Las
Catorce : Cuarenta Hrs.
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VIII
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En la preocupación de lo qué pudiese desatarce, asegúra la puerta, las últimas personas quienes aún se encontraban en la calle eran ellas, ya habían salido de un evento donde nadie existe, nadie más quién está así, el espacio pareciese poder dar una oportunidad para la vida, Ella, tóma asiento en una poltrona vieja, de estampados floridos; en algunas partes, se notaban los desgates excesivos, el grana del fondo del tapizado no dejaba entrever el cúmulo de suciedades, aunque la apariencia de los ladrillos pintados por muchas capas de pinturas, y la limpieza de las cortinas. Así cómo la del suelo, aunque la escoba tirada en la mitad de la sala. le hacen dar a entender a Ella acerca del espacio y de quien le mantiene en limpieza constante, donde el buen ambiente prima.
hay un objeto al fondo el cual mantiene la atención de Ella y le despierta demasiada curiosidad e intriga, lo cual se hace del detalle en el sinfín dorado, del marco qué contiene la fotografía del aparente difunto amado de la señora de la casa, ya esto le llama en demasía la atención, Ella no pregunta y observa con cuidado, el par de cuadros donde un hombre armado y con prendas oficiales de las fuerzas armadas, ambas fotografías, con una arma de alto
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-niña no crea, esto por aquí es lo más peligroso, del mundo, mínimo ahora se prenden a bala, eso suena muy horrible. -, -sí; es verdad a mí también me ha tocado, lo que pasa, sería no haberlo visto tan de cerca, esto sí me ha dado mucha impresión.- afirma Ella, Yadira le interroga. -venga, aquí entre nos, usted de quien es familiar de por aquí?- adicionando -no es por chisme ni nada, es más bien a causa de la intriga, porque me parece haberla visto antes.- Ella sin sentir confabulación alguna, recibe la taza de café, mientras le mira a los ojos, y le comenta, -la verdad no he sido de este barrio antes, y de haber venido, sí tengo algunos recuerdos, pero muy mínimos, aunque no hace mucho, es de hace más o menos unos 3 o 4 años, donde doña Marta quien es tía mía, ya qué estuve estudiando medicina, en la universidad, pero sí venía donde mi ella, incluso ahora me disponía a salir para allí, luego de llamar a mí familia en Adrianopolis- en ese preciso momento mientras explicaba, sonaron varios disparos, de arma larga, acto seguido una aparente confrontación entre individuos, la variación del contexto, da a entender qué ha iniciado un combate entre diferentes grupos, y luego otras series de ráfagas. Muchos pasos de botas desde diferentes sectores hacia el lugar, de la confrontación inundan los sonidos del barrio el cual había quedado bajo fuego, Yadira se pone de cuclillas y direcciona a Ella para la habitación la misma a la cual Andrea había ido a llorar, Ella hace caso de inmediato y sale en esa dirección a gatas, el resto de la breve conversación fue en susurro.
El perro se torna nervioso más de lo común, pero no toma postura o marca, no ladra, y eso es lo más importante, y así con el desespero olfatea el ambiente y se queda echado con actitud vigilante, al lado de la puerta sobre una alfombra. Andrea al ver en punto pa chisme hace cambio de habitación, pero alterna, entre una y otra, al cabo de un rato, aún en vos baja, Yadira reafirma, sobre el hilo de la conversación. -yo si decía, que eras de estos lados.- habla en vos baja. Yadira, la cual se presenta sentada en el suelo, recostada contra la pared, y acomodando a Ella con direcciones simples, agregando un cuestionamiento acerca de lo más íntimo a Ella quien apenas se repone del susto. Mientras por fuera acontece una confrontación criminal, donde los disparos silencian la continuidad del medio día de lo qué podría ser un domingo familiar. -que susto, esto parece la hora llegada, virgen santísima- interrumpe Ella a Yadira, la cual afirma. -es cierto Ella, esto está, muy horrible, pero algo deberá pasar por qué sí no, nada podría ser, nada podría mejorar. -, -Pero vení ósea que vos sos la primita amada de Efe?- Ella desconcertada, rebota la pregunta. -¿de quién? ¿Perdón? No entiendo ¿de qué me habla? -, -¿cómo así? De tu primo ese, el que es todo solladito, el de cabello largo, uno quien es familiar también de doña Marta, la de la casa grande de balcón la cual está ubicada allí cerca de la calle. -, -ah, ya caigo en razón, pero él no es primo mío, él sí es muy cercano… pero es de otra familia, la cual aunque es muy cercana, no me hace familiar directa de él. - Andrea no se aguanta e interrumpe. - hum, ¿negando la familia? No le da ni pena?.- Yadira hace silenciar a Andrea quien se nota nerviosa, y entra de nuevo a la habitación, y haciéndole un gesto de silencio con el dedo índice en la boca, además opinando, volviendo al hilo de la conversación, . -como así qué no son primos? Porque sí hacemos cuentas, usted ha sido la niña de los ojos de aquel tipo.- Ella sorprendida y suspirando. -es ¿en serio?-, -obvio, pues claro.- Andrea sin interrumpir, se osa salir de la habitación, enfadada, soberbia, sin tener claro aún, hacia dónde vá y así sin importarle nada, sale dejando la cortina la cual hace de puerta, por medio, el reloj de manecillas ubicado en la sala marca las dos y cuarenta del medio día. -Andrea vení para acá- - amá ya voy, llevo más de 2 horas encerrada entre una pieza y la otra, mire la hora,- he insiste. Los lapsus del encierro tornan variaciones, a veces se van a la baja, y por otros momentos pareciera el reloj hubiera tomado todo su tiempo por completo, Yadira le insiste a Andrea, sobre el qué hacer y el que nó. y así le repone en vos baja a Ella. -lo que pasa es que Efe es el amor platónico de Andrea, pero es por pura pendejada, porque Efe ha sido muy buen amigo del papá de Ella, y quizá sea lo único que tiene de recuerdo vivo sobre El, entoncés ésto es cómo tocárle la memoria y hacérle una herida en el pecho, ella siempre ha ámado al padre suyo, es por esto que da reflejo de este amor a tu compañero.- Ella observa la situación en mente /ósea que la niña, me quiere bajar de pinta y yo aun sin arrancar/, /jajaja,/, /y pa colmo de males esta señora me tiene la maquina truncada, ahora resulta qué Efe anda de nuevo con militares, y por deducción firme mínimo el otro tipo no anda muerto, sí no mínimo está, quien sábe dónde./ un largo silencio se entrecoló en la habitación. Entre conversaciones y espacios de análisis, entre el entrar de Andrea y el perro, entre lapsus de sueños efímeros, y de expresiones densas, o alegatos simples, los cuales variaban, Yadira controlaba el hilo de la conversación. Esto era el trasiego de más de 3 horas esperando las chicas a que acabara la confrontación armada, Ya habían pasado el mediodía y la primeras horas de la tarde, entre charlas y debates acerca de los suyos alrededor de 3 horas, nada era develado cómo lo había sido anteriormente, este silencio se propagó en toda la habitación, y al parecér tuvo éfecto en el cóntorno ultra-exterior, ahóra había una calma de un silencio absoluto, no se sentían ni pisadas, ni armas, ni nadie, ya todo había tomado un rumbo diferente, las ojivas habían estallado los muros precisos, las botas habían recorrido los callejones precisos, la sangre derramada había salido. pero quizá nunca habría de ser la precisa, así los estallidos a causa del conflicto fueran justos; Ella interrumpió el silencio para no hacer resaltar la ausencia incomoda, cómo para no hacer parte de todo ello lo cual hubiese cállado afuera, para agrandár los ladrillos de diferenciación, para denotar qué era un espacio y un entorno diferente; -pues, sí.-
Yadira notó la falta de Andrea en el silencio y la falencia tan grande, tan colosal, tan diferencial, ya no había nada más, ella no importaba, pero era su todo en aquel pequeño mundo de independentismo, -Ela, ósea que tú ¿vas a terminar con Efe?-
Tódo fue silencio para el comentario tipo pregunta de cuestionario, tan grande, tan solemne y tan interminable, Ella no sabía si así, era terminar de finalizar o terminar de reiniciar y quedarse con Aquel hombre para siempre, y la vos altísima la cual había inundado la mudez profunda y erguida la cual hacía de un todo a las auto cuestiones. Ella sin lugar a responder fuera de palabras trata de balbucear por encima del nudo en su garganta, pero es interrumpida por la madre quien reclama el amor propio para su hija, la autoestima pendiente por la droga y el crimen en su entórno, y así había querido robarle cómo la guerra a su papá, y así cuando Ella soltó la lengua y tomó aire en su pectos para gritar algo sobre su pérdida de calma, para asistir su razón propia de posible locura y tal le hubo dado lugar para embargarle la mañána en las manos robadas de la verdad, así con el mero silbido de volver a respirar con la vieja esa en su pecho, en ese momento cuando el canto pareció aflorar, pero el silbido fue suave, pues fue interrumpido de nuevo por un golpe en el plexo, -pues Ela no te preocupes por nada, y tampoco tienes qué dejarlo mami, solamente lo compartís con Andrea pa que no sufra.- eso fué una sonrisa de trauma, una risa nerviosa y la carcajada la cual nadie espera y menos ellas, en su complicidad, -vé y Andrea? ¡Yo no puedo creer, qué lo cual imagine suceda allí! - al asomarse, por el borde de la puerta, lo confirma era lo cual intuía, pues corriendo la cortina y esa misma hecha para separar la habitación de la sala, la evidencia, era todo realidad, mientras Ella o Ela cómo le habían recién apodado sus nuevas amistades, y muchas veces le hubiesen llámado en su casa, o le restauraban el tic apodado, se daba tumbos por no guardar el secreto recubierto entre las mariposas estallando el pecho y en la juventud le habían hecho aflorar su vientre, la realidad, de una versión mayor, o el amor mismo, pero en forma de inexistencia, de irelación. El grito de Yadira, nadie ni nada lo pudo frenar, -pues claro mandinga culicagada, ahí estas pegada de la hijueputa ventana, a vos quien te mando a chismosear, no ves que te pueden ver y pegar un tiro por chismosa?- ,-mami pero porque dices eso?- -no llores antes, que no te he pegado a aun.- -no maá es que ya empezó a salir la gente, y yo estaba en el baño, sólo me asome porque ví una sombra. Es todo. -, -¿es todo? Sinvergüenza Aun no te he castigado, ¿querés otra pela? O ¿qué?- esto mientras se para y camina hacia ella, teniendo la discusión última ésta en primera, y a la postre viendo a las personas tomar palco para ver todo el entorno del retroceso del conflicto, entre una confrontación de un cómbate corto, de lo sucedido en ese medio día de domingo, ya la tarde está viendo bajar al sol hasta su lugar de reposo, aun hay sombra, sombra de día, los primeros gemidos por el hecho hacen entrever gentes en búsqueda de sus “alguíenes”, en todo lo qué es el allí.
Ella no se repone de la dificultad del día, y para colmo de todo ya corren las tres de la tarde pasadas, no quiere nada, el café se ha quedado en la mitad de la sala, ahora sólo ansía hablar con su familia ya no sabe si llorar, si salir corriendo o irse a la casa de su tía, en ese momento sus planes son todo un desorden, Ella sale de la habitación despidiendo a Yadira y Andrea quienes están en la ventana revisando lo poco qué alcanzan a ver, -usted aun piensa llamar a su casa?- pregunta Yadira, La cual adhiere -yo le regalo la llamada. Y venga asómese qué esto está para alquilar balcón- ella sólo sale un poco, pero en plano de profundidad, afuera donde todo vuelve a ser lo de siempre, está parado al fondo del callejón, fuera de la casa de Ella en la esquina del camino por donde se llevaron al joven en la mañana, Félix Ernesto o cómo le llaman común mente “Efe” el cercano amado de Ella.
IX
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En un momento se acercan unos jóvenes los cuales vienen del callejón, Efe al ver qué traían consigo al agresor de Ella, se hace a un lado, y trata de apartarse del Angulo visual de la ventana, el joven traía así, un ojo en estado de hematoma 4, una hinchazón severa y varios golpes demarcados en cara y cabeza, además venía un poco cójo, le traían en pantaloneta y sin camisa, en la espalda tenía várias marcas de correazos, una mujer la cual posiblemente sea la madre, viene y le asiste a arrastrar el viaje. Efe sólo hace unas señas, quizá luego hablara con ellos. Al parecer el chico habló lo correspondiente. /Un buen discurso podría cambiar el rumbo de un conflicto./ pensó Efe; mientras ve al joven pasar al lado de su vieja -la familia es lo único que uno tiene al final.- fue lo señero que pronunció Efe lejos del ángulo visual de la ventana de la casa de Yadira, justo a unas casas al lado de la entrada de la casa de Ella, sólo una o dos casas de diferencia, allí parado, ausente de la ventana, pensativo en la reinclusión de un margen de contexto violento, ha una relación rota por lo mismo, pero la cuál él sueña en remediar, mientras se llevan al joven quizá con un buen rumbo, mientras el joven en su trasiego, acompañado por la Madre y su hermano, lo único cual pronuncio, fue una especie de adagio fraternal, el cual suelen usar para la directriz en las mafias de farcos, cómo la antigua costumbre Romana de las familias aclánadas, -Gracias, apá- el sólo hecho de continuar con vida ya le había movido todo.
-que
susto, esa cortina cómo se nos viene encima, me calló en toda la cabeza.- dice Andrea mientras la recoge del suelo,
Ella está atónita, y en cuanto le pasan el teléfono inalámbrico, el cual recibe
de la mano de Yadira, no espabila y aun sígue anonadada, viendo a su gran
elemento de compaginación, quien está allá afuera de su casa, protegiéndole y
esperándole, aun no le cabe en la cabeza ni la más mínima razón de las
situaciones en las cuales ahora se encuentra, y ya en menos de media hora pasa
del purgatorio al cielo. En la búsqueda por entender por qué ahora todo ha de ser
más fácil, y porque su amor está allí fuera de su casa, casi esperándole, pero
más así ella no podía renunciar a sus recuerdos de dolor, a su vida de
desprecio y rechazo contra quien le dejó, en ausencia, así, fuera de sí por
tanto tiempo. ahora entiende cuál ha sido el sentimiento de la mañana, y le
regresaba la culpa del haberse enamorado de un guerrero, apenas le reconoce
después de tantos años en ausencia de cariño para Ella, en la mañana no le dió
la mano, no le reconoció, pero su intuición le avisó en todo momento, y era
obvio qué era Él así descomplicado, dedicado y afín a su honor, Ella quien
había jurado para sí misma, nunca tenderle la mano de nuevo, ni dirigirle
palabra alguna por el resto de sus días, ahora está envuelta en una situación
de odio encontrado y sus mariposas de la adolescencia vuelven para sí, pero nadie debería saber sobre su
sombra, míra el teléfono para timbrar a
su recinto, allá en Adrianopolis, su pueblo amado; está cansada, y bája de
ánimo. De momento en el callejón al fondo de su casa percibió lo mismo lo cual
ha visto, Efe, de una manera extraña, él se hace aparte del camino, dejando ver
en ángulo visual, de las chicas quienes en un bajo perfil se destacan y obvio
es obvio están en la ventana -es Firu,
mirá amá cómo le volvieron la cara.- comenta Andrea, la mamá pregunta sobre los
acompañantes, a lo cual la misma Andrea responde -es la mamá, esa señora es muy buena cómo
va a recogerlo, el otro pelado es uno de los de la empresa. Es cómo delmismo
grupo de seguridad de los dos muchachos quienes se llevaron a Firu hace un
momento. -, -Usted cómo que es
preguntónsita, y eso es muy jacto, ¿cómo es que se sabe la vida de medio barrio?- , -informada siempre, desinformada nunca,
formada tal vez.- responde Andrea de
manera tal, mientras agasaja los hombros y abre los ojos a forma de chiste
señalando a Yadira, lo cual produce risa en el ambiente, Ella por las risas
vuelve del trance, y ve cómo doblan la esquina las personas quienes acompañan
al joven, y ríe sardónicamente, para acompañar la situación, Efe vuelve al
ángulo visual, la cuadra está atestada de gente, - Andrea vea componga la
cortina qué usted la tumbó, Ela, vamos para fuera, qué nos vamos a perder el
chisme, pero primero esperá, yo me pongo unos pantalones, y me ato el cabello.- cerrando con una pregunta mayor a Andrea,
mientras se dirige a la habitación, Ella interrumpe asumiendo la necesidad de
hacer la llamada a sus familiares, e inicia a discar desde el teléfono,
inalámbrico, fijándose en el papel donde había tomado apunte. -¿por que
llevaban al pelado de pantaloneta y sin camisa?- le pregunta Yadira a Andrea -amá lo acontecido es, que lo llevan de
pela, le harán un castigo por ahí de dos meses, donde no podrá salir del
barrio, ni fanfárriar mucho, y no puede usar ni pantalones, ni buzos muy
gruesos a menos que le den permiso.- ,
-como así, ósea ¿que lo castigaron?- ;
entre preguntas y respuestas -si,
demás qué por el escándalo no lo asesinaron, o talvez cantó algo muy importante
para la seguridad del barrio, aunque eso ya casi se termina, porque no pueden
tapar para luego salvarse.- Ella
sorprendida por el nivel de información de Andrea, se sienta en el mismo mueble de cuando entró,
y ahora espera a que el tono permita la
comunicación con su hogar, Andrea
después de instalar la cortina, se dirige a la habitación donde
estuvieron refugiadas las tres durante los enfrentamientos, -oiga, muchacha,
ahí está su querido amor, toda la tarde esperándola.- esto en vos baja, la madre está en la
otra habitación, pero al parecer no oye, Ella sonríe, y sigue pendiente de la
llamada, el tono parece llegar al punto donde levantan la bocina, desde el otro
lado, - buenos días- , -hola buenos días, Amá, la bendición-
, -El Dios la Bendiga y me la
proteja.- Bendice María a Ella, -Ama cómo están todos, y cómo ha estado eso
por allá.- , -no mija muy preocupada, por usted, qué no aparece en todo el día,
yo hablé con Juliana, y con Felix, pero usted nada que aparecía y toda la
familia muy preocupada, por esta situación, nos va tocar conseguirle un
celularcito o algo para ubicarla.- ,
-no amá yo celular tengo pero no ando con él, porque esto es muy
inseguro además no entra señal.- , -
no eso de la señal, que tal cosa. por aquí ya están levantando la primera
antena, y muy pronto mejoraran las comunicaciones, entre nosotros. - , - sí y Jose? Como ha estado el niño?-
, -él muy bien pero yo muy
preocupada por esa situación suya con Félix.-,
- yo le he dicho toda la vida que no me mencione a ese tipo, ese tipo a
mí, ya no me interesa, no me importa no existe para mí, todo lo de él no han
sido sí no promesas- -no es eso mija, lo que verdaderamente sucede
es que usted si debe ser más receptiva, no sólo existe usted en la vida,
también está el otro.-, le aconseja María
la Madre de Ella -amá pero páseme a Jose
yo lo saludo, ésto está muy horrible por acá.- -llamó a peorlandia hija, sí
allá llueve acá no escampa, el niño está con su papá, en el pueblo, que por fin
hoy han podido salir, se fueron con dos piones, van a revisar la casa que hace
días no le dan vuelta, y a vender un cafecito, pa traer mercado, ellos le
despachan de allá un paquetico, pero reconcíliese con Félix, yo qué le digo, a
ver que se puede lograr.- - hay no maa no me meta a ese tipo por los ojos, lo
que no se puede dar ni a la fuerza sale.-, Responde Ella con relación a su
Amado. - tómeselo amable, qué así de
pronto le dá.-, - hay no amá que tal,
yo rogar…- ya para despedirse Ella le concluye a la mamá después de negar su
amor por Efe. -amá y la dejo, no
porque no quiera, sino por qué este teléfono es prestado, y cómo es larga
distancia cuenta mucho.-, dice Ella a su Nadre extrañándola a la distancia - bueno mija yo también voy a seguir los deberes,
que tengo que entrar unas semillas de cacao las cuales he dejado afuera secando
al sol, antes que se venga el sereno, reciba la bendición, en el nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, el Dios le bendiga y la Virgen la
acompañe.- - Amen Amá, voy a
continuar, El Dios la bendiga.-
hasta ahí la llamada. Ella colgó
el teléfono, y se quedó mirando a la nada, y oscilando con el reloj de pared
que ya marcaba las 3:37 de la tarde. Continua esperando a sus compañeras puesto
que han decidido colocarse ropa de calle, ahora ya tiene donde estar en caso de
hayarce muy fuera de hacer algo, la Universidad ya venía en curso, y la vida en
vilo, nada estaba decidido, ahora tenía más claro que nunca, ya qué en un abrir
y cerrar de ojos todo podría cambiar, el hecho de ella era tener siempre un
plan para elaborar la solución a su vida, aunque así también siempre tener
claro qué en algún momento improvisaría, y además en un cambio del destino,
tódo podría ser una improvisación hasta tener cambio de planes plenamente, así
ahora se concentraba en su vida, dando gracias, pero recordando el qué acababa
de escaparse de los brazos del final, sin definir aún cuantas veces, poder
continuar, puede ser el poder central de más importancia, ella así lo tenía, el
continuar con un mejor rumbo ahora no era posible, la pericia sólo era
mantenerse viva, estaba movida por dos situaciones: la primera era el
agradecimiento a su familia por estar bien, y poder ya movilizarse a la
cabecera del municipio donde eran originarios, y en su inmensa fortuna dado a las
dificultades, habían reservado algo de su bienestar para compartirle, esto le
hacía feliz, lo segundo el no entender y
menos qué se le pasase por la cabeza, era el cómo su mamá estaría buscando una
reconciliación con Efe, quien mínimo ya sabría dónde estaba Ella, escondida o
protegida, él debería seguir esperándole afuera de la casa, además ella iría
donde su tía Marta, y no podía faltar a la cita, parte de su paz y confort
dependía de sus familiares, además el hecho del cual le hubiesen salvado la
vida, esto le traía una motivación, demasiado grande para mantener su proyecto
primero, las clases estaban a punto de iniciar, los hechos deberían ser su
idioma así cómo decía Efe, ya no estaba fuera de sí, él por algúna razón más
debería estar cerca de Ella, esto y mil pensamientos más, sobre todo lo acontecido
en su vida común, nada le era ajeno, ni nadiens,
/ahora a dar cara/ se paró frente al espejo y se preparó con sencillez lo más
qué pudo, su pudor cómo decían todos, era su mayor belleza.
