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martes, 28 de enero de 2025

Feliz año.

 El cielo está puesto en la parte más oscura del firmamento, justo allí, donde ha orbitado tanto el final como al principio del año, las nubes traen las humaradas impresas de las fiestas relacionales en los meridianos, y cada año usa su siglado de index, de un año a otro, las pólvora apenas reposan, y los globos de recreo salen en sus filas de orozcopo celta, y de final de año gregoriano.

Los olores de las ropas nuevas y los tips de los conjuros o los rituales de costumbre, para la noche mas larga dentro de la cabañuela del invierno, ní el día anterior, menos el festivo del día siguiente, ya ninguno da a la merma de los licores y humos para la celebración comunitaria del año nuevo, así como en el reste del globo, el año viejo se pasea hasta la media noche en la gran expansión del territorio, y el sol qué no se enciende y no se tiene a ciencia cierta sí volverá.

El día de la variable tradicional, al calendario de sincronario occidentalista, el cual entrealinea las funsiones clásicas de las medibles de tiempo, una de las diversificaciones de la motivante para el víro del ciclo de soles, los ciclopes mahories ya tendran visto al terruño y la orchata para hacerce a su sole del mañana anual, aprovechandose de las segundas cabañuelas para enardecer las vacanales de los prontuarios, y las bolas de gases, sólo motivan a los basurales de los nuevos siglos, y los metanos propanizados, y se imagina aquel héroe llano, tanto el filtro del briket, cómo la válvula del colosal carruaje, y las sulfaciones de los escapes, y del au platinado fundido en aquellas depresiones, y los siñes de los planos de las arideces y los bochornos mas las imposibilitaciones qué parecieren eternas.

Sol ausentado, se abre la cercanía del encuentro sólstico, tras un encuentro milenario al inicio un reino eterno, hasta el momento entrante, se abre un margen de noche tensa, pues la fiesta avivada, aplena desde el callejón solitario al lado de la tienda de drogas, donde el hambuente densificado en solventaciones y humaradas, las alternidades de las músicas modernas colman los sonidos donde se explaya el humo, ya de allí hasta la tienda de mercados la cuál se aglutina de clientes en busca de cervezas y vallenatos para ahuyentar al frio de diciembre.


La pólvora tal vez llegue con la baja de la prontúd, la cual entre abre al nuevo ciclo y devela el ya iniciado.

martes, 24 de diciembre de 2024

Tarde Nativa.

 El día aquél, se había púesto, en medio de la semana corriénte, la nochebuena a visperas, la ciudad colmada contrario a las metropolis del norte, provenientes de las magias televisivas, pues la calle tropical, pero helada y seca, aparece saturada de personas entre compras y afanes de la fiesta del nacimiento, la variable de las Pascuas Baticinias, no ha sido nunca una sorpresa el día en el cúal se alinean los círculos cronogramicos, para mostrar las fiestas del "rey quitao", es decir las fiestas del final de la dinastía de Cronos, la fecha alguien ya la ha evidenciado señalandolo o trayandolo al caso del futbol, y es qué, si qué ha sido una falta, pués los tres relevantes para Pelé, cómo es el caso de la corona del soccer mundial, nada raro el antecedente de acostarce siéndo rey y amanecer con el imperio "des-coronao", es decir sín corona, y pues casi un caso similar sucede en el pop, en el futbol se hayan Maradona, igual en desceso o imposibilitación mayor, y le acompañan Zisou, ya retirado o el actual campeón del mundo, el casi legítimo heredero del trono al balón pie global, Lionel Messi, el nuennito 10 gaucho.

En el pop pasa lo mismo, pero el descesado patriarca de la música comercial no se afana, y por más qué el reggaeton se toma al mundo y Daddy yankee se converza al futuro en su religión, el conejito se disputa la usencia al lado del Rabit Slim Shady, pero Bruno Mars, por otro lado no colma las filas esperadas en el sur, o más bien se presenta al streaming desde la casi ausencia de la actualidad del espectáculo, en síntesis, Messi no bacila, para remplasar a Pelé, pero Mars aún no sabe sí la música seguiría siéndo un negocio viable. Esto sólo hunde más en la incertidumbre la realidad del rey muerto, rey puesto, no de "quitao" a colocado, em pero, si define parte de la actuliadad, parte de la duda grande de Ruben, al día 24 en la víspera de navidad, asido en su barriada, la polvora por poco opaca los pickups, pero él sigue en su construcción de tesis apoteosica, púesto qué si Cronos entregaba la corona, el uso de sus glandulas  ¿que deberia haber entregado un duke al dejar su sobrinado? 
En las dinámicas de hacer su parte para la concreción de su investigación final, el joven Ruben, vuelve ha ahumarse la parte restante del cigarrillo al lado de la ventana, el 24 de diciembre justo a las 5:50 pm, donde el rigor del llamado a la fiesta navideña, le invitaba a integrarse a los obreros que en aquel día ya inician a disponer de sus conjuntos dicembrinos, de su ropas nuevas, y de osar bebidas, comidas y músicas guascas, norteñas, tropicales, andinas y antillanas, en mayoría, las jocosidades de las mísmas más ejercicios de concentración para calentamiento, las bebidas, y la concentración de un afuera aparente, las aglutinaciones, inician en los corredores la medicina se dá para evocar la noche mas larga del invierno, donde incluso el centro del meridiano arcaico de lo habitado en la antigüedad se oscurecía y enfriaba lejos de la esperanza de un nuevo sol, y qué más la coartada para bien del compartir o la enseñanza bajo los signos del niño Dios o San Nicholas, así en el ensueño se visiten las los rededores ya sea de los pesebres o los arboles para recordales el compartir de la navidad, las filas de la ultima novena de aguinaldo colman algunas filas, o mas bien las convoca junto al paso en listas de participación, los casbeles, las panderetas y los silvatos se cubren entre la emotividad, para la fiesta del nacimiento, y la ciudad congestiona en conjunto su circulación, apenas se insinúan los espaguetis de las primeras luces evidentes. Ruben continúa en la ventana, sín perdérse de la distancia de su nota, la música tropical paréce un tanto replegada por las alternatividades, otra generación retumba al extraradio, es evidente el naranja del ocaso, los alumbrados del valle iluminan los rostros, los cantos de los villancicos engalanan el frio de los vientos estacionarios del norte, el naranja y el rosa mutan al cielo disponiendo al poniente entre celeste de paso al acuamarina, el sol pasa entre viendo una luna la cuál colma el aire sureño, las longas luces del metro, en la congelación de la luz, superan al resto, la ciudad oscila, pero ya modula, de 110 a 19,0 wts.
El hielo del cambio frio/calor, el cual al paso por la cuenca, séca, y conjuga y endurece el hielo, quizá suspenda la escarcha, así héle el ambiente, los cristales quizá se alongan, como hilos de araña delgados he invisibles, tal ves sólo sean largos cables o hilos finos de hielo, los cuales al evaporarse se aglutinan y se vuelven nieblas o al compensarse y condensarce, mutan en aguas, pero los hilos de frío los cuales y arosan rostros, aunque el valle no enfríe tanto cómo el Altiplano, o los nudos de los paramos, quizá el estado de refracción también replegue a la nieve, ¿dónde apuntaran los clarificadores de aire?
El doble cristal de la ventana, permíte ver discretamente, aunque el fuego del compartir esté encendido en los rituales eclesiásticos, afuéra aún existen, sitios ha dónde no se mira,  y el tener de marco pleno la estabilizacion de estado, ya da una calmita primera, Ruben no se abandona, pero la noche cómo tal, enciende el Espíritu Navideño, lo cuál sería la fiesta de elección de la Divina Providencia, el Pramatma,  el Kheter, Ata Ala, ó El Nirvana, en el ungido, o Cristo.
No todos están atentos, al estado del año, las fiestas se conjugan, la pólvora no debería estar afuera tan cerca de los niños, los vidrios vibran con los ecos de la pirotecnia, pues al mesclarce a las anubaciones sercanas estallan junto a las ritualisticas nativas, la natividad evoca cenas, las noches mas largas del año, evocan bebetas, las nubes estallan y se esparcen, y el cielo se da al destello, pero no hay agua, la estática nos recuerda los cuentos difuminados de lo efimero u utópico de la historia, las barreras de contención de los regalos, no están todas para el ritual, algunos pequeñuelos antes de las nueve ya estrenan sus traidos, los cerdos parece que no fueran ha extinguirse, a pesar de lo apetecido y demandado del tocino, los folclores culinarios dan reflejo, la pigmentacion hace reflejo, la embriagues hace perder reflejos. La botella a los pies del arbol, y Ceraty y Redman en el reproductor, y ha Espinoza y Unamundo a las fichas de referencia, Eliseo Herrera y la Fania en las calles resuenan en los ecos, y se entrelazan al nuevo lance el cuál ha traído la calma de la noche navideña, el espíritu de la natividad recuerda el misterio del nacimiento, muerte y resurrección y el poder de lo escrito haciéndose en el transcurrir de los años.

jueves, 5 de diciembre de 2024

Clase de sol en la tarde. B - 2

 

2. B

El maestro mide la hora de la clase, con relación al sol y la sombra, desde su clase impartida, ya en la perfilación con la distancia entre el desayuno y la media mañana, por tiempos de comida; de igual manera mide la cantidad de cigarros, y así en su recuento lo faltante o el ajuste de la primera mitad de clase del día, su destíno está púesto, los alumnos por lo menos se mantienen tendidos a la asistencia, la persistencia doctrinal acompaña al terruño casi inconquistado, todo con el afan de la defensa, la cartilla y los términos brutos de la Granada, se encuentran en función del desarrollo doctrinal e ideológico sobre el márgen enfactico Paezino y Mutista o Torresista de la royal junto al marco de riales de la Gran Colombia, la sombra de los arboles tiende la permanencia a base de buenos términos, el mejor proceso va en una orientacion histórica, la ruptura reformista y constitucionalista transversalmente en sus planes y agendas por vez primera visita a los campos, la inercia de la radio sumada a los más media, desde allí complementa un progreso diferencial, la ruta de los destinos confluyen. Tanto él cómo ella vuelven a conspirar, el ambiente diafano del sol y la niebla se vuelve hayar, la media mañana para el anuncio, casi les podría descapotar a todos, los colibries de los montes, de la casi jungle inexplorada, de las tierras del vulcano, de la energía la cual desata al trueno, el jaguar pasa no tan lejos del salón, bien pudiera saludar las reses, y evitar al igual qué los chicos, a los perros, a las serpientes y a las moscas, los mas pequeños no se inmutan afuera, la palabras encontrada trasciende la lógica de los heraldos comunes, el castellano se ha enamorado del ichin de los mayas, los sahmadies ya inician a oler a caturros, sín aún pensar en más planos, la cumbra del Medellín antiguo encuentra la proximídad de Caracas, Fernando Gonzales y Rodrigo Arenas compartirían clase en su transversalidad con Manuel Mejia o el mismo Simon Bolívar, la reconfiguracion temporal, y el profesor vuelve la mirada a su ruana, desde lejos ve las planas de los menores, los cálculos y las letras en aplicatividad de talleres diferenciales, el salón está lleno, incluso hay quiénes se hacen en suelo de baldosas virgen, a los pies de los pupitres de la primer fila, adelante del cubo doctrinal, justo debajo de la pizarra, para adelantar su educación. 

El profesor dejando los espacios de designación, en deberes, y el salon en completo silencio, llenando sus espacios de sus tareas, utilizando desde hojas de cera, hasta pizarras de madera pintadas a mano, para hacer trazos con trozos de cal y volver a borrar, con el dulce abrigo rojo. Ha nadie le impiden sus quehaceres, la concentración de los alumnos en silencio, los pinceles sobre los rollos, las heraldicas signan los clanes, las reflecciones demarcan las rayas y los grafitos, sólo resuenan los lápices de carboncillo, la cal y una que otra pluma o el escaso esfero del profesor, los caligraficadores siendo estregados sobre papel por los estudiantes, el refuerzo está pleno, el profesor mide la luz del sol para la hora del desayuno, y para dar el campanazo.

