470, ser una yamaja, con el colorido y compartimento oculto, motor propulsado, vidrio de escotilla aerodinámico, mástil de timón ergonómico, ancla acerada, silletería de cuero impermeable, siete botellas de champaña, estéreo con sonido extra y una bigband de fondo, quizá todos los lujos del mundo pasaban a un lado, pero de allí lo único cierto y especial es claro, y es que si es ella y por supuesto está ahí sentada y sólo por esto puede ser aquel bote de cedro rojo, embarnizado con aceite de ballena, pulido el talle al frente de la sirena elisiaca, taches de amarres nórdicos, el pulido en el pino de tres cipreses y a la capacidad de tres pares de remos sumergibles, con  más de 20 resanaciones de ataques recibidos por flechas, hachazos, siete incendios, un torpedo y 32 disparos de galil, esto y una quilla de vela de gaviero, el mástil puesto a la vela de lado, sillas erguidas, cuerpo arqueado,  la mejor lancha de todo el mundo, y así es más, ya no era un bote o una lancha, era un yate, aun sin cabina, aun sin techo, aun sin las placas típicas de los botes cubanos, ni el bautismo con botella reventada visible y algún renombre. 
No debió verla allí, recostada contra el bote, perdida en su dimensión extraña, mirando a lo profundo del océano preguntándose de porque la luna no salía en la línea prevista del horizonte, era todo su anti polar, pues ella era el amor o más bien la traga eterna; aunque el gusto no es preciso para los mochileros y menos en una playa cómo puerto girón, la hora en la cual las discotecas están en todo su furor, las luces de estrover y las de neón espalpaneaban al son del trance y del reggae, ella había salido a tomar aire, el no hubiese entrado, además la carrera cómo lapidador de rocas había terminado, ella le reconoció pero se perdió en su teatro eterno, quizá el rol el cual posteaba cómo identidad se le veía mejor, o le hacía quedar libre de todo roll de papel pasado o de toda pena y más la de aquel quien fuera de saber algo acerca de ella, y del haberla visto de nuevo.     
Él se perdío en la realidad de un habitante de alguna barriada latinoamericana, pero claro ahora no era ni Hindú ni Árabe y menos indio mestizado o negro libertado o prófugo,  ahora era el mismo a quien ella tenía que recordar, pero ella, ella ya no quería ser ella y él había ganado el punto de confianza, era el principio de cualquier equipo para perder aunque bien en la dualidad sería el mismo para obtener y mantener el paso mínimo hasta la ansiada victoria.
Crecer con la cabeza atada a la lectura era la gran dificultad la cual él solía tener con los pies, para el manejo de la pelota, pero una gran capacidad de análisis y de contexto en momento, siempre le debía acompañar, le era imposible estar sólo. La bandada de jóvenes con los cuales ya había tenido espacio para coincidir, estaban siempre decididos a continuar las series de juegos, además de hundirse en los estratagemas suyos, el juego está previsto, es la final del vacacional, de la gran parcelación de urbanizaciones, allí donde vive sus tiempos fuera de las escuela, fuera de su barrio, fuera de su casa, en el paseo de seguridad bindado por su familia, allí donde la oportunidad de estar tranquilo, y de convivir con personas quienes más o menos piensan cómo él, y más cuando no era parte por momentos de la guerra de las barriadas donde suele crecer. Y de pronto también está haciendo su vida en desarrollo de adolescencia y ella quien era parte del amor el cual había despertado por esos barrios donde los chicos también ríen, crecen y aman.   
Tal vez era él un poco precoz para comprender un poco todas estas razones de noviazgos y estos asuntos qué eran más comunes, aparentemente en su barrio de origen. Ella quería acompañarlos al partido, junto a las novias de los demás chicos, el no jugaba pero era el técnico de aquellas recochas, uno de los chicos ni el más grande ni el más pequeño, también parte de la dificultad mostrada desde la otra partida de la vida; las dificultades donde los niños no departen, y donde aparentemente aquellos barrios elevados en las planicies del valle parecen no llegar, allí también afloran los servicios públicos, las cuentas y el costo del cobro de la guerra, el crimen y los asedios también acosan sus casas, también habían deudas, existían necesidades, los conflictos del tener o no tener, también azoraban las puertas, y el estatus de permanencia allí es fuerte para la pervivencia, se dio la colecta para antes del juego, ellas también aportaron, era la pandilla de chicos de paz, aunque la guerra amenazaba tres calles abajo. El juego en perspectiva una final; El, Entre la configuración de clase media alta de la ciudad del estallido. Y no paraba de mirarla, era el día de la declaratoria, ya había terminado con su anterior amorío.
