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miércoles, 3 de mayo de 2023

El Trueque del Guerrillo. capítulo 3 , novela Joven. Manuel Carrasquilla.

           


                             

 

                                  III


            /Nada podía estar más en contra de todos los asuntos por remediar qué el mismo tiempo,/ al menos esto era lo que tenía Ivan por convicción cuando era el caso de tratar de alivianar el flete procedente de china con más de 2´millones de sim cards, el origen chino no era el problema, el problema mayor era el asunto de la configuración de redes, dado al cual debía conectar un ingeniero de software y para la época la primera promoción no llegaba a las practicas universitarias, y así cómo esto también requería un experto en programación de software, para la programación de los códices de las líneas telefónicas,  esto no era problema dado y sí los jóvenes aspirando a ingenieros, quienes aún no llegaban a 4 año, y así un doctor de aquel tipo menos qué iba a existir.

 /de donde podría surgir un alguien que remediara tal asunto? /

 era la pregunta ficha aún más al cual desencallar el contenedor estancado en Panamá ya ésto traería en favor la soltura de quien sabe cuántos más, además quien viajaría hasta Santa marta o Cartagena por la recepción de los celulares, claro en obsolencia a falta de las dichas tarjetas. El teléfono debía ser su amigo, era lo que tenía como idea central en vista clara al panorama acerca del futuro en solvencia de tal, esto igual a series de ideas invadían la calma de un gran comerciante, quién meditaba oscilando entre café y mate. El celular de este le trajo a despertar sobre el hecho de lo habido en sí, y de lo qué podía bien plantear. Un repique acompañado de una extraña vibración en su bolsillo, le volvió en sí. Era el teléfono el cual repicaba, pero él no estaba acostumbrado, y la forma del sobre salto, quedándose dormido en la mecedora de su casa en lo alto de una de las montañas al oriente del valle, con la motivación de en algún momento volver al plano de trabajo. Era el numero privado de uno de sus grandes colegas, y quien le había traído la gorra en momentos de grandes dificultades.

– buenas tardes, don Ivan, le habla, Guillermo, espero que todo esté de la mejor manera, no quisiera perturbar, pero la verdad las dificultades son menores a las soluciones las cuales hemos planteado, ahora mismo tengo un contacto en panamá, que bien podría adelantar el tema de transito de las sims en Panama, se llama Isaac es Colombo Turco aunque dice que el tratamiento se puede tardar entre uno y tres meses, puesto que si es una gran cantidad, pues esto traería inconvenientes entonces sólo tu serías responsable, no tu equipo, pues nosotros no trabajamos con drogas y menos con drogadictos, em pero la única ventaja frente al caso es que el perro el cual sintió algo de producto en el contenedor sellado, y a la espera a ser revisado es un perro experto que lleva más de siete años trabajando en el área, y detecta un cigarrillo de marijuana a más de 100 pies, y pues los perros novatos aún no han dado con algo, esto habla en nuestro favor pero como pierde interés, entonces la revisión necesita acompañamiento, además el contenedor espera por ser abierto para el caso, así que lo prudente será no hacer presión de ansiedad sino de necesidad.- todo esto es disparado de una sola bocanada de palabras.

Iván queda atónito, por todo lo que acaba de oir, y pues siendo así debería plantear una serie de conclusiones, pero a solución nuevos conflictos, y de mas el hecho de que ahora esto podría estancarse frente a un panorama que requeriría soluciones inmediatas, puesto que la embarcación con los celulares estaría en menos de tres días en puerto colombiano.

-Pues, Don Guillermo; la verdad me dejo esperpento, igual toda la información que me ha dado de chorro, así no más estoy apenas tratando de engullir todo lo que ha soltado, yo ya antes iba a decir ataje ese toro que me ha dejado sin ni una vaca. Pero a sabiendas que usted ya tiene problema y solución sólo queda plantear la estrategia de venta, y pues que me dé el contacto del tal Isaac pues yo si quisiera estar pendiente de todo, y pues en Panamá ya ve uno que resuelve, eso sí yo arranco pal puerto a recibir los celulares, acompaño el flete hasta acá y después de un baño y un almuerzo arranco de una pa´ Panama, que allá ya hace uno vida. Lo otro será que de casualidad usted tiene un dinerito pa que me preste por unos días mientras hago todo esto?- responde de manera simple, llana y directa Iván a la dilemática planteada por Guillermo.

Todo ya estaba teniendo un encause la solución era de partes y los nichos ya estaban de acuerdo, el planteamiento se torna hacia un mejor rumbo, aunque la dificultad se mantenía.

            -plata? Usted me está viendo cara de banco o de simberguensería, la verdad usted es muy desconsiderado Ivan, eso es lo único que valgo yo?. Vea le digo que lo que usted plantea ya está fijo, el estratagema de venta lo ha planteado, Mario, muy buen elemento el joven que a propósito le tengo cerquita, que donde me oiga me saca la mano, pero de todas formas háblese con él al respecto. Y por otro lado ¿de cuanto estaríamos hablando?