Él la mira a ella, y cambian de dirección las miradas, conforme al encuentro de visiones, pero cómo todos les admiran pasan de inadvertidos entre un todo, aunque los brillos atractivos de uno a la otra de una al otro, les permíte dar al flujo, de vistas, por poco el encuéntro dicta, de qué cada cuál aprecia la belleza del otro; El profesor les hubiése saludado al encuentro de miradas. Ya la sombra en el patio está justo al sentido de encuentro de tiempos, el sol en su ascenso medio. El cigarrillo del profesor, pára de ahumar reposado en un cenicero al costado de una de las ventanas del salon. Él en sú quietud, observa al resto del salon, las alpargatas, las botas, las sandalias, los tuntun, zapatos de goma, cuero o/o de caucho, los ponchos, bufandas, sacos, fracks, hatas, pañuelos, busos y ruanas, los indigenas descamisados, los bigotes y bellos y glándulas o senos aún prematuros, casi desarrollados en elemental primaria, alumnos mayores de edad intermezclados con menóres, el pizarrón torna diversos lenguajes. 

En la pedagogía presentada, la gestal exterior del profesor no inquieta a Simon, un menor de edad ilustre, quien en la mitad de las edades del promedio se hace en el nicho escolar y se estima, pero ademas se siente en controversia, pues admira a una chica y ello le hace sentir feliz pues le admira, pero tambien lo lleva al estado de avergonsamiento y ésto lo lleva hallarse en estado de encuentro de emociones.

Ella sentada, sín centrarce en algo más qué su estudio, mira con gracia a Simón, pues es modelo de ejemplo, y se queda suspenso en el tiempo mirándole, ambos responden con la mísma timidez, él pernota la mirada con los demas compañeros, desde los impecables hasta los del final de la mañana, y todos aguardan al descanso, pero, la vuelve a mirar, él, de cejas pobladas, de nariz roma refinada de ojos claros, los cuáles cambian de hasta 5 tonos en un día, dependiendo de la luz o el estado de ánimo, con algunas pecas y algunos lunares, con el ánimo del libertador, con la sonrisa de Rodrigo, y con la esperanza del trono NeoGranadino, pero ella en cambio, tiéne la luz del reflejo mísmo del alba, el rostro manifesto de la gran Satanatana, y el ahínco del trabajo en el rubor natural, y el cabello mejor tratado de los demas cabellos, y de los labios más puros y las palabras dulces en las pruebas y de las respuestas pertinentes, pero ella en cambio pernota el verlo a él, y tambien se evade de la ventana con la mirada en la gran inmensidad andina, viendo cómo los lisfez de entre los arboles del patio posterior y de la huerta, se alinean dando indicios de la hora, y justo a la proximídad, el profesor saca su reloj de bolsillo, y luego de revisarlo, abriendo la tapa con calma, alza su cabeza algo frustrado por el revés de la cuerda del quarts de bolsillo, el marca tiempos prensado en su saco atado a su cadena y las marcas de sus signes, revisa de nuevo con la mirada, el sombrero de bombacho descansa en el perchero, luego de la revisión ha algunas cosas de su habito simple, y con vista al grupo avisa a su alumnado.

-prepárense para la hora del desayuno, tomen todo lo debído en orden, pero antes hubiquen sus deberes estudiantiles en buen sítio, no sea qué borren lo adelantado.

Y los díspone para la salida al descanso, ya una guisa foranea ha traído, hasta el aula de clase, las onzas del profesor. El salón despierta, y el profesor sale hasta la puerta, pide a los alumnos contínuar en el púesto hasta luego de anunciar el descanso, y justo encíma de la puerta en la parte de afura, una campana recide los salones a los cuáles al galope del émbolo resuena sobre la cúpula y prendiendo la algarabía de todo el vergel, o la verada mísma, y se avalanzan con impulso hacia afuera los alumnos.

Ellos dos, no han definido el presente de su desayuno y se miran y miran al profesor y se pierden eligiendo, pués preparan su salida de apoco, el profesor les mira de nuevo y les observa, hasta qué sugiere.

-creo qué ustedes dos, Malela y Simon hoy tomaran el desayuno juntos, pero requiero que lo hagan pronto, y que abandonen el aula de clase para poder yo también tomar mi refrigerio. 

Así salen juntos y se miran, pero conversan poco, y ya buscan el mismo arbol para sentarse a su sombra.

miércoles, 20 de noviembre de 2024

Clase de sol en la tarde B - 1

 1. B


El sol ya casi pasa de la parte media de la tarde, la campana en cualquier momento bien podría sonar, el acantonamiento en un cuarto enigmático de tantos jóvenes, con tantas lesiones y por tanto tiempo, mantiene al pequeño niño ido a una realidad extrambotica, de hiperconectividad neurologica y de hiperactividad motriz, de la hiperactividad, casi hasta el colapso emocional diario, aunque en la adaptación escolar, el ya ha aprendido mas a disimular que a autocontrolarce, y le parece casi verse al lado de los chicos del curso, pero de los grados menores, quienes al igual que el ya toman clase de punto en el asunto, sólo que en los grados bajos de la doctrina educativa, de la institución educativa de la vereda el roble, quizá  el primer salón visto en la historia de los altos, peladeros, rodaderos, planes y cumbras de la cordillera andina aunada, cerca cualquier otro corregimiento de la extensión geométrica en la dimensión patrica, la cual cualquier roble o cualquier robledal, le hubiese dado el nombre de adagio aun sin mapeo cartográfico definido y mas aun sin razón de punto de existencia fijo, pero allí aun sin trazo definido, sin catalogación gentilicia reconocible, sin mención vitalicia de taza, o de referencia enciclopédica o mención resurgente permanente frecuencial o modulativa, existe aun sin fronteras milimétrica establecidas, sin dogmas de existencia percibibles, o sin rituales mas allá de lo acostumbrado. Y recibe clase el chico, aunque para el tiempo joven, pero para el proceso viejo, casi catorce años para estar en quinto de primaria, o de sus complices que de entre 8 a 10 años, ya inician las sendas educativas matutinas, idas por pensum educativo de basics, y apenas entran a primero e iniciaron, empero para los años del inicio de los tiempos ya casi todos están predispuestos para los aprendisajes de las tablas, aunque no pareciera bien, para el nacimiento de la escuela pública elemental y de primaria, y más ha series de  jovenes quienes pernotan casi por instinto acompañado, la concepción de la existencia y aún sin concebir en estos la adolecencia.
Pedro, se distrae, se descentra y se recoje pero aun sín adaptarse al plano, sín dar manejo en pleno, y aún así parece autodominarce, no casi autodeterminarse por impulso, pues por lo menos no tiene ya más ganas de ir al baño, pues ya se vale por sí y no haya dicho, seña o postura, o figura o forma distractora valida, y evita en todo ha no evadirse más de lo justo, y se haya qué no mancha más pizarra que de lo justo, y ademas reconoce el plano mínimo de uso entre primero y secuencia o determinantes según su postura y su agrado, ya aún sín ni por lo menos vislumbrar al hecho sonero en la existencia y ni la mas remota proximídad de pueblo de lo cuál sería a futuro en la colegiatura. El en su inocencia de campo, ha visto la flor de la cual el néctar le ha envaucado, y el temor de verse mal ante su amor vislumbrado, lo cual no entiende, así bien, le pone en su razón de manejarse en pleno dentro del marco común, para no inferirse en su proyección de persona favorita.
Ella toda con su delantal por encima del vestido, y sin lucro para enaguas de boleros siempre, indetermina casi que anulando por completo la existencia de los demas chicos varones en su plano de existir, además de aserce pionera del grupo de procesal, para la instauracion de un sexto grado, ademas de haber pasado casi por encima de alumnos querubezcos o lucifericos, quienes desde grados anteriores le observan, y ella se da postre de lustrera pero tambien se pelea entre chicos y chicas su hegemojico poder multi disciplinario. De rostro fino, nariz pulida la cuál casi parecería esculpida de lo perfecta, en semejansa de una obra de ensueño.
Él con sus shorts de cargadera, con las esperanzas de los sueños, con botines de caucho, la bota casi por la mitad del tobillo, sentado en su pupitre, recibiendo ajuste doctrinal, no está sólo frente al maestro en letras con su hermano, se haya en el salon de las clases, en la escuela montunesca granadina, allí ni la quebrada mas próxima se siente, y todo parece ausente, pero se ha encontrado serca aunque fuéra de un márgen común, en la posibilidad de acceder a su clase cotidiana, lejos de otro márgen, en los cantos y en el aprendisaje de lo básico, complementado a su educación complementando a su todo,  precísa lo diferente, el cambio existe delante de las aulas, y allí, lejos del parque, la primer placa condicionada para su educacion, en la ruralidad, las miradas aveces hayan afinidad, la clase es cuasi distractora, la doctrinal dentro de un mismo salón segmenta. Los tiempos de los grados por filas, la bandera inicía a existir, el amor cubre las doctrinas previas al recreo, la enseñanza modelo, los jovenes apenas hayan los salones para las clases, el cabildo permíte igual asistentes, los nasa, o el campesinado en conjunto, esto ciñe la cepa conjunta, esto determina la aflorante raza, ya tiene a los voluntarios menores tras las aulas de clase, la gestal de ideario se haya para menores, se aviva la lucha tras el analfabetismo. De encuentro dos miradas casi aún infantes, casi diferenciales y adelantadas, las cuales se encuentran dentro del arco del aprendizaje, y se distraen de nuevo, el profeser continua por las filas organicas de los grados, todos quieren ascender a quinto, todos quieren izar bandera, todos se quieren, menos ellos, pero en su juventud, apenas se encuentran, y la empírica y rutinaria ludica de la vida del campo, pero lo libre y febril que resulta la independencia y la pureza de las bordes del monte, y no sólo en sus aguas, del márgen de la selva virgen y el inicio de la vida, pero el inicio del amor conjugandose, y la inocencia repele las pretensiones, la intención perfila el proceso de castrinación, y los furores de instinto se difuminan casi cómo los tiempos sin función, ya a los jovenes les encanta y les lleva a compartir sus noblesas, la guerra quiza se haye en una distancia prudente, pero la educación es el primer fuerte de defenza para el progreso de los pueblos.
Un cristo arriba de la pizarra comenta del estado laico instaurado, él vuelve a querer perder la mirada en la ventana, el despeje de los cerros, las tapias de la escuela vieja, las listas de apellidos, todo gira en un mejor tono, los cuadernos de apuntes en hojas, las pizarras de apoyo, los morrales y las mochilas, los ajustes y los carbones delgados cómo las minas actuales, y el papel encerado y el collage, y los casi papiros en bruto, las filas están casi exactas. 

viernes, 8 de noviembre de 2024

Clase de Sol en la Tarde. 4.

 

4.


Sólo bastó un campanaso, pero otro y otro de mas, para remover por completo al estudiantado, enfilados y entumultos y en individuos desde el patio hacia los salones, la disputa del N partido en la cancha de gramilla, se quedó hasta el ultimo gol, cómo anotación de victoria, ya más de la mitad de aquel equipo ganador había abandonado el juego, y los pasillos atulmutuados dan entrega de los jovenes a las aulas, los chicos esperan ya al final de la tarde bendita, tal vez las visitas o tratos inesperdos sorprendan la tarde, el desarrollo del pensum común propone ajercicios, la tarde ya en dos, dispone luego del descanso la continuidad de los deberes, pero apenas afinan su disposicion, rifan sus puestos, plantean el furor último de la expresion, la algarabia se modúla procesalmente al cambio de espacios. Él en su paso entre aguarda, al igual ella, y caminan con la levedad de los asuntos al mismo rumbo.

Avanzan y se expande la onda intra sonora del silencio, algun qué otro ajuste de sillas, y el pasillo limpio, de ruido basicamente, el orden en retorno, y avanzan y así al silencio. 

Las clases se reanudaran en segundos.

-buen descanso.

-bien, seguir conociéndonos.

No hubo mas palabras y se dirigeron ha casi que pasar juntos bajo el marco de la puerta, y que ni hubiesen púesto un muérdago para la espera de los comensales locales, ellos entrantes, el salon ya casi en en orbe de las primeras letras, pero la pareja casi nupcial para muchos, y el acompañamiento visual de todo el salón, nadie opinó, pero todos les vieron, el profesor en su última postergación parecía hubiése dejado la papabra para luego del cortejo visual, dado al acompañamiento casi de revisión de registro perimetrico del salon a la pareja, el orden de impecabilidad aurica, quizá por la juxta de la perplejidad.

