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miércoles, 3 de mayo de 2023

El Trueque del Guerrillo. capítulo 3 , novela Joven. Manuel Carrasquilla.

           


                             

 

                                  III


            /Nada podía estar más en contra de todos los asuntos por remediar qué el mismo tiempo,/ al menos esto era lo que tenía Ivan por convicción cuando era el caso de tratar de alivianar el flete procedente de china con más de 2´millones de sim cards, el origen chino no era el problema, el problema mayor era el asunto de la configuración de redes, dado al cual debía conectar un ingeniero de software y para la época la primera promoción no llegaba a las practicas universitarias, y así cómo esto también requería un experto en programación de software, para la programación de los códices de las líneas telefónicas,  esto no era problema dado y sí los jóvenes aspirando a ingenieros, quienes aún no llegaban a 4 año, y así un doctor de aquel tipo menos qué iba a existir.

 /de donde podría surgir un alguien que remediara tal asunto? /

 era la pregunta ficha aún más al cual desencallar el contenedor estancado en Panamá ya ésto traería en favor la soltura de quien sabe cuántos más, además quien viajaría hasta Santa marta o Cartagena por la recepción de los celulares, claro en obsolencia a falta de las dichas tarjetas. El teléfono debía ser su amigo, era lo que tenía como idea central en vista clara al panorama acerca del futuro en solvencia de tal, esto igual a series de ideas invadían la calma de un gran comerciante, quién meditaba oscilando entre café y mate. El celular de este le trajo a despertar sobre el hecho de lo habido en sí, y de lo qué podía bien plantear. Un repique acompañado de una extraña vibración en su bolsillo, le volvió en sí. Era el teléfono el cual repicaba, pero él no estaba acostumbrado, y la forma del sobre salto, quedándose dormido en la mecedora de su casa en lo alto de una de las montañas al oriente del valle, con la motivación de en algún momento volver al plano de trabajo. Era el numero privado de uno de sus grandes colegas, y quien le había traído la gorra en momentos de grandes dificultades.

– buenas tardes, don Ivan, le habla, Guillermo, espero que todo esté de la mejor manera, no quisiera perturbar, pero la verdad las dificultades son menores a las soluciones las cuales hemos planteado, ahora mismo tengo un contacto en panamá, que bien podría adelantar el tema de transito de las sims en Panama, se llama Isaac es Colombo Turco aunque dice que el tratamiento se puede tardar entre uno y tres meses, puesto que si es una gran cantidad, pues esto traería inconvenientes entonces sólo tu serías responsable, no tu equipo, pues nosotros no trabajamos con drogas y menos con drogadictos, em pero la única ventaja frente al caso es que el perro el cual sintió algo de producto en el contenedor sellado, y a la espera a ser revisado es un perro experto que lleva más de siete años trabajando en el área, y detecta un cigarrillo de marijuana a más de 100 pies, y pues los perros novatos aún no han dado con algo, esto habla en nuestro favor pero como pierde interés, entonces la revisión necesita acompañamiento, además el contenedor espera por ser abierto para el caso, así que lo prudente será no hacer presión de ansiedad sino de necesidad.- todo esto es disparado de una sola bocanada de palabras.

Iván queda atónito, por todo lo que acaba de oir, y pues siendo así debería plantear una serie de conclusiones, pero a solución nuevos conflictos, y de mas el hecho de que ahora esto podría estancarse frente a un panorama que requeriría soluciones inmediatas, puesto que la embarcación con los celulares estaría en menos de tres días en puerto colombiano.

-Pues, Don Guillermo; la verdad me dejo esperpento, igual toda la información que me ha dado de chorro, así no más estoy apenas tratando de engullir todo lo que ha soltado, yo ya antes iba a decir ataje ese toro que me ha dejado sin ni una vaca. Pero a sabiendas que usted ya tiene problema y solución sólo queda plantear la estrategia de venta, y pues que me dé el contacto del tal Isaac pues yo si quisiera estar pendiente de todo, y pues en Panamá ya ve uno que resuelve, eso sí yo arranco pal puerto a recibir los celulares, acompaño el flete hasta acá y después de un baño y un almuerzo arranco de una pa´ Panama, que allá ya hace uno vida. Lo otro será que de casualidad usted tiene un dinerito pa que me preste por unos días mientras hago todo esto?- responde de manera simple, llana y directa Iván a la dilemática planteada por Guillermo.

