Estrellitas del mañana.Era ella, no sé sabe a ciencia cierta por qué él acababa de intuirlo, al igual no le importó, estaba sentada en lo que bien podría ser el mejor yate de todos los tiempos, pero no era porque así fuera sólo un yate o una lancha vieja, la cual bien sin motor hubiese funcionado o sin pintura hubiera flotado, hubiese sido todo en el mundo, quizá tener motor 470, ser una yamaja, con el colorido y compartimento oculto, motor propulsado, vidrio de escotilla aerodinámico, mástil de timón ergonómico, ancla acerada, silletería de cuero impermeable, siete botellas de champaña, estéreo con sonido extra y una bigband de fondo, quizá todos los lujos del mundo pasaban a un lado, pero de allí lo único cierto y especial es claro, y es que si es ella y por supuesto está ahí sentada y sólo por esto puede ser aquel bote de cedro rojo, embarnizado con aceite de ballena, pulido el talle al frente de la sirena elisiaca, taches de amarres nórdicos, el pulido en el pino de tres cipreses y a la capacidad de tres pares de remos sumergibles, con más de 20 resanaciones de ataques recibidos por flechas, hachazos, siete incendios, un torpedo y 32 disparos de galil, esto y una quilla de vela de gaviero, el mástil puesto a la vela de lado, sillas erguidas, cuerpo arqueado, la mejor lancha de todo el mundo, y así es más, ya no era un bote o una lancha, era un yate, aun sin cabina, aun sin techo, aun sin las placas típicas de los botes cubanos, ni el bautismo con botella reventada visible y algún renombre.No debió verla allí, recostada contra el bote, perdida en su dimensión extraña, mirando a lo profundo del océano preguntándose de porque la luna no salía en la línea prevista del horizonte, era todo su anti polar, pues ella era el amor o más bien la traga eterna; aunque el gusto no es preciso para los mochileros y menos en una playa cómo puerto girón, la hora en la cual las discotecas están en todo su furor, las luces de estrover y las de neón espalpaneaban al son del trance y del reggae, ella había salido a tomar aire, el no hubiese entrado, además la carrera cómo lapidador de rocas había terminado, ella le reconoció pero se perdió en su teatro eterno, quizá el rol el cual posteaba cómo identidad se le veía mejor, o le hacía quedar libre de todo roll de papel pasado o de toda pena y más la de aquel quien fuera de saber algo acerca de ella, y del haberla visto de nuevo.Él se perdío en la realidad de un habitante de alguna barriada latinoamericana, pero claro ahora no era ni Hindú ni Árabe y menos indio mestizado o negro libertado o prófugo, ahora era el mismo a quien ella tenía que recordar, pero ella, ella ya no quería ser ella y él había ganado el punto de confianza, era el principio de cualquier equipo para perder aunque bien en la dualidad sería el mismo para obtener y mantener el paso mínimo hasta la ansiada victoria.Crecer con la cabeza atada a la lectura era la gran dificultad la cual él solía tener con los pies, para el manejo de la pelota, pero una gran capacidad de análisis y de contexto en momento, siempre le debía acompañar, le era imposible estar sólo. La bandada de jóvenes con los cuales ya había tenido espacio para coincidir, estaban siempre decididos a continuar las series de juegos, además de hundirse en los estratagemas suyos, el juego está previsto, es la final del vacacional, de la gran parcelación de urbanizaciones, allí donde vive sus tiempos fuera de las escuela, fuera de su barrio, fuera de su casa, en el paseo de seguridad bindado por su familia, allí donde la oportunidad de estar tranquilo, y de convivir con personas quienes más o menos piensan cómo él, y más cuando no era parte por momentos de la guerra de las barriadas donde suele crecer. Y de pronto también está haciendo su vida en desarrollo de adolescencia y ella quien era parte del amor el cual había despertado por esos barrios donde los chicos también ríen, crecen y aman.Tal vez era él un poco precoz para comprender un poco todas estas razones de noviazgos y estos asuntos qué eran más comunes, aparentemente en su barrio de origen. Ella quería acompañarlos al partido, junto a las novias de los demás chicos, el no jugaba pero era el técnico de aquellas recochas, uno de los chicos ni el más grande ni el más pequeño, también parte de la dificultad mostrada desde la otra partida de la vida; las dificultades donde los niños no departen, y donde aparentemente aquellos barrios elevados en las planicies del valle parecen no llegar, allí también afloran los servicios públicos, las cuentas y el costo del cobro de la guerra, el crimen y los asedios también acosan sus casas, también habían deudas, existían necesidades, los conflictos del tener o no tener, también azoraban las puertas, y el estatus de permanencia allí es fuerte para la pervivencia, se dio la colecta para antes del juego, ellas también aportaron, era la pandilla de chicos de paz, aunque la guerra amenazaba tres calles abajo. El juego en perspectiva una final; El, Entre la configuración de clase media alta de la ciudad del estallido. Y no paraba de mirarla, era el día de la declaratoria, ya había terminado con su anterior amorío.Ella seguía sentada en aquella lancha, inmóvil, el nunca antes estuvo en una playa tan bien conservada, tan limpia, y con el agua tan fresca, había llegado hacía unos días y hasta ahora sólo tenía la oportunidad de salir al mar. y aun siendo de noche, quería probar el agua; el viaje hasta allí fue odisiaco, pudo llegar. El, andaba con otros dos compañeros, uno hippie el otro perdido por el cine, esperaban enlace, ellos salieron con sus artesanías a cautivar extranjeros, el decide dialogar con ella y esperarlos mientras volvían con algo para beber. aunque ella era la dueña de un vino, el había decidido no recibir bebidas alcohólicas, pero sí hacer parte del momento mientras la noche se hacía una con los reflectores, y el brillo de suspenso con el agua y los peces que le hacían loco llegando hasta la orilla. –¿bueno y entonces que quieres? Ron, chela, o te mando a traer un “guarito”?