-hayó compañia cada quién. 

Comento el profesor en bajo.

La joven Abril antes de sentarce entra al sonrroje.

Ya que la division de miradas, aunque en sus andentros se defiende explicitamente en dirección a su orientación. 

El joven hace lo mismo, huyen de lo encontrado de la citación, con las miradas centradas en cada uno, y las miradas cambiantes.

El profesor sólo alcansó a entre notarlo y aprovecha para su ajuste trimestral, e impulsa con ahínco en el silencio de los pestañeos, y el chirrido de la tiza contra el margen verde de la pizarra, define en letra script "quiz".

El silencio, suspensivo llega a la dominancia, lo progresivo, ha silenciado casi todo, menos al amor. 

jueves, 17 de octubre de 2024

Cuentos del conflicto III, La Otra Voz.

 III

"otra voz".


La pelea por alcanzar la antigüedad de vida militar, de aquel joven en su vida de lancero, quién luego de términar su curso de ascenso de ranger ha llegado a una unidad regular, donde enves de sub alternos cómo esperaba, ha hayado compañeros de orbe en su rango, así cómo un plano de acción el cuál le da llamado ha ejercicios de tropero dentro de una tropa; él el ganador de aquel curso de ascenso el cual más qué inducción le ha dado meritos para ejercer especializaciones militares en su vida de cabo segundo en el ejercito aleman de cualquier nación, con sus marcas de fuga en la espalda, con la marca de una clica antigua japonesa tatuada en su brazo, ha pasado a formar parte del grupo excelso y ya, hécho un ranger internacional, aquel hombre de tropa esperaba almenos más razos en su compañia, pero ve el marco de su rutinaria vida de eleccion, ademas la camaradería de rango le brindaba mas acción común, al del resto de su cuadrilla de breguería, en una infanteria, en un choque estatal, no regular; así las tareas aumentaban la exigencia para el esfuerzo de dicho cabo segundo del ejercito nacional, quién esperaba llegar a una tropa para dirigir, para comandar, para situar y dar directrices, comentar condicionamientos y dirigir tropas menos expertas, gente a quien dirigir, a quien comentar, con quien departir su experiencia, bajo un control voluntario con el enfoque de su liderazgo, su criterio, su formabilidad, su conformismo, pero ha resultado el qué no sólo ha encontrado su realidad temporal, donde sus rangos no sus inferiores regían a su lado y disponían de sus propios criterios, y pues él quien así esperaba sus horas de soledad y quietud, su postre con sus lentes de sol, sus privilegios de comandar, su mejor ración, su brillo por encima, su porte, su clase, su distinción, el prestigio cultivado recobrado en sus instruendos cuán aprendices doctrinales y tácticos, su malicia y dominio y aceres de mas valor, la dominancia mas en rango qué en papa, el tiempo era nada mas el valor del ascenso, él un superior de clase corroborando su hecho, denotando su milicia, su maña, su timo, su picardia y su malicia lo cual añora la mistica, él el cabo no el "mi cabo" acababa de encontrarse en la sujeción de la dominación jerarquica del estrado símil, pero los aventajamientos los cuáles le contenían, operativamente en compañía de un comando de dos sub alternos por un sólo rango, y cuatro compañeros de rango 2 similares y 2 superiores, así había quedado en el medio, sus ilusiones llanas al deber operar cómo razón, pero sín aún medir sus razones experimentales o aplicativas, ya se venía en quiebra emocional al entender practicamente su situación, las definiciones de su vida en la puesta de proyección, le conducían a un nuevo planteamiento, pues su exigencia le postea en el merito, pero circunstanciálmente le ha expuesto al punto donde le ha llevado a una dinámica de presente, donde debe regenerar, su agenda de expectativas, del ordenamiento volvía al deber, pero con la exigencia de su postre y su margen de logro, la dinámica ahora puesta en mayor, el son dificultuoso de rendir, pero el entender la pausa y el descanso o la acción y la interacción, en sus oraciones ahora pedía por sí mísmo para ser su unidad en la parte suya de su equipo. En la realidad el torno compuesto le asentava a no direcciónar y si atender, a no inspeccionar y si ser inspeccionado, a no regañar y en ves ser amedrentado, y muchas otras lúdicas, aquel sub oficial con el rango de Hitler tenía en sí una apuesta la cual no iría al juego conjunto, ahora le toca reiniciar con una segunda mano, no todos tienen la misma oportunidad, por llegar primero él siéndo así de su escuela, há encontrado a su tropa, en una situación de orden de conflicto en área, y ahora también recibe su orientación. 

miércoles, 9 de octubre de 2024

Clase de sol en la sombra. 3.

 3


Han compartido frutas, cómo bananos y granadillas, un termo con café con leche, algo de cereales, ochuvas secas y brevas o higos cómo también se les llama, semillas de granadas y de pepinos y de ahuyama, más maní, corns, ajonjolí y almendras, una par de tortas de chocolo algo dulces de su naturalidad, y unos caramelos, tradicionales. Aparte de cuentos, historias y relatos cotidianos acerca de sus propios eventos, algunos pasados, otros próximos, sobre sus paulatinas observaciones, apreciaciones y perspectivas cercanas, quiza miradas, quizá guiños, y la polémica jovial acerca de su propia identidad o las generalidades de los vecinos y los forjadores en los ascendentes cercanos, personas en común y sitios de interés, para él no ha sido nunca la mujer de sus sueños, ademas de lo jovenes y la sensates en sí, pero sí qué se ha hecho a una amiga la cuál le compensa alguna parte fuera del eros romántico adolescente, la cuál si sentía requerir, aunque en distracciones lee algo interesante en ella; mientras ella, si evidencia en aquel joven todo un, semental y colosal espécimen, en reflejo de su cercana madures sexual, aunque sí sentia un atractivo antinatural, mas había encontrado casi un amigo quién le cóntara sobre el mundo exterior, afuéra de su historia clasica, de su pasion por el violín, o de su gusto por el hard rock, y del contraste y el ánimo por la fantasía conjunta, y también se perdía en los cuentos magicos de las historias de sus templos y del contorno del pueblo acastillado, el cuál habítaran, eran ellos dos, una historia la cual se hacía entre jueguitos con hojas e historias de amores y de personajes prófugos de sus libros, él sólo dará opiniones sobre las dinámicas filosóficas, metafísica y hermenéutica, mientras los encuentros de los amores y romances los cuales trae ella hacen en parte al contraste de una amistad naciente, él aveces intermita o se entreduerme en clase y se pierde distrido, ella mientras, admíra lo despistado del joven. Y encambio él sólo ve alguien mas allí, aunque por momentos se despista queriendo ver su sonrisa o por lo menos el rubor del rostro cuando debe opinar acerca de algo, pero ello no viene directamente a la conversacion, pues ella le ha seducido y da seducción sin pretenderlo, hacerlo, aun sin serlo, pero ella si vé en él un hombre prepuesto.


La gracia de la tarde, la congestión mediatica, la puesta en perfilación, los lindantes en la vida, aquel encuentro del retorno, la sinergia del mundo, la inercia correspondiente dentro el matís en contorno, afluncia en lo aparente, el cambio relacional de la revolución cultural, el linde mediatico, el pop de la produficiencia, posturas encontradas, las puestas diferenciales, las conjugaciones de dinamicas artísticas, los gustos sobre estilística, la estetica del transfondo, la variable acerca dé. Y por supuesto aquel encuentro, el volver, para apenas pensar, el compartimento de intercambio, ya la atmosfera la cual ha quedado, parte de la escencia en lo sín importancia, lo cuál ahora ya hay un relevo, una observación algún análisis, y la campanada les devuelve al sitio, pero no han intimado ni la mínima parte y el receso se hizo corto, y ascendio el amor aquel, cual se ve envanecer, pero aún no tiéne la fuerza de la cosecha, más qué en si la del primer fruto de otoño.

miércoles, 2 de octubre de 2024

Cuentos del conflicto. II La Trinchera

 II

La Trinchera


El camino al cielo no puede ser lo mismo a una trinchera en un barrio, una trinchera improvisada, subpuesta, expuesta, el improvisar con objetos para complementar la seguridad, aunque el color, la distancia, el volumen, entre otros asuntos sería lo cuál tiende a ser diferencial entre un ataque indirecto y una exposición completa, en la receptacion de un ataque, fuése de dónde fuére o con el arma qué fuese.

La protección del grupo prima, y apenas inicia en la construcción y ya se imagina sentado allí para ver pasar a las muchachas con dirección al colegio, cómo también para dar requisa a borrachos o autos sospechosos o paquetes peligrosos, y recuperar, dar rescate, husmear o revisar a hurtadillas y cuadrar negocios de base, él ya se ve ha sí mismo, expuesto y afuera de la trinchera la cual apenas construye, mientras mide posibles sitios de blanco, así como posibles pocisiones de defensa, y vé los ataque en sus tangentes y razones, midiendo el efecto de respuesta temprana medida y justa; Aunque ante todo, primeramente colóca su poderío por encima de todo lo otro, mientras otorga poder destructivo a su arma y se perfila ha algún arma de acompañamiento para refuerzos futuros, y mide tras su labor ataques directos con arma blanca, arma de fuego o explosivos, convencionales o de algún origen extraño o afines o internos y los repulsa en respuesta entre lejanos y distantes, grupales, individuales o masivos, siendo el último el mas lascivo e imposible de los demás.

Un razo termina de improvisar su trinchera justo en la periferia de un pueblo extenso, cerca a los altos de la selva andina, la trinchera la cual improvisa en pleno calor del alza del sol en la media mañana, se yergue entre escombros, piedras y demás objetos de improvisación, los cuales dieran protección en cubierta y defensa segura para salvaguardar su vida y la de sus compañeros, pero entregarla por El Dios para defender las ciudadanias, en caso de ser necesario; 

Aquel joven razo, no ha podído descuídar ni un sólo momento su armamento, y ha tenido qué mantenerlo en sí mientras adelanta sus labores de labregueria en la unidad improvisada, él teme, no todos viven su dinámica, gentes pasan con dirección al pueblo en la mañana de aquel domingo, esto le perturbó algún que otro descanso matutino y pues las labores le han tomado el reste de mañana, su actividad parece minuciosa, y qué tal buscáse la perfección, junto a su unidad se han posteado allí y preparan base, se toman o recuperan al casco urbano, en el margen nadie quisiera saber de nada, él aún sobrevive metido en su uniforme viejo y desgastado, y con el cañón en limpio, mientras anhela conocer el pueblo donde ha desembarcado en la plena penumbra antes de la madrugada. 

miércoles, 25 de septiembre de 2024

Cuentos del conflicto. I La Mocha.

 I

LA MOCHA.


Los movimientos casi controlables de su pecho, pues las palpitaciones de su corazón pareciere que no tendrían un lapsus de limite, tanto en replicas cómo en la presión.

Despertó anonadado del lapsus de casi pánico, pues la perspectiva abismal entre su ciclo de concepción de irealidad y reencuentro en realidad, le han traído la sensación vana de sentir un calambre en su pierna, pero la diferencial le ha casi que dislocamente hecho por un lado entrever su cumplimiento con relación a su meta de mocha, un poco mas adelante a su concepcion de irrupción de su servicio, no había despertado abbrutamente de su ciclo de sueños y despertares, antes de su primer año, ya la barrera, le puso hasta el deleite de su remesa de antigüedad, pero fue sólo instaurar un camino sin proyección lo cual le condujo, hasta entrar en su razón de estar, la luz en los cristales filtradas por la cortina le hicieron verse en su habitación, pero el entumecimiento y calambre le dió a un encuentro mayor. El resquebrajamiento en aumento por las roturas de las ramas y arbustos cercanos a su punto de crisis, le restaba oportinudad de conducirse libremente, pero el traquear incesante de los matorrales de un momento a otro se convirtió en series de ráfagas incontroladas, contra sus humanidades, y el grito de uno de sus compañeros en descanso, sólo ha sido en recuerdo en transito.