Las chicas ya están listas para
salir a dar cara al mundo, lo cual había acontecido no era freno para nadie, y
menos para sobrevivientes directos, de un entrame mayor, ya desde aquella
postura todos los habitantes del barrio aún con vida, habían sido
sobrevivientes directos. Esto arrojaba a qué el ciento treinta por ciento del
barrio estuviera en primera fila asistiendo y observando lo acontecido, y pues
el 30% de más: bien podrían ser chicos inmiscuidos o viejas chismosas de las comunas
cercanas. La sorpresa de suspensión mayor de Ella, fue encontrar a su muy
querida Tía Marta al lado de Efe, el cual seguía ahí parado, suspendido,
observando en una quietud formidable, con su cabello largo y sus labios en una
quietud memorable, con el brillo de sus ojos mirando hacia algún lugar perdido
en la nada, cómo esperando algo, de lo cual no fuera peor, pero estaba allí y
pues claro seguía cuidándole su frente, ahora con compañía, lo cual no era la
mejor llave para el pase del momento, debido al hecho de Ella sólo pretender
evadir, acusar, evitarle, traerle toda la represión de la ausencia y las ansias
en el tiempo del después del haber amado fuera de sí.
Estaba allí, él la vio desde la
distancia, y detrás del vidrio cuando arreglaban la cortina, Efe sabía que
tenía no para sí, sino para ella miles de explicaciones del, por qué nunca
volvió o porque siempre fue otro, y nunca estuvo para Ella o su futuro, pero sí
eran la par de la frustración del silencio del no amar, aunque del amor total. Ella venía con su chaqueta en la cintura, y
la camiseta impecable, cómo siempre con el cabello en el orden pleno, la mirada
hacia el suelo, con signo cual de ya haberle visto y no tener nada cual suscitar,
él siempre había estado en orden y la explicación se da antes, a modo de manejo
voluntario, la intención siempre será acorde a lo cual hiergue la
volúntariosidad, las excusas nunca hacían parte de las acciones nobles, aunque
sí las disculpas, y esto era así tal, mil explicaciones más para dar. /Lo bueno
es qué Efe ya es otro/, pensaba Marta mientras con disimulo repasaba la escena
y veía a Ella al lado de Yadira y la hija caminando hacia ellos, con el ánimo
de haberse compuesto, Marta sólo estaba allí porque la mamá, de Ella le comentó
el cual Ella se hallaba bien, además Juliana quien se había quedado en casa,
andaba feliz de haber tomado café con su primita querida, era más o menos
lo comentado por Marta mientras se daban
los saludos, también argumentaban, no era chisme para nada, el cual ella estuviese
ahí pero ella sí sabía de verdad, qué
era lo sucedido, y eso de primera mano, mientras todos se saludaban así con
efusividad /así cómo nos saludamos los indios o los montañeros que somos./ era
la frase de ese tipo de encuentros, para seres tan autóctonos o dueños de estos
parajes y hasta en mejores fachadas sucedía así. Todo estaba en acordes para un
encuentro familiar, dado al soporte de Marta ha Yadira quien no despreciaba
momento para regradecer a Martica, puesto qué gracias a Ella, había tenido
tantas oportunidades de trabajo y hasta lechita para la niña, los entre saludos
de todos y el acontecer de la introducción a la conversa; hubo una suspensión
temporal extraña, lo cual no sería así lo de menos y es que Ella y Efe cómo era
de esperarse no avanzaban en el protocolo, y pues ya todos sabían, de los
diálogos, previos del encuentro, y eran sólo excusas, cómo por ejemplo qué
Andrea o casi nadie cómo le decía la tía doña Martica, cuando le veía en los
corros y el corre corre de su edad, cuando le señalaba la brinconéria, André cómo
también le llamaba Martica, sólo explicaba la nueva desescolarización y tenía
en la punta de la lengua la respuesta
perfecta, la cual la paloma quien le distraía no le dejaba encontrar, pero era
algo del “crecer”, -así es, es qué no me quieren dejar crecer.- eso fue, era eso, no había otra cosa, asunto
o tarea con una objetividad mayor, para explicar el por qué André no asistiría
más a clase, y estaría entre los desescolarizados 92/ 93, y volvía a clasificar
la chiquita de la casa. Pero mientras “todos” le oían las explicaciones a
André, vieron cómo ella entre su hiperactividad y su búsquedad, una distracción
mayor, ya que no apartaba la mirada de Ella y Efe, quien aún estaban colocando
temas indirectamente cual en un juego de tenis, interponiendo discusiones o
debates a doblas entre los pares y aún no se saludaban pero raramente el
preámbulo se mantenía, dado a que Martica, Yadira y André se saludaban y traían
asuntos entre sí, pero el parecer ya con más claridad eran sólo variaciones entre
Ella y Efe e impulsaban, para evitarse por vergüenza o venganza, deuda o timo,
trampas o trucos, pero de hecho si había algo allí. -ve y es que este par de
alcahueterías no se piensan saludar? -
refunfuña Marta, agregando.
-salúdense mijitos qué ustedes son de una misma familia.- así al tiempo, cómo sí fuesen dos niños quienes
de vestido y chores, zapaticos de correíta y mocasines, corbatín en cuello y
cinta en el cabello; envolviendo las punticas de sus pies y escondiendo sus manos
para no dar un paso hacia la paz, el concilio era simple, pero el proceso toda
la dificultad del mundo. Hasta que fue Efe; quien primero tomó la determinación
de estirar su mano por enésima sucesión en el día, al mirar la cara de su tía,
Ella no pudo, no, evitar el acceder al gesto de nobleza, pero tampoco evitar
sonrojarse ante las otras chicas, ya qué Juliana estaba en escena. – jam y he
che que pasó aquí, ese saludo tan ñurido, tan godo, tan vici godo, tan fashion,
esto cómo para ser del rencuentro, así nó.- Marta
le apoya. - si claro, un saludo de verdad- se da el punto de cohesión a la
presión y pues Efe aprovecha, al ver la mano de Ella en acción de acercamiento,
y con la delicadeza fémina de la chica, más el impulso viril del hombre, toma
la mano, la misma mano de hace años, y pues al escándalo y sonrojo de Ellita,
aprovecha y la agarra de su mano y le hace un jalón leve, a la vez qué se
abalanza hacia ella tomándola entre sus brazos, y propinándole un beso en la
mejilla média, quizá sea de estos besos dulces y afectivos de los mismos los
cuales durarían toda la vida.
-pero y eso, fue todo? ay no que gracia-
rabió Juliana, pero nada cómo la cara de asombro y de semi frustración
de Andrea, que, aunque bien ya tenía un beso seco en la frente por parte de
Efe, le extrañaba ver un abrazo tan amoroso y pasional al mismo tiempo, le
parecía el final de la novela, cómo premeditado, más asertivo, y satisfactorio,
pero para ellos era sólo un preámbulo a un nuevo inicio. -ve contá pues el chisme, de que fue lo que
pasó.- le reclama Marta a Juliana, y de allí el reste
expectante. -me extraña amá, ¿usted
que se las tiene todas? - aduce
Juli, a lo que le responde Yadira debido a la acentuación, -he Ave María, pues
se nos Apaezció, la Sinú tal.- y de
ahí el inicio del dialogo sobre una serie de asuntos, que más para correo de
pasillo necesitarían lana y parva, pues de simple acto esto iría para largo, ya
qué sí habría mucha lana por hilar y por cortar, y mucha parva y chocolate por
merendar.
La complejidad de
una retención extraordinaria, era la cuestión qué el teniente Daza no podía
pasar por alto, sus hombres expertos, entrenados por un grupo anti secuestro,
dejados cómo prenda de nada, en una base militar autosostenida por poco, dado al
ser poco menos de lo preciso lo cual se quedaba a fín de abastecimiento, aunque
en inicio todo estuviese de sobre exceso, aquel era uno de los días de final de
quincena, y se debía esperar a ser abastecidos, acto seguido a las unidades en
óperancia en las áreas rurales, y así por lo mismo de cualquier mercado ilícito
se debía procurar el sustento y así el actuar, aunque estuviese tendido tal a
la delincuencia; Pero más así con el orden de jamás ir a caer en la
criminalidad, aunque sí combatirle al crimen a toda costa, costase lo qué
costase; el personal de la base no debía estar en uniforme por más del tiempo
destinado, pero sí estaba para luchar y poder mantener el orden en el sector el
cual había sido invadido más de 3 veces en la última década, el problema del
sector tal, es que no hacía más de 20 años, apenas solía ser, el basurero de la
ciudad, la lucha contra el metano de origen, elemento el cual no había sido
revisado cómo fuente posible de combustión y peligrosidad de alto origen, tal elemental ha sido propiedad volátil y
flamante.
Ellos debían hallar el orden por
completo a pesar de la complejidad de la misión, y más en uno de los barrios
donde el conflicto estalla en cualquier momento, la crisis mayor ha sido, la
confrontación contra los diversos grupos
quienes se baten el control del sector, algunos de crimen organizado, es
decir grupos armados no competentes, infractores opuestos a todo tipo de leyes
y voluntades de dialogo; pero, los cuales, aparentemente, se mantenían en
voluntad de colaboración constante con el gobierno, aunque esto sólo ha sido
usado, para búsqueda de favores, de estos tres eran los de el influjo mayor en
el sector y de base de contexto en el marco del conflicto armado, político y
social nacional del tiempo aquel.
El primero tenía en su autoridad un
manual de teoría el cual les llevaría al éxito, sí dado el caso la aplicasen ya
qué basados en la ética discursiva, el bien de la propiedad y el manejo
administrativo de las fuerzas, pero en su interés de crecimiento pércapita, se
habían hecho al control de plazas, ollas y negocios de vicio, además al proxenetismo
y la trata desmesurada de personas, respaldados por mercenarios internacionales
y así en sus intereses colonizadores y en el orden de guerra, se presuntuaban
dueños de todo, se asistían del crimen practico, además discrepaban sobre el
hogar, la familia y la sociedad, en actos concretos, em pero, en sus
definiciones no permitían ceder sus estancias o bienes, mal administrados, con
un régimen oscuro de por medio, además el control total de la población y quien
no estuviese de acuerdo sería considerado guerrillero o infiltrado, así operan
los grupos paramilitares.
El segundo, grupos de delincuencia común,
los cuales eran chicos con mentalidad de subversión, los cuales se organizaban
para dar un control mixto en sus barrios. En buenas perspectivas de orden en
cuanto a lo cual serían así sus expectativas, mas así eran o terminaban
convirtiéndose en augurios, dado a lo planteado por ellos para sus futuros en
medio de un conflicto ásido en candela viva, el cual les termínaba ofreciendo
en muchas ocasiones, todo lo contrario, la procerización de las juventudes;
pues cómo humanos o jóvenes en forja de sus intereses, siempre esperaban algo
de fortuna y subsistencia pero muchas veces, terminaban entre lágrimas, el
químico, la sangre y la mierda; revolcados entre el despojo, el frio de la
muerte y la soledad de la ausencia mayor, es decir el odio y la discriminación
social, esas eran las bandas de delincuencia común, o paracos o milicianos, cómo
en orden común generaban estratagemas de emergencia y salvedad.
El último grupo armado y no tan
grave en apariencia eran las guerrillas, las cuales departían y conocían con
claridad el acto y el campo de operancia, con orden, jerarquías y estructuras
de civilidad, aunque con elementos y juegos de inteligencia y contra
inteligencia, esto similar a la fuerza legal, aunque idealizados y así ya no
eran un peligro para una tropa disciplinada.
Daza era de estos quienes creían cómo
tal, del lado de la Guerrilla. La cual en apariencia dentro de la fuerza Legal carecía
de existencia, pero en el campo de la defensa del pueblo se hacía existir y
podían limpiar del mapa cualquier objetivo posible, el cual se pusiera a su
paso militar, político o ideológico, sólo por su ideal de mantener un orden
secular. Estos eran los tres carteles existentes dentro del territorio nacional
e iniciaban una lucha de pervivencia, la fuerza no era el enemigo, era más bien
el blanco en la mitad de tres fuegos nutridos que se departían entre ellos, qué
además contaba con miles de hombres desinformados acerca de las líneas de
guerra o informados y formados por alguna de las líneas anteriores, con
intenciones, más tendidas a su propio grupo, en ves a las de los alineamientos
de las Fuerzas de Paz.
Firulais fue conducido hasta el sitio
de reclusión improvisado en una casa comando barrial. Allí llegó en estado de
detrimento, tenía una contusión de grado cuarto en su mejilla derecha, fue de
un navajazo qué el enfermero de combate vestido de pantalón camuflado, camiseta
y botas con su respectivo tapabocas, le abrió en la mejilla para no verlo perder
el ojo, los dos hombres quienes le trajeron, dejaron sus armas de campaña barrial
y se pre/uniformaron para el interrogatorio, no le lastimaron más, el chico al
ver las armas y en ellas el reflejo de una historia tan ardua, soltó la lengua
de inmediato. Uno de los jóvenes al oír la historia, no soportó saber acerca de
su amada y respecto a su compañero de contingente quienes jamás volverían, los
efectos de la globalización habían traído un cambio en el planteamiento de
línea de tiempo, las dificultades sólo mostraban un encrúdecimiento en el orden
de guerra, la famosa casa del ritmo donde departían tanto, se había
transformado en un recinto ántrico, en una fosa común viviente, en el
cementerio de los sueños y de los cuerpos, los cuales se deslizaban a la otra
eternidad, además para el sitio habían forjado unas cadenas de esclavitud y
obligatoriedad tan grandes, las cuales ya podrían llegar a un tiempo donde
nadie saliera de allí, ya básicamente era de revista mantener material humano
para las acechanzas, sólo qué a la hora de pago se irían por el excusado, la
demanda por personal aumentaba, y los clientes, aunque muchos también estaban
condicionados, no sólo por satisfacer sus mórbidos instintos, sino también por
condicionamientos en el orden de guerra paramilitar, quienes al jactarse de la
sangre del pueblo, el cual juraban defender; levantaron, una guerra atroz, y ya
por los crímenes asidos, ya no podían mantener, y gracias a la crueldad
sostenida, la muerte les había traído nuevos enemigos y quizá enemigos eternos,
por los daños acometidos. Así en aquel orden dentro de los antros, guaridas y
escondites, algunos debían jactarse para gastar las sumas que les
condicionaban, en la mayoría de los casos altísimas y además, con timos de
incriminación. La cuota de pago del barrio había excedido los estándares y la
victima ultima había sido elegida por el azar oscuro, esto representaba la
muerte, Ella no podía presentarse cómo muestreo de canje para el mal, esta no
era su condición, Firu había tirado en medio de su divague el chorro demasiado
alto. Pero ahora en el trance de la catarsis, expresaba parte de sí y lo cual
había en el entorno, donde era abastecido de drogas, aunque el abastecimiento,
era dado a cambio de las presas a las cuales envolvía en la carroña, una de las
víctimas de las señaladas y así expresaba en medio del delirio, pareció ser la
hija mayor del Sargento Prado, el cual al oír la leve insinuación de lo acontecido
se llenó de ira, de frustración, de dolor, de honorabilidad; se había enterado
por sus propios medios de lo acontecido, en primera mano, ya había perdido toda
esperanza, de reencontrarse con su querida hija, le habían confesado a su
unidad lo inconfesable, ahora el valor le daría el punto a tomar la justicia
por su cuenta, la venganza sólo era odio de cumulo, y escudo de cobardía, pero
la justicia quizá pareciese, la misma sed de venganza ya era aquel el clamor de
a par, era justificar razonablemente en contra, no de un objetivo vivo sino de
un detonante y la explosión en contra de
tal, fuera la implosión de una problemática la cual le llevaba permanente a la
luz del caos. Esto así para Prado, era el punto del vilo, al désconcerto, ya al
haber atado los cabos faltantes sobre el desaparecimiento de su amada hija. Ya
todo estaba claro, era el sitio, el personaje y las fechas; tomó valor para
eximir y así se encaminó y así él se dio al ejercicio. Se vistió de la pinta de
civil esa la cual pocas veces solía usar, tomó una gorra del perchero, se
amarro los zapatos con toda gana, y en la desdicha de ya no poder recuperar a
su hija y de ser parte de una evidencia acerca de alguien quien carcomió el
abuso por el consumo de drogas, no pudo ser más, ni evitar ser el dueño del dolor; Aquel dolor el cual la
venganza nunca calmaría, ser muestra activa del crimen y enemigo ultimo de tal,
piensa Prado, mientras taquea los proveedores con ojivas de dimensión justa,
cada cartucho de 5,56 ml qué posta en su fusil, es un cartucho en un proveedor y
le traerá sólo la gana de saber acerca de otras víctimas quienes no caerán en
la misma situación, la denuncia estaba puesta. Em pero los paramilitares quienes
custodiaban la casa del ritmo, no darían un sólo centavo por una víctima más. Y
aunque sí robarían todo lo cual para ellos pudiesen, estaba claro
los colaboradores tácitos quienes habían accedido a traer funciones,
eran el enemigo directo de esta y otras comunidades, y ahora no requerían
héroes, puesto qué la ley no permitiría un ajuste directo, y la cárcel nunca
era una medida suficiente para carencias de pruebas, el aceite que limpia de su arma la cual ahora
encesta en la adecuación del tubo de gases, palanca y cerrojo; son vitales ya
que las detonaciones deberán ser precisas, y los ataques concretos, tales deben
subsanar más la falta, el hecho concreto del daño a la comunidad, la misma
ahora afectada; dado a qué el daño se
evidenciaba practico a nivel proletario, tanto a los empresarios quienes
extorsionaban, cómo a las jóvenes las cuales ultrajaban o los hogares
desfragmentados; además la conexión de
homicidios en casas de pique, ya era un asunto concreto para utilizar un ataque
dirigido hacia el sitio; el pedir apoyo o un grupo de investigación, sería
entorpecer el acto y dar tendida a que escapasen los criminales hacia otro
sitio, lo cual ahora les deterioraba el alma.
Mientras ensambla las partes
restantes, el sargento Prado; uno de los mejores hombres en toda su experiencia
en fuerzas especiales, quien participaba activamente del destacamento de
mención de combate urbano, se encomienda a su Señor, con las lágrimas en los
ojos, tales le conducen hasta el brillo del rostro por debajo de la teja de la
gorra, y así empuña su fusil cómo Atahualpa y emprende salida, aferrado a la
sed de justicia, tanto qué con sus lágrimas al borde del desquicio, le dan a resplandecer
el rostro con el contorno ido a sus días de juventud. El teniente Daza quien
dirige ahora el interrogatorio junto a los dos milicianos quienes habían traído
a Firulais, el cual envuelto en llanto viendo la disposición del Sargento, arma
en mano y lágrimas en ojos; del susto del acto, y de evidenciar la ferocidad, de
aquel hombre quien, con los ojos encendidos, resolvía tomar un arma para quien
sabe qué fín. El Firu se lanzó al suelo
a los pies de Daza pidiendo por su vida, suplicando en un mar de lágrimas,
abrogando su derecho a la pervivencia cuál derecho de preso, mientras
juramentaba su falta de culpa del acto, llevado del temor al percibir la
ferocidad del hombre armado que cruza el pasillo. Daza, sorprendido por la actitud de Prado, quien
arma en mano y senda en horizonte, ni le mira a la cara y con fusil en favor,
vestido de civil, irguiéndose hacia la puerta, extrañado y decidido. Daza da la
orden de detenerse al sargento. -oiga Prado, compa, para donde se dirige?