Ella seguía sentada en aquella lancha, inmóvil, el nunca antes estuvo en una playa tan bien conservada, tan limpia, y con el agua tan fresca, había llegado hacía unos días y hasta ahora sólo tenía la oportunidad de salir al mar. y aun siendo de noche, quería probar el agua; el viaje hasta allí fue odisiaco, pudo llegar. El, andaba con otros dos compañeros, uno hippie el otro perdido por el cine, esperaban enlace, ellos salieron con sus artesanías a cautivar extranjeros, el decide dialogar con ella y esperarlos mientras volvían con algo para beber. aunque ella era la dueña de un vino, el había decidido no recibir bebidas alcohólicas, pero sí hacer parte del momento mientras la noche se hacía una con los reflectores, y el brillo de suspenso con el agua y los peces que le hacían loco llegando hasta la orilla. –¿bueno  y entonces que quieres? Ron, chela, o te mando a traer un “guarito”?-,  -Quien va a entender a estos Colombianos, Allí en México todo es muy diferente, si estuviéramos en Cancún yo tendría tequila en vez de vino, vino, vino…- alegó, después de insistir en que bebiera, no debía oírla, pero no podía obviarla, y decidir entre ella y los peces que habían llegado hasta la orilla, - no parce, “órale”,- “reía” –órale? Jajaja, tú de mexicano si quedas más varado que un hondureño.- insiste.- y tus amigos que dicen que sigues para México.- el ignoraba completamente el asunto, - iría pero si me acompañara una manita como tú, aunque en Colombia manita sería hermana, y tu serías buena compañía, pero hasta ahí.- ella reía cómo loca.
Aquel día todo era fiesta, para la cancha central de la parcelación, en la loma de Montecristo, todo era fiesta, todo estaba en parte y de parte con el festival, aunque los chicos tenían el peor equipo para la perspectiva, en la cancha les esperarían dos refuerzos de otro conjunto, esperando que el planillero admitiera. Al fin sólo hubo llegado el indio, quizá al niche le fue imposible, era un equipo de micro donde el era el segundo cambio y el delantero estrella debía estar en el arco. Estarían frente al equipo planadora del torneo, donde el menos fue un resultado de 7 a 1, en micro, en ese entonces era normal, pero ellos en la máxima obtuvieron 4 a 2. Ellas recibieron las ropas de cambio, él estaba para cambio extra aun siendo el D.T, y ella recibió sus zapatos de cambio y le vió salir con los viejos y se quedó observando el roto que ahora posaba. Mientras el dictaba directrices, estratégicas y técnicas a los demás chicos dentro de la cancha, con el animo y en vos baja  –chicos esto va ser difícil/ suave que yo no quiero jugar con los tenis rotos y menos Martina mirándome/ vamos es con toda, a contener, y hacerle duro/  Melo saque duro que el niche no puedo llegar/  será aprovechar los quemonasos al arco.- Segunda entrada, el empate era lo esperado, saque del gemelo. una pandilla jovial debe mantener el honor, y el honor era ganar, y con un saque fue fatal la emoción, así cómo habían empatado en el segundo tiempo, al equipo planadora, todo fue fiesta, toda la cancha fue hincha suya por un momento, todo alegría, y gozo, el se convertía en el Maldini del momento, y todo por la sonrisa de la chica quien se había sentado y no gritaba, pero sí analizaba las posibilidades y desviaba la mirada cada qué le mirara, y él miraba hacia atrás en una que otra ocasión, aunque el resto, en coro, se la pasaba indicando a la cancha, -heeee!- la verdad “estrellitas del mañana” soñaba con ser el mejor club de todos, y aun así, pese a su dificultad de centración sí que ha sido de estos equipos que no está bien subestimar. El triunfo desde los doce, no fue algo significativo comparado con la sonrisa de ella, el abrazo fue un todo, las medallas fueron al bolsillo de atrás, y la caja de cerveza sería el coctel para el festín en la noche, luego todos en sus citas, mientras que él la prefirió a ella por un momento para ir a ver al cielo, el primer beso donde la emoción se combinaba con la cerveza, y la embriaguez temprana, todo para el continuar viendo la alineación de las estrellas  desde cerca y presentir al mañana.
Ella seguía allí, sentada en aquel bote, los otros compañeros habían llegado acompañados, pero ya tenían todo planteado, el decidió ir a remojar los pies a las hondas de las diminutas olas (quien revolverá la mar?). Mientras ella hablaba, era noche de luna, en el ambiente playero habían vuelto el fuego y la cumbia, la noche y el amor, la bahía y el océano, una mirada hasta ultramar, una sonrisa hasta el cielo, esta noche sólo hubo una oportunidad para reír al son de la danza y la lumbrera de los pescadores cubanos. el circulo inicia a tomar una importancia tan grande cómo el azul oscuro profundo al fondo en el horizonte nocturno, el circulo toma la oportuna especialidad de brindar un punto de valor en el espacio, el segundo seguido para mirar desde afuera, tanto alrededor del fuego cómo a las estrellas, ella estaba allí, ella ya no pareciere ser otra, ahora el tema era de nuevo la alineación de las estrellas, mientras pléyades en su elipse cual península de cola galáctica,  giraba tan plausiva mente, y allí las estrellas qué talvez ya hubieran pasado pero las quisiéran ver de nuevo mañana.