-emboscada-

Para la madre del resto, él solo con su arma y sus impulsos de vida, no alcanza su armamento de acompañamiento para su munición plena, sólo su fusil y su proveedor estándar, le conducen instintivamente al refugio en algun hueco tipo trinchera con el fin de improvisar su respuesta, pero nunca entiende en sí en su acto de reencuentro y proximidad, cuando aún entrando a su escondite, una sola fibra de cabulla, le destapa un resplandor infinito, en su brillo le ilumina pero le revienta tanto las fauces cómo la cara, y le enceguese enseguida, y el exceso de fulminación le apabulla el ser, al punto de su sistema nervioso dejarle uera, y siente así un calambre recorriendo fuertemente cada poro de sensibilidad, perdiéndose enseguida, y trayendole hasta su cama, pero en búsqueda de su pierna derecha y al no hayarle plenamente busca el contorno para hubícarse su prótesis y salir por otra calada de su cigarrillo de marihuana anestésica, así estira su mano, pero al volverla así por no haber podido agarrar algo, nota como su pierna al fondo sigue en su lado, milagrosamente y recuerda la diferencia pero retorna la imposibilitación al intentar agarrarla, y es así cuándo cuando se sienta al bordo de su cama con dificultad, y en su último intento sorpresivo, ve su mano desvanecerse al intentar agarrar su pierna, y en su manquez absoluta piensa para sí.

-no ha sido mi pierna aquel capitulo de los 8 meses de servicio militar obligatorio, es perdida de recuerdos quizá aquellos 12 meses de esta realidad la que me ha dejado sin braso./  

con el cigarro en su boca agradece mientras humea y discrepa para así en vos baja.

-quiza volviendo al sueño algún día termíne aquel servicio por completo.

martes, 17 de septiembre de 2024

Inferencia. 6

 6

El camino preséncia la sonrisa mas mágica, ya que el sol se ha abierto, para un medio día de frio, el sol se ha entre abierto cubriendo el camino de una luminosidad, dónde las piedras y el barro cobran luz, pero la calle pavimentada se ha tornado de un plateado especial, el tiempo se ha abierto, el tiempo entre el camino, ha hecho a los cogollos de los arboles estallar en flores las cuales varían, y anuncian que ha pesar de la ciudad ser de una primavera eterna, hay ciclos especiales para refulgír y ser parte del tiempo, así la primavera predomina en abril es viernes el domingo será de ramos, en un espacio cíclico el mesías acaba de nacer, pero los arboles mismos en los diversos tonos del desierto que se ha reverdesido, así el camino toma un aire especial para una tarde de clase, pero las flores de Nogales, Guayacanes, Duraznos, Limoneros, Olivares y Palmeras apenas muestran parte de la historia tras los techos los cuáles se doran con los rayos acaecidos, y dan muestra de la bruma, pero también, muestran a la espalda, los platéares de los techos de zinc, los aromas a barrio en los cortes de las maderas recién puestas, los pantánares de las rutas improvisadas, y la misma esperanza que lleva el chico, la contiene el viejo quien intercambia sonrisa, es la misma sensación de quien sale a la puerta a apreciar sus flores, solo que uno ya no se sorprende, el otro acelera el camino, pero los dos sienten lo mismos, uno disimula, pero es la misma sensación de esperanza con un nombre diferente.


miércoles, 4 de septiembre de 2024

Una Noche. Cuento.

 Una noche.




-Empaquen todo qué ha llegado el camión- susurrra el cabo de la unidad de instruccion de lanceros, y en cada carpa con la luz de su reloj enuncia la orden -tenemos media hora para empacar, formar y embarcar.

No hubo más.

Alistar y empacar, la tropa dispuesta en la orden.

El joven aún confuso por lo sorpresivo del desplazamiento de base, no concibe la ida sín tenderse a lo pronto de la partida, su arma está puesta justo en el plastico de cubre suelo del acampamento tipo vig back, para trópico frío, en una longitud de 2700 metros de base sobre el nivel del mar, el efecto solar da, un clima fresco pero algo frio, la humedad se neutraliza un poco por la densidad de las montañas, el agua fluye allí por grandes cantidades; El alta campiña, la gran cumbra dibujando cuencas en las proximidades de los picos, el viento fresquea y hela los valles de las alturas, cómo un águila, se hace al tiempo y despacio, con la menos luz, con el menos ruido, con la menos bulla, va desarmando su vivienda movil, y arma el morral, mientras su lanza, arma su equipo de igual forma y disponen de alistar todo lo posible, sín acelere y de manera impecable. 

Al despertar había vuelto de una manera extraña, y un raro presentimiento le invadió el todo, él en su tropa concebía ser parte de la frontal de lucha, más el adoctrinamiento ideológico de las fuerzas armadas le ha dispuesto a él y al reste de sus compañeros, aunque en la base practica las posturas conforman estatus en sitio, esto levanta discordias, pero incita a la conscerción de dualidades en la construcción del cuerpo conjunto, el cambuche de vig back, está por más de 3 días en un mismo sitio, aunque los movimientos en zona han sido constantes, no se ha dado el estatus para permanencia por la dispocicion de la unidad, el llamado en clave les dice que deben acelerar un poco la estancia. Aunque bien la fuerza tiende en respaldo la seguridad, estan bajo la presión constante de omisivas, lo extraño de los efectos de grupos criminales adscritos en favoravilodad, ademas el hecho del porte de indumentaria les hace objetivo practico para armarsen, el respaldo común no basta, el respaldo al común les hace fuerte de unidad, pero blanco de la criminalidad, y ésto les lleva a una ilícita legalidad de camaradería en el porte y el cuidado de su propio parte. 

Fue una serie de golpes asestados, y de una respuesta táctica, a lo cuál realmente ha sido un ataque a cuchillo, y la respuesta fue de una arma blanca mayor, y el grito dentro de la tropa del defensor. 

-muere por la espada del ejercito de Bolivar- grita uno de los soldados aun despierto, lanzandose machete en mano, en defensa de su unidad.

El frente mixto resultó por varios flancos, la defensa de la unidad plantea no hacer disparos ha menos qué sea necesario, por otro lado la fueste atacante busca encender la alarma del dispositivo y luego de hacer estallar entre sí la tropa, en objetivo evidenciar el sitio, aún en tactica puede ser bien sólo un comando de la muerte paramilitar, pero el sólo ataque de respuesta interior o la autoconfrontación, podría resultar fatídica con la tropa defensora.

Pero el adiestramiento táctico de las fieras de tropas, resulta ser base de respuesta, aunque en el ataque táctico al joven quién empaca y recuerda parte de su dejaboo. En el momento antes de la noche plena o la protúd, volvía del puesto de acompañamiento al pueblo cercano, junto a su unidad mínima, sólo tres, pero en tactica básica de operancia, uno de ellos evidenció ha un aparente campesino furtivo, escabullirse entre el bosque, lo cual alertó, pero en el momento sólo ríen, uno de ellos corre, hasta el sitio en un desplazamiento de saltos tácticos, y ríe señalando al espacio, -acá está la guaca, ¿han visto al espanto?- en completo sigílo, apuntándo con su fusil al sitio. 

Se dispone a formar y vacea su recamara, mostrando limpio el arma para la revista antes de la partida y el pensamiento general continúa develando en la misma forma de un sueño en irrupción.

-acá nos estariamos muriendo, de noser por que les ha sabido a vergüenza la vida.-dicta el capitan comandante de la unidad de guerrilla, donde forma una seccion de 25 tropas, para una unidad de infanteria de bloque de 50 tropas, entre razos sub oficiales y oficiales.

La guerra de los carteles había sido casi qué decretada en la fase sucesiva a la guerra de las guerrillas, una mara de samuraias del ejercito imperial fundamentado al día en la heredia Bolivariana, miembros de una yara conjunta en la confrontación de implantar dominio sobre la territorialidad adscrita en su transito expansivo. 

La respuesta habría sido fulminante, de no ser por la especie de alarma extraña, donde el desplazamiento paramilitar muestra refuerzos y dominios del medio, y plantea un ataque para rebajar la imagen militar y de paso el ahínco guerrillero, o mas decir de inteligencia o fiscal, para la presencia y el control instaurativo de seguridad en dicha zona. 

Esto en manera transversal, había dadose aquel joven al sueño, pero al despertar de hayar ello, un compañero perdido y una baja por su grupo, mas el estallido en otro espacio, le dió a disponerse en guerdia, y confrontar, ha un tercer incrustor, y apuntándole con la boca de fuego de su fusil de dotación colombiano, perdido en la duda de entender sí alzar un disparo de alarma o abatirle por la fuerza, pues apezar de permanecer allí mas de 34 horas, el objetivo nocturno no es visible completamente, aunque una sola chispa, un sólo chispazo les podría evidencíar a kilometros de distancia y como objetivo serían presa fácil de armas de largo alcance. 

El enemigo está ahí, y reconoció al espanto de minutos antes, aún sín entrar en pánico, comentan luego de algunos golpetazos, sus compañeros /tenemos a otro/, sólo qué el enemigo ha visivilizado el explosivo dominante de la pieza de artillería, aunque en blanco atacan al material antiexplosivos del cual la base es anfo, y el aturdimiento lo había vuelto al sueño. Las cuentas finales, y el temor por la sucesión de actos, pero el retorno del sueño sobre la pesadilla y el reconteo breve, ya en proy3ccion formaba con su morral a los pies cuál casa rodante o cual caparazón de calamar marino, le espera para el abordaje, aunqu ahora en ves de camión un elicóptero de carga les espera, preocupado por el abordaje, ve nuevas unidades operando para la respuesta, y su nave se aleja en los cielo nocturnos cargando las tropas, y aquel joven dispuesto respira de la sorpresa y de la gratitud de seguir al lado de sus compañeros. 


lunes, 2 de septiembre de 2024

Clase de sol en la sombra. 2 cuento.

 2


La colma del receso, ha llegado; la discurrencia de las dinámicas instructivas por parte del maestro, sólo demuestran que el tedio no sólo nace o se hace por parte de los educandos, ya súcede la mitad de la tarde, luego de aquel joven mirar para todos los lados, fijarce en cada peinado,  en cada lustre, cada cubo o cuadro de yomber, cada pliego de cuello, cada escueto de letra y cada aptitud sobre leciones, apenas encuentra su sitio de nuevo, entre el cubículo pasado hecho pupitre, al lado de sus compañeras y compañeros, vuelve con el campanazo, para el recreo, la tarde transcurre sín más. Tiempo académico y la enseñanza básica, los codices éticos en transcurso, la omisiva del anuncio, y se pasan al lado de sus compañeros, viendo la noticia, la sorpresa saca a todos de clase, aun con la dinámica de:
-nadie,  en lo absoluto,  sale del salón sín darle yo,  el permiso correspondiente, nadie interrumpe la clase de enseñanza sin yo permitir, o hasta permitirlo pueden suspender actividades y salir de clase al denscanzo.