- el sargento iracundo, armado de
valor, sigue su rumbo, sin definir ni responder, palabra o dirección
alguna. -sargento no se vaya hacer una
locura, espere yo informo. -
Prado continua sin temor con
rumbo al infinito, con la convicción de un propósito por la justicia y en
decisión de inamovilidad, sin certeza alguna de restablecer, decidido a
entregarse no sólo por su hija, quien ya para él estaba perdida, y si por el
futuro de quien sabe cuántas o cuantos jóvenes más, antes de surcar la puerta
mientras la tiraba de golpe, gritó. -vencer o morir- y así emprende fuga hácia su objetivo.
Daza no entiende completamente la
situación, es un hombre poco menor que el Sargento en apariencia, pero de un
carácter más desarrollado objetivamente, en medio de su efusividad por la
evasión, entre el acto de desesperación toma a Firu con su mano por el cuello y
lo levanta por encima de sí, asentándole una de las peores amenazas de las
cuales ni él mismo, habría acometido. -vea imbécil, sí el Sargento la caga
usted paga. - lo deja caer al suelo,
y ordena quitarle las esposas sintéticas, además, le ordena a uno de los
suboficiales de los cuales tiene a disposición. - Lanza usted encárguese de ese
bulto, que ahora veremos qué hacemos con él o qué le definimos, y usted
unifórmese abra el armarillo, y convoque a la tropa que esté en condiciones de
uniformarse, arrancamos hacia la casa
del ritmo, y el: o, be, jota central será salvar la vida del Sargento, sea un
acto del deber o no. - , -cómo ordene
Teniente, que hay en la ordenanza?.-
pregunta el Miliciano a lo cual résponde replicándole el Teniente, - uno
informar en caso de qué entremos en contacto, dos tenemos más de un hombre
tropa de civil con arma, nosotros conocemos al enemigo y lo tenemos estudiado,
debemos combatir, no hay otra salida.-
El
sargento arma en mano, se dirige por los impulsos de su corazón, en busca de
una posición clara y cerca de su objetivo, el cual él ya tiene en sí, el
ambiente está denso, ésto dado a los disturbios en la mañana, él por nada ha
querido ser parte del conflicto del cual ya es coautor.
Esto
era parte de lo que relataban, entre los comentarios del ruedo acerca del
origen del enfrentamiento de tal magnitud aquel cual recién había acontecido.
XI
Esto
era parte del corillo desde el cual seguía el comadreo, acerca de lo sucedido.
Efe se retraía por momentos, no quería estar mirando todo el tiempo a Ella,
reconocía cómo dificultad la ausencia acometida por tantos años, y los trances
de la relación. Ella no quería ser observada completamente, ahora se
trasladaban para la casa de la Tía Marta, allí seguía la historia de lo cual
había sucedido, ésto sumado a las diversas versiones, pero este era el contexto
interior de Efe, nadie más qué él conocía el transcurrir de la tropa.
Prado
no se podía detener por nada en el mundo, él ya tenía su O- Be- Jota.
(Objetivo), fijo, claro y ubicado; era el actuar solo, él con el arma empuñada
y aferrada con fuerza a su pecho, medía cada uno de sus pasos, para el asombro
de quienes ven en el hombre, pero también ven la vida, pero también ven la
muerte. El sargento Prado tenía puesta su vida en su destino totalitario, pero
olvidaba que él en su costumbre de porte de armas y su levantamiento legal; le
había hecho perder a su hija amada, pero también así mismo desde hacía
demasiado tiempo el temor o la discreción a las armas de fuego; aunque no veía
tan claro cómo el reste de las personas no se acostumbraban a ver un hombre con
un arma de tan largo alcance, y más con vestimenta civil, así ésta inspirará
civilidad. Su buso está más sudado que lo de costumbre, y a pesar de su corazón
palpitar al 1.000 por cuarto, no siente pánico algúno; él sólo reza en su
cabeza y respira con la rítmica de la escuéla la cual bien sirviése para
rememorar alguna banda de hard rock.
La gente que ve al sargento no le
reconoce, ya que sólo ve a un hombre de civil con un arma de alto alcance, y
esto ya produce suspenso, temor, atracción o pánico. Así cómo en lo largo del
camino, allí donde haya justo en el punto donde apresaron a Firu tres mujeres,
las cuales discuten entre sí; todas jóvenes con los líos de su existencia y aun
así amando la vida, y poniendo de sí para el flujo continuo. Él las mira de
instante a ellas; ellas, tal cual se quedan estupefactas al verle con el arma;
al volver la mirada a ellas, el sargento sólo las observa en un pestañeo,
mientras analiza lo circunstancial de la situación y el contorno y contexto del
trasiego, y así del cómo ellas ven.
la más chica no le aparta la mirada, ni
siquiera por un segundo, él percibe cómo en sus ínsulas o codicia de poder se le
hace agua la boca, las otras dos no le determinan mucho, están sólo enfrascadas
en la seguridad mutua, se miran entre ellas, están pensando y previendo en qué
no suceda algo peor, Prado piensa en el joven al cual aprendieron en la mañana,
el temor se les siente por encima de la piel, él ya está demasiado cerca del
objetivo, sólo serían una tres cuadras desde aquel sitio, también al ver la
quietud de aquellas mujeres esperando cómo el aviso del destino o la muerte, quien
no llega tan clara igual a la vida, pero en su rapidez sorprende, y sorprende e
impacta a más personas igual al acto de nacer. Él ya tiene claro acerca su meta
hacia un sitio común, y quizá sean ellas quienes aún no definan su punto en la
partida de la vida, pero estaría claro, que a pesar del estar direccionado
hacia lo que tiene por o.b.j ellas nunca estarían libres de alguien quien haya
perdido el rumbo, o prefiera encontrar en la guerra y el crimen un método para
ganar, y así es cómo el enemigo inició perdiendo la partida, (mientras el Sargento,
Miliciano experto, tiene en sí ya parte del objetivo ganado). y es por un
acierto del destino o una jugada, de la experiencia de un guerrero ceñido y
tendido a la continuidad de la mantenencia de la vida, y la abnegación de la
misma por lo cual cóntinua; al tiempo donde quizá sea el motor de quién siente
así, y les nota a ellas quienes se están alimentando de su miédo, él ya ha
perdido el odio, sólo medita sobre su ubicación, y donde mermar la cadencia de
sus pasos de trote constante, las chicas pálidas y estupefactas, él pasa por su
lado, sólo la más pequeña no aparta ni por un momento la mirada del arma la
cual él porta, mientras le hace ojitos, esto le refresca el acto, de haber
perdido a su hija en la guerra, ella la hija de él, no está ni por enterada acerca
de su padre, quien posiblemente esté a menos de 8 cuadras de su casa disputando
su vida para defenderle, pero él en la incertidumbre del desaparecimiento de
aquella, joven, sólo toma las medidas de un Padre dispuesto a un todo, los
indicios dan a que ya no hay nada por qué luchar, los índices apuntan y el
haber perdido en promedio 7 jovencitas semanalmente en los bacanales, habla de
una guerra criminal contra la vida, pero la delincuencia se encrudece en pro de
afrontar dichos crímenes. Prado, no se distrae y continua, al pasar por la
espalda de la joven del medio, sintiendo el frio el cual proyectó, desde el
miedo a perderse, el miedo a ser objetivo ajeno o a perder la vida con la cual
lucha, siente el escalofrío y la helada sensación de quien ya ha perdido la
esperanza, Ella no piensa en nada, pero tampoco se centra en el acto.
Prado no piensa ni en lo más mínimo
mermar la velocidad, y más al saber que acaba de pasar por un espacio difícil,
él ya puede ver desde su instinto de cazador cómo la gente se aparta de las
ventanas y aseguran las puertas, a él ya le huele a betún de calzado, dobla la
esquina manteniendo la velocidad, frena… para revisar su arma y tratar de
mimetizarla, para bajar la tensión y la atención la cual los vecinos han
despertado sobre él. ya de ahí solo hasta
el sitio, sólo quedan dos calles de camino, tóma la gorra en su mano y oculta
el proveedor, el cual tiene puesto en su arma;
parado en la esquina la cual acababa de doblar, asoma la cara hácia
atrás, al notar a las chicas entrar a la casa, ora por ellas, y tódo lo dejado
atrás, posiblemente sea la energía de saberse allí a pesar del alguien
aparentemente no estar, él debe mantener la lucha por quienes no se presentan cómo
tal; avanza un par de pasos, se adentra
en un portón, monta el fusil, con el cartucho de la muerte, el cual queda a la espera
qué el cerrojo le patee el trasero, para así fulminar una ojiva destructora,
nadie quisiera estar en el lugar de cualquiera de los objetivos del sargento a
esa hora, él debe tener claro lo cual puede acontecer, se persigna cambiando el
fusil de mano, y lo agarra por la empuñadura. el fusil ya está montado y el
objetivo sitiado, ahora sólo queda, ubicar a la primer presa, lo cual no será
ni trabajo imposible y menos trabajo que dejar por iniciado, /todo sea por la
justicia y el honor/ piensa el Sargento quien se ha convertido ocasional o
circunstancialmente en un depredador, piensa por ultima ves en las chicas a
quienes acaba de dejar atrás, al tiempo
recuerda levemente a su hija, eleva oraciones y continua, aún teniendo
claro, quizá sea la última vez qué dobla esa esquina, la esquina la cual tanto
tiempo a custodiado al lado de Daza y Guti.
Los desaparecidos nunca vuelven, a
menos, que la conciencia los retorne de regreso al lecho, y la única mánera de
qué esto suceda, es qué el campo magnético físico, el cual desaparece en base,
le halle o él lo halle o sea llevado hasta allí, y le recuerde el retorno o le
muestre la solvencia, a menos de ser absorbido por la obscuridad y sufragado
por el fuego. Para retornar debería pasar de la realidad donde se encuentra y
trasladarse hasta el punto de retorno, pero con la complicación de poder
quedarse cómo alma en el vacío y encontrarse en el tiempo luego de acercar una
realidad la cual le reincorpore a la órbita, pero por el tiempo perdido en el
espacio, quizá hállara su cuerpo ocupado por sí mismo, en línea de tiempo, y
perdido quien sabe a qué iría, esto en quienes han formado su capa espiritual
metafísica de templo interior, ya quienes se transforman en malos pensamientos,
humados y consumados por las pretensiones se convierten en malos recuerdos de
sensaciones negativas, y así en la inverosimilitud y quedándose tendidos en el
olvido, así mismo cómo a las almas han sido usurpadas tramposamente. piensa
Prado mientras en saltos de aviso, se dirige a la llamada casa del ritmo, a la
vez que transforma su vestuario de un porte de civil presentable, y así podría
pasar cualquier reten o contexto de presentación informal a una facha de bajo
mundo, además actúa igual a quien se encuentra en apariencia de estado de
drogadicción alto, mientras se desprende de la camiseta de manga larga y de su
gorra en la cual lleva el proveedor, la cual también la usa para camuflar el
arma. Sólo en un par de calles del camino sorprende a los vecinos cércanos, quienes
al ver al hombre en facha tal, le desconocen, además por el escándalo de los
disparos en la mañana, los habitantes del barrio se encuentran persuasivos ante
situaciones, las cuales bien puedan acontecer, aquel suceso, no levanta mucha
sospecha dado a la parte que dá a determinar lo cual sería el arma llevada
camuflada entre la gorra y el buso, la culata va doblada, Prado llega a la
esquina, alguien ya había persuadido a los criminales, los cuales esperaban
atentos en el balcón frontal de la casa tal, Prado pre- intuye, así cómo todo
un guerrero adecuado en el área, sabiendo cómo tal, lo implicativo del acto de
combatir, y cuál es el precio de la búsqueda de la justicia, donde el caso
puede dar a ahondar hacia el honor, o el olvido, la gloria o la deshonra, el
asentamiento o el destierro por completo; él siente cómo se acercan hasta
tratar de evitar el accionar; además de verles preparados completamente, así
qué de un impulso forra casi por completo el arma, con el buso, sólo el
proveedor queda por fuera, luego de postearlo dentro del arma, la empuñadura le da el agarre y estando
cargado toma la acera contraria a la casa a la cual se dirige, allí. En el
sitio tres jóvenes criminales vigilan con el azore de evidenciar al tipo
advertido, pero no encuentran la camiseta que les habían indicado. estando a una distancia de tiro fijo, Prado
decide cruzar la calle, lo cual observan los criminales quienes están atentos
para hallar al tipo sindicalizado, para objetivarlo, mientras cargan dos armas
y media por así decirlo, una un revólver Taurus calibre 38 y la otra una
pistola Jericó calibre 9 milímetros, la tercera es un arma hechiza mejor
conocida como trabuco, la cual no llega a ser un arma convencional pues sólo
tiene la capacidad de carga de un solo cartucho para disparo, y así se debería
volver a cargar para ser disparada de nuevo. Aquellos tres jóvenes suelen
ostentar, tales fierros cómo les suelen llamar, a sus armas. mientras andan en
discusiones vacuas, al son del humo de la cocaína quemada en sus cigarrillos,
mientras fuman están atentos, a todo. Observan cómo un tipo sin camiseta dobla
la esquina.
El
teniente Daza se encuentra en situación, se han presentado los cuatro primeros
hombres uniformados, espera un quinto para formar el comando para la operación,
al no suplir la tropa eficazmente el puesto. él decide salir, pero al formarles
para dar las últimas palabras, evidencia el qué han llegado otros dos hombres
quienes se forman por la izquierda. El da directrices. Y asegura la orden al
cierre con uno de los hombres y así dota al comando de radio de comunicaciones
satelital, al tiempo toma el suyo y envía uno al radio operador quien espera en
base, para informar el contacto; al resto de los hombres les dota de radio de
mano monocanal, tipo wolkie tokies.
-Jóvenes, estamos dispuestos a cambiar el mundo. Este barrio, en este preciso momento,
es todo nuestro mundo; puede que haya alguien quien no vuelva de esta. Pero ya
veremos qué ácontece, el destino no se trascríbe, el destino se transcríbe, es
decír: sólo se conoce luego de ser tal.- nombrando al Cabo al cual tiene al
mando para ser, quién dirija al equipo
de asalto. -cabo la única opción es
salvar a Prado, la segunda eliminar todo enemigo armado objetivizado, sí hay
refuerzos de zona de los cuales nos gustan, se deberá usar brazalete, y
códices. - deben arrancar ahora. No
hay más tiempo- todos están sabiendo
qué son, y de que están hechos, han sido como tal, parte del conflicto urbano,
y a todo esto el mejor equipo, pero así bien viven en el anonímato. En cuanto llega el joven del radio, Daza
toma a uno de los soldados, para hacer equipo, a parte de hacer de guía, quizá fuére
el mejor tirador, y envía al comando de unidad hacia el operativo, los cuatro
hombres al mando del cabo segundo Yiseth Jimenes, quien toma el impulso, el
mismo cuál debe así tener para dar el paso hacia la gloria o la muerte,
-jóvenes vamos a acompañar la muerte, sea bien del enemigo, de nuestros
compañeros, de los refuerzos o de nosotros mismos, pero nunca del pueblo amado.
Y ya qué… cómo infantes del glorioso, copamos puestos los cuales deberían tener
la policía militar, pero, al ellos estar en las guardias de los batallones,
nosotros debemos tomar la operancia callejera. ¡Todos a las calles¡, ¡Ha por la
gloria¡ - y es así qué cada uno de los
soldados especializados en combate urbano, toma dirección en orden y fila hacia
el objetivo; a esto ya todos lo tienen racionalizado.
-lancero debemos llegar al objetivo más alto posible con mira a los alrededores
de la susodicha casa del ritmo, prenda este radio de comunicaciones y lléveme
hasta allá, informaremos todo, en la línea 6 sus compañeros, en la 7 sólo el
radio operador y la 8 refuerzos los cuales se han de sumar. - ordena al soldado dragoneante al cual tiene
al mando, él conoce la zona a pleno, luego el teniente efectivo extraordinario
Daza, va hasta el armerillo y toma el rifle Falcón el cual nunca antes había
sido usado dentro del barrio por su unidad, luego sube hasta el sitio del radio
operador de la base, y le dá la orden de informar a los apoyos de inteligencia
del sector. Y se dirige por su hombre de zona, además toma su geoposicionador y
el mapa del barrio, carga su arma, y sale rifle al hombro y fusil en mano,
acompañando al joven inexperto quien le orienta, y además en ningún momento a
pesar de la juventud o la inexperiencia tambalea en seguir las órdenes del
teniente, quien tiene la experiencia de varias décadas de combate en su rango
de aparente novato.
Nuestro
héroe, se dispone averiguar cuanto sucede, alrededor de la defensa de su amada,
él le vio en la mañana, Efe nunca se imaginó sentir algo cómo tal, él mismo
quisiera ser quien hiciera justicia por ella, él sólo recordaba la hija de su
gran camarada y compañero, él sabía que había desatado al amor, y tenía de por
medio el compromiso mayor, pero al orden mismo de guerra le había llevado a un sitio
cómo tal, ya ahora no podía replegar, ya en su sitio había sido definido, y no
quizá por el destino, al cual ya no le manejaba, el control bajo de su vida se entremezcla
con los apasionamientos y el corazón se mantiene en vilo, por el amor, el mismo
reclamado para sí, pero el cual ha querido siempre desde qué le tuvo para sí y
ya fuese tal de Ella, él ha sabido quien es o era, y le ha observado desde
lejos, y no esperaba verse partir, ya que decidía para sí recuperar su línea de
vida, y piensa tanto en hogar cómo en el amor, y sí era tal relación, sí es el
amor quien le visitaba de nuevo luego de tanto amor junto alguien, Ella era la
guerrera dormida, quien no se afanaba por combatir pero que no tambaleaba a la
hora de dar la lucha, aunque siempre buscaba el lugar preciso y aguardaba hasta
el límite ultimo el contacto, esto le había vuelto a él con vida, y esto le hacía
sentir el hombre más afortunado y orgulloso pero también el más modesto de la
tierra, el haber decidido no perderse, el tener la mejor excusa, el ausentar el
mejor pretexto, el definirse cómo el mejor hombre, sólo en hechos, ya él había
decidido desde muy joven ser un hombre de pocas palabras y así debía mantenerse,
a menos, qué la palabra significara acción o salvedad en pleno. Además, de
tantos jóvenes quienes habían muerto en el bandidaje, él no quería este futuro
para los suyos, él nunca le pudo amar a Ella cómo en este día, él sabía que
algo debía transcurrir con relación a tal asunto, además de él no estar en su
mejor puesto, él ya no era el subteniente quien conoció a una familiar en el
campo. Hablándole de arte y de medicina, y que así vivió por ella sin tenerle
cerca. más un par de años de amor en desborde. Pero para Efe nada parecía ser
igual después de oír en forma de subversión la declaración. Efe de forma
clandestina tenía acceso a todos los diálogos dentro, un Capitán en un cielo
estrellado miraba lo cual había detrás del mundo de la civilidad, más él tenía
para así sólo dos hombres de confianza, una mujer y un joven y más de medio
barrio en favor, él también decide salir, se uniforma, toma sus prensillas
viejas con tres estrellas rojas, y una capucha que le ocultára el rostro para
poder continuar, la vida de alguien quien opta por ser así un guerrero por la
libertad, siempre tiende a tener un grado mayor de dificultad, después de
uniformarse y abrir línea junto a las tropas estables, organiza en el canal 9
línea con los apoyos, y así espera la ubicación
del teniente en la cima donde se regirá, así cómo él en operancia legal
está por encima de su decrepitud y rango, él quien lleva el otro mando lo aside
por el undercover, Efe debe comandar sus tropas y ganar el subsuelo, elaborar
el planteamiento en las tablas, y en los cuadros, tal vez no hayan caballeros o
torres precisas para un alfil el cual hará de príncipe en sueños, pero de
guerrero de la guerrilla en la realidad, al tiempo lleva de sublimidad dado a
la búsqueda de prevalencia. Ahora sólo busca precisar algún informe para
acertar y salir a dar un golpe contundente, la segunda opción para salir sería
que abran fuego, para dar acción. Toma su fusil m 14, y espera el punto de
orden, sólo el teniente Daza tiene acceso a tal canal, ósea el 9no.
XII
Los
refuerzos se adentran en el objetivo y el primario les apura en demasía, quizá
el exponer parte de la tropa para salvar una vida, no fuese asunto fácil, y
menos factible; Misión: hallar con vida al Sargento Segundo Prado; pero, exponer
la vida de ellos, se torna una dilemática que azora a la tropa, quienes
continúan al trote hacia el lugar donde quizá pudiese estar frecuentando para
hacer justicia por su familia en el preciso momento el S.S Prado, lo qué
quedaba de sí para el evento, sólo podría compararse con remuneraciones, con alguna
licencia o con la gloria; en el bajo mundo militar, donde los razos no sólo
hacían de mayoría, y sí al tiempo creaban su propia milicia frente los hechos,
las cábalas, los agüeros o los remedios, ya fueran tales por conciencia de medicina
ancestral, hechicería o medicina moderna, ya cuál, cómo decían para sí, en las
mejores escuélas o academías militares, la cura llega por “curaduría, curandería
o procuraduría” a esto ya el ejercicio de derecho era parte del récord de la
historia militar, así que de todo crimen habría un castigo, para síntesis, “quiero
ir a Siberia a causa de aquel niño. Iré allá por causa de todos los niños, ya
que es preciso que haya alguien que se sacrifique por todos.” así cómo lo
planteó Dovstoyesky o para todo acto heroico habría un mérito como lo replanteó
con base al Jugador Carl Joung, “Quizá fuera elemento peligroso cuando luchaba
por causas que merecían una virtud acorde con el crimen, que autorizaran el
daño sin afectar la conciencia.” las refutaciones históricas en las novelas de
Manuel Mejía Vallejo o de Cesar Vallejo o de Gonzalo Arango.
