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jueves, 11 de julio de 2024

De Gallos. Parte 2.

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Tras de la pelea de los gallos, sí que ha existido algún manejo de poderes extras, cuáles convocan de manera dominante, al estar medido entre los poderes de dominación, el odio o el proceder, o la pugna económica del sorteo y tal es mínima, apénas comparada con la lucha de representacia, y de dominio, en cada uno de los gallos, ya que cada uno se ha quedado con casa, color y linea armada, esto llama al furor, convoca al barrismo, y el porrismo tácito, ya tiene sobre el folclore el acto de manejo de públicos.


Los emcis se han batido a rimas, el sierre de la cuarta respuesta, no tiéne el ton del sol prímo, la respuesta del público amedrentado por la estilística y el talento del rival, al cuál muchos han descreido, el cierre se ha ido de largo, en la decición última hay una paridad de rivalidad de un promedio el cuál varía sólo en décimas, para ésto sólo la muerte súbita abriría para el desempate, sólo qué aquel mc del medio cerraría, el público da la variante, sólo para la espectativa, éste se da, cómo el empate mas prominioso de la competencia, la semifinal se rinde ha un alárgue, los gallos están en sus notas para esperar, aquel joven sensillo y casi desde el anonimato mismo de su vecindario, el "street atack", o el mismo "rap in track", o el mismo "golpe de suerte", ha llevado a un batallador lirical cuál poeta normando, hasta la semifinal de una serie pero en ves de un alargue él en su fuera de serie, no se erige, por la diferencial de los públicos, pero en su postura misma, ha enfrentado al escenario, y pues la puesta escénica improvisa, la representación no le esperaba, ni los pocos raperos de su calle, ahora la presión de representación le dirigía, el escenario en estancia, da el apoyo, la complementación, entre lo justo de su direccionamiento, la dialéctica ha iluminado aquel joven; y su heraldica denota wild stile, la improvisacion en retorica del tremendo menda, mas el uso medido de los parlaches, le generan en términos, no paran de mirarle, un público sercano pero distante de aquel rimador en busca de sentido, la seducción del entre el conjunto del montaje, performance, público, musicalización, y actuación, pero la improvisación de un texto en argumentativa métrica, más el desfase del flow, más la continuidad de la asonante dominante, sonetos en sonsonetes, cómo escritos por los aires, barras en condonación ha la historia universal de las letras, el presentador/jurado, adulto mimetizado entre jovenes, rechoncho y particular, despoja el rito de apoco, y tira la moneda por segunda ocación, más el joven intrépido, no quiere esperar la tercera, por cuestión de honor, y previo alza opción de apertura, y tras la discontinuidad, le permite, quiza tres cruzes ganen a tres sellos, aunque tras la sonrisa aparente, y los ojos saltones del presentador, quién permite exponer ante el público la fachada de la continuidad. Ya así el mc se dispone y en su nota hace mulismas, de afinación masculina y toma por delante el micrófono.

/Yeah Medellín. 

Si, sí, si

Bowl rah.

La representación, y el acto de escena, no es un actor en realidad, una especie de payador o bardo, o juglar, representación directa, él bajo sú aka o pseudonimo, más ha sabiendas de la performática de su opocisión, y las apuéstas volcadas, además de la presión semiótica de la difución, siente presión, em pero en la claridad entiende el formato acabadero de su rival, el cuál ahorra y escasea discursivas y rimas y los actos de cajón extinto, pero la llave de cierre, para el próximo finalista le perfila al pupilo real de la estrellita, púesta cómo ficha de presentador del evento. Ya sín la rivalidad sana, la competitividad en presión le alza la tónica y la dinámica le contrae, por su decisión en convicción tempranera y contra viento y marea en un todo, se toma el turno, contra una moneda la cual insiste en dejarle el cierre, aún con el presentador insistente, pero aun claro de la relación entre presentador y lacayo, él afina sus claridades y toma torno de concepción inicial, pero sín el tacto o la prudencia aquerecidad, en una polisultiva respuesta anticipada, no se apura, él sabe que el mc oponente en la corchea de clave daría su público por absolución, así prepara un gancho perfecto para un kick letahl o kick rapp.