Muy pocos esperaban con ancias, las 3:40 cómo hora del descanso, el sol ha iniciado su última baja del decline y la hora productiva del sol convoca al estudiantado de la institución tal a tomar el algo; Sólo una persona del monton extra no ha salido,  aparte de dicho compañero, alguien quién espera fija al reloj la hora precisa para el descanso, la algarabia para el dicho recreo, no es la misma que en primaria, el bachillerato medio trae otros distractores, y la joven espera igual qué aquél joven, el profesor no lo nota cómo en particular y menos algun tipo de hecho extraño, entorno de aquel suceso, sólo pasó por la joven extraña, de yomber largo, de una ausencia plena de maquillaje, de pómulos amplios y mejillas rosadas por ambiente, de dientes pequeños y labios finos, de cejas pobladas y ojos miel y brillantes, con el cabello tomado de cola, de la sonrisa perfecta, de estatura media, y la belleza púesta en la rebeldía, y pérdida pero no en el tiempo, y sucede qué ya tenía en el reloj QyQ de su mano izquierda, de números ausentes pero líneas doradas y manijas diminutas, de una mirada puesta indirecta en el reloj del reves sobre el pulso, qué ya lo tenía puesto para ver el clavijo, es decir las manecillas dispuestas para alinearse y hacer un puente recto entre la hora de index y el minuto, habiertos completamente. Flor, en su silla, con base al extasi de su paciencia,  no espéra nada, sólo sigue allí, por el otro lado él no se apura mucho sóbre la espera de la joven, pero el profesor si percibe al hecho conjunto y en el orden de poder descansar y encender el primer cigarro de la mañana, apura la salida de los jovenes de manera fresca y sensata, para así encender su ansiado cigarrillo rubio.
- ni crean qué se van a pasar aquí todo el descanso, desde ahora sólo tienen menos de un minuto para salir, o no tendre otro remedio que suspenderles los descansos.- mientras haya el encendedor al interior de su bolso, y con cara de tristeza sarcasticamente le aduce a la pareja. - bueno y que esperan?
Ambos salen en apuros y distraídos, optan tomar el mismo rumbo una siguiendo al otro, más por impulso y por timidez que por sensates, aunque él no soporta al silencio de pleno, y da inicio a la conversacion, acercamiento de palabras de un par  de jovenes de poca peinilla, de poco decoró en sus cejas, de poco glamour en su estilística, de casi nada de maquillaje o decores, sólo lo considerado basico; Y si, de busos gastados en las mangas, de algo negro en sus accesorios, de bota de pantalon gastada, de pigmentos de lapicero en las manos, de tenis gastados, y de ideas brillantes pero ocultas, de algo de tinte en misterio y de creencia en arraigo, de ciencias exactas, de básicas lógicas y comunes, de mitosis fantastica y de una desconfianza al exterior mutua.
- hacemos agapito?  Pregunta él discreta y prudentemente, mientras sosteniene la lonchera, con rumbo al pasto.
-por su puesto- responde ella y entrega el bolsito para cargar sus alimentos a él y caminan juntos hacia la sombra de uno de los arboles del gran patio, lejos de la algarabia, 

sábado, 24 de agosto de 2024

Clase de sol en la sombra. Cuento corto.

 Clase de sol en la sombra.




Las tardes de letras sí qué se vuelven un poco matemáticas, las acciones y los cálculos dan contrastes para el encuentro entre las diversas significaciones o interpretaciones de la relación del index, la terceridad, expone o plantea la relación numérica de las letras o la lingüística, con su forma base analógica, o la dinámica misma de ser en sí lo que representa y las proximidades ya casi pareciendo especulativas, aunque los adyacente tras la caligráfica y la deconstrucción misma de la forma o la metaforización en la construcción ha la representación o la casi abolición en lo sugestivo.  

Así la variabilidad para el lenguaje castellano, entre heráldica puesta y juegos de apartes y encajes, el juego del haye en lo adyacente al medio, la trifuncionalidad. La parte de atras dispuesta para las crafts de las clikas y los clanes de las estilisticas del menthal, y la coloquialidad de las potres de conjunciones en dinamicas callejeras, sí fuesen agrestes o pomposas o salvagistas en lo que respecta al grafitty blanco, la suciedad, la alteración, la dislocuazidad, o la superposición en su base.

Mientras que la frontal del cuaderno en sí en su limpieza propia, en su despliegue de encuentro en dinamicas dialecticas propias, de los sueños de las bacúedades de los letrístas, la márgen astéta configúrada, el encuéntro entre el hito y el diptongo dispuesto, la pose insta de la búsqueda la verazidad del dictamént, las prepociones, las asunciones y las dispociones en la logica de los íconos, la composición ínsta al júxta, las efectuales, las dinamicas entre la conjunción de valores y la fonética dada, la primacía de dominancia de la práxis más qué de la semiología. 

El medio polifuncional, poligámico, plussvalío, polidinámico, ya qué el conjunto entre el juego y la querencia dan hayasgos de relación y así mísmo, denotan plenamente el acto contradictorio de la bipolaridad, en ves de la polinomía o la plusquo dado a los plusethos, ya que la multipolaridad sería en sí una redundancia compleja, la plus-poli se da en sí cuan sintónica de valor en sí origen y conjuncion, de binomios a polinomios de valores metricos a rimaicos, y quien rime en cinco una serie de barras, o defina en sí un acrosstico intelegible entres palabras por linea, ademas diferencial, entre gastes las grampas marcan el medio.

La portada del cuaderno, la palabra del maestro puesta, el sol de la tarde en senit al declive, la plastilina blanda en los salones fríos, pero qué embargan penas, el sueño al notar la refulgencia de las baldosas, y la diversificación de la funcionalidad del cuaderno, la bipolarídad variaría la polifuncíonalidad el tedio puesto en medio, el equalimtum o el equilibrio casi inexistente, y el contínuo adolecer, las tareas puestas, nadie a refutado los gallos, sus rimas expuestas en el silencio. La cartilla de quiz reclama rellenos y mas copias. La campana busca al segundo tiempo, le sabran oír las sombras de los extramuros del sacro colegio acastillado. 



jueves, 11 de julio de 2024

De Gallos. Parte 2.

 2


Tras de la pelea de los gallos, sí que ha existido algún manejo de poderes extras, cuáles convocan de manera dominante, al estar medido entre los poderes de dominación, el odio o el proceder, o la pugna económica del sorteo y tal es mínima, apénas comparada con la lucha de representacia, y de dominio, en cada uno de los gallos, ya que cada uno se ha quedado con casa, color y linea armada, esto llama al furor, convoca al barrismo, y el porrismo tácito, ya tiene sobre el folclore el acto de manejo de públicos.


Los emcis se han batido a rimas, el sierre de la cuarta respuesta, no tiéne el ton del sol prímo, la respuesta del público amedrentado por la estilística y el talento del rival, al cuál muchos han descreido, el cierre se ha ido de largo, en la decición última hay una paridad de rivalidad de un promedio el cuál varía sólo en décimas, para ésto sólo la muerte súbita abriría para el desempate, sólo qué aquel mc del medio cerraría, el público da la variante, sólo para la espectativa, éste se da, cómo el empate mas prominioso de la competencia, la semifinal se rinde ha un alárgue, los gallos están en sus notas para esperar, aquel joven sensillo y casi desde el anonimato mismo de su vecindario, el "street atack", o el mismo "rap in track", o el mismo "golpe de suerte", ha llevado a un batallador lirical cuál poeta normando, hasta la semifinal de una serie pero en ves de un alargue él en su fuera de serie, no se erige, por la diferencial de los públicos, pero en su postura misma, ha enfrentado al escenario, y pues la puesta escénica improvisa, la representación no le esperaba, ni los pocos raperos de su calle, ahora la presión de representación le dirigía, el escenario en estancia, da el apoyo, la complementación, entre lo justo de su direccionamiento, la dialéctica ha iluminado aquel joven; y su heraldica denota wild stile, la improvisacion en retorica del tremendo menda, mas el uso medido de los parlaches, le generan en términos, no paran de mirarle, un público sercano pero distante de aquel rimador en busca de sentido, la seducción del entre el conjunto del montaje, performance, público, musicalización, y actuación, pero la improvisación de un texto en argumentativa métrica, más el desfase del flow, más la continuidad de la asonante dominante, sonetos en sonsonetes, cómo escritos por los aires, barras en condonación ha la historia universal de las letras, el presentador/jurado, adulto mimetizado entre jovenes, rechoncho y particular, despoja el rito de apoco, y tira la moneda por segunda ocación, más el joven intrépido, no quiere esperar la tercera, por cuestión de honor, y previo alza opción de apertura, y tras la discontinuidad, le permite, quiza tres cruzes ganen a tres sellos, aunque tras la sonrisa aparente, y los ojos saltones del presentador, quién permite exponer ante el público la fachada de la continuidad. Ya así el mc se dispone y en su nota hace mulismas, de afinación masculina y toma por delante el micrófono.

/Yeah Medellín. 

Si, sí, si

Bowl rah.

La representación, y el acto de escena, no es un actor en realidad, una especie de payador o bardo, o juglar, representación directa, él bajo sú aka o pseudonimo, más ha sabiendas de la performática de su opocisión, y las apuéstas volcadas, además de la presión semiótica de la difución, siente presión, em pero en la claridad entiende el formato acabadero de su rival, el cuál ahorra y escasea discursivas y rimas y los actos de cajón extinto, pero la llave de cierre, para el próximo finalista le perfila al pupilo real de la estrellita, púesta cómo ficha de presentador del evento. Ya sín la rivalidad sana, la competitividad en presión le alza la tónica y la dinámica le contrae, por su decisión en convicción tempranera y contra viento y marea en un todo, se toma el turno, contra una moneda la cual insiste en dejarle el cierre, aún con el presentador insistente, pero aun claro de la relación entre presentador y lacayo, él afina sus claridades y toma torno de concepción inicial, pero sín el tacto o la prudencia aquerecidad, en una polisultiva respuesta anticipada, no se apura, él sabe que el mc oponente en la corchea de clave daría su público por absolución, así prepara un gancho perfecto para un kick letahl o kick rapp.


La efusivida de cada salto para el encuentro entre las masteres de gallos de pelea, en el plano se eternizan, cuando la resolución trae rivales de toda la vida, y se inmortaliza el encuentro próximo, de cada salto compaginado, de cada chisqueo de espuela y esquiveles y de picotazos, la agilidad de los sostenidos de los gallos muestran uno de los furtivos acércamientos entre contríncantes, el chico observante encaramado en un esquivel de podio, en uno de los bordes del cerco del escenario arena, el circulo en centro, la eufória de los clientes, puestos por todas partes, quiénes alegorizan cada instante de encuentros, y la algarabia por los saltos junto al brinco y las bullarangas conjuntas, y el toreo y las griterías de los jockies o jedies de los gallos, y en un solo movimiento púdo identificar los ruidos de chasqueos y el origen de la efusibidad y lo aguerrido de aquellos faisanes gigantes cómo aves del paraiso, pero púestos en uno ha uno, el brillo de los ojos del chico se matiza, pero la emoción le muestra una especie de wf en la world liga de lucha libre, pero de animales, y casi ha muerte, dónde se rifan al perdedor, pero el esplendor de las las plumas y efusividad de los contendores, mantienen partes de un contorno casi primitivo y natural cómo así mísmo furtívo y policromatico. Un vislumbrar de segundos, más centésimas, dúra el rasqueteo. El publico ovaciona pero al final cómo puff, insuflando la cercanía del final de la batalla y la proximídad la cual sucede a la declaracion de final de encuentro, y ya por el tercer round, apenas se levantan dos al empate, la ficha de notas se eleva, y billetes empuñados y monedas limadas, por aires y por suelos; y riegan bebidas, y expulsan licores, ron, brandy y ginebra, aguardiente y flujos perfumados en fogaradas sobre los animales y el alcohol torna, esterilización y por ende salubridad. El incience al aire de la niebla de los tabacos ahumados, y los equipos en la saga, el cronometro redefinido; De las espuelas ser metalicas en ves de rascas y limaduras levantarías estruendos y chispas; la limonada de postobon acompaña a los licores blancos, mientras que la coca cola a los licores oscuros, la soda pernota; la banda silenciada, espera en un par de mesas tipo vip, las mesas alineadas, pero fuera del campo visual para el gran salón, una planta de techo alto con el cuadrilatero y la rotonda en la parte del fondo del local, la congestión centrada allí y las mesas llenas de botellas, pero sólo un par de amantes, y los músicos en el salon, la pequeña tarima a un lado en una leve división entre la zona del holl y la arena. Las cabezas rapadas casi sín pelos, casi sin plumas, cicatrizada y con la cresta mutilada, con los ojos distantes de uno a otro contrallendo y dilatando la pupila, y la mirada perdida al efecto de los sonidos, y esquivan pero lanzan y las alas de los gallos, uno saraviado con plumajes entre figuras pequeñas de semi ovalos negros y blancos, un porte de gallo galgo, con la piel firme, con las patas largas y los perniles fornidos, apenas formados de pesuña de garra de extensión mortifera, de plumas largas de bellos finales, y con capacidad de vuelo, con equilibrio en el aire y de patada rapida, es decir de raponasos mortales, ya con el moquillo deborado por los picotazos de sus rivales, con el seño de perfil misterioso, con martilleo de pico puntudo y aletazo de fibra avicola, pero el otro colorado de finales y encajes de verdes en policromías por el contrario sí había cuidado tanto su coto y su cresta cómo sus orejeras, intacto hasta la motilada, con las patas raspadas casi hasta la endija de la huevera, tal de un hermoso colorado de variedad de tonos rojizos o anaranjados con los finales de las plumas verdes, y de un brillo de policromos, sín afan responde a la velocidad de un experto en las artes de los rapazes, pájaros exóticos hechos aves de defensa y de autodefensa de corral, aquel faisán sín miedos ni orgullo, engulle de la seques cada que se aparta de cerca su rival, con la mirada fresca y sorviendo las sales del entorno, emanando una brumma de calor, destila licor en su aire de macho alfa, garras de pesuñas amplias, de un marfil exhuberante, de espuela semicurva, de pico amplio y duro, anaranjado hasta mostrar su advertencia casi obrera, de cola devantada, de plumas extendidas largas y curvas, el gallo criollo honor de todo el palenque de apuestas, de toda la romanía del campesinado, de toda la cantaleta del encuentro de lenguas, mira a su rival y lo llama sin perturbarse siquiera por los elogio los: 

/chujus/ y /ajuas/ y /eas.