El repique de los ecos azoraba aún
más las calles de las cuadras por las cuales debían pasar, pero no podían dejar
por ninguna razón al hombre al cual tenían en terreno, estuviere evadido o así
fuese a meter las narices en campo ajeno, la gran preocupación ha sido en sí la
confrontación a un enemigo claro, ya igual tal conocía los pasos y asechanzas,
y una vez toreado el avispero, quizá salieran todas las avispas. La radio daba
informes leves, el teniente Daza por su lado alínea cada páso mientras llega al
objetivo para tomar posición, y mantiene informadas a base,
apoyo y contactos; esta ha sido la esperanza mayor de quienes se disponen
a encontrar a un sargento segundo dispuesto de localizar un objetivo calificado
y abrirle fuego; la parte penosa evidencias hasta hacer salir lo cual en sí un ya
se dibuja de objetivo viable, y la venganza antepuesta, del sargento Prado
realmente haría un llamado a la justicia y a una pugna inmediata, la parte
cruel ha sido ver al
sargento
en primera estancia y en sí él sólo dispone de su vida, aparentemente, cómo,
herramienta para el inicio de una pugna directa, la cual desatará parte en
parte lo cual bien podría ser una realidad mayor.
El
sargento Prado había para sí perdído todos los miedos, temores y rencores que
le acompañaban, él está para sí dispuesto a pelear por su honor representado en
su familia, y los que ya no están, qué bien habían sido parte, en efecto de sí
mismo; cuando se dispone a cruzar la calle, nota a uno de los bandidos quien se
encuentra en el balcón a tres casas del frente, de donde se dispone a cruzar la
calle, tal agresor le señala gritando a sus compañeros. -mirá velo ese es el
tipo, el de la camisa roja, que habían anunciado, lleva la camisa envuelta en
la chatarra.- en su inexperiencia,
creen que sólo se trata de basura o restos inservibles lo que lleva en el
Sargento entre sus manos, no sabiendo que lleva bien aferrado a su mano un arma
de alto calibre, es decir un fusil Galil 5.56, y para tales asesinos incautos
quienes ignoran lo de qué los enemigos nunca son insignificantes, uno de ellos,
quien lleva la pistola, arma en mano salta del balcón, hasta la acera, para ir
a aprenderle. el sargento se pone en guardia. Uno de los bandidos, aquel del
revolver, quien continuaba en el balcón, al notar la reacción de guardia,
apunta a la distancia y hace un disparo al cuerpo a manera de advertencia, a
una medida la cual es mas de aviso qué de utilidad, por el calibre del arma, la
cual resulta ser de bajo alcance. el sargento salta, cambiando de lugar, para así
evitar el contacto con la ojiva disparada y toma postura con su arma, sujetándola
entre el pecho y la axila por la culata y agarrándola por la empuñadura, y la
agarradera, a la vez soltándola casi que por completo de amarres y al halar la
palanca del cerrojo deja el fusil listo para el combate, además luego de ser objetivado,
apuntado y disparado él no cree poder quedarse con su taco, además la norma le
permite de allí el inicio de su autodefensa aunque esté en superioridad no
numérica pero sí de calibre. el joven quien porta la pistola en mano, la 9 milímetros,
frente a él desenfundada, la carga de manera velocísima cómo quien se prepara
para un duelo de vaqueros lo cual es casi el afrento entre un satán contra un
dios, y así apunta para disparar, y soltando una serie de disparos, donde la
repercusión no iguala a la del arma larga, y a pesar de la contundencia y la
proximidad aún es grande la diferencia, y puesto que sería de mayor la
efectividad en proximidad de una pistola automática a la de un revolver, jamás
podría compararse a la de un fusil, y aunque puede ser letal, veloz y mortal, nunca igual a la velocidad o lo fatídico del
fusil, cayendo tendido igual a quien apunta con el 38 desde el balcón. mientras
el joven del trabuco se tiende en el suelo e inicia a rezar. La alarma, de los
estallidos del fusil, inundó toda la zona, igual el olor a pólvora, y el estádo
de crisis éstallante dado al contórno del conflicto désatado, ahora iniciado.
El cuál, con explosiones de cartuchos de diversas armas en un perito de menos
de 100 metros cuadrados, anuncia el haber iniciado la guerra, esto debido al
haber hombres caídos, fueran de la línea qué fuese.
La
álarma mayor ya había retumbado en toda la zona habitada, aunque no toda, fuese
habitable. El teniente Daza lo único cual advirtió fue el haber ya iniciado la
fiesta, y él aún no llega a la meta ni al baile, pero también es sorprendido al
ver estallár dos ojivas de dudoso calibre, estas contra la pared de al lado
donde atraviesa, para iniciar a áscender al punto de foco. Fueron dos
estallidos, quizá por el efecto de la marcha no impactaron contra él, ni contra
el hombre quien le acómpañaba, de inmediato advierte al canal noveno sobre
contácto contra un enemigo en créces -se nos creció el cánuto y aun no hay hecho de
fiesta.- lo cual advertía del peligro de exponer tropa
conjunta. El Teniente Efectivo Daza y el soldado toman medidas de seguridad
álternas para erguirse hasta la torre la cual buscan cómo tal. En medio de la
confrontación también abren comunicación con el canal del apoyo para notificar
el hecho.
Efe,
nuestro héroe, retoma la radio he informa el suceso a sus unidades en zona, y
pide identificar a las tropas desertoras y al tiempo hacer apoyo visual a las
que hay en terreno, evitando un choque entre tropas afines. Además, se suelta
un poco el uniforme, y camufla su accionar con ropa casual. Aun manteniendo la
coartada del antifaz.
El
soldado quien está en la estación, toma la radio para reportar el suceso, así cómo
por medio del escáner entiende la negativa, y da valor a las tropas en camino,
dando el informe de estar al tanto, no acelera parte de lo cual compéte, y se
pone juntó a otros tres de su tropa en situación de aténder o repéler cualquier
ataque.
Mientras qué el Firu, quien había
sido dirigido a una habitación, sin posibilidad de fuga se encuentra en ataque
de vértigo, tratando constante e insistentemente de cóntrarrestarlo en su buena
gana.
en una circunstancia extraña, tres hombres de
civil tocan la puerta de la base. desde una véntana en el segundo piso, uno de
los soldados les apunta con el arma desasegurada. mientras otro atiende detrás
de la puerta, -Que buscan?- los
hombres quienes golpean la puerta se identifican cómo miembros activos, presuntuando
ser tropa y ofrecen apoyo. el soldado más antiguo, les sugiere una alternativa
donde informen a su lugar de mando el hecho, y eviten estar en la calle en
medio de la confrontación. uno de los hombres se altera, -que va, es que nos
vas a prender vos? O qué, soldado cobarde. Lo que tenés es miedo de abrir esa
maldita puerta. - el soldado quien no
se deja intimidar, mientras el qué apunta, les revisa de nuevo observándoles,
de arriba a abajo. Al parécer ellos no han sido de los que suelen estar aténtos
y no perciben el estar siendo óbservados, quien apunta paréce estar más a la
punta con la estrategia. Firu lláma al soldado el cual atendió el llamado, en
cuanto les siente marcharse de la puerta. Firu hablando en vos baja, con
suspenso dirigido al soldado, le advierte. -Lanza, esos manes son de la vuelta,
así que pilas, que esos manes son volteados, les gusta la maldad. esos son los
que les colaboran a ustedes y demás que se les quieren meter, por sí alguna circunstancia
me entrega un fierro hechizo de esos con los que ustedes óperan de civil y los
prendemós, mínimo están buscando el roto y mínimo ya saben que acá hay armas
réales de fuego.- el soldado
confundido por el hecho piensa en Firu, de momento llevado por la rabia patea
la puerta gritándole, en un grito ahogado. -los presos son presos, no hablan,
no opinan, no piensan, no salen, has perdido el maldito derecho a beber agua, por
toda la maldita tarde. - él se dirige
a sus compañeros y les informa el comentario de Firu. Mientras el mismo Firu después de asentar varios golpes contra la
pared se queda recostado casi dormido por deshidratación, tendido contra un
mueble, único enser en la habitación que hace de celda. -viéndolo bien tenés
razón, ese pelao de Firu al parecer estaba era sobre drogado, pero lo que
informa tiene lógica además mirá que esos tipos- comenta el soldado quien vigilaba la
ventana, -pasaron por la entradita esa, pero aún no salen para el norte donde
está hubicada la tienda de al lado de doña Martica. -, -vé ósea que aún no salen donde la pelada
bonita, esa estudiosita. -, -
donde ¿Ella? - el otro sorprendido -cual ella? ¿Señálame dónde? -, -no ella, de articulo indicativo de generalización
femenino, idiota, Ella de Nombre, así se llama: “Ella”… la misma que el ebecil
de Firu trato de abusar.- aclara el
pasquín, -como que artículo? Ya se le vió el arti-culo o qué?- y agrega -ósea que el man esta jodido es
por molestarle la mujer al man de inteligencia?, que arti- culo mas bravo en el
que quiso ponerse.- los dos ríen
contestando el otro al anorema sobre nuestra heroína. -vos, si no respetas,
pero nada.- , - pilas que se nos
metieron.-, -sí, son esos cretinos, se
cambiaron de prendas exteriores- , -velos es que fue que se encapucharon.-, - ¡guardia, guardia, guardia, pilas que se
nos metieron¡- mientras están atentos los soldados ven cómo, uno de esos
tipejos se acerca a unos tres metros de la puerta y avienta un elemento
explosivo, de fabricación casera, rentándolo contra la puerta, con tan mala
suerte qué le resbala un poco, fallando el impulso y tómando elevación, impactando
y explotando contra el borde del muro el cual sobresale del balcón, del segundo
piso; toda la metralla del impacto revienta frontalmente contra la cara
afectándole la cabeza y partiéndo al desfigurando al paramilitar. Mientras el segundo
tipejo quien toma impulso para huir de vándalo, choca contra el tercer
individuo, el hombre, que le custodia al determinar el error y evidenciar el
horror por el hecho, observa como su segundo compinche queda sonso por la
detonación, tambaleante y desorientado, ya así el tercero el cual viene más
atrás, se le avienta encima de una patada cual karateca, tumbándole, luego de
voltearlo boca arriba, le coloca un pie en el pecho y le abalea la cara
descargándole el arma de fuego corta, que lleva en la mano. En medio de risas
les grita a las tropas las cuales están entrando en estado de pánico absoluto…
- y salgan ustedes para quebrarles el culo también. - acto seguido se escabulle dentro
de los callejones laberinticos, los soldados quedan congelados, por el aturdimiento
del arma y por el acto sangriento que perciben.
Mientras
el equipo de comando, el cual se dirige por el sargento Prado, el anfitrión
central de la carnavalesca fiesta, queda varado en medio del asedio, pero con
la claridad del accionar. y así el conjunto de comando debe continuar hasta el
objetivo, mientras van agrupándose de nuevo para la reorganización del o.b.j y
la marcha sobre el terreno, la percepción de la observancia bajo fuego
encontrado da a determinar, el apoyo sólo será una asistencia virtual; a lo
cual, este equipo cómo buenos comandos toma un poco de aireo distanciándose de
nuevo para evitar el choque mayor y mientras uno cubre y toma base, el próximo
o el ultimo avánza para asegurar, a menos qué alguno deba abrir fuego para
réfrendar un puesto enemigo. Antes de entrar en la cuadra de cóntacto, tres
casas antes de la esquina, una serie de bandidos, se dirige cómo base de apoyo
al enemigo, los comandos urbanos, por su sígilo no han entrado en choque en
aquel sítio, pero tampóco han sido détectados, el cabo segundo Jiménez quien
coordina a su equipo, les ordena récogerse, al ver claramente a un grupo de
personas con armas no convencionales a modo de turba; y por cumplimiento
doctrinario no debe abrir fuego directo hacia ellos. El cabo ordena instalar
bayonetas y tener a la mano elementos de dispersión y el uso obligado del
brazalete.
El
sargento hundido en su crisis de éxtasis del “delirium proximus”, después de
ver los dos hombres a los cuales había dejado en el suelo y a una ventana de la
conocida casa del ritmo abrir lentamente una de las persianas, Prado se mueve
en vueltas hasta la acera del frente, ocultándose tras un poste y carros de
ventas chatarrizados los cuales se ubican al frente, de la casa objetivo, quizá
la peor guarida del sitio, pensaba mientras replegaba su mente y revisaba su
arma, más explosivos, toma la camiseta con el honor y la disponibilidad de
morir cómo un hombre; los disparos, se colman al barrio, pero no le perturban a
él, sólo sí; y ni él así, ya para sí sólo tiene dos opciones, una en la nada,
morir o dos plantear una fuga la cual le conduzca hasta su sitio de
pre/retorno, de allí cómo un todo, era una arma larga la cual le azoraba,
chocan los tres primeros disparos contra los elementos en los cuales se oculta.
Prado decide moverse en el sitio sin dar entrada a la caída, ni mostrar un
mínimo de su figura, ubicándose acórde y mentalmente al sitio de donde le están
disparando, cuando lo tiene en sí, en una postura clara, aun contando otros dos
rafagazos al sitio donde se pone, dado a que le responden con fuego abierto,
hasta a los más mínimos movimientos de allí, quizá al notar cualquier pequeño
elemento en sus inclinaciones, desde el punto de mira. así sin más pensarlo uno
de los mejores tiradores, saca la mera punta del fusil el cual impacta una de
las ráfagas las cuales suelta cadénciada, contra el punto del tirador, dando cerca
del objetivo al cual le sueltan otro par de ráfagas, desde la ventana, le
habrían dado de no ser porque el sargento es escurridizo. Prado, cambia
elementalmente de sítio y insinúa exponer silueta, para aventajar y una vez
ubicado el sitio y amancebado el tirador contrario, suelta su arsenal a baja
escala, impactando una triada exacta contra el tirador, dando de baja a su otro
objetivo y haciendo un despeje en breve; con tal infortunio. Él novato quien se
oculta al lado de su secuaz caído en el balcón de la aberrante posada,
llorando, en la más degradante ausencia, sólo y embadurnado de la sangre de su
socio de calle, con un arma hechiza y auto aborreciéndose por las lágrimas y la
sangre que le envuelve, donde se revuelca a la vez que le apesta el cuerpo,
entre la decrepitud, la denigración y la miseria de la infame guerra, decide
responder su única oportunidad, su mero cartucho del declive, una bala de
calibre 44, en una proximidad de 7,5
metros, y la puntería de quien sólo ha usado armas en play station, el tiro de
novato revienta el cañón de aluminio, y estalla contra el mentón de Prado. Que
apunta al sentir el choque de salida y al ir en viro al contrario ve un joven
necio, el cual levanta las manos con el arma en declive, meado más por el haber
acertado y la venganza de respuesta en su contra, qué por estar siendo
apuntado. /Quizá sólo haya sido una chispa de plomo. / piensa el sargento átravesado,
pero satisfecho.
Daza
por fin llega a la terraza más alta del sitio y sitúa su punto de tiro,
lanzándose desde una torre la cual había trepado al lado del dragoneante novato;
el joven quién se siente un salvador y un traidor por estar en el punto más
alto de su barrio, combatiendo a sus peores enemigos, sólo qué dentro de su
misma barriada.
XIII
Efe seguía anotando mentalmente
los detalles los cuales hacían parte de los relatos, mientras veía el vaho de
los otros contertulios y así mismo cómo la bruma, solía elevarse del café hasta
la altura en que se desvanecía; el café oscuro no traía más amargor para Efe qué
el saberse a la espera de la muerte, y
por más qué le confrontase menos le hallaba, él solía ser todo sólo un
triunfo, mientras observa la vida y tal manifiesta en Ella, él sólo quería
airear sus pensamientos, luego del suceso. Se le viene a la cabeza lo fatídico
del hecho y entre narrativas y chismes seguía evidenciando parte del relato de
lo cual había sido tan agotadora jornada, sólo qué, relatada desde la
perspectiva de las mujeres de su casa, entre chisme y razón él en sus adentros
construía la versión la cual había vivido para sí.
Él
en medio del fuego recibe, al canal dispuésto la noticia, acerca de la llegada del
teniente al punto más alto, al tiempo le recomiénda guárdarse y no mostrarse
mucho, dado a qué allí a pesar de la altura, podían ser un objetivo vulnerable,
estos entran en ángulo visual con el sargento Prado; pero no advierten al
comando el cual operaba, cerca al sector, puesto qué al comando estar erguido
hácia el punto por la pared contraria, justo en la esquina antes de llegar
hasta la dicha casa del ritmo, y ya dado a este hecho así no se percibe
visible; el único objetivo practico fue el joven manos arriba quien se
evidencia por el lente de acercamiento del rifle falcon, entre las líneas de
paralelos, la distancia se mide, ambos están entre tirador y flanco aún a una
distancia prudente, difícil pero certera, por la misma mira en foco encuentran al
sargento Prado el cual estando en línea de observación, también es percibido al
tiempo, allí donde se está sobando la quijada y apunta al hombre del balcón, con
una sola mano, luego de esto repliega en breve y se atrinchera, y trata de usar
un calcetín cómo venda aposítaria, la sangre a distancia apenas se percibe, y
entienden desde la terraza qué tal se encuentra herido, pero también evidencian a un gran hombre el cual
aún continua en pie, pasando en coordinación de ambos relojes la sincronía
temporal de las catorce : cuarenta horas; mientras al fondo percibe el gran
reflejo de la niebla de color verde griseándose, azulándose y expandiéndose en
el aire, ya así sabía efectivamente de la cercanía entre su mira y la tropa del
Cabo Jiménez. en un reflejo mínimo en una de las casas de al lado de la casa
del ritmo, quizá ocupada para montar guardia, salen un par de hombres
aparentemente jóvenes, en completo silencio y sigilo, haciendo calma, el joven
manos arriba queda estupefacto, los hombres están armados, y ovacionan al chico
del balcón, el cual baja las manos y se deja caer recostado a la pared, cayendo
lentamente, pensando en la situación, uno de los hombres, sale con rumbo a la
esquina, el otro se monta en cacería del sargento herido, con pasos largos y
sigilosos, rondando los corotos puestos en la calle que Prado usa de trinchera
mientras se venda, los mismos corotos los cuáles fuéron expropiados por los
bandidos, los utensilios, tenían propiétarios, fámilias, uso, sueños y el
progreso de quienes se habían independizado o no tenían opción alguna para el
progreso, la funcionalidad de las proezas por hacer vida, muchos de esos tenían
labores de vecinos, labores y vidas
enteras ofrecidas al barrio, las dificultades de las crisis, y las ruedas la
cuales arrastraban el presente de la dificultad de un país desfalcado y
desangrado, país el cual tenía en sí un paraíso entero por descubrir, esos
fueron parte de los carritos qué arrastraban el chirrido de las ventas
informales, y de los trabajadores que no pudieron explotar o no quisieron
hacerse a parte de lo cual sería “dinero fácil para todos”, las inversiones de
cocainómanos se habían esfumado, las fachadas puestas cómo fuente de recurso de
suma importancia, la pintura ya se había desgastado, las llantas perdido el aceite
y los puestos saqueados en su totalidad. el ultimo amarrado al flete era una
carreta que solía llevar piña y aguacate desde la mañana hasta el entregar su
ultimo producto. el desborde del consumo había en sí acabado con el mercado este
perfilado cómo popular, muchos buscaban volver al campo, pero era inútil, la
violencia había cercado los diversos puntos. Prado seguía en su función de
salvar su quijada, tal dolía clavada por el hueso roto y la posible pérdida de
dientes. además, peleaba contra la hemorragia sanguínea, sin percatarse de qué
allí, justo al otro lado alguien le traía el remedio eterno para cualquier
dolor, mientras el individuo se acercaba ya demasiado, el teniente no podía
perder el ángulo visual y advierte al joven tropa el cual le acompaña, él sólo dice,
-bájelo mi teniente- sin advertir enteramente la acción, aún teniendo en cuenta
lo pesado del asunto. - es él o mi
sargento Prado.-. A nadie más le
importó la vida, el teniente desde su rifle Falcón subsónico, 7,62 devengó con
un disparo tan certero en el abdomen del criminal, qué la ojiva reboto contra
un muro estallando uno de los ladrillos. El joven soldado recostado boca abajo
acompañando a su jefe inmediato pregunta, sí fue impactado, a lo cual responde
el teniente. Mientras desmonta el rifle y revisa el proveedor de seis cartuchos
para montar uno nuevo, -por lo menos ahora sin tripas, y sin alientos, no habrá
nada de tal bribón, por mucho tiempo. -
esto mientras observaba el balcón impregnado de sangre. el joven agachas
en estado de stand by, con lo que podría ser un cadáver a su lado, y el
otro
cadáver que recién cae sobre la acera.