Todo ya estaba teniendo un encause la solución era de partes y los nichos ya estaban de acuerdo, el planteamiento se torna hacia un mejor rumbo, aunque la dificultad se mantenía.

            -plata? Usted me está viendo cara de banco o de simberguensería, la verdad usted es muy desconsiderado Ivan, eso es lo único que valgo yo?. Vea le digo que lo que usted plantea ya está fijo, el estratagema de venta lo ha planteado, Mario, muy buen elemento el joven que a propósito le tengo cerquita, que donde me oiga me saca la mano, pero de todas formas háblese con él al respecto. Y por otro lado ¿de cuanto estaríamos hablando?

            -No es mucho, lo del flete lo tenemos fijo entre la mesa, además me llevo a mari o pa´que pase y monte en carro que a los pelaos les encantan esos viajes, además eso a punta de coca-cola y papitas ya los tiene uno ahí, y pues yo creo que con unos 5 milloncitos por sí hay que contratar cargueros  o algún asunto de Ley, porque créame don Guillermo, esos de la aduana estarán encima como gatos en machacadero de carne, además Julio el amigo de Mario ha ofrecido una buena cantidad de dinero, para la compra, esto podría amortiguar compras o ventas o deudas  y un posible embargo.-

-La verdad ahora ando corto de tramites, cuente fijo con dos o tres milloncitos, pero atalaje no sólo al compañero, sino algunos de esos arrieros de los que nosotros conocemos, no vaya ser que nos quiera pescar y no la ley del monte. El teléfono de Isaac se lo paso en el momento preciso o se lo envío con Mario.-

-Así será y por favor comuníquele a Mario que mañana a las 8 muy am le espero la cafetería.-

-Por supuesto, más si quiere lo hago yo. Pero sería bueno también que le recuérdele usted.-

Ese fue el fin de la llamada.

 

La dificultad ya estaba expuesta, Guillermo estaba con la claridad a su favor, la oposición a su cuestionamiento era interna, ya había visto el día y tal estaba próximo, él todo un samuray, había sobrevivido en pleno a la vida misma y había así mismo avizorado la muerte misma desde la cercanía, pero tan tranquilo en su quietud del equilibrio, que pasando cerca de sí no le pudo enceguecer, aun rosándole el rostro a un mínimo de distancia, así con tal plenitud Guillermo miraba la vida misma, pasar con relación al todo, en su plenitud y la mantenencia la sentía él, tan tranquilo, quizá se sentía sentado a la espera de que le llegara, pero olvida sentir a cada paso el cuidado de tal a la sombra de su capa.

-Mario lo llamó un tal señor Ivan, y dice que le requiere a usted mañana a las 8 muy am, es como para un trabajito, ojala le salga todo a mi muchacho que tan duro le toca en esa universidad.-

-así, y ojala paguen que esto si que ha estado duro, ese señor lo pone a uno a trabajar para el pero no le gusta sino pagar a punta de empanadas.-