Elogios lanzados al lado de granos exquisitos, de petalos exhuberantes y licores casi venidos de los cielos. La batalla finaliza en tiempo, los tiradores ya casi van a recojer el empate, pero la apuesta llama a un cuarto combate, los gritos lo aclaman, un round cuatro traería una final impensada, intempestuosa, por lo que representa cada especie. 


La perdida del miedo y la bolsa del interior perfilando mariposas reboloteando por dentro, pero la calma no es toda, las referencias de las crews, los grupos mayores divididos entre colores, los azules y los rojos, pero en el debate una luz existencialista amarilla en medio representando el pensamiento social, y la confrontación retórica trayendo apartes de la realidad y el contexto periférico cotidiano, analizandoles desde el escenario, un grupo mayor domína el pensamiento y hace escuela tipo world freendon, más en la agrupación de clikas, el hecho del márgen ya sea gansteril o delincuencial torna el dominio de líneas, el público referencia en sí algo de apreciación y gusto por la estilística del rap, éste en la mayoria se refleja más en su vestuario glamuroso y los apliques individuales de identidad en la presentación, cada persona se resalta, pero los cuadres o descuadres de las prendas, si referencian tanto estilo cómo porte, la influencia funk, o del clasico del jazz, en referencia, mixta los apliques propios de la moda efimera o de la cultura la cual busca quedar para lo posterior, así fija en la eternidad, su partída de creación y postura, las gorras, las cintas y las vandanas o pañoletas, lentes o gafas, viceras, las prendas anchas, los shorts al tobillo, las camisetas o botas, los aretes y tatuajes, los colores en conjunciones pero tambien pequeñas extravagancias, algunos en juxta, algunos discolocados, las superposiciones en los suvenires de exhibición, lo artesanal puesto, pero super puesto al lado de la colocación de la industria, lo orgánico incrústandose, y el color de Abiaayala, en los parlaches del menda, o de los intercambios entre Cartago y Sulu, Franfurth y Giron; en las jergas, en los acentos, en los juegos, de los flows en las intrumentaciones organicas, pero el ocoyaje ya acerca el intercambio y/o el encuentro al origen, los tenis extravagantes y las botas obreras, los atalajes de tradiciones asiáticas, las escuelas sumerias y los karatekas de las escenas callejeras, del break dance, pero el pop y el regueton dominando, aun develando parte de la temática o las metódicas las escuelas sombies y automatas, uno a uno, la escuela esistencialista en perspectiva y aún no domina, el encuentro gesta cultura, pero tambien intercambio, el cierre, la casa llena y el suspenso, el loby en parte, espectadores efimeros, el local lleno, para la respuesta, pero en la incial se denotaba el cambio de espectativa, el MC demarca su poesía fluctuante, prosaica he improvisada, además en la métrica definía la postura, el mensaje convoca, el público define alzar las manos, y el bombo hace la otra parte.


El uno puésto en parte del espectáculo 

Início representación al acto y el báculo 

Púesto en duro, fluctuo, perpetúo actúo 

Respéto al público, mientras interactúo 

Líneas de tiempos, en presente efectúo

De pensamiento asíla escuela mantuvo

Al origen de poetas muertos sí asentúo

Así De rima en rima están mís cálculos 

Pero cacheo de titubeos en montículos. 


Entre un más o menos de muerte súbita algo de lo cuál sería más o menos las barras realizadas de aquel chico, sólo él, solo con su imaginación y su corazón revéntandose, él y su microfono con la postura de los chicos de aquellos barrios, siñe la frente, levantando el tono, desdoblando la rima frente a un público y ha un contríncante, el jurado desmotivado no pudo detener el paso a la ronda final.


Aquel gallo no descantó, púesto qué en su ocre lucre de ensanche final, parado sobre su contríncante había ejecutado perenne mente a su rival, pues su uña extraña, quedo ensanchada en el cuello semicubierto de su enemigo, pero con el infortunio de haber quedado con la espuela plástica de su contrario muerto, anclada justo en el ojo derecho

jueves, 27 de junio de 2024

Inferencia. 5.

Manuel Carrasquilla. Inferencia

5

El metro existe, sistema de circuito de seguridad, en el imaginario de hayar las cosas por el suelo, y perderia una que otra revisión, las cuentas de los pequeños, fugados en las aventuras de ciudad, todo por recolectar tiquetes vacíos de viajes, quizá algún viajero olvidara una tirilla de banda magnetica, de diez o menos viajes con uno que otro pase sobrante, la tinta tiqueteadora marca el número, la cinta magnética rebota al paso en el tope, pero la registradora en el torniquete se atranca, los policías no oficiales con el palito de abollir, siguen a los colados y los informan en reportes de pirateo o polizontia, además de sacar o acompañar hasta el destino a los polizones colados, la mayoría muy menores de edad aún, la ventana y la congestión tras el día gris con rastros de lluvia inminente, en medio distrito llueve, la otra media ciudad se prepara para recibir la lluvia, las primeras goteras de la línea divisoria, marcando los cristales de afuera del tren, pero el muro de agua, uno que otro trueno habitual, el rio en creces y con turbulencia, los metros contrarios húmedos, y los pasajeros vinientes con impermeables y sombrillas mojadas a la mano, las gentes entremezcladas en el tren en creces, ya la lluvia se ha tomado la mitad del distrito. Esto en el ir y venir eterno en única línea existente al tiempo, la A, botones, líneas, estaciones, señas, marcas, colores, códices, mapas, enrutes, altoparlantes y palancas de atránque, tanto citádino cómo regional, furor de menores, complicidad, ida y repliegue, visitas y chantes, ¹no hablar, ²no detener al tren, ³no irrumpir, ⁴no correr, ⁵no hacer o generar disturbios o menos atropellos o acosos, ⁶no oír y menos reproducir música en alto volumen, ⁷ceder el puesto, ⁸dialogar discretamente, ⁹caminar por la derecha, ¹⁰ser amable y discreto y saludar, respirar a tiempo, pero para chicos solos sólo se dan las normativas cuan retos, aunque la prevalencia hace algunos permanecer más qué ha otros dentro del espacio, la delincuencia no aborrece aparentemente los espacios ultravigilados, los chicos quizás detestan menos estos espacios, los niños al tope de lo alto de los cinturones la congestión de la metrópoli masificada, las rutas de evacuación más el suelo siempre limpio. Desde afuera todo es desigual, aun así lo descomunal de la arquitectura, estructuras colosales de cemento sosteniendo el paso del tren, las columnas denotan la rigurosidad estructural, nada tambalea, se irgue el progreso paísa, aunque los repliegues para la lluvia y los humos e ilícitos bajo la ruta afuera de las primeras estaciones, el hedor aún se da fresco, la pintura recae ante la contestación pictórica, el grafiti situado con gamas y líneas frontales de trazo, la saturación de locaciones para las ventas, el escampe de la intemperie en los bajos del viaducto, el retorno hasta la comuna mientras las sombrillas se apeñuscan, y se expanden abiertas por todo el resto del distrito y la briza no escampa para el aire gris al lado del esmog y las charcas de los huecos en el avimento, el barro es gris así cómo el agua recogida en los parches, las cañerías se desinundan, la humedad de septiembre y las hojas de los árboles hacen el juego, los refugiados en los cafés y en los tugurios de paso, la vulnerabilidad y el impulso de conjunto muestra una fuerza despiadada, el aire gris y las chimeneas no escampan, la brizna y las nubes inmensas parecen querer estar toda la tarde, el retorno sólo sería por el largo Sanjuan de calle 44 o en algún bus el cual acorte el trayecto, no existe otra ruta viable, el bus en saturación abre constantemente sus compuertas tanto trasera como delantera, la bandera tricolor colombiana del juego de figuraciones externas, marca la ruta, el timbre da paradas, la registradora matraquea sùbida y bajada de pasajeros, cada nuevo arranque, cada parada marcada, la música y el folclorismo dentro del medio de transporte urbano.

¹ no hablar:

El alto volumen en la conversación conjunta, esto para un niño se da a manera de imposibilitación más para el parlanchín del grupo, Aùn con todo y sus esquemas de asociatividad los cuáles no dan para menos, aunque para todo un montaje cultural la actividad de ciudad en conjunto motiva al silencio reiterativamente, más la acción sociológica del alto parlante llamando al orden en cada espacio, más pareciese una motivación ha un acto de llamado al recato, y la jovialidad de la presión entorno satura al micro grupo ha querer cantarse un vallenato o un reggae en grupo para motivar, la ausencia de radio y de musica en el medio de transporte masivo y publico y abierto, aunque entre las expectativas de las miradas algunas ya acusan la acappella y llaman al silencio, moderadamente, justamente, indirectamente y se siente la presión pero el caso omiso llama la atención a la autoridad permanente, y el alto parlante no de cómputo y si desde los auxiliares montados en sus cabinas de información en regencia, en red inician acto de llamado al recato, la evasión al público y el acto de confrontación mínima da inicio.


² no detener al tren:

El impulso de la marcha de la huida al llamado al orden, el temor al acato de la norma, y la presión del desorden emocional de habito grupal, trae en sí, el impulso a una huida en baja presión, un repliegue táctico, en teoría; la índole del hecho conlleva adentrarse en un suspenso básico, lo sorpresivo del llamado al acato de la normativa, y el policía auxiliar uniformado y con vara de amedrentar, adentra en su cabina de protección, hala al micrófono de bajo perfil hacia él, y espicha el botón para línea al alto parlante, y señala con mirada acusadora a los chicos; Les motiva al orden inscribiendo con su vos por entre el alto parlante, una de las normativas generales. -se recomienda dialogar en un tono moderado dentro de las instalaciones de nuestro metro, por la comodidad de todos. 

La acusación ha así traído cargos de pulso directo, pero la línea amarilla, se hace en parte la fuente de la fuga, cómo distractor, pero llamado de atención bajo, y las filas se aglomeran allí a la espera del tren, la linea separa la ferrovía de la plataforma de abordaje, y así cómo el tren en vía de llegada, pero era sòlo un diminuto pie de casi 36 de talla ha menos de 3 centimetros de no pisar la linea, la linea misma, puesta como último elemento entre el usuario y el tren, aunque la figura de conductor casi pase de desapercibida, aunque para hacer un llamado de atención justo en la línea de precaución, no existió siquiera una mano para asentar o motivar la parada de dicho tren, en sus sistemas de impulso ferroviario. La bocina y el freno en choque, silenció apabullante al entorno, dentro de la estación donde la separación de dos bloques en direcciones contrarias, de un frente al otro, entre el sur y el norte de la ciudad, con los direcciónantes de la urbe en alzas, los señalizadores intactos y en reflecciòn, la cinta de un tren de postre cubico y fonde amplio exagonal, con el cristal de enfrente ancho y cómodo cómo también sus interiores con entradas laterales y anunciadas, de sillas en fila a cada lado y de tres carros de vagón por tren, más barras de contención altas y algunas en medio de las puertas para entonces, las escaleras grises al fondo con dirección a los torniquetes, y el techo en semicúpula, hexágono o hexaedro de acabado ovalar, la luz predomina el espacio de perfil cómodamente alto y las sombras se orientan dentro; el tren por poco se recoge, por el pie sobre la línea la cual separa a unos 50 centímetros la distancia entre el bajo que da a los carriles donde suelen desplazarse los trenes, las líneas amarilla y verde atraviesan al tren lateralmente, un tren blanco en general, y reluciente de limpieza como de igual forma las estaciones, tras el segundo llamado, al orden, y ha hubícarse completamente tras la línea amarilla en el suelo, el chico ha recogido su pie, el tren detiene la marcha, pero el efecto del ruido apabullante de la bocina, el timbre alto de prevención de aviso, aturde a los pasajeros y esperantes escasos, con dirección al sur en la tarde, y coloca las miradas sobre el grupo, ya esto alertado aún más a los chicos, el tren reinicia la marcha y sólo hasta casi abrir sus puertas vió entrar a los chicos.