El sargento herido se pércata todo el hecho ha
denotado un conflicto, pero un apoyo al mismo tiempo, y el enemigo mengua, el
humo de color al fondo, le trajo razones
para no desfallecer en vano, la proximidad de su ultimo auxilio. La radio ha anuncíado una
situación extra, y es el pedido del uso de brazaletes, el otro hombre quien
llega casí hasta la esquina contraria, parece presentir, lo qué si habría de
ocurrir en el sitio fuerte o sitio caliente, el antro a unas calles que da
justo al lado contrario donde está el conflicto, pero el poder del entender y
saber, tiene la presa mayor cerca a sus fauces, estando al punto de tomarle el
ángulo, y medirle el tiro para diezmarle, le predispone a darle cacería, de
inmediato, lo dispone hacerle primero partida y darle de baja.
El sargento Prado casi que
instintivamente sintió la perforación del vientre de uno de sus competentes
ex-aliados y así de inmediato, el estallido de la ojiva contra el muro en uno
de los ladrillos continuo a la casa del ritmo, la entrada somera que habían
expropiado hacia menos de 3 meses, así mismo también oyó y siguió con la punta
de su rifle de asalto Galil, el camino del segundo contendor, el cual simulaba
la fuga conjunta, Prado, en sus últimos alientos, siente cómo en la dirección
contraria a la guerra declarada, un insulso se evade, pero vuelve, y en sus
adentro casi sin poder hablar, refunfuña,
- la rata traidora no olvida su detracción y el punto de lo que debe,
así es que vuelve a su agujero con la presa y el brillo- así cómo sí fuera un conjuro, el hombre
joven reaparece en el ángulo visual con una sub ametralladora, pero al tiempo,
que la va usar, no percata que Prado ya le tiene alineado, y tras el estallido,
se da un triangulación perfecta de casi un último aliento, dos en el pecho y uno en la cabeza, el joven
hombre paramilitar por desertor, de tropas militares o guerrilleras cómo ya les
llamaba, calló aun sin poder darse resguardo o defender el punto fuerte. el
cuerpo inerte, fue raptado casi qué de inmediato.
Sólo
fue el anuncio de permiso para entrar en acción, y el uso de distintivos.
Sólo esto trae a que el grupo de Efe
éntre en acción.
La
situación ténsa a Efe a mánera de que siente el enfréntamiento en todo furor, y
no hace completamente lo suyo, yá qué én la redacción semiótica de Daza aparece
el Sargento herido, al oír, lo de la orden de los brazaletes, lo cual le trae
un poco de calma, es la información la misma cual el teniente desde la cima de
alguna terraza está replicando. esto le da punto a Efe para compartir la orden
y motivar la tropa de civil, y tal se disponga a salir, aunque, en el informe
hablado, acerca de un ángulo visual muerto para Daza, el cual acaba de informar
sobre el Cabo y sus tropas quienes se encuentran a punto de entrar en choque
contra un mitin. Efe desde su radio anuncia lo predispuesto, y pide tomar
posiciones barriales de puntos de contención y anuncia color de brazalete, las
coartadas inician a celebrarse, no son muchas personas las cuales, sí portan
fusiles lo hacen, con tales, pero dentro de costales. la mayoría son rifles
Rugger y Colevsnicov; usan gorras del mismo color al brazalete usado por las
tropas uniformadas. Efe sale a dar ronda, primero va a la casa de la tía Marta,
luego se dirige donde Ella y toca la puerta en repetidas ocasiones.
Uno
de los soldados quien vigila la ventana, vé cómo alguien se acerca a la casa de
Ella, y de inmediato llama a su compañero para avisarle, -vé Joche, ya le roncamos a la niña de la
casa de abajo-, - a Ella?- responde el otro -ah, pues claro, se llama Ella…- las risas invaden el entorno, subiendo el
volumen entre sarcasmo y las risas nerviosas por los cuerpos tirados fuera de
la casa que tenían de comando, ven al tipo tocando en repetidas ocasiones, lo
cual les llama la atención, el radio/operador pide silencio, los soldados le
informan acerca del suceso, el cual pide mesura al respecto, reportando. -si
tiene gorra roja es apoyo extraoficial-,
los otros dos callan de manera permanente, a lo cual agrega el
radio/operador, -además por favor, un
poco de silencio que estamos reportando el combate, y pendientes a cualquier
movimiento que debamos informar al acto- ,
-por eso lanza, y que estamos haciendo?- responde acelerado uno de los
soldados, - no va al caso- le replica el radio operador, lo cual
ofusca a uno de los soldados, esto da a qué se propicien series de insultos y
amenazas, lo cual también enciende a Firu, de momento un llamado de alerta
encubre toda la casa, es la advertencia del Cabo en sitio, el puesto de combate
reporta el acto del motín armado y se encuentra en situación. Además, traen de
nuevo al medio el reporte de la herida a Prado, lo cual aumenta la tensión
entre su tropa. El soldado que custodiaba la ventana vuelve a mirar hacia la
casa de Ella, pero el hombre que tocaba la puerta, ya no estaba. la discusión
quedó pausada para luego. Todo se venía abajo, el hombre de acero había sido
tocado en medio de un combate, esto traía para la tropa el desánimo total, pero
para el socio de prado, Joche, como era llamado, el término de haber perdido la
guerra aun sin lucharla.
Félix,
encarga por el radio a Juliana el cuidado y la ubicación de Ella, - Juli, se me encarga de Ella la búscas
donde esté, y esperas afúera de su casa mi relevo, no te movás más de una
calle, ella no me abrió a pesar de tocarle harto la puerta. -, -Claro que sí comanche, yo estaré
pendiente, pero é che, no me molestes ¿que cual es la vaina? Que yo ya arranqué
para allí mismo de inmediato. -
responde Juliana con el acento de su amada región y el deber de llevar
todo a mejor fin, su porte y convicción.
Efe en su estado de apróvechamiento, alcánza el aire de la velocidad que
domina, ascéndiendo hasta el punto contrario de donde sabe que está el
teniente, en un punto muerto del ángulo visual.
Allí en la puerta del peor antro,
Efe desconocido por la mala cara del enemigo el cual se refugia en repliegue
por haber sido reducido al despojo, ya negando ser, dejan sus puestos del
crimen, evaden las querellas y buscan las enaguas en sus atróficos sitios de
cobijo, Efe se moviliza con lo mejor qué ha podido lograr, pero evade la circunstancia,
habiendo replegado sus tropas las ha dirigido la mayoría a reunirse una cuadra
antes de la esquina para refrendar el motín, luego de dar con los lideres
agitadores quienes van por beneplácito. Efe rige hasta el punto máximo del
acorde propio, se da el tiempo del visaje, el fusil está en vilo, el enemigo se
encuentra en estado de confort máximo, no requiere de más sonido qué el cual
ocasionan y desconocen, ya allí en su sitio cómo objetivo, reconocen la gloria
en el caos y miden más grande la tajada, sin pensar qué podrían ser el bufet.
El reloj de Efe marca las Catorce : cuarenta hrs. Efe se persigna y hace una
súplica, se pone del lado el costal, tomando el fusil por la riata, ya con el
fusil dentro del costal y la riata terciada, toma la pistola córdoba 9
milímetros y la carga, pero con el proveedor de 23 cartuchos, afinca paso, toma
distancia, y manda al carajo una puerta que estaba por ser blindada la misma
tarde, pero, debido al estado de sitio le habían aplazado la mejora, los
guardias externos ya habían partido, el frio del conflicto no aquejaba tanto cómo
el afán de cada necesidad, quien fue a recibir el paquete, sintió el rostro
incinerado, y el aturdimiento retumbó en el cuartucho hántrico tomado por casa.
La guarida la misma cual oscilaba de escondite, el segundo reventó mientras
gritaba qué era uno solo, para quien se atrincherase ya era tarde en demasiá,
Efe ya había tomado el fusil después de acallar el ruido de la alarma por
completo, ya no valían ni cuchillos, ni espadas, ni resortes, ni silencios.
en el patio de atrás, acompañaba el
espacio la puerta blindada, una patada no la atravesaría, pero sí, la eme 4.
5,56 ml, y claro, el apuntador quien estaba sobre la sombra de Efe apenas le
había descubierto, pero no así por completo puesto contra el rafagaso el cual
astilló hasta el límite la puerta, también trajo a la memoria de Efe su vida de
bajo rango, pero nada cómo partir un cráneo por el bigote de alguien armado y
atrincherado, cómo buen guerrero, Efe ya tenía para sí, el sitio de reuniones
mayores, así qué subió las escalas, y allí yacía el muerto mayor, el zombi al
cual tanto persiguió, ya sólo era una sombra en difuminación, qué con la
oración respectiva desapareció, así cómo la niebla de la ciudad, nada cómo
doblar una puerta de aluminio, y ver al mayor dolor aprovechado en una erección
muerta dado al olor, así fuera de sus tropas, el baño estaba inundado de agua
hasta el tope, pero la cama envuelta en mierda, era más fácil limpiar al cuerpo
del negrata con fuego, qué alimentar la sangre y los excrementos quedados allí,
el bastardo lamía el rencor, pero no pudo tolerar perder la escolta mejor
entrenada, tres pájaros de un tiro, pero la pasta de la culata no resistió el
cráneo despedazado, cómo tampoco Efe el dolor de la sed de justicia de sus
inferiores, Félix Ernesto salió intacto, pero el fuego que dejó, quedó atrás a
pesar de lo cual no duraría, flagró las ascuas de seres esos quienes no han
tenido el carácter para librar una guerra, Efe entendió en un alma inocente yacida
allí. Dado por las otras ya las reclamaba el infierno, desde hacía suficiente
tiempo, tanto al que apuraban su ida, y fácil fue darles el impulso.
XIV
La
conversación estaba llegando a su cúspide, los comentarios y los posibles
sucesos, sólo en algunas ocasiones se acercaban a la versión original de los
hechos, estaban plagando de realidades y de suspenso las series de
acontecimientos, los cuales giraban en torno a la serie de sucesos violentos
dentro de una comunidad, la cual sin más remedio estaba cansada de un contexto
de plano mayor, una crisis general se hubiera transformado en un conflicto
aparentemente diario. Entre el estar y
divagar en los hechos, el palabreo y el chachareo; las miradas éstaban en
encuentro y constánte acercamiento, cada detalle para los dos amantes en
potencia, era el segundo hecho en la sala de la Tía Martica, hasta aquel punto
no había alguien más de ellos, y la conversación se perdía en el entorno, dado al
plano segundo de lo subjetivo en la conversación, el amor el cual podrían
instaurar, establecer o estabilizar Ella
y Efe, estándo todos de acuerdo aunque allí cuando el par de miradores se
hacían los desentendidos del amorío tal, volvía el tema primario y allí Efe era
el último evasor por no ir a puntos, siempre recalcaba el haber esperado hasta
el último momento a Ella, mientras Ella ahondaba en la dificultad de mantenerse
en la habitación, Andrea rabeaba y bujaba o gemía de vez en cuando; mientras
las otras tres mujeres pudíesen, por tema de parla encabezar profesiones tales
como: taxista, camionera o barman, hablando de un mundo médio, aunque en
términos de sociología bien les cabria el periodismo, la redacción o la
narración de sucesos deportivos. La tarde
cómo reste de tal, transcurría con el mayor suspenso dado a qué algo podría
pasar en cualquier momento, ya el tiempo de los levantamientos no era tal a
manera de un todo, y aun pasaban cerca de los caminos cadáveres y armas,
cargueros y milicianos.
El único elemento sostenido por el cabo
Jiménez, en su poder, para poder llamar la atención de los manifestantes, y
generar un impacto mayor al de sus armas puestas en defensa del pueblo,
era una granada de humo de color, ni él, ni ningún hombre de su tropa o ninguno
de sus comandantes presupusieron el encuentro con alguna manifestación de este
tipo, los recursos no lo eran todo,
pero, el confrontar no una banda armada, la cual sin más ni menos tiene
intereses y además sin hacer ni un solo
disparo, a tal no se le podría resistir con fuerza desmedida o exceso de
fuerza, sería imposible por base de protocolo internacional o de Nuremberg
abrir fuego contra una manifestación a menos que sea por respuesta de fuego
abierto dentro de un ataque masivo, y cómo respuesta pero de equiparación no
por fuerza desmedida o de superioridad ventajosa. Ya en la penuria de que tal doblase la
esquina, tornando el giro para copar la posición, del sargento; sería un acto hecatómbico dado a qué no sólo
sería un traspié, para su misión, sino un error desmedido, y esto significaría
la pérdida total de la misión, ya quizá el objetivo primario sería Prado y ni
siquiera Daza podría contenerlo, en uno de los momentos de imprevistos frente a
la marcha que continuaba y estaba a punto de llegar a la esquina, el cabo
decidido agarrar la granada de humo; la desasegura, la toma en el pecho y sale
de un salto a la mitad de la calle con un grito de alto volumen con tónica
militar, el cual deja estupefactos a todos los manifestantes que venían
organizados en el mitin de enfrente, -formaciooón, pelotonm listos, fusil al
frent…- esto hiso entrar en pánico a los manifestantes, ya a la vos del cabo
aparecen más hombres uniformados y armados, formando filas detrás del cabo, el
cual se encontraba al frente de la formación qué al ser en uve hacía parecer
que hubieran más hombres de los previstos, además todos tenían al frente sus
fusiles listos, con sus respectivos puñales incrustados o bayonetas como suelen
llamar a los dichos cuchillos de la muerte, al tiempo estos hacían un trote
amedrentánte al unísono de sus botas, sin dar ávance, manteniéndolo en sitio, /
tas, tas, tas…/ lo cual hacía repiquetear el eco en enormes decibeles de
volumen, además de generar un efecto azorador por lo duro del repique de las
botas en conjunto, /tas, tas, tas…/ en toda la calle retumbaba; pero extraña
mente el hombre de en medio y más cercano, a la primera fila enemiga, el cual
hacía de punta de lanza estaba con el arma a la espalda y desarmado, desposeído
o tendido al combate cuerpo a cuerpo, mientras, tomaba algo entre sus manos, lo
cual apretaba con supremo cuidado. Así continuaba el repique de las botas,
/Tas, tas, tas…/ todo el grupo de revuelta quedó en suspenso por un par de
minutos viendo la acción, mientras se estremecían por dentro, lo terrorífico de
la acción que se evidenciaba, era la punta del brillo obscuro de las bayonetas,
más la acción de impacto de los gritos de guerra y el /tas, tas, tas…/ del
azote de las botas al concreto, esto y los uniformes de guerra parchados como
tigres con camuflaje en la selva de concreto.
La fama de guerreros no genera más
que la estirpe, y la fuerza noble se percibe en el acento.
El cabo no dejó escapar el momento
del aire de suspenso, y halando el seguro de la granada de humo, la arroja
sobre la turba; lo cual genera una gran confusión en el grupo el cual repliega
unos 100 metros del lugar, hasta donde habían llegado, cerca de la esquina, los
lanceros de las fuerzas especiales en su pequeño comando, logran avanzar un
poco más delante de la esquina, lo cuál sólo sería en avance un cuarto del
terreno recuperado, con el humo esparciéndose por los aires, pintando todo de
humo de color verde, abriendo una nube en el suelo, que se teñía de gris, que
se perdía entre las casa y los edificios cercanos, que habría punto de
referencia y denotaba marcando sitio, y lugar, el cabo marcaba el sitio con la
hora de la flagración de la granada de humo justo a la 14:40 hrs.
El avance trajo la alegría plena
del comando, ya que habían hecho replegar todo una turba sin usar balas, y con
sólo una granada de humo de colores, el cabo al ver al enemigo replegándose, de
la manera que lo hiso, se llenó de gloria y ánimo para gritar y lanzar
exclamaciones de honra sobre la valentía de su tropa, cuando toman posición,
llama al frente al soldado más antiguo y le ordena ir a brindarle primeros
auxilios a Prado, el soldado Enfermero de combate con más de una década de
experiencia en tratar heridos de guerra, toma el punto hacia el lugar tomando
al hombre más joven en orden de llegada a la unidad, para desplazarse en
lanza, - mi cabo, mire lo que viene
atrás.- le dice el soldado
embadurnado del humo verde, quién había agitado la entrada de la tarde, donde
el sol se perfila para iniciar el declive, el medio día ha pasado a pleno cómo
tal, el calor que se esconde entre las ropas gruesas
y los tonos oscuros de los uniformes, los cuales traen de parte en parte los
sucesos comunes, nada es de esperarse, la esperanza hacía parte de los tiempos
de cambio dentro de un micro ciclo del día, la mañana abrió paso al medio día y
ahora tal daba, un paso para otro ciclo, la tarde; aunque en la consumación,
los dos tanto el medio día cómo la tarde, estan dentro del “pasado Meridiano”
aun así la referencia del cabo que apresurado, agitado, sudoroso. Lee la hora
en su reloj básico, y el cabo sin dejar de confrontar a los revoltosos míra
hacia atrás, y lo que ve, no le llena de motivos, pero tampoco le colma el
ánimo para abandonar su posición. /Hombres de guerra la hemos hecho/ pensaba el
Cabo para sus adentros, -carajo,
lanza, como se nos viene esta gente así, tenga cuidado que estos si están
armados, y no de garrotes, y por muy apoyo que sean en caso de que le hayamos
faltado a alguien se nos crecen y nos levantan. - engulle el cabo al soldado
profesional. -nos levantan?
Pero a plomo mi cabo, esta gente está con el pueblo, pero es el mismo pueblo,
deberíamos era pasarles revista de brazaletes, y ver si de pronto hay pega pal
almuerzo, porque, por lo visto, está más embolatado que las vacaciones de
Prado. - adhiere el soldado, a lo
que responde respectivamente con relación, el cabo ordenando claramente, - vaya preséntese, anuncie orden de
guerra, y veamos a ver que se viene. Y ya de paso va por Prado- el soldado enfermero de combate, inicia
trote, de inmediato, hasta estar cerca, escoltado por el soldado joven que le
acompaña, a menos de diez metros grita con toda la misma energía de querer
seguir vivo, presentándose a la unidad mixta del frente móvil. Para solventar
la carga del factor sorpresa, además aunado al protocolo de encuentro con
tropas afines, con todo lo que tenía aun de voz -soldado profesional Pataquiva, 13 años de
servicio, enfermero de combate, Patria y Madre, me presento sin novedad respaldando
a mi comando.– la horda del frente
deja entrever un grupo de tres aparentes ciudadanos todos con gorra azul, de
los cuales el más anciano responde,
-Mayor Sierra, de la unidad de refuerzos urbanos, de los revolucionarios
de la fuerza que usted camarada del común profesa, le respaldamos las acciones
pero venimos por medidas.- entre el
temor por estar bien responde el soldado con experiencia sobre el
contexto. -adelante mi mayor usted y
su tropa. - al tiempo que
evidencia, que la urgencia de rescate del sargento está al orden. Y que ya
están tomando sus puestos en la avanzada para la confrontación o el
envolvimiento entre marchas.
La confrontación sería una masacre
en una batalla campal, por el propósito intensivo y combativo, y así cómo la
fuerza legal buscaba un estado de orden y el ceñirse a series de reglas, normas
y protocolos, a la misma Ley general basada en casos de este tipo, ninguno
estuvo tan amedrentado, como los jóvenes que en busca de atormentar a quienes se
pretendían saqueadores de su espacio, y tal
acción anarquista de defensa había tomado a sus compinches de grupos de base cuál
líderes de marcha. Además, tras los
ofrecimientos de drogas para generar apoyos de ataques, en forma de pago para
la solución y aprovechamiento de inducción a las drogas de jóvenes, quiénes se
podrían aprovechar para los fines de lucro del grupo tal. ya en cierta medida no sólo sería un
accionar genuino por el odio a la autoridad, sino defender un espacio dentro de
sus barrios; dado al accionar groso, los jóvenes, se llenaban de euforia del
sólo pensar acerca del poder aterrorizar a la autoridad en defensa de las
drogas, sólo hubo un acto punitivo en el caso el cual puso en vilo el accionar
violento. y no fueron las armas atemorizantes
e intimidantes las dispuestas enfrente de ellos, primeramente, fue el
evidenciar, a su gente y ésta perdiendo en aquel espacio. varios en defensa sacaron carteles de
distintos jóvenes, chicos y chicas desaparecidos, pero particularmente coincidían con esos espacios
donde la vida había muerto, donde los desaparecidos habían tornado rumbo hacia
donde nunca más podrían llegar, se habían perdido allí, no hubo otra razón para
remediar el primer debate puesto en marcha, el precio no era o mejor dicho no
fue el sugerido en las apuestas, la palabra debía estar siempre en vilo al
cumplimiento, pensamiento común de los jóvenes, el detrimento de la estancia de
los dichos apoyos, no existía como tal y los valores de asertividad, venían en
sí desde otros medios de términos en referencia, esto descolocaba la marcha
anarquista, además los modelos de soporte autoritario, o los modos de repique
no eran los soñados o no coincidían con lo que ellos conocían en modelo de
ejercicio, se habían perdido en la marcha, los clichés fílicos y fóbicos
y homosexuales y fachistas y góhristas y el desborde en sexo, drogas y
perdición sólo les había generado olvido, problemas y enfermedades, ya nada ni
nadie les podría mantener allí, era dificultoso, en casas del ritmo donde la
perdición era casi un todo, donde la profanación a la familia y el hogar era el
pan de habito, donde la merienda eran los jóvenes y niños.
las medidas de optatívidad estándar las cuales ellos tomaban como tal,
para la manipulación de sus pretensiones y mórbidas jugadas, esas qué llevaron
a los jóvenes quienes antes eran manipulados a la insubordinación total,
de sus esquemáticas, y la búsqueda
revolucionaria por un pensamiento más asertivo, menos criminal y más
contundente, y fue así de tal manera, y esta vez al frente de batalla en el
campo amplio, no encontraron al policía a quien pensaban estallar, y si a una
fuerza armada conjunta que admiraban y apreciaban y detrás de estos, a sus
familiares, profesores, lideres y profesionales los cuales les educaban, les
mantenían y les habían inculcado la revolución en el pensamiento y la
autodefensa en medidas de acción justa y más aún la defensa a la vida los
territorios y las y los otros permanentemente. Con todo esto. Podían concertar
sus acciones. Podían trasgredir al error y al horror y fue allí donde aunaron
poderes y esfuerzos tomándose los espacios donde antes habían sido esclavizados
y explotados, donde sus compañeros fueron torturados y desaparecidos.