           
así luego de despedirse de Mario, cómo de costumbre, con su pelo blanco recubierto de canas y sus rasgos de mahadi, se en ruta por la pequeña avenida del boulevard la cual le lleva hasta la parte alta del parque en el café el cual domina en buena gana, así en busca del vapor brumoso del café libanes el cual suele tomar en aquel espacio, donde domina la conversación y desde un televisor de veintiocho pulgadas, cubico y con la señal al tope, redefinía cada jugada mejor que cualquier comentarista asalariado, era el dueño del balón y de los comentarios, la rondas de aguardiente las cambiaba por tintos, qué luego canjeaba por de a uno, y así se paseaba dueño de su espacio por la calle fría en una acera estrecha, con dirección hasta donde solía pasar las tardes entregadas a su rutinaria vida de partidos internacionales, los muros altos y las ventanas pequeñas, pocos balcones y los efectos de estreches en la parte alta, hacían parecer a las casas, gigantes inclinados mirando al suelo a ver quién pasa, así se robaban al sol e inundaban de sombras las calles, donde los colores sublevados traía recuerdos tan diferentes del presente y los olvidos de los pasados próximos nunca se perderían, creía el viejo, nunca cambiaba, era el típico metódico qué de saber la proporción de sus pasos y doblar la esquina, justo al tiempo del reloj, y subir a un ritmo eterno las tres pequeñas escalas, y mirar la misma lampara en el día para ver si aun tiritaba y nadie lo notaba, también de saber el tiempo pendiendo de la postura del sol, midiendo la sombra a veces calculando la baja en su reloj de pulso, a veces incentivando el alta, pero dando el calculo en la raya la cual dividía la sombra de la luz directa, ese día el despidió a Mario con el dolor de sólo poder asistirle un tiquete de ida, pero con el dolor de saber que no tenía claro, no sí Mario y si él mismo, siendo el Alfonso dueño de aquella colina custodia de la historia, la cual e habían feriado entre vecinos recientes y descendientes quienes cómo conejo habían perdido su pedazo de pasado y ahora eran mas dueños de la mentira qué de la realidad misma asida.     
don Alfonso cámina cómodo, con un rumbo fijo pero con sus estados de percepción elevados a una realidad mayor, el fuera de la apuesta, entiende qué la facción dominante de crew (parche), no puede dejarlo por fuera, pero su responsabilidad le da a tomar una fachada para poder ejercer libre dentro de una ciudad creciente, la cual le ha puesto por realidad un futuro distinto al esperado, pero un guerrero de su estirpe no tiene qué improvisar en su área a pesar de sólo vivir con el peso de su subsistencia, ahora en su sentido de psique, siente el repique de un sólo timbre del vibrador de su teléfono, nadie sintió, así mismo siente la motocicleta en el estallido del cran, un sólo estallido del estarte del pedal, don Alfonso ha entendido que la rutina la cual le han declarado para Iván en la noche, al día se la repetirían, eran justo las 1:45 pm, el va tarde para su partido de UEFA, en liga europea, al sentir el motor en cambio de ruta para encontrarle supone:

/vienen es por mí/ piensa Guillermo.

Pasa la calle y entra al mini bar al cual nunca había querido entrar en lo que tiene de vida, en el silencio del medio día citadino, en plena nubarada de abril, donde aun no se predice el clima pero se anuncia agua en precipitaciones, debido al sol picante pero a la sombra fría, el bar no atiende o mas bien carece de borrachos para la hora, la bartender, aun con su facha de arreglar casa y aspecto de recién levantada, tiene en sí la disponibilidad de sólo estar para vender alguna que otra golosina algún estudiante.

-no hay licor y apenas pienso lavar la greca.- adelantando la respuesta ni a un saludo.

-tranquila, véndame un cigarrillo pero apenas esté el tinto, me lo enciendo.- y Guillermo toma el cigarrillo Royal, y se empretina, desasegurando su arma, y mostrándose dominante pero sencillo, así toma un taburete alto justo en la parte oculta al lado de la puerta, -si me gusta el tinto me llevare un paquete de estos cigarrillos- agrega como dominante del hecho y enseguida medita sobre la conversación con Ivan esperando que Mario no la hubiese oído.

la joven se disponía a limpiar pero por la promesa de venta, sabiendo que cenaría, y que el desayuno estaba cerca, aun intimidada, sabiendo su maldita verdad, se dispone a preparar el café, y se olvida de todo enredo. La motocicleta, 175cc no tiene erección de dirección reconocible, pero viene al encuentro y se ha disminuido en velocidad en la última cuadra sólo son tres calles, y pasa al frente del negocio donde se ha refugiado Alfonso, pero ya no parecía que él estaba en la ruta, continua situando la escuadra y luego la otra y de la manzana, pero lo hacen lentamente, hasta volver al sítio, el completo silencio de Alfonso y la preocupación de la chica entendiendo el hecho, mira al buen hombre quien quizá por ves primera pisa su negocio, pero ella se encariña en inevitablemente perdiéndose en el brillo de los ojos de quien le había visto crecer y de quien siempre fue un hombre afable, modesto, amplio y del inmutable rango de edad, pero ella perdida, mestiza y amulatada por la difícil supervivencia del área, para una cantinera quien perdió la adolescencia.