³ no irrumpir:

La puerta apenas había marcado parada cuando ya los chicos yacían dentro del vagón haciéndose campo dentro de la masa de personas en su traslado, aunque la dificultad adyacente pues para entrar se propone la salida como base prima, de traslado y optimo viaje. Han abordado al tren, y dentro, yasen sonrientes picarescos, de sus travesuras, pero la referencia, les dispone codice, las puertas se cierran y el viaje de ver aquella ciudad, entre río y viaductos, calles y edificios, montes y nubes, el cielo puesto y las montañas en forma de soportes, la ciudad en urbe poniéndose en lugar y paso de sincronismos, los tiempos de las gentes, cristales de ventanales amplios los hexágonos transportando al presente, la ciudad configurándose, las mismas calzadas de los noventas, las miradas de adolescentes en las libertades de la línea a la legalidad, la próxima estación enunciada.


⁴ no correr,

-el grupo de jóvenes,- refiriendo seguro el auxiliar de policia, a los chicos quienes descienden del tren pero se dana aguardar entre las filas justo en la salida, el guarda ya con anuncio y descripción, y en referencia de requerirles da enuncio, -es llamado para presentarse ante la cabina de emergencias- así de simple es el llamado del guarda, con intención a los jóvenes los cuales en sorpresa acometen volver al tren, pero el grupo se parte en dos, quienes no han alcanzado a volver al tren y quienes lo tomaron en impulso de fuga.



viernes, 21 de junio de 2024

De Gallos. Parte I.

 Aquel  gallo desplegó todo el fuego en su mirada bipartita con un ojo tan lejos del otro o tan imposibilitado al frente, y clava sus ojos en el centro de flujo energético del rival y le mira, fijando al otro gallo y yendo casi completamente hacia atras, justo en el trasqueteo de las vainillas de las pesuñas punsantes en su corte de espuelas y las bases de los sostenidos de las pelea la cual, le lleva casi qué arrojar plumas por todo el ring.


El mc mira al otro mc, pero sin pestañear siquiera en lo qué respecta al otro, maneja su fragmento en la postura escenica y da mas sumisión, al acto de representar o de coqueteo con el público que en realidad, lo justo en la metrica para la base de una corchea para el tiempo preciso, o el alárgue del súspenso y el silencio al punto, flow y coherencia, la cohercia del encuentro. Basicamente cierra la primer linea de respuesta, para un 2-3 entre un 1-4.
/no espero por desespero u opino por mis dominios,
Estilística en acero, rupturas de harmonias y sonidos,
Mas los ruidos, de plagios y estimulos dan invictos
Otro saque para un gol en este cuadro de partidos.../
El cierre para el minuto, fue parte de un espectáculo, el hecho simple con base de 48 segundos, una batalla conocida como 48 horas, donde el gallo o mc o aka inicial hace record, y el siguiente sucede dos tiempos de acto de 48 segundos cada uno, para que el inicial remate dando cierre al acto, pero el show se sucede ya qué debe dar continuidad.

El cronometro ha llegado a los 24 segundos, y el round 2 esta puesto en la acera del centro del circulo del teatro, de cuadrilatero redondo o arena, donde la pugna de encuentro agrupa, tanto apostadores cómo espectadores, en una misma tribuna de graderías en un palco simple, el round está colmado al tope, el publico el cual se abarrota, tira las apuestas las cuales son tomadas en una libreta, y para el acto el cierre, daría recompensa del 20 de la apuesta o el 30, pero también la base de la perdida en la ida al fracaso. Un hombre maduro de bigotes y delantal de solapa o de cintura, recibe el dinero mientras lo acomoda habil mente entre sus dedos y varia de objetos, pero los billetes los cuales acomoda en franjas los acapara dentro de un carriel tipo bolso de lado, forrado plenamente en cuero y con cinto de seguridad, se pasea asombrerado y con un tabaco de brevas prensado, con un manojo de billetes y casi de memoria apunta ídas y declára perdídas al segundo acto de apuéstas, tanda la cual se da por durabilidad de rondas de batalla galleril, siendo la última la vida o aguante de los especímenes machos, los cuales se baten tras el azore.
Para la segunda entrada, la orquesta folclorica con trajes repletos de flecos y decores en cuero, que bien hubiesen sonado con la efusibidad y la energia de motorhead sus musicas sureñas, de no ser por la lúdica en la lírica, y los cantos mojicanos al ritmo del acordeón los cuales replican notas de las canciones o las letras de las bandas perseguidas, las bandas que amédrentan con el corte norteño, de aquel norte del Sur Grande, así la cruz de marihuana, resuena entre el atmósfera esterilizada a causa de los aires y humos del tabaco, o el matis de los licores los cuales se reparten en el ala de recepcion de aquel gran estadero, rocas y limones y ginger y gotas amargas, en la barra de entrada de puerta plegable con vista a la calle, pero dentro en la pared resto a la calle, allí mismo donde el encuentro de carteles encuncíaba en la semana corriénte la activida de choque, el muro publicitario de un municipio relativamente grande, traía al cartel comercial de las actividades del folclore gore, donde los boxeadores, los bardos, los caballos, los toros y los gallos daban la coleccion central de los eventos.

En menos de 5 minutos tras la convocatoria y al ir finalizando la versión  alargada de la cruz, se reconvóca y reacomoda a un público tan motivado y eufórico, pocos perdedores y la venta aumenta, los gallos ya están prevenidos, y los qué se hubícan en la parte de atras cantan a la espera de su lucha, acomodados en estanterías enrejadas, de cajones y canastos, con hedor a rilaz, con maíz y henos por partes, pero con licores y alcoholes para las aves sagitarianas desde sus jaulas, las plumas de los trasquiles escasean, y las tensiones entre animales se dan propensas, cantos kakareos y bujas entre estantes, algunos animales de la bandada proclaman ahogados tanto por la bulla, por la algarabia sus glorias y hazañas junto ha sus demas rivales de corral. Se ha lleado el tiempo, el circulo rojo, dentro de la "arena" y el centro del escenario recibe a los galleros, cada uno con bestia en manos, y pasan consecutivamente para la revision de los animales por parte de:  jueces, encargados y casa de apuestas, el certamen otorgaría beneplacitos al grupo médico, así qué el estílo vaquero se ve dominante, y los campesinos con sus mejores ropajes acompañan la escena de botas de cuero, de jeanes de dril, de camizas a cuadros y fondes subdecoradas, pero sobretodo de riatas grandes, de revolveres visibles, de espuelas acomodas en el traje, de botas para beber, de sombreros variados y figuras de talas en cueros, de cadenas y pulseras de oro, de acesorios plateados, de bolsos y carrieles para la banca, pero tambien de ojos claros y brillantes, de rubores y escotes exoticos, de postres de clicas de indios y vaqueros revueltos, de apuestas y asientos por sectores. Al momento los gallos se impulsan solos.

El dijeeng, deslisa los platos para acercar el beat, el publico acaba de vociferar sus preferencias, el reloj está puesto para el tiempo con los cronometros en cero, el responderse así mismo, y el planteamiento de dejar al rival sin que decir para la respuesta, la escena se haya, casi al tope, las bancas repletas aguardan el choque del siglo y evidencian un nivel estilístico avanzado en la construcción lingüística, para una semifinal de duelo de titanes, con casi todo dado a corriente, los scratches retumban al recinto de media torta, el municipio se haya prepuesto para el show de competencia en vivo, un gallo reta a otro, pero sólo existe un microfono para compartir entre rivales, el patio tiene su impulso, las voces van dejando los ruidos para hacerse al centro de atencion mayor, ambos sudan de tensión, los publicos espectantes, el presentador da la mano para el inicio, y cambia la felpa del microfono, para el siguiente tiempo, la instrumental va y vuelve, la pregunta al publico, al jurado y a los improvisadores rap, no es batalla de gallera, es realmente batalla de ring, el reinicio para el cierre fué sólo el estalle de destellos adelantados, con la intención de dejar al otro eliminado y sín lugar para pugnas.
/no hay mentiras, y si hubiese no dejara rastro,
Intachable viendote ver la luz destello de mi aurico rostro,
Al doble tempo, le esculpo el templo de montruos
El monasterio de elementos resueltos en otros,
No rindo homenaje a tus muertos de los nuestros
pero en rap ahora resultas ser otro conscripto. /
Y el cierre suyo ha sido sobre el punto de la base y el clap, luego de su golpe ensancha para las barras tiradas, pero la ovación es la cual resulta ser acto de punto en rima, y quiza no exista en sí explicacion al hecho.
El joven de camisa tipo polo con alero y cuello, un poco ancha que parecía bata corta de yogui, sólo que de un amarillo mostaza, para una alusión al movimiento obrero, con pantalon recto y sencillo, mas las zapatillas tipo alpinistas le postean, de accesorios solo portaba una candonga algo chica, un pañuelo tipo bandana de motociclista el cual usa pregnado de alcohol para protejer al micro de su boca, una cadena no muy ostentosa, pero toda la cara del porte de un rapeador hispano, el cual nutre a la dialéctica, el recinto se colma, y el hard core del evento nutre la mentalidad del publico en resistencia, el cual aplaude y alienta a sus favoritos, el joven rapero, representa de mc, y no tiene publico específico para él mismo, más qué uno que otro solitario, o alguna chica timida la cual evita gritar y ponerse en foco de atención,  aun sin dormir ya hace su "antifama", al recrear un estereotipo, o al estar en solitario para representar, aun su banda no tiene interes en pleno, ademas de la rivalidad de su pequeña agrupacion de depresivos y puestos jovenes, los cuales desde la critica se dan para la ausencia de sus sensateces, uno habita el plano de los asteroides y resile su aire de mono en la sombra de su recinto, el otro desfoga su temprana condena en los talleres de mecánicos cual factor de cobra u algun otro colectivo o crew, y revisa de nuevo el balance de una toyota, sin tiempo siquiera de pernotar o de opinar o de recibir permiso o auxilio, y si uno mas anda en presuncion en las elites, debe ser a ser exibidor con lineas y postres dentro de la alcurnia alta, exibiendo el pensamiento del colectivo en la academia pero oviandose así cómo parte motora, aún con los rasgos de transmisión, negandose en pleno, la parte real, quizá sí hubiese otro sería aquel mc despresado, por la ausencia de sus públicos, aislado para las masas carentes y casi perdidas de su oriente. El no se sobreatiende, pero ve en dicho honorable jurado la atención en su proyecto, el presentador, quiere levantar una mano y no tiene preferencias, mientras él en suspenso por las medidas de la tercera votacion, y los expectantes, las tablas de respuesta aun yacen sobre la mesa del jurado calificador, las luces y el reflector, mas la rítmica del dj reafirman, aumentan, remarcan la sensación de espera o de intriga ha pleno.