El
teniente Daza, ve por el monóculo de su mira de tirador, cómo el Sargento
Prado, se va entre apósito y cobertura de sangre, la dificultad de la retención
de un hombre que ha tomado liderazgo desde la soledad, y se ha puesto los
pantalones en sú cinto y amarrado sus botas, para salir a defender el nombre de
su comunidad, y más aún el de su hija amada, la cual ya era parte de la
memoria; la desestructuración de la familia a causa de los conflictos mayores
no eran el todo de la culpa para el perder así una vida la cual era parte de la
suya, y que así ya la había perdido cómo tal, el sentía que con el inicio del
linde del combate, asumía costes, para poder ejercer cual guerrero, quien
decide entregarlo todo por el futuro de quienes de apoco quedan, en lo qué
debía continuar, cómo hilo del tracto en el camino. Éra haber optado por un todo, pero que le hubiere
frenado así una leve mota de plomo propulsado, sú todo podría tener para la
esquirla, nó sólo le partió el mentón, sino también le tornó en choque los
músculos de la cara y el aparato circulatorio; aparentemente se encontraba
desatado y sobre cargado, la quijada desencajada le producía uno de los mayores
dolores qué podría sentir una persona común, el dolor tal le había sácado de
sí, esto le llevó, a perder poco a poco el conocimiento, El sargento, aún aferrado a su fé y a su fusil, además a su
camibuzo, el usado de apósito contra la
cara, poco a poco, y él se quedaba dormido contra la trinchera, recostado en
busca de sombra, esperando a qué alguien, le socorriera y con la sonrisa
desfigurada a causa de la esquirla, mientras en su ultimo aliento de tiempo corrían
las catorce : cuarenta hrs. Viendo al aire y recostado pero en pie y el humo de
la guerra mezclado con el aire, y este ya se había entre mezclado con las
primeras nubes de la tarde, y hacía cuentas sobre la posible hora actual, pero
no reconocía el reloj ni siquiera instintivamente, y sabía que por perdida de
sangre ya no podía reconocer la hora y quizá ignoraba la perdida de la
conciencia del tiempo, la noción temporal le abandonaba antes que la del
sentido común, el sentido común era parte de su locura justiciera juraba, pero
ya no reía con la cara rota y varias piedras duras entre la boca que no podía
ni debía escupir, para que algún buen medico le recuperara la risa o al menos la
capacidad de masticar carne, era lo
único lo cual le preocupaba ahí exactamente, y seguir respirando y tragándose
sus coágulos, pero no sus piedritas. Se nublaba su mirada con la satisfacción
de haber rodeado al enemigo y haberle prendido fuego a la casa de los criminales
quienes le habían expropiado, la posibilidad de ser un hombre común y
corriente, es decir para alguien abnegado, la oportunidad de llegar a
convertirse en un hombre feliz.
El teniente, observaba la escena descreído,
desconocido, deshabituado. Perdido sobre la realidad de quien ha entregado a su
mejor hombre a una lucha sin cuartel, es decir, quien ha puesto a su mejor
domo, en la batalla contra la jauría de lobos carniceros, y todo por proteger
al rebaño mayor, así aquel hombre decidido sin más en la misma adrenalina en la
cabeza, se llevaba a sus viejos enemigos con todo el dolor, con el mismo dolor y
había perdido a sus mejores amigos, o con toda la levedad de haber perdido a su
hija, y qué sus mejores amigos se hubieran convertido en sus peores enemigos
por haber hecho perder a su hija, y luego para compensar, hayan perdido sus
vidas sin importarles que su enemigo pequeño haya tomado el valor y la potencia
para enviarles donde siempre habían merecido estar.
Aquel hombre quien hacía de comandado,
pero en caso tal de disidente, para afincar al grupo tal, cual hacedor de un
triunfo mayor, toda una inmolación, el chivo expiatorio terminó siendo un
felino cruelmente entrenado y en recuperación. Y era así cómo cualquier
referente de quien perdía a un gran hombre tras la trinchera en la avanzada más
heroica de la historia del desdichado ejército sobre la guarida. Mientras,
prestaba guardia al sitio, el teniente y recurridamente daba giros de zigzag
para ver sí algo se le escapaba o ubicar tiradores contrarios: diezmarlos,
desarmarlos y continuar. Pero ya había sido el colmo de todas las realidades
posibles, pensaba el teniente mientras aguzaba a sus tropas para recuperar al
sargento antes de la muerte inminente, el encuentro de las tropas ya estaba listo,
los actores de inteligencia tenían así el sitio y ya iniciaban a cobrar puestos
de suma importancia, para el enemigo, en la operación todo debería quedar
intacto, por lo que se buscaba, y la intención debería ser la mejor, puesto la
tromba mayor no desfallecería, ni perdería los medios para instaurar un triunfo
mayor; el camino al éxito ya estaba trazado. En la parte de atrás, fuera del
ángulo visual, el dragoneante conscripto había observado humo, así anunciaba al teniente para reportarlo por la
radio y evitaran una conflagración mayor. El teniente avisa, pero no estaba
centrado en ello, él era todo concentración era
un lazo de 27 minutos, donde el poder de la fuerza conjunta operaba
revolucionariamente bajo órdenes concretas de regentes jerárquicos, unos
asentados en posición. Las armas, algunas se destapaban ocasionalmente, la
mayoría estaban guardadas de la vista de las comunidades, y de los pobladores
civiles. Los vínculos con los paramilitares se habían cortado desde temprano,
la policía nunca quiso intervenir directamente, todo era el caos completo y
nadie lo imaginaba, el cabo y su tropa, se acercaban de apoco, de todo el
desastre el joven del balcón había perdido la conciencia por deshidratación, el
teniente miraba todo por el monóculo, de su fusil de francotirador falcón
calibre 7,62. nada podía estar peor, el inicio de la crisis apenas entraba a la
conciencia de la tropa, cuando el soldado, se acercaba al Sargento, al tiempo
anunciaba por la radio al hombre caído, mientras otros dos soldados desarmaban los cuerpos de los contrarios, mientras el
soldado profesional, enfermero de combate, toma el pulso y dictamina
probabilidad de paro cardio respiratorio agudo en Prado, esto no era nada
distinto, los hombres de la aparente Fiscalía, ahora ya estaban mejor vestidos
y con armas cortas y automáticas, con brazaletes siglados, acompañando a dos
jóvenes soldados y al cabo a allanar la casa, del susodicho ritmo, una primer
patrulla de policía inicia recorrido con tres civiles a recoger los cadáveres.
Es todo lo que percibe el teniente que empaña el cristal de la mira monocular,
con una lagrima debida, mientras ve al soldado profesional, desmontar el bolso
para dar los primeros auxilios a su compañero, y da permiso para allanar sitios
y recoger los cuerpos de los caídos en el combate.
XV
La
conversación había tomado ya otro rumbo, dado ha las tropas de policía y ejército cómo tal haber
colmado de refuerzo, así copaban de apoco el barrio, sitiando lugares
estratégicos, los bomberos habían llegado a apagar el fuego, en la parte de
atrás del barrio, varias cuadras debían ser desalojadas por el peligro de una
conflagración mayor, el rumor se
extendió por todo el barrio, algunos de los cuerpos tomados llegaban en camilla, hasta el carro el
cual debía hacer el levantamiento, en total sólo 3 cuerpos habían sido llevados
hasta allí, el tema sobre lo que podría suceder ya era parte del suspenso,
había iniciado un tipo de batida mayor, Efe desentendido del asunto, sólo sale
a la acera de la casa, toma el radio y cuestiona al teniente sobre el hecho, el
cual sin medir límites de confianza sobre un afinque total del terreno, y un
operativo mayor para avanzar, Efe cuestiona sobre las tropas de civil y el
Teniente confirma el operativo y de tal estar
regido por dichas tropas, Efe de inmediato vuelve al canal en cual toma parte
del asunto, El mayor al mando ha descubierto una fractura en el esquema social
del barrio y pide a Efe estar dispuesto a confrontar los actores del terror.
Efe vuelve a la sala y bebe el ultimo sorbo del chocolate de la taza dispuesta
del algo, y mira la taza del café vacía. Está atónito, ya no sabe cómo abarcar
el asunto, y lo peor aún es cómo muchos de sus momentos de ira y tensión los
guarda quizá hasta la tumba y ahora tiene para sí una carga mayor, la cual no
sería completamente en mérito. Las mujeres continúan en el dialogo, Efe sale de
la escena de la sala y la conversación, ya qué no tiene explicación al suceso,
los más grandes criminales estan siendo buscados por cielo y tierra, y ésto
podría traer a todo el barrio y hacerle poner en contra del operativo, y quizá
desatar un choque mayor.
Volviendo a la acera de la casa,
Félix abre comunicación con el Mayor del Ejercito al mando, para explicar el
hecho mayor a manera que pudiese ser entendido –Mayor, le informo sobre el hecho, y la
serie de sucesos, sí es qué acaso aun insiste en atrapar a los susodichos del
combo criminal del escorial- así tras
la configuración el mayor sorprendido,
inquiere sobre el hecho. -afirma,
lanza ¿cómo descubre el hecho?, por favor confírmeme cualquier información
sobre el paradero o indicios que me acerquen al antro de dichos bandidos.
- anuncia el Mayor Sierra por la
radio, esperando noticias, el radio oscila, y muestra un canal de línea Diez, a
la cual tenía acceso Efe, ya buscando claridad sobre la serie de asuntos. -claro mi mayor en el centro, donde
está la conflagración, era el antro donde habitaban. Allí en tal epicentro
dirigían sus acciones desde un bajo perfil, de asedio y persecución a civiles,
policías, sus familias y a otros delincuentes que consideraban no afines o
competencia para su actuar criminal. -,
-necesito que me exprese tal asunto con claridad, indicios y en persona, por
favor acérquese hasta el punto del muelle sobre el río de inmediato. - Efe entra de nuevo para despedirse.
Efe se despide de su lugar de
conversa, pero todas las mujeres las cuales están en ese momento en una
discusión, de la cual él se da por desentendido, y aparte, aparentemente; es
sobre él mismo en una cuarta persona.
La Tía Marta entra en estado de crisis dado al suceso, pero mantiene la
calma para no alterar al grupo. -Ve Efe, ¿a todo esto y entre otras, es que pa
dónde vas? - a lo cual responde,
sacando una excusa breve. Mientras toma sus elementos básicos de la mesa, es
decir las llaves de su apartamento, el estuche vacio del celular, el encendedor
brillante a base de gasolina, y la cartera que había dejado justo allí. -No tía es qué de verdad estas pláticas
sin café no saben a nada, ahí por la compañía; pero salgo un momento y vuelvo
enseguida.- las chicas miran de
inmediato, todas con una respuesta diferente, Yadira, en su arremetida, pide lo
impensable. - Don Félix quédese mejor.
la charla esta buena, además no sólo de café se charla, ¿le preparamos
chocolate u otra cosita?, no es sino que pida, qué “Ella” hace.- Andrea que no perdía ni la mitad del
tiempo para sorprender, además viene dolida en su sentir, debido al haber sido,
dada de apuesta negativa para la pretensión del amor por Efe, ya qué las demás
mujeres optaron por recomendar a Ella, para atender su amor, aunque Andrea no
se da por vencida, para una joven de 14 añitos, lo cual pudiese desear, debería
tener, además de la complejidad del entorno y la ambientación mediática, ya la
mirada de foco era más fácil, lo próximo lo indeterminado es decir, la vida de
estar por el progreso no era una opción fácil y más bien el usar sus
herramientas tempranas e inmaduras le podría tener igual a una gran oferta. -Don Félix, bien pueda estese aquí, que
usted habla muy bueno, además nosotras todas somos mujeres y la compañía nos
hace bien, y nos quedamos solitas, si usted se nos va - ahí Félix Ernesto mira
asombrado, mientras ella insta una sonrisa de mejilla a mejilla, aunque Juli se
digna y desmiente al tiempo el acto de la compra por completo, - he che, pero te vas? Y ajam, es que
¿Ella esta pintada? ¿No? Mira, acá hay, un paquete enterito de café, no es sino
poner la cafetera a hervir, y en 10 minuticos ya tendremos ¡café y listo! Y
como dicen en mi región, listo el café, y listo el pollo. - esto mientras mira a Martica esperando
aprobación, pero la cara de Martica es de incertidumbre y mira hacia el celular
que Efe tiene en la mano, fuera del estuche. – pues Efe sí, es que ¿sí hay café para
que vas a salir? Te preparamos un tintico a ti, además mire esa calle como está
de peligrosa. - y es así que de esta
manera le responde la Tía a Efe a lo cual en el cuchicheo la afirmación es
correspondiente para el sondeo, Efe responde de manera llana y concisa,
mientras dispone de sus objetos en los diferentes bolsillos de su
pantalón. – lo qué pasa es que hay
café en grano y yo quiero es café con leche, y por esto voy por café
instantáneo, pues sabe mejor preparado, así. - a esto ya no hubo una respuesta
esquiva. -además voy a mirar, haber
qué pasa con el entorno, ya no se ha sabido mucho y pues les cuento el chisme
de lo que está pasando, porque ya sea desde la sala o el balcón poco se vé en
tanto declive.- ya esto cambia el entorno y los cuchicheos de las chicas dan
un mejor visto, - hágale Félix
Ernesto pero será tal vez por el café, porque a nosotras el chisme pocon,
pocon.- todo se cubre de risas,
Félix salió en búsqueda de un mejor rumbo, esto trajo un poco de nerviosismo en
el ambiente, y dio motivo para continuar con el debate, acerca del cual debería
tener para sí a Efe, si Andrea o Ella, aunque todo así estaba claro, dado a
Ella recordár hacía poco había pasado por cerca de la edad de Andrea cuando
conoció a Félix Ernesto.
Efe Salió de casa de Marta mirando al
cielo y lleno de esperanza, aunque no tenía en sí algo de razón para
atemorizarse, sólo llevaba un radio el cual en apariencia era sólo un radio de
transistores, para la emoción de la emisora de joven Rock sonada, mientras
alternaban noticias y salsa. anunció su llegada próxima y la tensión del camino
hasta el sitio, lo cual daba ya un animoso aire de cumplimiento en el sector,
El teniente aún seguía en sitio, pero ya con la presencia de más efectivos y el
despliegue de tropas. Ya era normal, la
guardia estar en bajo, y más de posición de análisis sobre puestos alcanzados
del combo criminal contrario, al enfrentado, el humo invadía todo el sector
contrario, por la quema desatada en el antro adverso, lugar de persuasión y
perdida de persecuciones, es decir antro de guarida, allí se percibía, un aire
infernal, los bomberos habían dado con lo cual podrían determinar una puerta al
infierno, y cómo tal debería ser selláda y deshabilitada, la flagración dúraba
toda la tarde, la suerte de estar en boca al sitio, el metano no se había
expandído, eso dió lugar al huber un ánimo de continuar permanente y los désalojados no fueran muchos; míentras
Efe, mira ocasionalmente el humo, piensa,
/ahí está incinerada toda la inmundicia producida por seres tan
atroces,/ tan desviados, tan criminales, /que el fuego purifique ese tipo de
lugares/ inhumanos/ las calles
cuentan con éspectadores, pero no puestos tan fijos en los sucesos a priory, la
tención normal por la pérdida de los cadáveres, preocupa inmensamente a los
vecinos del sector, ya algunos venían alíados a ese grupo criminal paramilitar,
no habría tiempo para represalias mayores, ya
un grupo criminal había sido opérado por la cabeza, y así cómo la
serpíente, mientras podría tomar fuerza, fue por el contrario re matáda y átacada, y el fin era continuar
el acto de operancia en defensa y vigilancia, para no darle tiempo de
restructurar la forma bestial, de mantener atados a su estructura criminal,
paramilitar y terrorifizante, a las comunidades vecinas; era el aprovechar el
lapsus de crisis y operar.
Efe tenía ya su ropa de cambio, no
importaba el frío, así feliz, iba de jean, botines y camisa a cuadros manga
corta y la chaqueta al hombro por sí acaso; la mayoría de los vecinos husmeaban
desde adentro, de sus casas. Él era un
testigo mudo o un oficial efectivo quien desde la clandestinidad velaba sus
objetivos. Los ladrillos en obra negra habían sido testigos de todo, igual qué
el cielo y tal se manchaba de gris y esperaba soltar sus gotas de cambio, para
un suelo el cual aun contenía el polvo levantado y el olor de la pólvora
fresca, la sangre evaporada e ida por el desagüe, ya era parte de la labor de
los tenderos en su límpia, los élementos
eran párte de lo sucedido y
llevában en sí una verdad mayor, acérca de lo allí acaecido, el escenario era
frio, duro y rudo, los vapores se habían perdido en el aire mientras subían en
los nublos del holocausto, llamándo a las nubes máyores para descender bajándo
más de allí, y el agua limpiara lo cual no había álcanzado a ser cómo tal. La
lluvia seguía conjugándose en lo alto. El cielo se estaba nublando de apoco,
pero no como la pérdida, sino igual a un evénto mayor y acontecía en la tierra
de la sub urbe pero se manifestaba en el cielo, y las gentes eran testigos. Efe
caminaba viendo a la historia y esta les hacía parte de un hecho mayor y los
protagonistas sobrevivían en parte de la tensión y las verdades cuales eran
habito y la oportunidad del heroísmo, y esta era sólo parte de un momento, la
eventualidad del hecho, no más, el carácter y la virtuosidad seguía erigiendo a
los hombres, tal vez custodiarían el máñana, la verdad no era más ya el destíno
el cual favorecía el honor y el respeto sobre un todo. El manejo de la
creencia, era más la parte de la exactitud acerca de la línea de coherencia en
el materialismo icónico, el esistencialismo dialectico o la crítica curatorial.
Pero la discursiva existe respaldada y la palabra efectivamente existe en sí y
esta se alimenta y crece cual una espiral mayor, pero es la coherencia, lo debido
al tránsito a la posibilidad de existir en tales, o de resistir en cuales.
En una acera del camino por donde
transitaba. Así mismo del lado suyo, la ilusión del poder ser, la justificación
de haber sido, o de poder continuar, allí un par de niños jugaban entre la
acera, y en sus manos uno sostenía un puñado de vainiyas de balas, las cocas
vacías, eran parte del récord del suceso, el chico sin camisa, en pantaloneta y
con un par de chancletas las cuales arrastraba por el camino y en parte redactaban
el desgaste en escancia de la corta edad y sú mucho vivir, el otro chico quizá
el hermano menor carecía de prendas, no llegaba a los 5 años, y con un tétero
relléno de aguapanela con leche en el color amarillezco, miraba al hermano
mientras jugaba abajo de las tres escálas las cuales separaban la puerta de la
casa al camino de tránsito, las chancletas estaban impregnadas de sangre, pero
el chico de no más de un metro 30 ignoraba el asunto y atesoraba sus vainas,
una chica desde adentro quizá la hermana mayor, haciendo de cuidandera, se
asoma por un vidrio pérforado hacer entrar a sus pequeños, quienes hacían de
toda su vida, y de muñequero, mientras cuidaba la razón la cual tenía por
hogar, - para dentro pues, que ya
está por llegar la mamá, al fin. además nos traerá cositas, miren que también
se va a largar el agua.- grita la
niña ofuscada y vuelve dentro, el mayorcito grita con furor a su hermano, - bebé, éntrese usted pa qué lo vistan que
está en pelota, yo me entro ahorita que me faltan dos cocas de bala para la
docena.- Efe no lo podía soportar,
pero el dolor por las víctimas, no era menos fuerte al de sus colegas quienes
había perdido y ahora existían fuera de sí, los muertos daban el valor para
contener, pero las lágrimas no
alcanzaban a encharcar sus ojos, y ya le solúbraban su boca.
