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jueves, 5 de octubre de 2023

El Trueque del Guerrillo. Capítulo 6.




VI 



Un silencio espectral se ha comido las calles del dolor, todos saben que su barrio posiblemente no vaya ser lo que se ha planteado en el espectro de crecimiento, el joven vuelve a preguntar por el arma, las nomenclaturas en caligrafía de un ruso un poco viejo hablan de datas diferentes.

-Realmente es una Ak 74, recortada con culata de envergadura retráctil, úsala en el momento pero no contra mí, además tienes buena referencia de tu casa.- Y así cumple, el hombre.

El joven llega al final de la calle, con todo el pánico de que su vida no fuera ha ser lo qué tenía premeditado, los planes de un Sicario al servicio de un imperio suelen ser cortos, y así mismo las metas mínimas, el obtener un arma, el conseguir ha una esposa, dejar uno que otro hijo, mantener alimentos, proveerse de drogas, despejarse con la fiesta, hacerse a sus pertenencias y todo antes de morir. La acera es fría, ha pesar de la altura del sol, él mira primero ha las ventanas de las casas, y ha la esquina, la cual parece estar casi deshabitada, la calle al fondo pierde continuidad, sólo hay dos esquinas, y una calle en avenida, al lado contrario al fondo en una pequeña plaza de amplitud queda el café, el joven no tiene sus propios ordenamientos así qué está atento al acato, a la hora tal todo anda vacío, él no se haya desprotegido, cuenta con el amparo de un arma mayor a la que común mente porta, además ya la ha entregado a quien quizá le apadrine ha futuro, así su termino de referencia por “apa-drinamiento”.

-Todo listo cómo te dije, ya sal cuanto antes. - Comenta el hombre mirando al joven al rostro, quien aun no monta el arma, y le mira un poco confuso, pero con la decisión en convicción de estar preparado.

-Claro apá, todo está listo.- Responde el joven, quién sin más ní menos, espéra al redireccionamiento del carro, para el giro de la revérsa, y al estar justo al tiempo de bajarse del auto, mientras camina hasta la mitad de la cuadra cómo le han señalado, mira al hombre, miéntras humecta sus labios, con un poco de asombro, pero mas parecería de confusión, pues entiende tanto lo complejo cómo lo circunstancial de la situación; Ya aunque quizá en su razonar, no se sienta en el momento, aunque si pareciere ser lo justo, y lo tuviese cómo algo casi esperado. Monta el proveedor al arma. Justo al momento de bajar del auto. -Listo.

El auto llega, con toda la paciencia del caso, al cruze de calles; Aunque con el impulso de un motor propulsado, el giro ha sido silencioso, nadie quien mirara fuera de lo común del caso, nada extraño para variar; En cuanto termina el giro el vehículo, sin precipitaciones, el joven baja con la lentitud, de un afán cualquiera, con el proveedor dispuesto, aun sin bajar la palanca del cerrojo, aun así sin desasegurar para hacerlo, coloca uno de los proveedores entre la liga de sus calzoncillos, la cual está afuera, visible por encima de su pantaloneta larga tipo surf, ahí puesto con los botines Nike y de medias cortas, sin camiseta, y una sola marca de tatuajes, algún tribal de pandilleros, revisa la calle de encuentro en “T” y así se queda mirando al culo del auto, el cuál va lento, él se hace ha seguirlo así sin camiseta, en pantaloneta, y con el arma envuelta: Ya todo el suspenso del hecho está puesto sobre él, ha quién aun le brillan los ojos, pero no el brillo de inocencia absoluta, y si el brillo de la justicia puesta en las manos del litigio judicial, así caminando casi hasta la mitad de la calle, justo por la acera; Simúlando, ya sea de la quietud o del calor de la tarde, para traer la camiseta en la mano, lo que nadie sospecharía sería qué allí justo debajo de aquel buso se haya puesta un arma de asalto de una contundencia y precisión fatal, mortal, letal… el vehículo llega hasta la esquina, y el ve ha la placa en lectura hasta desatender el desdibujo de la nomenclatura, el proveedor parecería un arma corta puesto en su cinto, pero él disímula, aunque ya presiente venir ha lo lejos el runruneo del motor de la motocicleta; El joven sólo hoza en halar la palanca, para amunicionar su arma, luego de esto asegura, ya se haya en foco de acción, el runruneo continúa aproximándose, la velocidad no es alta, quizá sigan en busca de objetivo, pero el motor sigue oyéndose, ya más cerca, en aumento a la proxímidad…