La efusivida de cada salto para el encuentro entre las masteres de gallos de pelea, en el plano se eternizan, cuando la resolución trae rivales de toda la vida, y se inmortaliza el encuentro próximo, de cada salto compaginado, de cada chisqueo de espuela y esquiveles y de picotazos, la agilidad de los sostenidos de los gallos muestran uno de los furtivos acércamientos entre contríncantes, el chico observante encaramado en un esquivel de podio, en uno de los bordes del cerco del escenario arena, el circulo en centro, la eufória de los clientes, puestos por todas partes, quiénes alegorizan cada instante de encuentros, y la algarabia por los saltos junto al brinco y las bullarangas conjuntas, y el toreo y las griterías de los jockies o jedies de los gallos, y en un solo movimiento púdo identificar los ruidos de chasqueos y el origen de la efusibidad y lo aguerrido de aquellos faisanes gigantes cómo aves del paraiso, pero púestos en uno ha uno, el brillo de los ojos del chico se matiza, pero la emoción le muestra una especie de wf en la world liga de lucha libre, pero de animales, y casi ha muerte, dónde se rifan al perdedor, pero el esplendor de las las plumas y efusividad de los contendores, mantienen partes de un contorno casi primitivo y natural cómo así mísmo furtívo y policromatico. Un vislumbrar de segundos, más centésimas, dúra el rasqueteo. El publico ovaciona pero al final cómo puff, insuflando la cercanía del final de la batalla y la proximídad la cual sucede a la declaracion de final de encuentro, y ya por el tercer round, apenas se levantan dos al empate, la ficha de notas se eleva, y billetes empuñados y monedas limadas, por aires y por suelos; y riegan bebidas, y expulsan licores, ron, brandy y ginebra, aguardiente y flujos perfumados en fogaradas sobre los animales y el alcohol torna, esterilización y por ende salubridad. El incience al aire de la niebla de los tabacos ahumados, y los equipos en la saga, el cronometro redefinido; De las espuelas ser metalicas en ves de rascas y limaduras levantarías estruendos y chispas; la limonada de postobon acompaña a los licores blancos, mientras que la coca cola a los licores oscuros, la soda pernota; la banda silenciada, espera en un par de mesas tipo vip, las mesas alineadas, pero fuera del campo visual para el gran salón, una planta de techo alto con el cuadrilatero y la rotonda en la parte del fondo del local, la congestión centrada allí y las mesas llenas de botellas, pero sólo un par de amantes, y los músicos en el salon, la pequeña tarima a un lado en una leve división entre la zona del holl y la arena. Las cabezas rapadas casi sín pelos, casi sin plumas, cicatrizada y con la cresta mutilada, con los ojos distantes de uno a otro contrallendo y dilatando la pupila, y la mirada perdida al efecto de los sonidos, y esquivan pero lanzan y las alas de los gallos, uno saraviado con plumajes entre figuras pequeñas de semi ovalos negros y blancos, un porte de gallo galgo, con la piel firme, con las patas largas y los perniles fornidos, apenas formados de pesuña de garra de extensión mortifera, de plumas largas de bellos finales, y con capacidad de vuelo, con equilibrio en el aire y de patada rapida, es decir de raponasos mortales, ya con el moquillo deborado por los picotazos de sus rivales, con el seño de perfil misterioso, con martilleo de pico puntudo y aletazo de fibra avicola, pero el otro colorado de finales y encajes de verdes en policromías por el contrario sí había cuidado tanto su coto y su cresta cómo sus orejeras, intacto hasta la motilada, con las patas raspadas casi hasta la endija de la huevera, tal de un hermoso colorado de variedad de tonos rojizos o anaranjados con los finales de las plumas verdes, y de un brillo de policromos, sín afan responde a la velocidad de un experto en las artes de los rapazes, pájaros exóticos hechos aves de defensa y de autodefensa de corral, aquel faisán sín miedos ni orgullo, engulle de la seques cada que se aparta de cerca su rival, con la mirada fresca y sorviendo las sales del entorno, emanando una brumma de calor, destila licor en su aire de macho alfa, garras de pesuñas amplias, de un marfil exhuberante, de espuela semicurva, de pico amplio y duro, anaranjado hasta mostrar su advertencia casi obrera, de cola devantada, de plumas extendidas largas y curvas, el gallo criollo honor de todo el palenque de apuestas, de toda la romanía del campesinado, de toda la cantaleta del encuentro de lenguas, mira a su rival y lo llama sin perturbarse siquiera por los elogio los: 

/chujus/ y /ajuas/ y /eas.