-negra, nada- grita el pasquín desde la moto a la entrada del negocio.

-nada bebe, mi mamá lo necesita, que la llame a la noche- le responde desde la ventana.

La moto emprende vuelo, con el joven a bordo refunfuñando.

-amigo se nos ha caído la vuelta, está muy impreciso el negocio, yo creo que estuvo mal haber salido por aquel señor, va tocar responder, pero ahora quien sabe donde se ha metido el hijo de puta, quien ira a responder, puesto qué salimos los dos, y la negra lo cantó justo al punto.- se da golpe de pechos el hombre aun en su juventud en desborde, -ella me llamó justo al tiempo, donde se habrá metido el malnacido ese-

-demás que nos caramelearon, volvamos a base, y esperemos haber que pasa, y bajémonos de este calor, pero primero lleguémosle al sitio de él, que de pronto nos fantasmeó y llegó fue al sitio antes que lo viéramos, veamos haber que visaje ocurre allí.- comenta su acompañante, mientras desmonta el arma.

Don Guillermo con el aturdimiento, de entender la complicidad de la chica, se queda mirando. Y racionaliza el hecho.

-está de casualidad tu mami?- pregunta Guillermo

-sí pero ella aun no se ha arreglado, quizá salga acá mas tarde.- la joven responde un poco incomoda.

- llámala por favor, dile que es para Memo, que la requiero, con prontitud, sino no entraría a este negocio.-

-amá…- grita desmesuradamente -la necesita don Memo.-

Al fondo de la barriada, cerca de su destino, tras un chirrido de neumáticos, Guillermo reconoce lo que serian cuatro disparos sin eco lo cual diría él, de pistola de calibre medio y luego seguido una ráfaga de fusil, aparentemente colevsnicov, puesto que resonaron con doble cadencia y doble eco, el primer y el ultimo disparo, esto amedrentó a la chica, quien se puso contra el lavaplatos al fondo detrás de la barra en el pequeño cuarto, que hacia de bar, con una puerta a la casa, un orinal abierto y una ventana de barra con mira a la calle, un mostrador de barra interno y una puerta, un salón pequeño con mesas tipo barra contra la pared, acto seguido suena el celular de Alfonso, pero tal insiste repicando.

-oiga don conteste. - aduce la joven trigueña, con apariencia de mestizaje de samba, y con ojos saltones, pero de piel tersa y de labios semi carnosos,

-alo?- contesta Alfonso

-padre has visto a este par de engañados, uno mas que el otro, iban por ti, me ofrecieron la alta suma por un infiltrado del barrio, ahora resultó que eras tú, y lo presentí por esto te avisé, y han pasado por el bar, no lo soporté he reventado al “contratista” pero al otro chico el copiloto, lo han levantado con dirección al hospital.-

-estoy donde Mery, esperando un tinto, la joven me encubre, se parece a tu tía ella tenía su misma mirada, y me miró siempre con el mismo desenfreno-

-sigue ahí paso luego del primer tiempo, y te cuento con más detalles el suceso.-

Ambos cuelgan la llamada.