Sorbe Guillermo un poco de café con la mirada puesta en el récord histórico, relatado por Efrén, pero del suspenso del hecho y de cómo ha acontecido todo;   Toma el pocillo cual sí tal fuera no de café y si de una taza de chocolate, pues era él el señuelo de aquellos motociclistas y hacía menos de 3 minutos al hecho narrado se les había escapado.


Iván feliz de su vida, y sus hechos, ya tiene un gran bolso listo, y un tiquete en bus completo, no se carga ni se chanta ningún afán en la vida, no le duele ni un pelo, no le falta mas de una muela, y tiene dinero y fiambre de almuerzo, así ya en la puerta de la terminal de transporte, tiene un destino definido, así sabiéndose para donde se dirige, no existe quien rija sus pasos, más que él mismo, cómo dueño hacedor de su destino, la quiebra se ha ahuyentado, pero el negocio aun no cierra por completo, evade las actividades comerciales para las cuentas mentales, y se centra en su dilemática, abandona el taxi, sólo cuestionando la tarifa común, de su casa al portal terrestre; Allí en el portal, la congestión habitual, por poco le arrebatan el bolso de sus manos, pidiendo asistirle la carga; la fila de taxis es ardua, cree tener mejor medida qué el taxímetro, el rumbo es al caribe colombiano, específicamente al golfo, así qué ya tiene casi todo claro, además anticipa casi cuarenta minutos al tiempo de la salida en el tiquete, el plano del panel de salidas, ya propone justo la marca en tiempo para iniciar al desplazamiento, él con hecho con la carga de su propio amarre, ha tomado su equipaje, con rumbo a la taquilla de su empresa, sólo tiene una disposición acerca del evento de tránsito.

-La parada del bus, será en bajos del rio, ¿en la posada “De Siempre” o al frente?- Pregúnta Ivan a la asistente de la empresa transportadora.

-Sí creo que es en la misma de siempre, además por lo particular del nombre- Coménta la joven mujer, mientras toma los tiquetes y revisa, los documentos, quizá en puesta para la salida.

-Ha cuanto tiempo estamos de allí? Y en cuanto sale el bus?- Cuestiona nuevamente Iván viendo el espacio y pendiente de sus documentos, esperando todo al orden y a la espera de los sellos de confirmación por la reserva. 

-Hasta allí son aproximadamente 8 horas, y el bus sale en menos de unos 40 minutos.- Comenta la mujer, revisando hasta el último detalle y haciendo comparativas, la respuesta era de esperarse -Pero inician ha abordar al bus y a receptar equipajes en unos 10 minutos por esto se pide estar con al menos 20 minutos de antelación, con relación al tiempo de la salida.- Así imposta el ultimo exlibris, sobre el tiquete, y pide la última firma sobre el seguro de viajes, al cual estará inscrito Iván, además señala con el índice, ella quien esta puesta en su uniforme de azafata terrestre, con su kepi de agente de caballería, inspirada en una tónica militar, de tonos Azules oscuros, y de peinado plano, con el cabello recogido, con maquillaje de excelentes acabados, y rubor y pestañina, y la belleza de una mujer puesta en su sitio de trabajo, concentrada, además chequea el récord, pero no se turba, en la pequeña pantalla de binarios, blanca, de unas 10 pulgadas, en diagonal a ella, las letras verdes y el fondo oscuro, el teclado pequeño, y el vector de manejo anclado. -Justo ahora se haya la puerta dispuesta- Ya al parecer si existe un antecedente o varios, pero no por faltas graves, pero y ahí está su cliente. El selló ya está, así que entrega los documentos, al instante, ahora sólo restan cinco de los diez minutos, ante puestos, la fila tras él le hacen develar que existe movimiento, la Mujer observa al respaldo, no se inquieta, mientras ve a Iván alejarse. 