El Oficial Mayor ahora tenía puesto su
uniforme, pero en vez de botas de dotación tenía zapatos de diseñador, los
cuales brillaban hasta con el reflejo de los pocos objetos luminosos cargados
por la tropa, el mayor estaba frente a dos formaciones, una de una escuadra de
10 hombres completamente armados, y la otra de una serie de al menos 7
cadáveres tapados con un plástico negro; cerca del sitio, habían hombres
fuertemente armados custodiando en el parqueadero, en el cual, en todo su
centro estaba firme mirando su tropa, llenos de sudor y muchos con la
instigación causada por el olor de la pólvora, mientras los cadáveres secos, ya
habían escurrido hasta la última gota de sangre. La serie de olores mezclados hacían del
entorno la imagen más despiadada de lo qué sería una guerra del medio, la
frialdad con la cual aquel mayor miraba a su tropa era desmedida, y la tropa
rígida en su orden de haber perdido todo tipo de ordenanza o de regimiento, de
piedad o de misericordia, el tiempo había ya encrudecido la totalidad. Efe
miraba y se hiso al lado de la puerta, una placa alta y ancha de zinc pegada
por parches, reforzada hasta mas no poder, sólo tenía dos huecos uno de
fijación y el otro para pasar la cadéna en la cual es habitual poner candádo,
aunque la cadéna era de un grosor de alto estándar, Efe míraba a los perros y
cómo iban y olfáteaban a los cadáveres, mérodeaban al sitio y volvían; los
soldados continuaban en su discusión, uno levánto la mano y señaló a Efe, el
mayor se encaminó hasta Él y le invitó hasta llevarlo frente a la tropa, le
felicita por el operativo y pide apóyo a Efe para poner los cuerpos en el rio,
además cuestiona sobre el acto del incendio, las sirenas hacía poco más de una
hora giraban en el entorno, -la
Verdad jóvenes, lo único que podría determinar acerca del hecho, es según
informaciones de informantes, allí quedaba, uno de los peores escondites de las
bandas criminales del sector, era címo decir que los mandos mayores de esos
criminales que ya no están, habitaban ahí, dicen probablemente hayan sido
retaliaciones entre ellos mismos, el peligro sería una fuga de metáno interna,
aunque después de arder quizá ese sea el boquete, ya será imposible
encontrarlos, es todo.- los
soldados celebraron, dado a qué esto debería ser un todo y les ahorraría
trabajo. Uno de los soldados quizá una cabeza visible ahondó en el asunto. -muy difícil, comanche, que aquellos tipos
no aparezcan, ¿ahora que vamos hacer con el resto de los desaparecidos? - El
mayor inquiere, -con los
desaparecidos?- , -sí, con los que ellos nos han desaparecido a
nosotros.- el mayor cae en crisis de euforia. -haber re malnacido, setenta hijueputa, ¿acaso estamos en cuenta
chistes?, respete y deje la grosería.-
a lo que agrega el soldado;
-no es a esto a lo que me refiero mi mayor, solamente, pero el caso es que
una parranda de contrarios asesinos y mercenarios no merecen la gloria de una
estrella plateada, pero por otro lado no les vamos hacer homenaje,- ,
-a que se refiere lanza?- ; -a que a decir verdad, hagamos lo mismo mi
mayor, al rio, y chao pescado, esos perros no valen ni la mitad de la apuesta,
además por ahí deben estar más de la mitad de las victimas esperando a recoger
limosna para los entierros.- ;
-haber comandante Gutiérrez, usted que piensa sobre lo que engulle el
soldado- Efe queda sorprendido por
la frialdad de la tropa, además por el llamado a declararles sobre el asunto, y
así adhiere, mientras observa al rio crecido, quizá confundido, o quizá
ofuscado por la postura de la tropa y la negativa de entregar los cadáveres. – pues la verdad lo ideal sería darles
cristiana sepultura, em, pero a lo que da el momento, la determinación sería lo
único que les traería resultados oficiales positivos, pero implicaría abnegarse
de títulos- uno de los soldados interrumpe. De manera directa, -sí, pero también de investigaciones,
además esas locas se murieron por faltones, no por sanos ni santos. - ; -silencia soldado marica, acaso no ve,
que le están es dando órdenes come mierda?- Así en tono ofuscado le responde el Mayor.
A lo que el soldado igualmente ofuscado le refuta, -me vale un carajo mi mayor, ese punto
que determina el Capitán ese de civil, vale, pero la realidad es otra. Y la
verdad ni yo ni los otros queremos ver un canázo por defender a este país de mierda.
- -acaso me está tomando el pelo
soldado marica? ¡Hay no que miedo de la cárcel!, respete mas bien y póngase en
su sitio agrandado, mínimo es la lepra, y le quiere es pedir permiso a la mamá
si lo hace o no- responde Efe ofuscado. El mayor no aguantó más y se despachó
contra el soldado, -vea lanza,
usted está a punto de perder una hijueputa libreta, que es todo lo que quiere
en la vida, usted no debiera de andar con profesionales como nosotros, usted no
le vale el Ranger, usted no sirve, esto es pa machos, no pa muchos, usted sólo
me conoce el Sierra, no me haga que le presente al “MotoSierra” que sería así
mi otro nombre, pero con un poco más de agresividad. - y fue así cómo todo se hiso silencio. Nadie quería opinar, sólo Efe
o Gutiérrez como le llamaba el mayor, -haber
lanceros, déjenme terminar, que el palomo aquel de la paz de santa Colombia me
interrumpió, lo que les refería era, por un lado está el premio y por el otro
la gloria, a esos criminales ya les tienen de lista, pero esto sería una
operación ¿oficial o una no oficial? Puesto que sí ésto lo operó aquel grupo en
el que todos somos revolucionarios es una conjunción a exactitud – agregando -y esto lo premiara la revolución y la
vida, por ende; pero si es la fuerza que nos paga y nos mantiene a nosotros y a
la familia, estaría mal. - concluyendo
-ahora sí definan. - … - /pal rio. / - Opinan los tropa en conjunto, -y
ahora si ustedes lo permiten, entregamos dos o tres bajas de suma importancia y
los asesinamos ideológicamente, y las armas incautadas, algunas que queden en
manos del armarillo de la guardia civil conjunta.- en conjunto. Y se ponen manos a la obra,
menos el soldado joven, el mayor y Efe, quienes determinan aconsejar al joven,
acerca del hecho, -mijo esto es la
guerrilla por esto venimos de civil al lugar y por último nos uniformamos, el
ejercito oficial lo dejamos afuera, además estamos es acabando a los
paramilitares. Para poder salvar la gente buena, sino mire el semblante de
nuestro capitán. - el joven soldado
mira a Efe, y en medio de algunas lágrimas por su mejilla sonríe y agrega; -acepto mi Mayor y mi capitán, pero la
verdad yo no me voy a untar de ningún cadáver. - así tal cual es cómo el Mayor finaliza, mientras motiva al soldado,
con un par de golpes leves en la espalda.
-muy bien lanza esa es la actitud, vaya y apoye la escolta del camión
que ahora salimos para otro operativo.-
El soldado profesional quien solventaba
el cóma corpóreo del Sargento Prado, vislumbró un brillo de un matiz leve, el
reconocía a un franco tirador a más de mil metros rectos, pero claro era así,
ya qué él, cómo tal, ya sólo esperaba una ambulancia o la muerte pues sabía qué
le vigilaba, y merodeaba la escena cómo un buitre sobre carnaza fresca, era el
distancie lo cual hacía quizá no mirara
a Prado cómo objetivo, quizá ya tuviese distractores mayores, y sólo fuese una
simplicidad, tras la mira también el soldado enfermero intuía a una segunda
muerte, y tal les cuidaba a cada momento,
evidentemente era Daza aunque nunca estuvo la seguridad tan clara.
el cañon del fusil del Sargento aún
estaba cálido, y la pólvora no esparcía del todo, el soldado entre la atención
básica de un mentón partido y varias muelas perdidas, así cómo nervios y sangre,
toma el fusil y lo desmonta, observa rastros de sangre pero faltarían cuerpos,
obvia anotar el par de hechos, de actos del servicio.
los cuerpos ya se los llevarían
pronto por estar en la calle, fueron los únicos que reportaron, aquella calle
era transitable en vehículo, el Ambulancia, no debía tardar, pensaba mientras
instalaba el catete, al brazo de Prado, el fusil de Prado lo entregó al soldado
y pidió una intendencia para tal por el radio, nadie tenía una pisca de sangre
del tipo del sargento, al que le mermaba el pulso paulatinamente, el enfermero
profesional le aplicó morfina, para diezmar dolores silenciosos que pudieran
provocar un coma mental mayor, saturó la herida superficial, he hiso qué la
sangre siguiera fluyendo, debió sellar una vena secundaria con un catete y
alienar un nervio, calcinándolo con una cuchareta, y un repuesto de estufa de
alcohol, la quijada ya estaba partida y el elemento que le compusiera no era de
llevarle de mano, salvó lo más que pudo, pero Prado tenía /un coma impuesto
posiblemente desde las “catorce cuarenta hrs.”/ el soldado enfermero de combate
técnico especializado, inscribió en su bitácora.
XVI
Al
pedir el tipo de sangre en caso de que la ambulancia llegára, y gritar por
encima de los hombres civiles, policías y militares quienes adelantaban el
allanamiento en dicha casa del ritmo, todos
buscaron la sangre qué si tal fuera común, no era la más de todas la
asidas, el único quien al parecer tenía el mismo tipo de sangre era uno de los
tres también a la espera de transporte
vía al matadero o a la cárcel, era el joven quien disparó a la suerte, y en tal
trunco del azar, había ganado la quijada de Prado, salió al lado de su
compañero el cual sacaban en una bolsa de plástico, pero él era conducido por
coma debido a deshidratación en una camilla la cual bien habría sido de
muerto, aun que vivo y coleando,
ensangrentado con la sangre de su compañero, y sin rasguño alguno, solo él y
una señora demasiado vieja para ser parte de una familia, además una niña
señuelo, quien podría ser menor en edad de lo esperado o de su comportamiento,
al recibir los primeros auxilios, los tres fueron atados con cintas plásticas,
en una de las ventanas afuera de la famosa casa, el joven una vez sorprendido
recibió más de 7 insultos y un par de culatazos, qué de haber sido de hierro la
culata del fusil el cual le impacto, no tendría parte del suceso y no estaría
esperando vehículo alguno, además miraba constantemente su mano con medio dedo
perdido a razón del estallido del tubo del cañon del arma hechiza, y las
perforaciones por las esquirlas, el cuarto esperante o paciente por venida de
vehículo era el mismo Prado. El joven se emocionó en demasía mientras recibía
insultos de la vieja y la joven detenidas,
-por tu culpa descarado, mirá cómo me tienen, lacra malagradecida, no
mereces ni la comida que te he echado igual que a un perro con lepra.- replicaba la vieja la cual tenía más
arrugas que vida y una voz de contrabajo la cual más qué de Nosferatu era
gutural, quizá por el exceso de consumo de crack. La niña agrega a la serie de
propinaciones insultivas -no,
¡marica ya! Mirá en qué me metiste, yo toda una niña de bien, quien hace de
todo y nunca salgo a la calle, y mirame, estoy con la pálida, mirá, me dijiste
que había show y drogas, pero me tenés amarrada por tres días, en esa casa tan
asquerosa.- llamando la atención de
la tropa - Soldado suélteme que yo
no soy clienta de acá. - lo cual
ignoraban los hombres quienes en dicho levantamiento habían encontrado armas de
largo alcance de fabricación casera y extranjera, también de dotación y uso
exclusivo de las fuerzas de paz, además drogas por cantidades inimaginables. El joven, al oír qué requerían su tipo de
sangre saltó por encima de sí, el sobresalto no sorprendió a nadie más que así
mismo por el talle producido por las esposas, y más al ser del tipo de grilletes
sintéticas, -veme cucho, veme a mí,
aquí, yo, yo, yo, es el tipo de sangre mío, de buena qué sí, que suerte más
care vagina, es mi tipo, soy mi tipo, mirame, que vos sos de los míos, -
gritaba con su ojo en la perdición por uno de sus golpes, y la
resiliencia de qué así se podría salvar,
- cucha relájese pues y deje el visaje que yo la hago soltar, que donde
le sirva al parcero mi sangre, quedamos la propia mera elegancia, nos quedamos
es con el rancho y la ventica, solo perico, la familia Pérez de coca.- ellas se entre ríen, mas le da replica de
manera altanera, el joven a la anciana,
la cual mira anonada por la sorpresa y el enredo del joven quien
emocionado, le da todo tipo de esperanzas a la anciana y a la joven, y más qué
mentiras se hacían cual oportunidad, el soldado enfermero no vaciló en pedir le
acercaran al detenido esposado, y tomarle una muestra de sangre, para la
comparativa con la de la variación de tonalidad, textura y densidad era de
menos de dieciséis por ciento; esto trajo al enfermero de combate tomar, una
bolsa para el proceso, y una pelota de espuma junto a un aro de hule, esto hiso
motivar al joven, la señora anciana y la chica le hacían señas desde la ventana
en la cual seguían atadas, mientras veían cómo sacaban, piezas de armas y
drogas en diferentes empaques, las caletas habían sido casi evacuadas, sólo
había una como habitación de pánico, el jefe de ellos, había aprendido a
estructurar, cuando estuvo infiltrado en el cartel de Cali, la ruptura
fricciono parte del tercer piso el cual estuvo medio desfondado, el susto de la
mujer y la niña generó un impacto parcial en ellas. La vieja gritó instintiva mente, -lo agarraron. - de hecho el fugitivo había emprendido
fuga al ver caer el suelo en falso, sobre parte de los actores hallanantes; “el
tino” como popular se le conocía, estaba encerrado con parte de la presa que de
apoco había cercenado, su alimento casi crudo como le apetecía la carne no fue,
un todo para tener la energía de fuga, o el factor de sorpresa sobre las
tropas, al arrojarle sobre las tropas, las cuales deberían ausentarse en vida,
tomaron impulso tres hombres expertos en artes marciales y lo atraparon antes
de llegar, a dos terrazas más allá del lugar donde había partido, fue capturado
de malamanera, tras una serie de retorcijones en la espalda y una patada fugas la
cual le estalló en el cuello, y le hiso que caer sobre un techo, en el cual fue
atado y llevado por las mismas terrazas y techos de las casas de donde
escapaba, en la casa ya sin nivel, era enjuiciado por hombres de guerra quienes
nunca le devolverían a la vida, y serían
sus enjuiciadores por el caso donde había pasado de orden y, había llevado a
una población al peligro de extinguirse.
El hombre quien había recibido el disparo en el abdomen también recibió
sus primeros auxilios, no con la misma determinación que los tropa, y ello le
llevo a un punto cerca de la salvación, quizá esto haya conmovido a la vieja
para avisar. sobre mas asuntos, de los que las tropas oficiales
ignoraban. La vieja y la chica vieron
como después del estruendo y levantarse una nube de polvo salieran dos hombres
blancos, como pan harinado, y luego uno más herido, luego de una serie de
gritos se sentían los cargos hacia alguien y ese alguien se supone que sería
“tino”, hasta el punto donde por asfixia mecánica por medio de un cordel había
sido enjuiciado y judicializado, por crímenes de lesa humanidad, /se asfixió y ha muerto ahogado,/ era lo que replicaban los hombres quienes
lo sacaron, igual al hombre que le cayó parte de la terraza en la cabeza, sólo
tino fue puesto bajo el plásticos con los demás cuerpos.
El primer carro en llegar fue el de
criminalística, junto con los interrogadores quienes apuntaban sobre las dudas
acerca de las causas, de las muertes. La fiscalía en terreno ya tenía y
aportaba todas las informaciones. El
segundo fue la prensa y 20 minutos luego, llegó la ambulancia, mientras dirigía
el traslado de los dos heridos y el donante, el enfermero de combate vió cómo
la lente la cual les cuidaba viró lento y bajó la guardia. Y a una silueta
disminuida sacudír la gorra, en señal de bienaventuranza, al tiempo la
radio -soldado enfermero, ¿nos vio?,
le felicito por la labor, acompáñe a su hombre, que de él depende su
recompensa.- Mientras allí la prensa sólo hiso un enfoque mayor, en
la caída de “tino” uno de los mayores criminales y una de las figuras
resurgentes del conflicto al cual determinaban entre la lista de los mas
buscados, uno de quienes vigilaba el caso asumía, -como es que se nos ha escapado el
miserable ese, ¿para que caiga en manos de guerreros novatos?,- y agregando - pero bien muerto si quedo el
maldito.- No había sido fácil para
nadie, y menos para la vieja que esperaba ser transportada, en carro último
modelo o al menos en patrulla digna, a cambio era llevada en moto policial,
hacia la estación cercana de policía, y que además el otro asunto alegado era
el cambio de esposas y ser custodiada por una mujer policía, ya qué tal
prefería ser transportada por un hombre, pero en cambio era dirigida por un
mujer policía la qué le custodiaba la espalda, -a mí que me requise y me esculque bien
pero un falo, no una vala, que mujer soy, yo quiero es un macho, grande que me
trate con terror, y que me lleve en una elegancia de moto de esas.- alegaba la anciana mientras inducia a la
niña rescatada, tal aún con rastros de estados alterados por el abuso de
drogas, quizá una sobre dosis psíquica, mientras así le correspondía a la
vieja.
Tras los operativos, en el sitio,
así como en diferentes lugares, se dieron alrededor de 18 capturas, además de
las bajas en favor y en contra, las cuales no superaban a las 5 personas caídas
en combate, y dos heridos de gravedad de bando y bando, los detalles o
versiones de los capturados nunca coincidirían con la versión oficial, y menos
con las del noticioso, la mayoría bien
podría pasar el reste de su vida tras prisión,
nada de lo acontecido en ese círculo tenía claro el transcurrir de los
hechos conexos en el parqueadero y en la guarida del gordo, al que ahora las
autoridades le consideraban prófugo, igual al jefe máximo de la cúpula
paramilitar. -en estos momentos aún sigue bajo fuga y con orden de captura
permanente, además con una recompensa de un millón quinientos mil pesos, para
quien dé con el paradero o tenga información sobre el Negrote, peligroso
criminal qué huye de las autoridades, posiblemente se encuentre armado.-
la policía de menores, se hizo
cargo de la joven encontrada y así era llevada en contra de su voluntad, quizá
a un hogar sustituto o a una prisión preventiva para menores, en el mitin, vió
cómo se llevaban al sargento herido, una rara sensación le invadió todo el ser.
Era un hombre adulto sin camiseta, con pantalón, un hombre X.
![]()
El
radio operador estaba en todo el furor, de el audio del conflicto, las catorce
: cuarenta horas en el panel del radio, el contacto que había anunciado el
cabo, con la unidad móvil, y seguido una explosión a unas 4 cuadras del sitio
en la parte de atrás, para un ángulo muerto, y una chorrada de humo que invadía
el ambiente y decía en tono mayor, el golpe de aserción de guerra ha sido
contundente.
El clímax del combate cuál cúspide
quizá árroje sucesos mayores.
Él esperaba no ser sacado de su
sitio, y poder continuar en su labor, al lado de los otros dos soldados con
quienes custodiaban el sector.
De un momento a otro mientras el
guardia centineleaba la zona, y el relevante tomaba sítio para una siesta,
después de darle de beber al firu a las catorce : cuarenta horas, tiempo en el que ya por el cansancio,
el preso había cesado todo tipo de hostilidades, igual a un todo, y ya al haberse calmado, bien fuera por lo circunstancial o
porque no había medida para hacer otra cosa.
El guardia quién hacía de centinela, miraba los cadáveres y se
sorprendía por lo volátil y eventual de la vida misma cómo tal, de que hoy
podría estar la vida y no cavilaría en perderse en un instante, y que la
mantención de tal dependía de sucesos que parecían insignificantes. Mientras tanto los cuerpos perdían tanto el
alma como la sangre y no había oportunidad a rescate alguno, que esos
personajes se habían ido y ya nadie volvería por ellos; excepto la muerte, qué sería
la única en apiadarse de quien ya ha perdido la voluntad de lucha, o la
capacidad de lidia, seguían allí yéndose de apoco, a quien sabrá que plano, y
la prontitud era inmensurable, él mismo podría ser quien allí estuviese, o
ellos podrían morir tranquilamente para él, em pero su colega, su camarada, su
fiel socio o su mejor lanza, quien había dado la vida sin medir fuerza, y ahora
se debatía entre la vida y la muerte, quien así debía permanecer para quien le
quisiese, para quien compartiera con él, Prado su socio e impulso para
conllevar la vida dentro de la fuerza. ya era el segundo traslado juntos, y más
de 10 años de servicio el uno al lado del otro, quien le había mostrado la vida
y así lo qué era bueno o malo, Prado rechazó, hasta el último momento el
traslado por saber que estaría cerca a su familia, y vería a su hija crecer, al
lado del conflicto mayor cercano, la dificultad de entrar al área de crisis
mayor, y haber develado la oficina del crimen imperante, de una guerra sin
cuartel, y eran los criminales los quienes debían morir; detrás del cristal los momentos al lado de
su lanza orientador, le habían sacado una lagrima de excesiva grasa, densa; una
lagrima y no era una lagaña o un sucio, el vaho reflejado en el vidrio no era
símil al dolor que le sacaba, quizá la última lagrima la cual podía soltar un
macho, pensaba mientras le embargaba la duda por el socio suyo, quien mantenía
al lado, y compañero de guerra y de catre.