Sincromatísmo capítulo 7-C. contacto. Manuel Carrasquilla. Cuento en serie Ficción


 

encuentra este capitulo en el nutrido 


https://contextoperiferico.blogspot.com/2023/06/sincromatismo-serie-i-de-los-capitulos.html

jueves, 20 de abril de 2023

Prosas. (Sín Titulo) Prosas en sonetos. Poesía. Manuel Carrasquilla

 

La manera de esperar ha sido tiempo, en ti.

Quizá la diferencia sea siempre un motivo

Siempre vuelve a ti el recuerdo del olvido

Así La ligera espera en decidir, algo por ti.

 

Nunca dieron tanto, Las hojas de los olivos,                
Las diluí en mí mientras en suave vuelo                          
La palabra mía ésta, iba hasta tu alivio                       
Tocar el suelo de nuevo, y creer en tu vos                       
El olimpo nunca te quiso, sin latidos limpios               
Las sístoles y diástoles de nuestro duelo                  
Eligen los laureles que denotan tu elegido                    
Una erigida limpia argiva tonada libre                       
Como el amor que hemos de mi álevos                            
Regué de mi ex cáliz el huir de lo erguido                                 
Mi hur de la cicuta mía, hizo quebrar sús voz.

 

Continué el rumbo, por el cambio al rublo

Por ti sería así el humo mientras vuelvo

Así El rúbio del humar del viejo pueblo

En ti No bastan las amapolas que anublo

Las cornisas y los zócalos habitan hilos

Que trasiegan los inicios del frio hielo

El silencio de un niño interior en vilo

El barro ha instruido la vara del vil

El frio conserva al fuego no al ibli diablo

Pueblo viejo, agúanto tu retorno limpio

Mi hurem espera en algún trozo del cielo

En el sitio de siempre, Al lado de los viejos

 

Miéntras seámos los mismos fúgitivos de entregar una razón a medias, la éspera por ti nunca ha sido  de la relevancia, la mira odisíaca, el esperarte siémpre, hasta el día que podamos ser, los vuelos nunca tomaran retrasos eternos de nuevo. Yo sigo velando al nido del cóndor, pero vivo cerca al del guacamaya, aquel que replegó dado a la sobrepoblación de sus pantanos de palmas, los arboles han echado raíz, en su entorno, los contornos fluorescentes develan que el retorno sigue en pausa, pero se ha de saber que llegará.

 

La Odioseada opta en Jeremías. 

Nada ha sabido ser, sólo dos. Tiempo en búsqueda, amor perfecto, desilusión plena,  acobijo de soledad en la vejes, trozo de optabilidad a la Luz la razón. Sentido en sí, la eternidad sólo acobija a los dioses, el olvido fue veneno pútrido. La verdad memoria sólo allí palabra, eternidad apertura, la dulzura para ensalzar laureles. El tiempo percibió, el óxido optado por el no tiempo, y lo relativo cubrió el MC  al cubo, el magnetismo en condecore, revistió la esfera, sigo en la búsqueda de tus besos. No recuerdo más qué el primer tuyo. El vinagre ha tomado, punto, las palabras pierden sentido pero parecen absorber importancia; observo cabizbajo; percepción del sóbrio, ésta acobijada en la sombra, revisto príncipes mientras, carcomen el antiguo reino y enpalman al Ming y al Chan cuales debían estar al abrigo del resguardo de una celestial odisea. Los guerreros no han querido fulgir ni optar por el alma totalitaria, el norte y el sur encuentran destino, prometeo de baco embriagado y con un mono de terciopelo se ha jugado el traje de Orfeo, así el azar viaja hasta la cima del olimpo en rescate de Afrodita, ahora extraño más a sus besos elaídicos.

Manuel Carrasquilla.

Prosas. Lugar de sitio. I.- II.- III. Poesía Manuel Carrasquilla

 

Lugar de sitio. I.- II.- III.

homenaje a: Eduardo Caballero Calderón.

“Siervito descascaraba con las uñas un lienzo de pared, y emperador receloso y con las orejas tiesas para tratar de oír algo, se paseaba mohíno por la carretera”
(fragmento de E, Caballero)

Lugar de sitio. I.-

La historia nos ha puesto en el lugar
la búsqueda nuestra, devela ello
evidenciamos parte de lo bello
entre la posibilidad de continuar

La detracción sublíl que ha colocado
entre la sub urbe un margen llano,
esta lucha ultraterior contra la peste
las montañas no sólo han ascendido
como las grandes pirámides de Tlonh

El tedio cómo enemigo en lo poético
hasta el punto medio, donde el ocre
que repelen los vientos humedos
de los ladrillos y el negror del camino
que prepone la lluvia, que ha lavado
el amarillo de las zapatillas simples
pregnadas a saldo y reference de lado
el acenso sobre el hormigón colocado
cuanto se han sabido enfriar o disipado
las fronteras que invisibilizamos ayer
una terceridad  ausenta al simboleim
continúa disponiendo brechas por signos

La historia nos hace memoria de sitio
quizá así el pacto nos ha traído al retorno
el accionar analítico del recuerdo/contorno
hacemos parte de un propósito al hito

La historia nos ha puesto en el lugar
la búsqueda nuestra, devela ello
evidenciamos parte de lo bello
entre la posibilidad de continuar.