-, -Quien va a entender a estos Colombianos, Allí en México todo es muy diferente, si estuviéramos en Cancún yo tendría tequila en vez de vino, vino, vino…- alegó, después de insistir en que bebiera, no debía oírla, pero no podía obviarla, y decidir entre ella y los peces que habían llegado hasta la orilla, - no parce, “órale”,- “reía” –órale? Jajaja, tú de mexicano si quedas más varado que un hondureño.- insiste.- y tus amigos que dicen que sigues para México.- el ignoraba completamente el asunto, - iría pero si me acompañara una manita como tú, aunque en Colombia manita sería hermana, y tu serías buena compañía, pero hasta ahí.- ella reía cómo loca.Aquel día todo era fiesta, para la cancha central de la parcelación, en la loma de Montecristo, todo era fiesta, todo estaba en parte y de parte con el festival, aunque los chicos tenían el peor equipo para la perspectiva, en la cancha les esperarían dos refuerzos de otro conjunto, esperando que el planillero admitiera. Al fin sólo hubo llegado el indio, quizá al niche le fue imposible, era un equipo de micro donde el era el segundo cambio y el delantero estrella debía estar en el arco. Estarían frente al equipo planadora del torneo, donde el menos fue un resultado de 7 a 1, en micro, en ese entonces era normal, pero ellos en la máxima obtuvieron 4 a 2. Ellas recibieron las ropas de cambio, él estaba para cambio extra aun siendo el D.T, y ella recibió sus zapatos de cambio y le vió salir con los viejos y se quedó observando el roto que ahora posaba. Mientras el dictaba directrices, estratégicas y técnicas a los demás chicos dentro de la cancha, con el animo y en vos baja –chicos esto va ser difícil/ suave que yo no quiero jugar con los tenis rotos y menos Martina mirándome/ vamos es con toda, a contener, y hacerle duro/ Melo saque duro que el niche no puedo llegar/ será aprovechar los quemonasos al arco.- Segunda entrada, el empate era lo esperado, saque del gemelo. una pandilla jovial debe mantener el honor, y el honor era ganar, y con un saque fue fatal la emoción, así cómo habían empatado en el segundo tiempo, al equipo planadora, todo fue fiesta, toda la cancha fue hincha suya por un momento, todo alegría, y gozo, el se convertía en el Maldini del momento, y todo por la sonrisa de la chica quien se había sentado y no gritaba, pero sí analizaba las posibilidades y desviaba la mirada cada qué le mirara, y él miraba hacia atrás en una que otra ocasión, aunque el resto, en coro, se la pasaba indicando a la cancha, -heeee!- la verdad “estrellitas del mañana” soñaba con ser el mejor club de todos, y aun así, pese a su dificultad de centración sí que ha sido de estos equipos que no está bien subestimar. El triunfo desde los doce, no fue algo significativo comparado con la sonrisa de ella, el abrazo fue un todo, las medallas fueron al bolsillo de atrás, y la caja de cerveza sería el coctel para el festín en la noche, luego todos en sus citas, mientras que él la prefirió a ella por un momento para ir a ver al cielo, el primer beso donde la emoción se combinaba con la cerveza, y la embriaguez temprana, todo para el continuar viendo la alineación de las estrellas desde cerca y presentir al mañana.Ella seguía allí, sentada en aquel bote, los otros compañeros habían llegado acompañados, pero ya tenían todo planteado, el decidió ir a remojar los pies a las hondas de las diminutas olas (quien revolverá la mar?). Mientras ella hablaba, era noche de luna, en el ambiente playero habían vuelto el fuego y la cumbia, la noche y el amor, la bahía y el océano, una mirada hasta ultramar, una sonrisa hasta el cielo, esta noche sólo hubo una oportunidad para reír al son de la danza y la lumbrera de los pescadores cubanos. el circulo inicia a tomar una importancia tan grande cómo el azul oscuro profundo al fondo en el horizonte nocturno, el circulo toma la oportuna especialidad de brindar un punto de valor en el espacio, el segundo seguido para mirar desde afuera, tanto alrededor del fuego cómo a las estrellas, ella estaba allí, ella ya no pareciere ser otra, ahora el tema era de nuevo la alineación de las estrellas, mientras pléyades en su elipse cual península de cola galáctica, giraba tan plausiva mente, y allí las estrellas qué talvez ya hubieran pasado pero las quisiéran ver de nuevo mañana.
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sábado, 22 de abril de 2023
estrellitas del mañana. cuento. Manuel Carrasquilla.
El arte y la poesía, se han dado cómo la expresión del Contexto/Situación, en este espacio virtual se trata de establecer un lineamiento de realidad conexo a una ruptura, donde el medio a priory, es un reflejo claro de una postura por una apuesta política y de vida.
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