 -hasta luego- se despide Iván pero nota qué el siguiente en la fila, un joven de pantalón suelto, y camiseta ancha, con bandana por debajo de la gorra, y maletín tipo militar, de asalto, con pendientes, tenis adidas y de mirada profunda. 

/algún joven rapero. /  

Piensa Iván, y hace un leve repaso de tiempo, acerca de la atención a cada uno, toma el bolso, por un lado, y se sienta en la sala de espera, entiende la razón de la duración en su proceso.

Se sienta, mientras espera los siete minutos los cuales corresponden, a la lentitud, de la atención de su proceso, la concertación entre un espacio y el otro redefiniría su sitio, ya el tiquete le ha asignado el puesto 22 a, es decir al lado de la ventana, en el medio de un bus largo, bus con baño incluido al fondo del pasillo; Ya Iván mira las filas de sillas, y cómo la gente intermitente varía entre una región y otra, y al tiempo la longitud, matiza sus pieles, y en qué se diferencian y se referencian, o se podrían reconocer en los tratos del cabello, o en las acentuaciones en la oralidad, esto mas los dialectos propios y hasta en las jergas de costumbre, los atuendos dictan lo mismo, las miradas quizá diverjan en las clases, pero el arribismo aparentemente mira mas alto, él ríe de la idiosincrasia, y de la manera en la cual está dispuesto el pueblo a marchar en cada viaje, el espacio se viste y varía con los plus comerciales de la moda, los afiches, de presentación publicitaria, los productos de los carros informales y sus vendedores, dentro del espacio, moviles saturados de productos de ruta, y de golosinas de juegos americanos, mas las variables de productos de galguerías y golosinas y confiterías criollas, con empaques artesanales y productos casi caseros, más los industrializados nacionales, el color y el sabor lo cuál se repite en los medios, más licores y cigarrillos y chicles o dulces para mayores, y las fórmulas anti-mareo; Ya así en un extremo una de las alas, da el espacío donde se amplía hasta el fondo con el techo aireado y una especie de cúpula, transparente y en semi ovalo hasta el final, protegiendo al hexágono, en una de las salas, pero justo en la de abordaje, con separación en un puerta general, con registro y registradora, pero al otro lado, otra sala, aparentemente de la misma dimensión, y un puente aéreo en la cúpula del centro, donde circula la entrada principal, y las salidas, conectado por puentes, y un tercer nivel para la recepción, más una puerta contraria la cual da justo a la entrada del metro de la ciudad; mas cafés, y un esquema de ventas de centro comercial, con locales repletos de estanterías, y productos para ventas de última hora, justo la entrada de la cual viene Iván, aun la salida la cual usara, sólo es para los usuarios en su transporte optado y su asiento asignado, ya el ayudante del transporte, fuma un cigarrillo, y el bus se estaciona, una sola llave registradora, aguarda las diversas filas las cuales esperan al cuarto de hora.