 

Estado de sitio II.

 

La búsqueda de la esperanza, contorno crítico ido como médio,
La difusión es en una constante, de dominio, cual conformación;
Maleabilidad entre tener la razón y variables posturas de asedio,
La canción que varía entre tonos y notas, de allí el cambio cíclaseo.

Seria imposible buscar lo mismo, ser lo opuesto, en efecto al cambio.
ásidos ciclopes, ninfas, hadas, titanes y los mismos dioses mayores;
vienen por reclamo a una paternidad de parentesco absoluta. oídles.
la timidez de un comenzar entre barriales, molinos que dan tumbos.
daría parte de mis tárdes mírando la campiña en creces o un adiós.

              ciclopes
Los mensajes de la reproducción de la pantalla en su emisión varían,
la tarde ya no tiene las mismas tónicas pero el horario extendido
extenúa rutina que vivencian los presos de la libertad en sondeo
soslayo día, la inopia y la ceguera atendida, exceso ruin de ruido;
en la tónica bucólica del encause sobre la pérdida en lo que sería.

Ninfas
el pastizal de flores y plantas aromáticas se convirtió en un rastrojo
indómito de ortigas y ramas de trigo y heno y arroz para la crudeza,
el lago fue secado y canalizaron un puente innavegable, la proeza
ha sido incorregible, la prosa a perdido la gravedad, a despensa
la decena de la realidad tácita, sigue combatiendo el mal de ojo.

Hadas
los olivares han mudado origen a un país ilusorio, hacen de chozas,
el campo vasto fue llenado de refugiados para un mito de guerras.
Sigo esperando un ambil, recuerdo en la palabra de la gris pizarra;
el estado de conflicto varia al estado de crisis, suelta esas amarras,
las postales que envío traerán novas parajes y así letras extensas.

Titanes
no creáis que luego así, los confines detienen a una mente universal;
los botines serian nuestros, pero el privilegio de nuestros hijos en sí
da la presencia reiterativa, que avante, mantiene el rigor y el éxtasi;
declararía en ustedes dado a la tiranía efesí, la cábala de supratesis.
terreno húmedo, techos grises que desconocen la nieve y la sal.

 

 

 

De lugar a lugar III.

Los decoros de la guerra siempre han sido las parafernalias
etonkon, abriendo sus plumas luego de probar lo corroído,
solo ha sido la conciencia de saber que ha sido, la crisálida
de lo que sería o fuere, la verdad despliega incertidumbre, ido
las artes en su evolución de posturas reflejan la postre de salida.
el hombre llano, armónico, furtivo, en pleno, en acierto, tendido
en busca de la creación de su lazo, librando con el yugo en vida;
las orientaciones jerarquizan, los delincuentes letran los sonidos
los sicarios no han tenido otra opción a los caminos de la milicia,
la tierra ciñe pero aflora, los gorriones fresquean aquel suelo vivido,
la malicia de instar entre las tropas de los hijos de hurin, hacían
tanto el crin románico como el Incaico aclaman el retorno, mío.
las huestes celticas o aztecas vigías ajedrezaicos, de la gloria, mía.
las elevaciones de los cerros ancestrales y lo espeso precipitoso
continúan erigiendo la humanidad, la ley se construye en la arcadia.
lo constituido es parte de la base del decoro, evidenciamos el arte octavo.

La paz, es un sueño de construcción constante, allí la realidad
lo vivido, e instado sobre la base lo concerniente en tal
el habito que denota los senderos, entre lo parental
lo tribal evoca a los ancestros, empero habitamos en modicidad;
Lo incierto, en el tracto, del camino que conduce a Atenas en tal,
lo espiritual, el dual abre la percepción, concepción estatal,
La lucha no ha sido en vano, ni la mortandad la vida prioridad.


Luchamos no en vano por alcanzar en el clamor de la libertad,
Kheter de mi lado la insolencia y la insolvencia apartad;
Librame del apartheid, y de las filtraciones en la oscuridad
Librame de todo mal, de las asechanzas contra la verdad.


Manuel Carrasquilla.

Prosas. Recuerdos de la otra anoche: I, II, III. Poesía (Nocturno) Manuel Carrasquilla.

 

Recuerdos de la otra anoche: I, II, III. (Nocturno)

Amores eternos lejos de los amores eternos.
Porfirio Barba Jacob.

 

I

La noche parecíere estar en acuérdos, a la espera,

en seguir creyéndo, posibílidad ausente al devenir.

gratitud, tiende encontrar al viento entredistánte;

entre uno y otro, los obstáculos sólo son la parte

donde las aleatoriedades encuentran donde unir

la esperanza en terminar nunca, vuelvo ha insuflar…

El encuentro entre tiempos y distancias, el ahora;

algún retorno entre sombras, luz en presente cercano.

mientras ella piensa y el amante surge, vuelve y labra.

el amante entre la espera, em pero aun amando.

tiempo primario para ella, aun el acuerdo espera

el complemento en la voz del padre; el amante siendo,

La emperatriz aprecia el Nilo en un instante de lectura,

el coche furtivo lo cruza, la orden sutil de la mayora

el amante volviendo en su devenir del jovial retorno,

la distancia y prudencia les acerca en su nuevo ahora.