A Mario le pareció extraño que su viejo mentor, estuviese en negocios donde se apartaba tanto de sí, que incluso le hacia a un lado a él, así ve desde la terraza donde lavaban el trapo de limpieza y debatían el asunto de influjo de personas, donde la ponencia convencería al reste de sus compañeros, el resultado había sido extraño, y esto no llamaba al orden, pero la incidencia les hubo llevado a una realidad mayor, el ver la gente reunida y yendo su discursiva le había hecho esclavo del un poder incontrolable, y de un honor tras el poder de convencimiento.  
con la pena de ser, con los diálogos erguidos cual sí todo fuera, pero con la realidad tendida al no ser, con el presente fijado y las verdades sin determinar, los rasgos de un montaje dispuesto a una serie de hechos que les ponían en una postura con la interminable luz de haber sido, con el poniente tras el rastro, no dejaban perder ni el mas mínimo hito de su rasgo, la historia le lleva al lugar donde los hombres inician a formar su definición de hecho, el ha tomado para sí lugar de sitio, no piensa mucho en lo que ahora toma como centro de devención, de sus contextos característicos el no entiende en plenitud, sobre su destino, el contexto de lugar y espacio le sitúa en la historia en un contorno donde debe surgir, donde debe dar cierta lucha, su planteamiento de base, le muestra un distrito sobre una territorialidad, donde el cólera existe, donde el hambre existe, donde la desnutrición infantil existe, donde el crimen y la violencia existen, donde la deserción escolar y el reclutamiento de menores también existen, pero él un aspirante a oficial de una fuerza legal, en su base de conocimiento, entiende que de cadete de una universidad pública, debería ponerse en un lugar más allá de una trinchera ficticia y hacer parte en orden de un estado que requiere al obrero, él debe hacer algo, y piensa sobre su futuro pero el planteamiento presente, le lleva a  cuestionar el uso y función de un equipo móvil como alternativa comunicacional, y ver a sus demás compañeros, en una lucha por permanecer en la civilidad antes de ir a portar un uniforme de forma permanente, de continuar en el aula de clases antes de portar un arma de dotación, aun así con el espíritu de instruirse y capacitarse para trabajar en su proyecto individual y acoplarse al de estado nación es decir el de su comunidad de base, aun así volvía dilematizar romantizándose con el agua potable, los servicios públicos o el suelo pavimentado para poblaciones masivas, en su potencialización de organigrama, tiene un objeto claro, y ya a puesto a nivel de colectividad su proposición de compartir una materia de emprendimiento, aun ignora sobre el hecho de base, mira para la sala, su celular ya está cargado casi que completamente lo toma y sale sín afán, de camino, hace una llamada.

-mona cuénteme, buen día, cómo va el negocio, hay algo en cinta?- pregunta Mario a su nueva compañera de enrute, y dando un saludo un poco frio, -espero que todo esté de la mejor manera- concluye

-buen día Mario- responde emotiva Andrea con ánimo de conversar, -Pues lo de los celulares ya está casi listo, lo de las simcares si cómo que falta-

-no se como pude salir siquiera, a veces no alcanzo ni a despedirme del viejo, espéro qué éste aparato no se me vuelva una esclavitud, es lo que me dictan los demás compañeros-

-no se preocupe que gracias a esto es que hablamos así de fácil, ahora dígame que hacemos?-

-pues por lo pronto creo que sería posíble el rehúso de la línea antigua con las tarjetas de sim cards corrientes?

-será? Yo espero que se pueda, recuerde que hay unos tres de sus compañeros que han quedado de invertir, y otros dos que pueden hacer ventas y mercadeo, les prepararé reunión para que hable con ellos, además Ivan recordó la inversión de Julio, sería bueno darle aviso.-

-en cuanto acórden me avisa, quedará para mañana al mediodía, espero poder tener al menos  unos 40 equipos en mano para el tema pero unos 2000, en bodega. El negocio con el mexicano está a punto de ser confirmado, yo lo doy por un hecho, mas tarde te hablo-

El corte de llamadas, fue por poco despectivo, pensaría ella acerca de Mario.  

Mario había entendido todo, hace una segunda llamada.