/El despeje ha de ser en breve/

Piensa Iván; ya disponiéndose para abordar, aun en la silla donde recapacita para salir hacia la fila de abordaje, acerca de la inmediatez la cual usan para asestar la acentación de documentos, pero él se aproxima a realizarla y va justo en su dirección sobre un suelo repasado, por el grupo de aseo de dicha terminal, sobre un suelo anacarado, con fragmentos de marmolina, en colores blanco y negro, las paredes de ladrillos retocados, y el techo alto con el panel que anuncia la llegada del bus, además de series de televisores en monocanal, donde se presentan las noticias, las filas de sillas diferencian la suya, de cuatro filas de unas nueve, por otras siete series más, para los cubículos de oficinas, dispuestos como chazas, de venta de tiquetes de diversas empresas de transporte, las bases del techo en cuadros metálicos, muy parecidos a los usados en techamientos de coliseos deportivos, las modas continúan pasando pero el estilo rapero predomina, aunque la esencia rockera habida en el, no deja de cautivar a Iván, así similarmente al recuento del por qué, de su demora, y no es para menos pues al recordar, la ultima escena, de su último viaje, y más con el formato de digitalización de Antecedentes/Archivos/Expedientes, y ahora que se pone en ultimas el dateo conectado digital y virtualmente, los antecedentes en línea, y la dificultad también adyacente ha despensa de su labor, pues entre las variables para su destino, una joven con un atuendo un poco exhibicionista, en un tono algo excéntrico, le adelanta en la fila, cargada de un par de maletas, de equipaje, con las piernas largas y delgadas y tenis de plataforma algo altos, de cabello liso y con una leve coloración, el vestido de estraple y la piel trigueña, y los labios finos y los ojos grandes, y el busto pequeño, y la nalga proporcional a la cintura, pero con la marca del borde del calzón notoria, quizá demarque continuidad de viaje y trasbordo, va sola, pero alega con el guardia acerca de su acceso, con acento y dialecto oriundo al litoral, pero el guardia responde con acento del interior, un interior no tan al centro del país, y pues las formas orales varían, y es eso justo en parte la distracción, pues el ayudante del conductor del bus interviene, y la mixtanza le hace dudar de su empresa ha Iván, dado ha qué, sí un esquema de interconexión telefónica, varía entre espacios y se da individual hasta la popularización, del uso masivo de telefonía móvil la interconexión aumenta y la factibilidad de intercomunicación entre espacios daría el uso frecuente, y mas para viajeros o migrantes internos, y la comunicación llegaría al punto del diario, pero la interacción oral, entre dialectos traería una mutabilidad de información o usos del lenguaje mismo, en el habito, la variable apenas se marca, la diferencia en referencia apenas se nota, el choque cultural aun no se define, los medios son el único conector, pero los más media, cómo el televisor y sus contenidos ya generan variables de importancia en las “culturas” jóvenes, la música y las estilísticas descontraen los contornos, las esquemáticas, y  las maneras étnicas dan variables de suma importancia, y la influencia llana, además las mezclas básicas entre formas, colores y dinámicas, las rítmicas, las sororidades y la armonías, hablan de la gestión del nuevo hombre y pues las dinámicas climáticas lo marcan o las marcas mismas se repiten y mutan entre clima “cool” y clima cálido, los “raincoat”, los “anorak” y los “hat”, mas los “overcat”, ya demarcan tendencias traídas junto ha anglosajismos en las ropas de uso, pero esto mas los medios de comunicación, denotaría una apuesta por una cuarta revolución; así la discusión se despeja. 

-Irah, y ajam, yo vengo desde Bogotá, muy cansada, así que dejame que yo te entregue el tiquet dentro, pues tendría que sacar todos mis chiros para hayarlo o aguarda yo descanso de mas de 15 horas metida en un bus, y ajam con el culo cuadrado.- reclama despóticamente la chica con acento costero.

-Vea niña, es que es la norma, sin tiquete, no hay paso, usted puede venir de Pasto, y viajar cuatro días más, pero es imposible que yo la deje pasar.- le responde el guardia cerrándole el paso. –“Si quiere” le dice al ayudante si le puede ayudar, que el “si sabe” de eso, “yo no”- y señala al hombre quien con su camisa desabrochada hasta medio estómago, en una risa y con un juego con un palillo en la boca, y bigote medio le mira de arriba abajo.

-ve y es qué, sería posible, pero si te esforzás, voz sabes, como es esto, oís, y si te portas bien yo te llevo a que conozca el mar mi amor.-

Ella se azora se hace a un lado y esculca mejor el bolso hallando la serie de tiquetes de tránsito, con horas y fechas pero es enviada ha la primer fila en la taquilla, ha confirmar el tiquete de salida.  