            -No es mucho, lo del flete lo tenemos fijo entre la mesa, además me llevo a mari o pa´que pase y monte en carro que a los pelaos les encantan esos viajes, además eso a punta de coca-cola y papitas ya los tiene uno ahí, y pues yo creo que con unos 5 milloncitos por sí hay que contratar cargueros  o algún asunto de Ley, porque créame don Guillermo, esos de la aduana estarán encima como gatos en machacadero de carne, además Julio el amigo de Mario ha ofrecido una buena cantidad de dinero, para la compra, esto podría amortiguar compras o ventas o deudas  y un posible embargo.-

-La verdad ahora ando corto de tramites, cuente fijo con dos o tres milloncitos, pero atalaje no sólo al compañero, sino algunos de esos arrieros de los que nosotros conocemos, no vaya ser que nos quiera pescar y no la ley del monte. El teléfono de Isaac se lo paso en el momento preciso o se lo envío con Mario.-

-Así será y por favor comuníquele a Mario que mañana a las 8 muy am le espero la cafetería.-

-Por supuesto, más si quiere lo hago yo. Pero sería bueno también que le recuérdele usted.-

Ese fue el fin de la llamada.

 

La dificultad ya estaba expuesta, Guillermo estaba con la claridad a su favor, la oposición a su cuestionamiento era interna, ya había visto el día y tal estaba próximo, él todo un samuray, había sobrevivido en pleno a la vida misma y había así mismo avizorado la muerte misma desde la cercanía, pero tan tranquilo en su quietud del equilibrio, que pasando cerca de sí no le pudo enceguecer, aun rosándole el rostro a un mínimo de distancia, así con tal plenitud Guillermo miraba la vida misma, pasar con relación al todo, en su plenitud y la mantenencia la sentía él, tan tranquilo, quizá se sentía sentado a la espera de que le llegara, pero olvida sentir a cada paso el cuidado de tal a la sombra de su capa.

-Mario lo llamó un tal señor Ivan, y dice que le requiere a usted mañana a las 8 muy am, es como para un trabajito, ojala le salga todo a mi muchacho que tan duro le toca en esa universidad.-

-así, y ojala paguen que esto si que ha estado duro, ese señor lo pone a uno a trabajar para el pero no le gusta sino pagar a punta de empanadas.-

           
así luego de despedirse de Mario, cómo de costumbre, con su pelo blanco recubierto de canas y sus rasgos de mahadi, se en ruta por la pequeña avenida del boulevard la cual le lleva hasta la parte alta del parque en el café el cual domina en buena gana, así en busca del vapor brumoso del café libanes el cual suele tomar en aquel espacio, donde domina la conversación y desde un televisor de veintiocho pulgadas, cubico y con la señal al tope, redefinía cada jugada mejor que cualquier comentarista asalariado, era el dueño del balón y de los comentarios, la rondas de aguardiente las cambiaba por tintos, qué luego canjeaba por de a uno, y así se paseaba dueño de su espacio por la calle fría en una acera estrecha, con dirección hasta donde solía pasar las tardes entregadas a su rutinaria vida de partidos internacionales, los muros altos y las ventanas pequeñas, pocos balcones y los efectos de estreches en la parte alta, hacían parecer a las casas, gigantes inclinados mirando al suelo a ver quién pasa, así se robaban al sol e inundaban de sombras las calles, donde los colores sublevados traía recuerdos tan diferentes del presente y los olvidos de los pasados próximos nunca se perderían, creía el viejo, nunca cambiaba, era el típico metódico qué de saber la proporción de sus pasos y doblar la esquina, justo al tiempo del reloj, y subir a un ritmo eterno las tres pequeñas escalas, y mirar la misma lampara en el día para ver si aun tiritaba y nadie lo notaba, también de saber el tiempo pendiendo de la postura del sol, midiendo la sombra a veces calculando la baja en su reloj de pulso, a veces incentivando el alta, pero dando el calculo en la raya la cual dividía la sombra de la luz directa, ese día el despidió a Mario con el dolor de sólo poder asistirle un tiquete de ida, pero con el dolor de saber que no tenía claro, no sí Mario y si él mismo, siendo el Alfonso dueño de aquella colina custodia de la historia, la cual e habían feriado entre vecinos recientes y descendientes quienes cómo conejo habían perdido su pedazo de pasado y ahora eran mas dueños de la mentira qué de la realidad misma asida.     
don Alfonso cámina cómodo, con un rumbo fijo pero con sus estados de percepción elevados a una realidad mayor, el fuera de la apuesta, entiende qué la facción dominante de crew (parche), no puede dejarlo por fuera, pero su responsabilidad le da a tomar una fachada para poder ejercer libre dentro de una ciudad creciente, la cual le ha puesto por realidad un futuro distinto al esperado, pero un guerrero de su estirpe no tiene qué improvisar en su área a pesar de sólo vivir con el peso de su subsistencia, ahora en su sentido de psique, siente el repique de un sólo timbre del vibrador de su teléfono, nadie sintió, así mismo siente la motocicleta en el estallido del cran, un sólo estallido del estarte del pedal, don Alfonso ha entendido que la rutina la cual le han declarado para Iván en la noche, al día se la repetirían, eran justo las 1:45 pm, el va tarde para su partido de UEFA, en liga europea, al sentir el motor en cambio de ruta para encontrarle supone:

/vienen es por mí/ piensa Guillermo.