La usencia en quienes no departen historia entre sí,

quizá el amor en mirada les acerque de cómplices,

el amor impuesto, pero en el punto donde las ánsias

están dándose al juego en sí. contraste boreal, matiz.

El cielo mira entre la tierra y el limbo de los amados,

la distancia depara y aleja las penas entre las miradas

pero la eternidad del momento, aumenta el apartado

entre pirámides y estadios.  vidrios y chaperuzas

el arena rompe el ciclo, la parafina tienta al estado

el mediterráneo seco entre los bajos del Cáucaso

la serpiente cruza creta hasta las puertas de Cartago

así el aire trae aromas entre salinas, velas y balsos.

II

 El amor, pudiese ser parte, el recuerdo  invade la vida; vida quizá no sea todo lo que nos dure siempre, la eternidad pudiese ser tan aburrida cómo la rutina, pero la rutina nos ha acercado a la libertad, las redacciones, parecieren carecer de sentido, la ausencia nostra, el amor es eterno, como las tetas de una dama que carece de traje pero es oriunda de la selva meridional, tus ojos respiran la ira de un  pueblo a quien le creen libre, a quien le suponen, a quien le timan, el amor volteándose.

 Cuando buscas la almohada y dejas mis brazos en prepotencia, el amarte por amor al clan, pocos hombres saben andar entre felinos grandes, sobrevivir entre lobos no ha sído fácil, la factibilídad, achinas tu mirada grande, pero pareces una dragona de agua tailandesa, una perra grande echada en las puertas del amor donde no he sabido valorar algo, vuelves entre los obsequios pero aparentas carecer de ama, que pensarían tus súbditas, la erudición mía sólo pénde de los juicios que asisto, quisiera llevarte hasta Saba y exigirte mía, la abubadilla ha amado tu lora aterciopelada, la mixtura de tu bandera es tan nueva, igual mis deseos de rencontrarte, apenas te marchas, gracias podría decir pero el amor por agradecimiénto me ha hecho desearte libre antes. Podría dejárte con un paquete al lado, pero la genealogía me cobraría dentro del círculo, eres quizá un regalo, más los seres con alma son mas que una eterna compañía, así esta duéla o ame.

 

II

El amor en busca de amor, al sole

sería igual cual la búsqueda de ti

el magenta oscuro de la noche

la luminosidad escudo, oculta tu núbil  

las fases de la moneda en su abalance;

aun en espera del tiempo en candín

aun tienes vivo el amor de mujer prócer,

pudiese estar a la espera de las ganas de ti,

el tiempo que custodia en ciclos su proceder

lo que ha tiznado la mirada, no sido el candil

el genio aun cuestiona la prensa en la Deutsche wele

las palabras saben a hispano, formado en latín

caligráfico; amor en la honra dentro, del estuche

de promesas e idealismos puestos hasta el confín. 

amor prepuesto del deber,  donde quizá solo clichés

existan, entre las variables de todo el deseo afín,

del deseo oculto, los frutos maduros perdieron el biche;

la mancha desvanecida, la línea se mantiene gris,

la acentuación de un poeta puesta sobre la hache;

el hash se descurte, mis labios echan de menos tu piel.

tu traje nuevo, portal de una modelo de dosier,

la esencia y el escarnio revolotean la mies del lis,

tu obstrucción al paso despierta mis fetiches

los elementos de tu arte podrían decorar mi stilj,

la concha de tu almeja, condecora mi parche,

el mambe, la misiva, recuerdo la proeza entre los mil

el alivio de la superlivio tiznado aun cual Nietzsche,

en poesía prosaica pendería, todo nuestro ensanche.

 

Manuel Carrasquilla.

martes, 18 de abril de 2023

El Jaguar, y La Serpiente. Fabula Moderna. Manuel Carrasquilla.

El Jaguar, y La Serpiente.


 