Mario ya ha cerrado un gran negocio, el tiene en sí parte de lo que puede tener como material, además está a dos días de tener mas de 4000 celulares entre gamas alta y media y baja en su poder, sólo espera el ordenamiento mayor, no se encuentra metido circunstancialmente en dilemáticas, ya la tarde apunta a un sol en declive, el amor le ha tocado, y no entiende por que ha vuelto a pensar en Andrea, hace un poco hablaron, su celular suena, es Guillermo su Padre, quien le recomienda no llegar enseguida, pero menos dejarse coger de la noche, o estarse hasta muy tarde en la noche, y pues él tiene tiempo preciso para volver, ha presentado su prueba, se ha reunido y ha arreglado la forma de entrega, para la defensa del cargamento, de simcards, vuelve a pensar en Andrea sus pensamientos giran recurrentes en torno a ella, pero el no se decide a romper ese tipo de hielo, además de estarse serio por ella, al ser una mujer cercana a su tío Iván, así que en su camino para hacer espera con toda la calma propia la cual trae, se encamina y camina justo al lado de su sitio de estudios, ha un café el cuál frecuenta en algunas ocasiones, para hacer tiempo, allí le es permitido leer, el ambiente le trae en buena gana, sus dividendos se le han mostrado afables, aun no tiene el afán del devenir, un joven de jean y tenis, de rock y estereofonías del margen jazz, un joven quien creció entre versos y planteamientos, entre dialéctica y el refugio de la guerra contra el crimen, con la dinámica de no ser lacayo, pero tampoco el dominante atípico, así en su pensar del devenir, ya ha antepuesto un sitio para preponer parte de su esquemática, así sin afán sale por una de las puertas alternas, de la universidad, sin más rumbo que el de hacer tiempo, pero con el sentimiento envuelto, y con la expectativa ida ha qué si deberá ser algo, la calle siempre colmada de vehículos, los grafitis variables, pero en dominancia los de caligrafiás simples con mensajes de irreverencia estatal, la protesta publica la cual masifica las paredes, junto a los periódicos de diarios fichados, abiertos a la lectura, y los planteamientos de carteleras y periódicos murales,  la abominación del crimen le démarca, pero la insurgencia en la cual se ha embarcado Mario rediríge el barco con timonel a un rumbo quizá mayor, las versiones y subversiones sobre el rumbo y el margen de línea de conflicto y asidera a los esquémas de mando, los cuáles planéan una fuérza articúlada, pero en un esquéma lejos del orden o un orden conjúnto de mando articúlado al de interés común, pues los intereses individuáles o de grupos menores se entrevén y denotan un marco de falencias comunicaciónales y de movilización conjunta, Mario evidencía las problemáticas popúlares, además la línea de las fuerzas armadas, para el trabajo conjunto en formación de cadetes un poco ido o tendído en diferenciáles, pero vivíendo la crisis y tratándo de la mano entre sindícatos y convenios, una de las grandes mezquindades es el punto de encontrar las díversas fuérzas cómo marcos diferentes de operancia, en el sentido ido ha los beneplácitos de los cadetes de policía los cuáles no benefícian a los militares y viceversa, em pero la armada o marina es diferencial en ves de ser factor común de unidad cómo debería, por ser función oficial del acto en defensa mayor, y aparte en lo complejo, una de la elites hace una excluéncia cómo sí un factor de dominancia pendiera de sí para eliminar a los nacionales y usara al nativo y diéra abuso y pués allí los cadetes se hacen carne de cañón, más los oficiales en el campo, pués una especie de mercantilísmo al servicio del mercenarismo paramilitar parecé separar y excluír a la tropa comprometída, esto da cómo manera obligada en factor de pervivencia en alta inteligencia hacerse Guerrillo en la posibilidad de milítar en la fuérza Bolivaríana, cómo actor del ejercito Bolivariáno o Napoleónico por la defensa de los Derechos y las Libertades, propias y de los factores grupales, es decir Hogar, Familia, Comunidad o Sociedad, y de allí hacer fronte y/o frente al paramilitarismo atroz. Fuera de la academia, allí en las rejas exteriores se exponen los diarios puestos, sobre las mayas de protección y de distención, pero decide pasar la calle y sentarse en una mesa bajo una sombrilla a mirar el ocaso, y retoma una lectura, pide una cerveza de frutas, y se sienta casi justo al frente del ocaso, en el café literario donde sólo suele acercarse cada que siente la necesidad de ingerir una bebida de cierto tipo, allí con la vista al occidente, mirando al sol esconderse tras del perfil del boquerón del valle, y al lado de la congestión del retorno, donde la bulla decora al espacio qué ambienta con rock pop y músicas anglos, románticas de la época las cuales por momentos casi se acallan al paso de los vehículos en extraordinarias cuantías, la contaminación ambiente, mas la extravagancia de los ruidos por las filas de vehículos y obreros, y músicas y parlamenterías, y griterías y pasos y motores de todos  los tipos colmándose la doble calzada, donde el embotellamiento vía vuelta al la casa, demarca una Villa asfixiante, pero divertida, ya que entre motos, automoviles, picups, furgones, jaulas, vans, microbuses y buses urbanos, interurbanos y circulares, se define una ciudad la cual en su afán ríe, la cual en su afán da tiempo al folclore, y la picardía y el humor medio, en los afanes del pueblo el cual carga la gloria de ganarse gran parte del pan con el sudor,  así camina con el destino premeditado el transporte, justo al tope, quizá mas motocicletas qué en el Asia menor, el trafico es regulado por agentes de tránsitos, todos con su respectivo uniforme, la legalización de sujetos, la realidad montada y puesta para la revista, los bordes de la acera piqueteados, la calzada con base a la impuestación respectiva, siendo más lo vehículos que se alzan, en su retorno hacia la comuna que los que vuelven por más ocupantes a la hora del regreso.