_aló?- está allí sentado en un computador Dell blanco con partes visibles de IBM, de cuerpo blanco ya oscilando a beige, y una pantalla alterna con solo códices verdes, rojos y azules, y cuadros breves de contornos de tragaluces dentro de la pantalla cómo anticolores contrastando y contornando lo que sería una pantalla rudimentaria hasta dar tal luz y oscuridad, en vez binarios polinarios cifrando desde 6, 8 y 9, el chico con una diadema de micrófono y un emulador virtual y un casco de vr en la mesa de escritorio. Al tardar la respuesta insiste -compa hábleme o cuelgo estoy 16 de zelda, lo espero pronto este puto rol no me deja y combato un troyano.-

-el pápeleo está listo es sólo la conversión y le paso el reste del fondo y todo el ensamble para la reinver.-

-todo claro, es sólo pasar unos númeritos de una carpeta a otra, y un codiguito de PS a PS. En cuanto tenga todo les canto el pastel, y en la interven, dile a Ivancho que salió del pastel salado la postre y el pudin era el tal, o atajamos una tercera, aun compadre, la segunda sería mi amigo.-

-No entendí una mierda, pero informaré- asume al informe la distancia.

-biye- se despide el ingeniero informático más cercano de lo conocido.

-que estés bien, El Dios te bendiga.- sincronizaron las llamadas y el gprs, y ahí colgaron.

La ciudad en vilo esta redespertando, piensa Mario al vilo de saber qué tiene un aire de control, sobre lo que plantea, el parque le toma por sorpresa, allí está el medio día colmando la naturalidad de la quietud y la ausencia del tránsito, uno que otro desprevenido, pasando por la quietud del sol en lo alto, las bancas solitarias recibiendo el calor del medio día, donde incluso las aves mas voraces buscan nido de repliegue, allí bajo las sombras de los arboles donde parecen ocultar algo, las sombras intercambian razones, el ser de Mario, piensa sobre los beneplacitos de la libertad del medio día, y cómo el hombre se ha hecho de apoco al derecho del erario, el torna su ruta, viendo las cortezas esplanadas, y al parque del cual bien podría ser aun un pueblo en creces y la conjugación ha pasado de dar una identidad unicítaria a prestar una unidad totalitarista, y el rededor qué ha perdido su iglesia o bien carece de una, debería aunque bien conservarla para hablar de una ciudad pueblerina aún, pero los tonos del acrílico exterior de las fachadas y las rejas y el distanciamiento entre una vida y la otra y la generación de la cosmópolis opina diferente a la del pequeño pueblo el cual vió la gran montaña sacudirse y partirse entre la niebla difusa de una centralidad que mira al cielo y en su vastedad, las rejas agudas y las plantas colgantes, las puertas extra protegidas gritando a la seguridad en ultra silencio, y los andenes estrechos aun perviviendo, y los carros pasar cómo huyendo de la calentura del sol, entre la sombra y el calor, la variabilidad de la temperatura medida, y el indio mestizado en el mando de la masa, esa que escasea en dicha hora, lo escultural de lo arquitectónico lo colosal de las casas aunadas, de la super postura de una con otra y las peñas y las baldosas y los mármoles rebríndando fachadas, y los edificios los cuales se levantan sobre las casonas extintas, pero con bases de una ciudad suspensa en el tiempo, donde el levantamiento se ausenta del nicho de ciudad, donde quizá uno que otro grupo mantenga un margen, él en su compromiso de ciudadano carece de pan para las escasas aves, no tendría parte de recuento, la universidad le espera mientras Mario sigue a la espera del bus que le conduzca así, el que se pierde en el parque esperando la ruta, el enrute le ha demostrado lo fuerte del margen, el en sí creería qué el metro le ha descompletado la intensidad del vuelo a su bus, la ruta sigue esperándole pero ahora a aumentado en paciencia, Mario no ha podido superar la imperturbabilidad del bus, son las 01:24 pm y aun no pasa, tiene clase a las 02:00 pm ha tomado una asignatura de libertad jurídica, su tesis marxista no le completa el resumen, los arboles inmóviles al sol parecen arder exhaustos de la fotosíntesis, el vecino con el perro de gancho y humeando bajo el sol, toma el puesto del ausente, Mario entiende que él ha sido el segundo en salvarse, extrañamente él presentía al bus perdido y veía en sus visiones la parte trasera del bus en vértice, así espabila, el vecino con ropa de recién levantado de su dormir diurno, no para de sonreír, Mario no sabe si a su marihuano recién liado de tamaño extra normal, o si se ríe de Mario mismo, Mario no suele reír de la vida, y decide caminar tras el enrute, para hallar el bus en el camino o alguna segunda ruta, el vecino con el aire de hachís en su bareto atizado de cocaína, y el alborozo del olor expandido juguetea al perro con una pelota y lanzador, pero se abruma al deber sacar la bolsa para recoger la necesidad del can, mientras fuma, quizá la risa fuera sardónica se va pensando el joven Mario no ha avanzado 2 calles y el bus le alcanza, ya en el bus Mario se siente tocado por el ambiente de poder estar a salvo y bendice a su vecino desconocido desde la ausencia. La ruta se ha bajado 3,50 minutos así que va con el vuelo de no saber si hay retorno, velocidad extrema; Mario entra toma asiento prudentemente en uno de los pocos asientos los cuales quedan libres, se sujeta, pero antes, guarda la devuelta de su pasaje en el bolsillo jean, no se incomoda por la salsa del latín en el estéreo de los alto parlantes del bus, extraña y banalmente el pisquero está instaurado dentro, pero no humea.