En la sabána qué se encuentra en borde del valle en una extensión explanada, donde empiezan los pies de las montañas a demostrar, el qué así talvez sean no los pies del monte, sino las manos sosteniendo el agua cómo sosteniendo a una serpiente la cual les rodea o cómo un chorro y tal les baña y les refresca el cuerpo, y escurre por dentro de las pequeñas ranuras de los dedos, mientras les rodea para darles el descanso llegado, debido a la quietud, por esto éstas montañas de los valles de la tierra média, donde en promedio se alcanza la levedad del clima primaveral y oscila el ambiente con el frescor del otoño, y ya en su altura, brinda un frescor inigualable, el eterno otoño, referencíal de la média primavera, se hace notar; allí casi siempre hay flores o frutos de fácil acceso, ésto ha hecho a las personas llegar en  búsqueda, de un hospedaje digno; además por el hecho de las montañas estar en su postura natural, estos se hacen lugares donde el agua fresca abunda y aquello data de mucho antes en qué llegaran poblaciones mayores, y los animales nativos ya habitaran allí; uno de ellos de los cuales Vivian  sabroso y felices en su morada, era el compañero Jaguar, Quien en las tardes donde el sol calentaba, solía posarse o asentarse cerca de su quebrada de hábito, allí mojaba sus patas, su rostro y vientre, y sólo en algunas ocasiones se zambullía, ya ésto era sólo cuando preveía calor en la noche, de aquellos días de verano pausado y de sequias que tostaban las hojas, y aumentaban los vapores.

Las costumbres adquiridas le daban al jaguar la facilidad de reconocer a sus vecinos de vivienda, y asimismo a saber, el por qué entre las ramas entraba el sol para acoger el clima y brindar luz en medio de la jungla. Tenía más razones de estancia allí así cómo también para echar de ver, cuales animales llegaban a beber del agua, él a veces compartía y se dice a veces a causa de no siempre  conformarsé con observar sus visitas encaramado en el brazo de un tronco, desde la maleza o talvez desde el otro lado del riachuelo. oculto entre las rocas, camuflado o mimetizado para acechar sus alimentos o así compartir su agüita o cotorrear acerca de los sucesos de la selvita acogedora, ya siempre les había bien brindado cobijo, tanto al Jaguarcito cómo a los demás animales, ya allí suplían su alimentación, hospedaje y vivienda; por tanto, tiempo y esto a estos vivientes cual igual a sus ancestros. El agua era tan cristalina allí, cual el mismo el jaguar podía ver su reflejo y así dentro observaba a los pequeños animalitos de agua dulce, y esos paseaban y departían entre ellos dentro del agua. Él se sentaba por horas a esperar;  allí muy cerca, tenía su lugar de poder, allí donde se lamia, se peinaba, se rascaba o simplemente miraba a los bichitos en su pelaje pasear sobre su cuerpo y disputarse entre ellos; él por momentos se quedaba tan quieto, esperando su secado o midiendo sus lamidos, porque así  cuando llegaba a la rama alta de alguno de los árboles mayores, encaramándose o a un claro cerca al pie o en lo alto de las colinas y veía la montaña, creía míticamente qué así mismo los animalitos los cuales vivían entre su piel manchada, también le sentían a él, cómo aquel mismo sentía a su amada montaña.

 Un día mientras se hallaba en su sitio de poder recobrando fuerzas, después de una larga jornada de trabajo, vigilancia, caza y regencia; sintió un ruido de algo escurridizo, tal se desplazaba entre las ramas superiores, de los árboles más altos; por la forma del desplazamiento de aquello y continuando dentro de los troncos tan silencioso y cómo se sacudían los brazos del árbol, entre el salto de un lugar a otro, dédujo qué aquello, no era un pájaro, además, por el tamaño no podía entender tan llanamente, lo que realmente era, pero al investigar un póco más detalladamente, vió el ápresure de un animal ya póco conocido para él, y a la vez con un desplazamiento rarísimo, y al no poseer manos no se agarraba con facilidad, y pues de lógica simple, al no ser ave, menos podía tener plumas, lo más extraño, tenía, el cuerpo lleno de manchas; así igual al mismo jaguarcito o el resto de sus hermanos jaguares. el compa jaguar pensaba al tratar de entender un algo largo y manchado e hipnótico cómo escurridizo…    
/bueno, pero no puede ser mi hermano, ya que no posee pies, quizá sea que he dejado mi cola suelta y en medio del sueño ésta, ha tomado vida y ahora… ¿será tal, la cual anda saltando entre las ramas? /             
        fue tal el susto del Jaguar, pues de inmediato, tóma impulso y al correr a mirar; sí realmente era su cola, de la rápida acción, da una voltereta y cae de la rama donde pasaba la tarde descansando.

Menos mal no estaba montado en las altas ramas en las cuales solía encaramarse, ni tampoco era un árbol tan alto, cómo aquellos los cuales solía frecuentar. Aunque sí que era su espacio de poder. Así desperdiciaba su tris de rato de los pocos tenidos bájo los escasos rayitos del sol yendo al descenso, la selva tóda irradiaba luz en fluorescencia, pero nadie rió por la caída del jaguar, la sorpresa tal de un elemento, con manchas negras y amarillo en toda su larga existencia, largo, igual a una cola, sin patas, sin brazos, es decir sin extremidades, además se enrollaba y se estiraba y moviéndose independientemente, saltaba de un sitio a otro, era un pedazo de Jaguar independizado, o bien separado, no iba a ser más sino una cola, cuando no tenía ni garras para ser pata, además se enrollaba y se deslizaba suavemente, una cola larga y manchada, independiente de todo otro cuerpo, con su propia boca, colmillos y lengua, con sus propios ojos para estar al tanto, y con su propia cola, es decir toda ella, una cola feroz, larga y vacilante, pensaba el Jaguarcito, mientras se sóbaba por el totazo a falta de pomáda para el dolor.    