Elogios lanzados al lado de granos exquisitos, de petalos exhuberantes y licores casi venidos de los cielos. La batalla finaliza en tiempo, los tiradores ya casi van a recojer el empate, pero la apuesta llama a un cuarto combate, los gritos lo aclaman, un round cuatro traería una final impensada, intempestuosa, por lo que representa cada especie. 


La perdida del miedo y la bolsa del interior perfilando mariposas reboloteando por dentro, pero la calma no es toda, las referencias de las crews, los grupos mayores divididos entre colores, los azules y los rojos, pero en el debate una luz existencialista amarilla en medio representando el pensamiento social, y la confrontación retórica trayendo apartes de la realidad y el contexto periférico cotidiano, analizandoles desde el escenario, un grupo mayor domína el pensamiento y hace escuela tipo world freendon, más en la agrupación de clikas, el hecho del márgen ya sea gansteril o delincuencial torna el dominio de líneas, el público referencia en sí algo de apreciación y gusto por la estilística del rap, éste en la mayoria se refleja más en su vestuario glamuroso y los apliques individuales de identidad en la presentación, cada persona se resalta, pero los cuadres o descuadres de las prendas, si referencian tanto estilo cómo porte, la influencia funk, o del clasico del jazz, en referencia, mixta los apliques propios de la moda efimera o de la cultura la cual busca quedar para lo posterior, así fija en la eternidad, su partída de creación y postura, las gorras, las cintas y las vandanas o pañoletas, lentes o gafas, viceras, las prendas anchas, los shorts al tobillo, las camisetas o botas, los aretes y tatuajes, los colores en conjunciones pero tambien pequeñas extravagancias, algunos en juxta, algunos discolocados, las superposiciones en los suvenires de exhibición, lo artesanal puesto, pero super puesto al lado de la colocación de la industria, lo orgánico incrústandose, y el color de Abiaayala, en los parlaches del menda, o de los intercambios entre Cartago y Sulu, Franfurth y Giron; en las jergas, en los acentos, en los juegos, de los flows en las intrumentaciones organicas, pero el ocoyaje ya acerca el intercambio y/o el encuentro al origen, los tenis extravagantes y las botas obreras, los atalajes de tradiciones asiáticas, las escuelas sumerias y los karatekas de las escenas callejeras, del break dance, pero el pop y el regueton dominando, aun develando parte de la temática o las metódicas las escuelas sombies y automatas, uno a uno, la escuela esistencialista en perspectiva y aún no domina, el encuentro gesta cultura, pero tambien intercambio, el cierre, la casa llena y el suspenso, el loby en parte, espectadores efimeros, el local lleno, para la respuesta, pero en la incial se denotaba el cambio de espectativa, el MC demarca su poesía fluctuante, prosaica he improvisada, además en la métrica definía la postura, el mensaje convoca, el público define alzar las manos, y el bombo hace la otra parte.


El uno puésto en parte del espectáculo 

Início representación al acto y el báculo 

Púesto en duro, fluctuo, perpetúo actúo 

Respéto al público, mientras interactúo 

Líneas de tiempos, en presente efectúo

De pensamiento asíla escuela mantuvo

Al origen de poetas muertos sí asentúo

Así De rima en rima están mís cálculos 

Pero cacheo de titubeos en montículos. 


Entre un más o menos de muerte súbita algo de lo cuál sería más o menos las barras realizadas de aquel chico, sólo él, solo con su imaginación y su corazón revéntandose, él y su microfono con la postura de los chicos de aquellos barrios, siñe la frente, levantando el tono, desdoblando la rima frente a un público y ha un contríncante, el jurado desmotivado no pudo detener el paso a la ronda final.


Aquel gallo no descantó, púesto qué en su ocre lucre de ensanche final, parado sobre su contríncante había ejecutado perenne mente a su rival, pues su uña extraña, quedo ensanchada en el cuello semicubierto de su enemigo, pero con el infortunio de haber quedado con la espuela plástica de su contrario muerto, anclada justo en el ojo derecho

Feliz año.

 El cielo está puesto en la parte más oscura del firmamento, justo allí, donde ha orbitado tanto el final como al principio del año, las nub...