Mientras miraba al otro lado del cristal ensimismado, perdido,
desorientado, volvió de golpe, ya parecía haberse ido en el sueño aún estando
de pie, aún estando con los ojos abiertos, la lagrima cargada ya llegaba a su
mentón. Unos hombres con semi uniforme,
llegan a la escena, estaban fuerte mente armados, y portaban insignias de algún
grupo armado, pero con el criterio de optar por una conciencia en apariencia,
/con la crueldad de la guerra, para ningún civil, habrá una guerrilla que le
ampare. / recordaba esto como palabras de Prado en su oído, en muchos momentos
dificultosos. Vuelve en sí por segunda vez y esto ya le llamó la atención, eran
los hombres tomando los cuerpos para raptarlos, ya los estaban encaramando en
una camilla uno encima del otro, cuando encontraron dos traspiés, uno el qué el
par de cadáveres, estaban demasiados pesados, para ser llevados de impulso, y
el segundo el soldado de guardia sintió el anhelo de su hombre, y le extraño
tan fuerte allí tuvo las agallas de abrir el ventanal completamente, y
apuntarles luego de cargar el fusil en acto de intimidación, el cual al estar
cargado expulso el cartucho puesto y aumento el ruido de la carga, por el
cambio de cartucho montado a suelto.
– quietos par de lacras, ustedes no deben ser sino más que un par de
paras disfrazados de guerrilla, me hacen el favor y me dejan ese par de chulos,
que ya mas pa donde, los dejan quieticos tal y como estaban o los prendo de
entrada. - así grita el soldado, con ínfulas de
salvador, en todo su dolor parado desde el mirador del ventanal del balcón, con
la ventana, abierta por un lado y sin más medio que una reja, que podría caer
en cualquier momento. Los hombres soltaron, los cuerpos y en
menos de un momento, con las manos en alto, piden excusas. -no lanza, nosotros lo que somos, es
militares, - así, es qué induce uno de los hombres, agregando, - lo que pasa es que estamos recibiendo
ordenes, directas- mirando al
compañero -¿sí o no lanza? -, - claro compa, si, el soldado entiende, - responde el otro. Y agregando el primero. -es que, es solo que me deje usar el
radio, y deje de apuntar, yo me comunico con mi mayor a ver que ordena en caso
tal.- a lo que sustenta el soldado, estaré detrás de
la cortina algún intento, en falso, y los prendo a plomo, yo ya perdí todo, ya
que carajos.- luego del echo y acto
seguido, el hombre que pedía permiso se comunica con la base a través de un
radio de comunicación portable, y pide permiso para abordar el tema con la base
ocupada por los soldados, el radio operador, que al sentir el escándalo, en la
segunda planta, bája para avizorar el problema, y dar razón de lo que sucedía,
mientras el soldado quien estaba a punto de conciliar el sueño, se levanta de golpe
con la siesta suspendida. Firulais no
refuta ni ápside acerca del evento, ya en su resignación sólo piensa en su
salida o en una aprensión mayor. Desde
la radio, el Mayor solo pide permiso para entrar a la base, mientras hace el
llamado, insiste, porque le ignoran, él coordinando parte del operativo, en la
central móvil, insiste a la base militar en una casa civil la custodiada por
los soldados, desde adentro. y pide permiso para entrar, él y su escolta. El
radio operador oye la sintonía de la frecuencia qué da llamado al sitio, no
alcanza a intercambiar, palabras sobre el suceso de los cuerpos y tales ya
estan sobre la camilla y de inmediato vuelve a su posición en el cuarto de
comunicaciones, da aviso al Teniente, quien espera la baja de tención en el
momento, pues hace al menos media hora
habían anunciado la recepción del frente móvil de apoyo, y hacia menos de 20
minutos el inicio de los primeros auxilios, ahora era justo intervinir allí,
aunque la recepción de los cadáveres, no era fácil, y pues que el frente móvil
anduviera a lo desgualetado, por toda la barriada era algo casi inconcebible,
para soldados y más de su honor, era quizá el porte del uniforme, parte de
convicción por estar y verse bien cuál imagen de la Fuerza. Mientras el Teniente anuncia el inicio de
allanamientos, y autoriza la visita del Mayor a la base, la tención merma entre
los expectantes, de que todo esté mejor, el radio operador se dispone hacer
parte del aseo de la base, ya el rebujo
por el operativo impuesto es evidente, los otros dos soldados, lo tienen claro,
cómo el deber ser de inmediato, en menos de 10 minutos estaba allí, El mayor
Sierra, uniformado y con zapatillas informales, acompañado de tres hombres, uno
de ellos, muy joven. Tocan la puerta, de inmediato el soldado encargado de la
guardia, saca la serie de aldabas y seguros los cuales tenían allí, para
proteger la entrada del lugar, mientras estos, abren la puerta y se disponen a
dejar todo en el sitio exacto para la revisión, los dos hombres reciben ayuda
de un tercero, pero ya con el uniforme al día, y así levantan los cadáveres con
dirección al muelle del taller de mecánica.
El mayor no quiso transmitir la orden sobre los cadáveres a los Soldados
de la base, pero en la revisión y al observar a Firu parte de una coartada, para lo qué bien
podría ser un chivo expiatorio, del efecto “ojo de huracán”, el cual radica en
generar una sensación de calma, en medio de un evento de demasiada tensión, y
que de allí se adjudique o deduzca, qué ya todo pasó y este efecto logre un
resultado de llevar, el conflicto en plano, hacia el tablero, y reducirlo
psicológicamente en el terreno, y así se
crea que todo pasó y no fue tan grave.
-bueno esta semana vamos hacer lo que hacía Pilatos con el señor,- dice El Mayor sierra, todo un eventual
canalla. –por favor no me hagan nada
yo ya canté todo.- responde Firu, al
ver acercarse tres militares a la pieza donde residía el día. a lo que le
engulle el mayor sierra, - no se
preocupe joven, ya pasó lo peor, pero eso sí, tiene quien venga por usted, ¿a
recogerle en menos de 20 minutos?- Firu se azora en demasía, -¿a recogerme?, es decir a ¿llevarme para mi
casa? Ósea ¿hacerme, libre en 20 minutos? Eso está muy complicado puesto que
con lo que le he confirmado a Daza, ya todo se complicó, y así de peligroso se
podría tornar, todo, además quien vendría por mi?- , -usted me está viendo la cara o que mocoso?
Le estoy diciendo puede quedar libre, no que es seguro. Mucho gusto Mayor
Sierra para servirle. - , mucho
gusto mi mayor mi nombre es Federico, pero me dicen Firulais, o Firu que es
cómo me gusta que me digan. Y la verdad yo ya no le importo a nadie, por mi
nadie vela, mi mamá hace almuerzo para mí, cada 3 o 4 días, y es el único plato
del día en mi casa, además con este ojo hinchado menos que me van a recibir,
eso por todo es un problema, sí me entro después de las 10 pm, o que si madrugo
a las 5 am a entrarme a dormir, también, que si tengo novia, o si consigo socio
peor, ya ahora me dió por salir con quien no era, vea le cuento.- el mayor
inicio a reírse a carcajadas inmensurables, y sardónicamente, míra demasiado
serio al joven gritándole en la cara,
- vea Firu o cómo le digan güevoncito, me está encabronando, y yo
también tengo apodo pero no cómo el suyo, el mío es peor, quiere oírlo? - , -por supuesto mi mayor sierra,-, - cuando estoy querido me dicen Sierra, Sierra
la puerta, Sierra la mente, Sierra la ventana, y yo me río, y es demasiado
gracioso pienso, pero cuando me enervo, cuando me encabrono o cuando me emputo,
me dicen Mayor MotoSierra y ya nadie me pide ni mierda. Gran marica- y
así mientras le miraba ojo con ojo y mientras hablabá en tal tono de gravedad y
las esputas salían de su boca le empañaban la vida, y le recordaban al rincón
de la mamá, mientras le tenía nariz a nariz, sacó el Mayor un puño pechero, el
cual sólo le empujo a tal medida que le envió a la silla donde descansaba
minutos antes. -así que llama a tu
mami para que venga por ti, y que se apure porque de lo contrario, te iras a la
guandoca por todos los cargos que te podamos montar, incluso insubordinación, y
a la autoridad que no es nada, y además, abuso en la retención de la palabra. - Firu desmadejado, mira al mayor que le lanza un
teléfono móvil el cual toma Firu y lo usa sin vacilar, de allí llama a su mamá
y después de mucho insistir ella accede pasar por él a la base militar.
Efe observó, cómo los soldados iniciaron
arrojar los cuerpos de los criminales al rio, el rio que nunca respondería por
los actos, y que así, se llevaría sus verdades y sus misterios con sigo, ya
nadie querría pensar sobre la verdad de lo que callaba el rio, ni de lo que se
habían comido sus corrientes, ni los pedazos los cuales nunca volverían a
juntarse; las historias de los andariegos, que cada vez se tornaban más
cruentas, y los personajes más despiadados caían a un río el cual quizá, por
récord histórico sabría que no era lo qué el merecía, ellos no debían ser
arrastrados por una corrientes y el rio mismo en antaño arrastró a los nativos,
que en verdad fluyó en línea con otros tiempos, y no sólo cargó flores, velas y
frutas mientras lavaba los pies de los sadus, mientras se perfumaba con los
cogollos de la ganga, y limpiaba dredlos y enredos que ya iban a parar a mares
más turbulentos, donde también emergían y zambullían y sumergían guirnaldas,
fuegos y anchetas. Así sin más, ni más, en la medida donde el rio tragaba
personas se hacía inhabitable, insumergible, impotable; las personas que ya no
lloraban a los muertos porque de apoco vivenciaban
lo que habían comprobado de sus vidas, porque ya conocían los destinos y el
proceso honorario de cada persona, las refrendaciones no bastaban con ofrendas
a la muerte, la vida no era cuestión de quien quería llevársela, la vida en
juego no siempre gana, pensaba Efe, que veía tanto por las orillas del rio que
ya con el ansia de lluvia. Y con las aguas del sur venía crecido, y arrastraba
en sí una borrasca mayor a la cuál podrían traer las nubes qué se veían venir
de apoco. Cuando se agrandaban se tragaban la Luz y dejaba el sol en su etapa última
de declive al oriente dado.
El Mayor Sierra se acercó un
momento a Efe, y elogió las agallas del joven soldado, asumiendo la valentía de
tal, para negarse a dicha labor, y concluyendo da opinión al caso. -Guchi, se dio cuenta de que dieron de
baja al “tino” se quería auto denominar el “clandestino” pero con la facha de
que sólo se movía entre paramilitares, tenía más de 80 cargos en su contra, fue
una lacra en vida, ese cuerpo por mí no irá al rio, sino a una sala de velación
escoltada para que no se roben el cuerpo y digan luego que era el Ché de los
caparros, esa gente sí que ha avalado el capitalismo de la crisis de valores y
el mercado humano, es que yo con una motosierra aun soy humano, ahora sólo
falta pelarles al viejo y encontrar al “gordo” entre esas tres ratas tienen más
de 60 millones de dólares y siguen tratando con gente, a mí me duelen son los
niños y niñas; ellos, no tienen la culpa de tanta maldad.- para Efe era todo, él ya había entendido
la magnitud de la operancia. – claro
mi mayor, es verdad, eso de lo del Ché, lo más probable es que ni siga vivo y
uno le siga creyendo, pero para gallinero maluco sí que existe zorro, vea que
dicen que el escondite de ese criminal que llamaban el gordo perro negro o el
negrata, era el que estaba en llamas, demás lo cogieron con el papel para el
baño vía al batroom y no alcanzó a llegar. - el mayor abrió los ojos. - será Gutiérrez que pelamos dos pájaros
con una escopeta? - , -porque con un solo tiro ni a bala.- repitieron al unísono mientras volvían
con pocas rizas al estado tal, de quietud y meditación, el cual generalmente
ostentan los oficiales. Efe también
asumía al respecto, y opinó sobre lo importante qué podían llegar a ser aquel
tipo de hombres, pero lo dificultoso del tracto por el rumbo y la fuerza de
lidias las cuales debían optar, Efe se despide cortésmente del mayor y desde la
lejanía levanta la mano a la tropa la cual queda entusiasmada con la visita,
-mi capitán sigue vivo, a mí me tocó cuando era un swiche, todo un caso, el con
su estrellita por todo el valle. Todo un comanche. - opina uno de los dinosaurios de la fuerza, con más de 19 rallas
en la prensilla. También comentan entre ellos sobre la suerte de haber
entregado todas las bajas, además sobre el llamado de atención al comando. Efe,
De ahí en inmediato tomó rumbo a la cafetería donde elaboraban el pan, se sentó
por no más de 5 minutos, la gente había vuelto a la normalidad aparentemente,
él no quedaba fuera de nada y más que muchas de las tropas del frente Móvil de
las Fuerzas, habían tomado posturas de transeúntes, vendedores o curiosos. Luego de comprar unos pasabocas de harina,
pasa la calle a la tienda y compra un frasco de café instantáneo y un litro de
leche, así toma rumbo para la casa, nada era fácil, pensaba mientras observa la
atmosfera, que era extraña más qué mezquina, acerca de la series de sucesos, el
sol seguía en declíve y en medio de las montañas del valle se seguían júntando
las nubes oscúras, lo cual hacían lúgubre el espacio y daban no sólo a recórdar
lo violento de la jornáda dominical, la dificultad de la eventualidad, y el
dásato de una problemática, solamente demarcada la crisis, hasta el conflicto
del desarrollo al punto de la opérancia y el combáte, y el refugio de la fuerza
en las guerrillas, única opción para calmar a un pueblo plágado del mal, y el
pueblo ha buscado, más la libertad, autogobernarse, pero no ha asumido la
responsabilidad de autocracia o autocritica, pero más qué ésto el desarrollo el
cual debía estar a costas del progreso. Tantas veces quedado en manos del mal y
aquel barrio en una pequeña montaña de desechos, era para la muestra un botón,
así alrededor se mecieran barrios de vecinos en busca de ser pudientes, y de
entre aquellos estuviera, Ella cómo razón para el mismo Efe. El cual sin
vacilar veía en aquélla semi cúspide, álzarce en llamas el recuerdo del gordo,
uno de sus mayores enemigos, y uno de los criminales más buscados, del récord
del gobierno estátal. Así ahora con la clarídad de los hechos Efe o “Gutiérrez”
como le conóce su tropa, camina frasco en mano y Leche y panes en bolsa de
papel, hacia la visita que debía continuar en la casa de Martica, él después de
retomar la chaqueta, y un porte corto además de cargar un poco el radio y
elevar una oración sobre su alfombra favorita, retoma rumbo donde Marta; ya
está terminando la tarde.
El Teniente Daza luego de ver cómo están
los hombres en medio del operativo, y el allanamiento reporta resultados
congruentes, además la manera del apilar los cuerpos, él debía reportar zonas
de confrontación sniper, para legalizar cohechos, ya en la baja de la operancia
toma un proveedor de micro taco, es decir un proveedor que contiene 45
cartuchos ultralivianos, y no es usado para matar, pero sí para disipar y
diezmar fuerzas de opositores. El soldado admira el proveedor de taco, además
por no poder ser reutilizable, o recargable, el teniente le explica su función
y le dice que en caso tal, bien podrían usarlo y más por la baja de la
confrontación del combate, así toma el rifle, lo desmonta, y lo carga con la
munición de titanio y aluminio ultraliviana, que además en su especialidad tal
no arroja vainillas fuera del fusil, en un soporte concentra la pólvora, y en
otro espacio las ojivas, las cuales en una capsula de platino, las instala
proporcionalmente entre, ya que suministra recursos entre la ojiva y la
proporción de pólvora idónea para la
detonación, el fulminante se activa por el cerrojo pero es una carga eléctrica:
las detonaciones deben ser más silenciosas, así el tubo de fuga y el cerrojo de
martilleo recargan, pero es el taco proveedor el que provee, el que suministra
la nueva disensión de munición; lo cual
da mayor adaptabilidad y así al no hacer mayor ruido por la poca pólvora
gastada, además por el peso ahorrado en cartuchos desechables y la livianes de
la munición regenera, un arma de bajo impacto pero de alta efectividad y
productividad, mientras están con el encarrate, teniente y soldado tendidos,
gastándose los últimos insumos de snacks, sin pensar en abrir las raciones de
comidas, sienten el gran estruendo, una terraza se estaba desplomando, era el
suelo del tercer piso, en la casa del ritmo, allí caía, parte de la
construcción que se desplomaba, el polvo se levantaba como una nube de
obstrucción visual, dos hombres los cuales custodiaban el techo, señalaban y
avanzaban hacia alguien, como objetivo, Daza cargó y al visibilizarlo le mando
al carajo con efecto de aplome, volumen, viento y velocidad, concentrados en
varios disparos de inmovilización, lo cual al prófugo, le mermó energía, debído
a esto, uno de los hombres que le perseguían álcanza a impactarle una patada en
la nuca, lo cual le baja, y dado a esto le atan y llevan hasta dentro de la
casa, era el mismo Tino que hacía años perseguían, y para mala fortúna no era
la unidad policiaca que le llevaría a prisión, era la unidad militar en una
confrontación donde la guerrilla daba atestaciones y resultados, ese sería
llevádo a una corte marcial. Por una
línea de un canal cerrado, inician el juicio de squarter, contra uno de los
criminales más perseguidos, la corte marcíal la regían, un capitán, un mayor,
un coronel, un teniente y dos milicianos o sub oficiales y atodo todos
coincidían, y así, daban las ordenes que
dictaminó un enjuiciamiento: /a la orca./ Todos tenían razones, para no
adentrar en detalles, pero sabían a que iban, mientras transmitían por la
radio, y se consumían las baterías, donde el cambio había exigido una tercera,
los vehículos se llevan de apoco las incautaciones, los heridos y los muertos,
los presos van para la policía.
Al zarpar el soldado junto a
Prado, el soldado no aguanta y levanta la gorra en señal de ánimo al herido en
combate. El teniente les da moral por la radio mientras baja el monóculo, por
donde les ha observado desde eso de las catorce : cuarenta hrs.
La
señora mamá de Firu llega a la base militar, y encuentra fuera de ésta, dos
hombres con overol lavando la acera, ella venía acompañada del hermano mayor de
Firu, las sirenas de bomberos no paraban de sonar, y de sacar gente de la zona
de mayor concentración de gases, eso a unas cuadras del sitio, pero más lejos
del área en crisis en la reconocida casa del ritmo, ella ahora mas cerca de la
conflagración, a unas pocas cuadras de la base. Queda en crisis tras la impresión de ver la salmuera en el suelo
de la entrada, ésto le hiso llenarse de augurios y le sorprendió, al punto de ponerla
en shock, la señora no sabía si caminar por su hijo o si retroceder, el joven
que le acompaña, la pasa por un lado, tomándola de gancho por el brazo, ella
piensa en su hijo y los amigos de su hijo, entendiendo la serie de sucesos, la
dificultad no era de ella simplemente así, era el barrio, por el cual luchaba y
donde vivía, y que en una mañana de domingo todo se volcó a convertirse en un
campo de batalla.
Ella llama a la puerta empujada por
su hijo mayor, el menor sale moreteado y con rasguños, aunque semi tratados,
así mismo con un par de raspones, ella asume perennemente la felicidad de ver a
su hijo, sin camiseta, y a punto del ser conducido hasta ella, el hermano mayor
firma un acta de compromiso, por el menor de edad, y es citado a la guarnición.
Los tres parten del sitio, pero la buya del recinto por tan emotivo momento
suspende la eventualidad del espacio.
Efe
llega con los panes ala casa de Marta, después de hacer cuentas, en su tiempo
han pasado ya más de 5 horas y media desde el inicio de las confrontaciones, ya
está cayendo por completo la tarde, él trae la bolsa de papel y el frasco, las
primeras goteras, caen sobre él, esto le hace sentirse a tono para comenzar a
asentarse la chaqueta y subirle los broches, como a un abrigo y ahora a
objetivar su escampadero. Ya está fuera de la casa de Martica, la noche pronta,
más las nubes foscas hacen que oscurezca más rápido de lo esperado, al entrar
nóta que sólo quedan Ella y Martica en la casa, Ella está entre dormida,
recostada en el mueble y Martica se ha ido a su cuarto, -oye Ella, ¿dónde se han ido Juliana y
las otras mujeres? - Ella medio vuelve en sí, reponiéndose del
sueño. -según creo Juli ha ido a
cenar a casa de Yadira, y la tía Marta está en su cuarto. - , Ella responde entredormida, Efe le
contesta en bajo tono. -Sólo duerme,
está bien. entré, así no más… duerme un poco, Yo, preparare el café.- .