Él seguía ahí y no se sabe sí asombrado o maravillado por el suceso, además feliz de ver que no era la cola suya la cual se había salido de sitio, pero tal sí que andaba feliz jugueteando y saltando de rama en rama;   además él, ya lo había deducido así, al entender que su cola sola nunca haría ese tipo de movimientos extraños; y  aquel pedazo de animal el cual saltaba de rama en rama, cuasi despavorido; lo hacía cual resorte y era capaz de saltar a distancias y alturas qué ní el mismo Jaguar, o el mismo mico que en ocasiones le robaba las frutas; aquel, animalesco ese, tenía una técnica donde se recogía, envolvía el cuerpo en aros y luego lo estiraba igual a un resorte, saltando desde una rama a la otra.   Esto atrajo a gran escala la atención del jaguar, viendo moverse despavorida esa extraña animaleja, observando a modo singular, demarcando territorio, o sí realmente hacía algún tipo de alarma a los demás animales de la selva.      
      El compita jaguar no se aguantó, pues la curiosidad le había despertado bien su espíritu gatuno.  
 /ey, compañera hágame el favor./  a la vez que le chiflo,  /fiu, fiu…fiuuu…/          
      y al no ver alguna  respuesta a la segunda llamada al animalejo, repitió el llamado.      
/oiga, Le hablo a la compañerita, la saltante, la flaca que va de rama en rama… ¿le puedo ayudar en el algo?/          
      esto ya, llamó la atención de la serpiente, quien se detiene por un momento, mirando al Jaguar,         
/¿es mi impresión o, vengo hace rato saltando en círculo, en el mismo árbol?/      
      a lo que el Jaguar le responde…      
/es precisamente por esto que le hablo querida compañera, tenga la bondad y acérquese/           
/pues la verdad sí requiero la ayuda, pues ando en dos asuntos muy importantes, el primero apenas me le acerque, se lo informo./      
       y la serpiente se dejó ir de inmediato hacia el lugar del jaguar, el cual se encontraba en el suelo, sobándose aun del totazo ocasionado por la caída.  lo cual fue al compa Jaguar, algo tan impresionante, el evidenciar la aparente invalides por la carencia de extremidades de la serpiente, y tanto por esto cómo por ver a un animal manchado igual a él moviendose de esa forma, tanto qué así tal podría ser su propia cola. ya así del acto de impresión y reacción, se echó para atrás, él quien era el animal más valeroso de la selva, y del mero susto midió el tajo y al momento tuvo un miedo impresionante y se le tornó hasta el bello más diminuto de su piel, rosudo, rosudo…  luego dio un brinco y del salto se éncaramo en el árbol de al lado; ya al bajar la serpiente, a modo de agua en creces, deslizándose por los bejucos los cuales colgaban de la selva, los mismos qué le tenían girando sobre un mismo árbol de ceiba gigante, los mismos cuales le hicieron sentirse inútil y torpe.

 Al llegar la serpiente a tierra se sorprendió de no encontrar al Jaguar en el espacio donde creyó estaría. Era el espacio al cual le había hablado, lo único que hayó en el suelo fueron los vestigios de las cortezas, y fragmentos de quillas esos cuales acostumbraba arrancar el jaguar en el laurel del lado, y el tronco del laurel mordido y rasguñado.     A la serpiente esto le atrajo tanto e inició a mordisquear uno de los pedacitos de las astillas arrancadas del compa jaguar.     Para el jaguar todo estaba bien, él ya había percibido a su nueva e interesante amiga, y así móntado entre las ramas del laurel atisbaba el cómo un animal rarezco, oportuno, diferente y a la vez cercano, le estaba tomando el espacio que él, tenía sólo para sí y sus bichitos; observaba cómo un animal lisiado, sin pies, ni manitos, le escudriñaba las astillitas las qué tanto odiaba, cuando se quedaban entre sus dientes o garras. Pero a la vez tanto amaba pues debido a ellas los mantenía afilados y limpios.

/oiga compañerita, no se me acabe todas las astillitas, ¡de verdad¡ yo a mis quillitas las quiero mucho y a usted también, pero la verdad las necesito, y donde usted se atore con una de estas, uno ¿por donde la jala pa que la tosa?/      
     la serpiente a pesar de ya haberse sentido observada, se siente más aun en la mira; al igual: apenada, perseguida, acorralada, se sintió cási desnuda de la pena del saber  estar molestando a alguien querido. Y además de haber podido encontrar al jaguarcito a pesar de haber mirado casi pa todos los lados.      
/primera vez que me falla el sensor de lengua/

pensaba la hermana serpiente, centrada en husmear los trocitos de madera para dejar de incomodar, ella aun así confronta al jaguar aunque no sabiendo aun bien, dónde aquel se había metido y así la serpiente creía que el compita jaguar merecía unas grandes disculpas    