Ya en su divagar, y en el reconteo mínimo, vuelve a pensar en Andrea quizá efecto causal del vinagre burbujeante, así decide llamarle, sólo prepone la inquietud, en su aquerencia central acerca de la excusa para encontrarse, y ya está justo a punto de llamarle, pero vuelve a dudar de la posibilidad alterna de hacerse ha un nuevo amor.  

Y él crece en expectativas, el cielo cubierto de arreboles y el naranja mas el gris del smok, la polución en los arboles altos, el panorama del valle, la búsqueda de la solubilidad al conflicto, la lectura en una revista de poesía, un poeta egipcio, de apellido Cavafis, casi anónimo, la altura de las pirámides, lo relativo hasta las semillas de agua, los arboles superpuestos en bloques de hormigón antiguo, las casonas antiguas donde se pernotaba entre la academia y la fábrica, los puntos de existencia de los obreros, el tercer encuentro en el estado de sobriedad, la espuma de la cerveza al vaso, siete puntos mas un apunte, dos fichas bibliográficas, la revista insiste, la guardia romana denota al ahínco acerca de la realidad allí tras las rejas ha hallado cierto espacio donde se hace libre, pero el conocimiento le ha hecho preso de dogmas y doctrinas, ahora en su impulso devela al ancla, una ficha sobre Manuel Mejía Vallejo, en las razones que haya para generar una defensa ha “el día señalado”, las razones para apuntar a que en razón de ser sí Miguel Pérez merecía o no morir por haber sido un guerrillero, o sí realmente murió en manos de militares, y sí la baja presentación de referencias, además de un traslado de cuerpo sin exhumación notoria, y hubica o  haya esto fuera o en contra dentro o en favor de la ley, y sí el cuerpo debe adjuntarse así cómo la persona misma en una casilla dentro del margen del conflicto colombiano, y en cuál, asiendo recuento de la razón. Para la segunda ficha, sólo ha tomado una especie de apunte, de pura irreverencia o ingenio, en referencia a un estudio sobre economía acerca del gran económetra Carl Marx, en su obra “Miseria de la Filosofía” o “philosophie de la misére” editado en 1923, donde una frase corta da una coartada plena para su suscitar de perfil de jurista, “¡Fuit Troja! [¡Aquí fue Troya!]” todo con relación a un ensayo el cuál ofrecen junto a una carta, Lenin, Marx y Engels, cómo respuesta ha Proudhon, por parte de análisis y comentarios sobre el ensayo previo al capital, pues Marx realiza junto a sus compañeros en 1847, desde Bruselas una respuésta ha modo de pregunta al proyecto industrialista conjunto, puesto qué de un ensayo para la realización de su proyecto “El Capital” el cual inicialmente sólo contaba con alrededor de 200, paginas, pero en la revisión de la nota un par de años después, además de haberle perjudicado por retraso, varios procesos en calificaciones por medio de resultados académicos, Carl, le recibe su ensayo primo con nota asertiva, pero con un trabajo desarrollado en crítica sobre aquel ensayo inicial de unas 500 palabras de adherencia, así cómo respuesta a la escuela Moderna de pensamiento alemana, el inicia la realización de esta crítica, mas sólo apunta, el inicio, para el flujo alterno o futuro (aunque en el desarrollo propio quizá hubiese el mismo aparte desarrollado un proyecto de unas 5.000 páginas). 