Los chasquidos de las espuelas de carei, de unas con otras, los aleteos, posteriores al careo breve, ya qué al soltar cada tirador su gallo al ring, los cuales en el minimo afan se buscan y se sueltan saltando en zarpazo de patada, impulsando sus carras hacia delante, con las alas abiertas y sostenidos en el aire repiten los pleitos breves de encuentros, y al caer repliegan para tomar impulso, las cabezas de los cóndores menores se tornan rojas casi al punto de parecer qué  estallaran en cualquier momento, pero no sólo chocan las espuelas, las cuales han sido pasadas por citricos y lacteos para cortar cualquier tipo de veneno o infección la cual afecte al rival o algun tercero,  y en el choque o en cada choque se untan más del otro y no sólo resuenan aquellas patas de pollo maduro al lado de las garras cubriendo y atacando, pues las puntas de las plumas alargadas de las alas tambien se encuentran y hacen de escudo y hacen de arma, pero nada cómo los picos amolados de los mismos gallos y sí fuesen condores o ya fuesen faisanes o aguiluchos o charramanes, pero las postres de apariencia de guerreros mojicanos, con cortes navajos, y resaltes yakis, donde los lobulos de las crestas y cotos son motilados, y las plumas del bajo vientre retiradas, cortadas y afeitadas casi por completo, mostrando en los gallos mismos la actividad, para el combate; Ya es la tercera entrada, son entre 20 y 35 segundos cada entrada según lo concuerden, jurados y presentador, tiradores y galleros y público, el presentador cronometro en mano da el porte a la ida o retiro y anuncio triunfos o derrotas, dependiendo el caso. 

martes, 11 de junio de 2024

Infererencia 4.

 4 


El tiempo ha apremiado la valoración del espacio libre, los nuevos compromisos por el redescubrir, las rutas se hacen tanto afines cómo múltiples, el lugar de direccionamiento se antepone al baño, la muda de ropa dispone la habitación resuelta, el baño de agua fría, da el punto para dar el inicio y el despertar en serio ante el sueño, la ensoñación de la ruta, ha veces huele a afán, huele a correría, huele a encamine, las tièndas también contienen sus fragancias, los animales también cuentan con olores propios, el transporte porta sus olorifiaciones y combustiona su smok en limpio. La hornilla de varsol flamea bajo una olla de aguapanela fresca, y las brasas calientan pan de maíz, la arepa se cúbre de mantequilla, y el viaje también prevé el chocolate, la misión de la salida de la mano del mayor.

Ya así la mañana azúlea, los trinos y el silencio; Casi se retrae por las campanadas de anuncio en lo alto de la iglesia, la convocatoria del silencio, el bus marca 80 pesos por paso de la registradora, la ventana marea, pero el bus dentro resalta por el brillo del aluminio, las cojinerías rojas de sintéticos extrañan al cuero, el mofle vertical evoca la salida del cuadradero, los pasajeros escasean, el niño sólo quiere descifrar los códices atrás de cada letrero publicitario, las ventas ambulantes dentro del vehículo compensan, el día inspira diversión y al igual motiva aprendizaje, inspira continuidad y al igual genera redescubrir, inspira deleite y al igual tiende a la fatiga. El paso por la ciudad sincrónica ha iniciado en la mañana del sábado.

martes, 7 de mayo de 2024

Animales de la Suburbe. El Perezoso.

 El oso perezoso


Los brazos aúnan las garras de aquel animal, el cual se ha propuesto peregrinar hasta el humedal del cual es oriundo, así sus extremidades se prolongan ágil y lentamente por las arboledas de la selva seca. Sí cada bejuco, rama o tronco donde se aferra dicho animal, le da partida ha su paso para poder peregrinar comodamente; ya llegará con buen fin ha su destino. Ya sólo, existen dos razones para afrentar la densidad de la selva, púesto qué al emprender ascenso rumbo al valle prevé aquel perezoso, la parte de la cuesta de aquella gran montaña la cual se antepone a su asenso desde el río Cauca hasta el linde del valle de Aburrá.
De allí los afluentes caudalosos dónde el rio fluye con una pendenciera calma, dónde la parte vistosa del río parece estar en una quietud infínita, pero mas adentro las turbulencias internas del río, fluyen en remolínos, olletas y corriéntasos, los cuales, arrastran, hunden o golpean cuanto desecho y escombro hayan al paso, pero por sí fuese poco, las peores bestias de la selva en los bajos y decrepitos valles, donde las depreciones apabullan, y crean micro atmosferas, merodean las aguas, mientras anteponen exhaustivamente el punto de nervio o temor máximo al manglar, y aunque en su sequía perentoria, se da un cause profundo por el socavo del agua turbulenta, ademas por la deprecion misma del valle, el río da el impulso y rehaciende, pero allí clavado entre las montañas, mira algún que otro arbol el cuál ensueñe al manglar, y las cortezas qué se arrastran en las orillas mientras el río busca enmendar sus cienagas, más el ojo de la zaeta del nativo, tambien le da el último alito de paso, pues si dichos guardas diecen aprensión de algúna críatura a la minima falta, o sí tales le apetecieran para salvar una gran necesidad, el mismo perezozo caería ante los guardianes de la creada madre tierra.
El río aquel continua caudaloso apesar de la sequia, desplazandose en su afluente, rudirizando su caudal, y allí ensanchado, arrastrando piedras y arena y troncos, se muestra quieto aun, aún llevando dentro pero casi imperceptiblemente los ojos de las babillas quiénes esperan la pausa atroz de los transeúntes.
En su eterna calma el perezoso ha concebido el despliegue mismo, y se ha trazado su primer ruta de migración, en busca de los alto de los valles, y luego bajar al altiplano de la cuenca en busca de agua y de aire fresco, o a la vez ha espera de menos depredadores, los mismos los cuales tuviese en su camino corriente, y así de apoco asciende como el vapor el cuál se va volviendo niebla y reperfila todo a su paso; sí todo caminante fuéra un tan grato hijo de la hojas, no existirían equipajes tan atareadores. 

jueves, 2 de mayo de 2024

Inferencia. Capítulo 3.

 



3


El día de sol se ha abierto por entre la cordillera del frente, la tierra se compacta, el barro seco qué ya no será arcilla, se afirma entre los caminos y las escaleras improvisadas, los peldaños toman forma mientras se moldean a los pies de los labriegos quienes marchan a sus labores, sí la jornada se parte, ya habría algo para hacer la vida, los guetos de Praga aun no admiten a su futura Varsovia, pero la separación de los nodos, aún no se reconocen cómo barrios de una comuna en tránsito, aún la invasión inminente cuenta cómo barrio marginado, el desconocimiento del ligue a las campañas de aseo primario de los comités de H, Abad y G, Reyes, para el condicionamiento de la vida en los guetos los cuáles suenan ha convertirse en barrios populares.

El sol sigue en alzas y las labores en función llaman a labor tras labor, entre los individuos, los cuáles levantan el peso del barrio cómo cargadores, se sortean el soporte para llevar por sobre las escalas los pesos mayores, pero aun sabiendo qué ha mayor aplomo, mayor retribución y así mayor dificultad; Uno de los chicos ha decidido hacerse al bien primario, así del peso se solventa parte de parte, en la carga para traer flujo, además de órbitar entre la búsqueda de autonomía económica, para su peso con el esfuerzo máximo, levanta un par de ladrillos, invocando al progreso, por el cambio de 20 pesos por ladrillo subido, cada ladrillo de 3 huecos, lastre ocre, con las líneas las cuales se marcan al peso, y los pasos tambaleantes por los casi 6 kilos en total, y los pasos casi firmes templando al paso la arcilla la cual se convierte en escalas, y el polvo de la tierra apenas se levanta y se da en base a la lucha mientras camina escalando lento, subiendo los peldaños, por entre los obreros y los jóvenes quienes se cargan el soporte y los cigarrillos al hombro; El pequeño observa, el paso intermitente suyo, pero siente próximos sus 40 pesos, y así sube de ha poco con la carga a sus espaldas, ya casi en la meta, para arreglarse la lidia de unas 65 escalas en vértice, busca el acomodo del descanso y de tal forma qué pueda realistar la carga, así con los zapaticos remendados, la pantaloneta con la nomenclatura del número 2 de su selección nacional, numero casi borroso, toma la camiseta para ìmitar a los trogloditas los cuáles hacen de compañeros y comensales, ya con sus mejillas coloradas, y con las primeras gotas de sudor por el esfuerzo, ùbica su camisa al hombro para diezmar el talle evidente y toma de nuevo su par de ladrillos asignados, y justo llegando, recordó la importancia de su estudio y asistir a clase, lo malo de las golosinas y el exceso y las afecciones parasitarias producidas por tales, además de lo perjudicial del sobreesfuerzo para alguien de su edad y talla, y de lo cómodo qué estaría en casa de no haberse comprometido mièntras, ademas de su pose de casi llegar a su meta, y así ve cómo ha pesar de haber acomodado su gran ladrillo tal resbala por encima del otro sin poder hacer nada para evitarlo, y él quien viene en más cuarenta de ganancia, ha reventado una escultura rudimentaria de 60 pesos, en mas de 40 pedazos, sobre el único y corto tracto de camino en pavimento, para todo su trayecto de carga.

lunes, 22 de abril de 2024

Inferencia, capitulo 2.

 El barro colma los espacios exteriores, las hormigas huyen a la luz, fuera de aquel reacondicionado pesebre, espacio adaptado para la vida familiar, allí resulta el existir confortable, pero afuera huele a pasto, a narcisos, a albaka, a menta, a canela, a lavanda, a maria, a tabaco, a anís, a mambe y también a violetas, entre las diversas sumas de las riquezas escenciales en plantas aromáticas. La lluvia ha cesado desde la noche y la mañana afuera aún se siente ha campo, el urbanismo de tugurio improvisado, génera un atmósfera diferencial; Los desplazados de la violencia intímidante, o por la violencia generada; En su campo de refugiados, aportan otros matices. Y sin más los bichos huérfanos de sus especies hacen del calor algo especial, la huerta atrás del pequeño pesebre, revive la oportunidad del estar afuera, los helicópteros de salvamento pasan demasiado alto pues han de existir áreas más difíciles: Pues la vida lejos de la posibilidad de emplearse, se dificulta para la resurgencia. Áreas inhóspitas: Pues en medio de la guerra desatada se hace imposible concebir al otro solidario. Áreas importantes: ya en la medida dónde escasea la vida, el auxilio busca prevenir lo catastrófico. Áreas diferenciales, él coexiste en una, él vivencia su existencia pronta en una, él habita para hacer de diferencial, su estado de data converge en la coexistencia, y pende en subsistencia para la adaptación, la variable le da un trazo de experimental, mientras exista su cifra de referencia y mute, y se adapte; es decir rescìla, quizá siga haciéndose en vida. Lo resurgente del espacio trae los primeros cazadores de néctar, un colibrí, pasa cómo si la nada le visitara o llegase hasta él, y las flores casi microscópicas le diesen todo el alimento, aún queda algo, al ser la mañana abriéndose, las florecillas muchas en materas casi improvisadas, impregnadas por el rocio y casi puestas y en sus ciclos giran sobre las contrucciones del espacio, y se adaptan así se construye y mixta el avecilla, las hormigas no suben hasta las plantas, se andan aún por las partes secas del patio trasero. Una hormiga: la cual carga todo el peso del tiempo en sus hombros, y trae el cuerpo volátil de una compañera; Antes de buscar el pan, antes de hacerse para sí o de entrar en razón, antes de perderse en el otro o síquiera concebirlo, marchando desde la nada junto a las demás pensando en conjunto alienándose, alineándose, marcándose conviviendo en montonera, desplazándose en conjunto y en filas torpes, allí muestran qué han perdido a sus ovejas, buscan el lugar habitual qué han elegido para el reposo. Un abejorro: el cuál sí hace de señal de alerta, apabullante, invasivo, perenne… Aparentando el riesgo en pleno, avasallando la quietud ambiente, da la alarma para que todo sea furor, miedo y saltos, las mismas hormigas huyen del pavor de convertirse en el segundo alimento, las engulle vivas, pero el niño no tiene el valor para verlo. El cielo brilla y un helicóptero sucede al siguiente, aún no emplazan metralletas en sus compuertas laterales, pero pasan aun siendo en su esencia, en lo alto, el cielo habla de que sí existe algún área peor, es por qué todo tiende ha estar mejor. Los huecos en el suelo por las goteras del techo, sobre la tierra, crean pequeños estanques. Los pies llenos de barro, el miedo se ha ido y los pedazos de asederita y romero y hierva buena y albahaca e incienso, juegan con los excesivos cuerpos de hormigas las cuales llegan en filas con sus muertos hasta aquel espacio cómo sí nombradas ya en la nada, vinieran a reposar en aquel aparente cementerio de elefantes diminutos

Feliz año.

 El cielo está puesto en la parte más oscura del firmamento, justo allí, donde ha orbitado tanto el final como al principio del año, las nub...