/compañerito, tranquilo que no me las voy a comer todas, además disculpe la molestia, de haber llegado así, tan de repente a su parche. ¡Cierto¡ ¿qué es suyo? /
     el jaguar mira sorprendido, y ve cómo la serpiente se mueve de lado a lado, llamando su atención, al punto de casi hipnotizarlo, él por la curiosidad, decide bajar del árbol, en el cual se había encaramado del susto y de impresión de conocer a un animal, tan cercano, pero tan extraño al mismo tiempo. Y baja Deslizándose por la rama hasta el tronco, así en menos de lo que canta un gallo, estaba cercando a la serpiente, la cual en la medida que él, le busca, ella se enroscaba cada vez más, sintiendo las pretensiones extrañas del felino, y ocultando las propias, él cada vez más, se acerca a ella con pretensiones extrañas.    El jaguar le escarba, le mira, le olfatea, le lame, le gruñe, le ronronea, le maúlla y le canta, la selva del entorno se áquieta; tódo se pone en silencio, menos el viento el cual silva la canción acostumbrada, la serpiente se enrosca, se contorsiona, se inmuta, se muerde el rabo, a la vez que mueve la cabeza para un lado, y el jaguar le sigue, así el jaguar la mueve para el otro y la serpiente le sigue, el jaguar cómo buen elemento de su estirpe vé tanto sus ojos como sus manchas, reflejadas en una animal de apariencia, demasiado próxima en la línea delgada y vertical de la mirada, pero la serpiente no paraba de sacar su lengua…         
/es cierto compañerita serpiente, ésta es la zona que yo frecuento, aquí crecí y aquí espero pasar el reste de lo que tengo de vida./        
      la serpiente excitada sintiendo demasiado cerca la respiración del jaguar, quien en medio de un parpadeo, salta un poco hacia atrás, lo cual asusta en demasía a la serpiente, y tal se alza a más de la altura normal tambaleando y girando sobre su eje; ya así, a esa medida quedaba por encima de la altura del jaguar, y del enfado le aduce, le impulsa y le escruta con frases de ira…         
/compa no por mucho tiempo, ya el peligro de la septetecima raza se acerca./       
    él jaguar tomando a burla el hilo de la conversación y viendo la postura de la serpiente un tanto graciosa, inicia a mover la cola, meneándola de un lado a otro, y esto seduce demasiado a la serpiente, la cual queda fascinada con los movimientos del jaguar, la serpiente ahora sólo ve a su par, y trata de convencer a su amigo para coquetear con su hermoso rabo,     

/ven jaguar, que tienes ahí?/   
y se precipita hasta donde está el Jaguar, a jaguar no le incomodó al principio, pero la serpiente le empezó a envolver; el felino curioso no había entendido del poder hipnótico de la serpiente, y cómo también le había timado a él.

Ello fue timo por timo.  O una por otra. El Jaguar con la serpiente rodeándole el cuello y cerrando los aros, hizo un giro extraño tanto qué el Jaguarcito se empezó a sentir asfixiado, ahogado, reprimido e ido; en un sueño profundo el cual le fue invadiendo y era la serpiente asfixiándole, le estaba apretando la garganta mientras coqueteaba con el rabo del tigre el cual llegaba al punto donde se iba quedando inmóvil, el jaguar con su colita desmadejada, y quieta, quieta, sin lugar para gesticular nada.    fue tan simple; el jaguar no sintió la hora del sueño, no sintió cuando se iba y quedó fuera de todo animó para levantarse, o siquiéra revolcarse.   
         De momento una serie de ruidos estrepitosos invaden la parte inferior de la selva y a la serpiente.     El ruido sigue subiendo por el claro del rio, esto hace a la serpiente escabullirse y tratar de subir al laurel donde estaba el tigre hacía un momento, aunque por los talles en la corteza, dejados por el tigre con sus garras y diéntes, la serpiente, se puya y no es capaz de continuar el ascenso, hacia las ramas altas del árbol, el jaguar volviendo en sí, lláma la atención de la serpiente.       
/oye, ¿porque huyes? me estabas haciendo daño serpiente desgraciada./       
       la cual al ver lo sucedido, se azora ya qué el Jaguar podría combatirle fácilmente,  y más ahora qué se encontraba enfadado,          
/no te preocupes por mí, viejo amigo jaguar, el hecho es qué ya estamos perdidos, yo sólo trato de acelerar tu ida, ya con la llegada de la gente, la selva tiende a desaparecer y con ella todos sus habitantes, desde tu, hasta mí, las mariposas, los peces, los gurres, las aves, los árboles y hasta los ríos. Aunque: que tu felicidad sea como un todo, eso mientras sobre vivas. /
      Esto le dijo la serpiente al Jaguar, mientras los ladridos del viejo perro amigo del jaguar seguían subiendo, quizá con alguna sorpresa o noticia sobre el transcurrir de la civilización.  

Feliz año.

 El cielo está puesto en la parte más oscura del firmamento, justo allí, donde ha orbitado tanto el final como al principio del año, las nub...