El joven sin camiseta, bajo la tenue sombra de la calle estrecha, con su abdomen plano y un sólo tatuaje que demarcara su clica latina, con una cadena delgada, carente de dije o medallería o algo en su pensamiento puesto allí, con un par de cicatrices, marcado cómo el ganado, sin nada oculto, mas que su colevsnicov 74, la famosa recortadora, especial para asalto urbano o guardia portuaria, el joven, refresca un poco los apagallamas(Silenciadores) laterales del arma, entiende qué el zumbido de la motocicleta, tiene un fin, y en su razón última, los motociclistas piensan desatar la frustración contra el habito de las personas asinadas en el café, quizá la ambición por tres negocios, el de la mecánica, el micro tráfico y el control social, con fines bélicos, políticos y de recursos, haya desatado la codicia viva para generar un cruento evento en la pretensión al acto, él aguarda y cuida sus pasos hasta la mitad de la calle, para no hallarles frente a frente, allí ya deberían estar montando o tener cargadas las armas, listos para la fechoría, el corazón se le siente estallar, la motocicleta va en la calle del fondo al encuentro, pero sigue aunque no avanza mucho y se devuelve en toma de impulso, casi sobre él a unos pasos, donde las ventanas se hayan desoladas, y el reflejo del frente muestra un sol para el declive, allí la motocicleta, deja cerciorar el jalonar de un click, y claro qué un arma automática se ha cargado, el joven siente el impulso del acelere de la motocicleta, y cómo le pasan por el lado, pero él tira el buso por el aire y con toda su ira les grita, lo cual distrae, el conductor quien baja la velocidad y trata de voltear mientras siente los dos primero disparos en sub ráfaga.

-Para donde creen qué van, malditos, se les acabó el paseo- Grita el joven y suelta un par de ráfagas cortas, la primera la estalla contra la motocicleta, de 175 cc, pero la segunda cuando mira el parrillero contra la corporeidad de tales, aun tratando de dejarles con vida, y en la respuesta asfixiada sólo logran ajustar dos disparos pero a la nada. 

Un hombre sin camiseta con un arma de asalto recortada, todo un rifle de alto impacto, de combate náutico, y de operaciones marítimas, una AK 74, defendiendo ha su terruño, ha su gente, quien salta por encima, el auto no se dio ha esperar y con la perdida del balance de la moto, la enviste, saliendo de la nada, cómo aparqueado allí, sin oportunidad para la respuesta, mientras una Yamaha 115, frena en el menor tiempo posible, justo al lado del joven quien retoma el buso y oculta al arma apretándola al cuerpo.

-Subíte, rápido compa, qué ésto ya lo solucionamos- … -imaginate memo, entonces levanté al pelado, cómo de buena familia, y no se perturbó mucho en cumplir, además, el conflicto no tiene un color diferente a lo que realmente suena, y pues uno en la clínica, y el otro ya lo entregamos, demás qué está moretiádo, pero nosotros explicamos las retaliaciones y la confrontación. -  Efrén en su relato de los hechos, le comenta a Guillermo la serie de sucesos con los cuales le había salvado la vida, y la de sus compañeros en el café donde en simultanea veían futbol.

- ya todo está hablado en jusgado, sus cuadros de mando, se les ha ido de nuevo honda la mano, esos tales cau, tienen un conflicto aparte del interno que les asedia.- Guillermo tiene ahora una claridad, y se siente salvo, de lo que habría sido su ultima tarde. 


Feliz año.

 El cielo está puesto en la parte más oscura del firmamento, justo allí, donde ha orbitado tanto el final como al principio del año, las nub...