Iván hombre que ya ha definido lo que será de su vida, que se ha esmerado por el bien común y la defensa de su nación, quien viene en retiro de una decanatura en industria comercio y transportes, experto ingeniero mecánico e industrial, esperó siempre mas de la vida a su edad, con el cabello largo y acaecido, con el mentón amplio y las cejas pobladas, con la cara rasurada casi al ras permanentemente, con los ojos de tres brillos que someramente se verían grises o azules por el ámbar de su mirada y la perspicacia en sus actos de vida y hasta en los de litigio, un coronel abnegado que entre activamente desde una postura ajena, pues en la civilidad ha aprendido a surcar la vida, de carácter fuerte y un poco mas sabedor de lo que dicta, ya tiene el estratagema articulado, y el montaje debe ir viento en popa, así se sienta a esperar el llamado, mientras que con sus brazos fuertes se asienta sobre el diván a sabiendas que todo el equipo está haciendo todo por la posibilitación, uno de la generación de recursos para sobrevivir y dos la creación del dominio del poder comunicacional e informático, el sabe que dominará al mundo con mercancía china y con compras de americanos, ahora mientras pule su sombrero de mimbre de iraca, y lo entrama en la húmeda mañana desde donde ve los copos verdes de los arboles de su entorno, por el cristal inmenso de la ventana que ilumina su inmensa sala en un barrio cercano al cordón periférico, arriba desde donde también observa al centro, donde debió cerrar el ventanal, puesto que el ruido encontrado de la música en el ambiente le hiso odiar por un momento la estereofonía, pero también de forma incomoda le sacó del plano y para sentirse útil y agradecido con la vida, se dedica a su entrame, entretejiendo, y llevando las astas por sus aspas de aquí allá, y vuelve, los pájaros salvo los ornamentales se han silenciado, pero no por voluntad ni por la persecución de pervivencia de los felinos o de aves mayores, quizá por haberse vuelto aves mayores y haber aprendido a silenciarse en gran parte de su tiempo, o quizá aún más, porque el ruido estrepitoso de los equipos de sonido al tiempo no lo permita o simplemente los haya con el tiempo enseñado a conjugarse en las variadas orquestas, de las notas que vacilan desde un rap hasta una melódica tropical, la salsa que Ivan oye, no puede competir en ruido o no lo logra a plenitud, pues debería aumentar demasiado a su sonido, así que convoca al espíritu clásico y lo deja entremezclarse con el sonido ambiente, y con los pájaros que sueñan estar encima de los ruidos de atrás los cuales se superponen.

  

domingo, 30 de abril de 2023

Sincromatísmo capítulo 8. encuentros, Cuento en serie, Manuel Carrasquilla

 


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Feliz año.

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