Pasa la calle y entra al mini bar al cual nunca había querido entrar en lo que tiene de vida, en el silencio del medio día citadino, en plena nubarada de abril, donde aun no se predice el clima pero se anuncia agua en precipitaciones, debido al sol picante pero a la sombra fría, el bar no atiende o mas bien carece de borrachos para la hora, la bartender, aun con su facha de arreglar casa y aspecto de recién levantada, tiene en sí la disponibilidad de sólo estar para vender alguna que otra golosina algún estudiante.

-no hay licor y apenas pienso lavar la greca.- adelantando la respuesta ni a un saludo.

-tranquila, véndame un cigarrillo pero apenas esté el tinto, me lo enciendo.- y Guillermo toma el cigarrillo Royal, y se empretina, desasegurando su arma, y mostrándose dominante pero sencillo, así toma un taburete alto justo en la parte oculta al lado de la puerta, -si me gusta el tinto me llevare un paquete de estos cigarrillos- agrega como dominante del hecho y enseguida medita sobre la conversación con Ivan esperando que Mario no la hubiese oído.

la joven se disponía a limpiar pero por la promesa de venta, sabiendo que cenaría, y que el desayuno estaba cerca, aun intimidada, sabiendo su maldita verdad, se dispone a preparar el café, y se olvida de todo enredo. La motocicleta, 175cc no tiene erección de dirección reconocible, pero viene al encuentro y se ha disminuido en velocidad en la última cuadra sólo son tres calles, y pasa al frente del negocio donde se ha refugiado Alfonso, pero ya no parecía que él estaba en la ruta, continua situando la escuadra y luego la otra y de la manzana, pero lo hacen lentamente, hasta volver al sítio, el completo silencio de Alfonso y la preocupación de la chica entendiendo el hecho, mira al buen hombre quien quizá por ves primera pisa su negocio, pero ella se encariña en inevitablemente perdiéndose en el brillo de los ojos de quien le había visto crecer y de quien siempre fue un hombre afable, modesto, amplio y del inmutable rango de edad, pero ella perdida, mestiza y amulatada por la difícil supervivencia del área, para una cantinera quien perdió la adolescencia.

-negra, nada- grita el pasquín desde la moto a la entrada del negocio.

-nada bebe, mi mamá lo necesita, que la llame a la noche- le responde desde la ventana.

La moto emprende vuelo, con el joven a bordo refunfuñando.

-amigo se nos ha caído la vuelta, está muy impreciso el negocio, yo creo que estuvo mal haber salido por aquel señor, va tocar responder, pero ahora quien sabe donde se ha metido el hijo de puta, quien ira a responder, puesto qué salimos los dos, y la negra lo cantó justo al punto.- se da golpe de pechos el hombre aun en su juventud en desborde, -ella me llamó justo al tiempo, donde se habrá metido el malnacido ese-

-demás que nos caramelearon, volvamos a base, y esperemos haber que pasa, y bajémonos de este calor, pero primero lleguémosle al sitio de él, que de pronto nos fantasmeó y llegó fue al sitio antes que lo viéramos, veamos haber que visaje ocurre allí.- comenta su acompañante, mientras desmonta el arma.

Don Guillermo con el aturdimiento, de entender la complicidad de la chica, se queda mirando. Y racionaliza el hecho.

-está de casualidad tu mami?- pregunta Guillermo

-sí pero ella aun no se ha arreglado, quizá salga acá mas tarde.- la joven responde un poco incomoda.

- llámala por favor, dile que es para Memo, que la requiero, con prontitud, sino no entraría a este negocio.-

-amá…- grita desmesuradamente -la necesita don Memo.-

Al fondo de la barriada, cerca de su destino, tras un chirrido de neumáticos, Guillermo reconoce lo que serian cuatro disparos sin eco lo cual diría él, de pistola de calibre medio y luego seguido una ráfaga de fusil, aparentemente colevsnicov, puesto que resonaron con doble cadencia y doble eco, el primer y el ultimo disparo, esto amedrentó a la chica, quien se puso contra el lavaplatos al fondo detrás de la barra en el pequeño cuarto, que hacia de bar, con una puerta a la casa, un orinal abierto y una ventana de barra con mira a la calle, un mostrador de barra interno y una puerta, un salón pequeño con mesas tipo barra contra la pared, acto seguido suena el celular de Alfonso, pero tal insiste repicando.

-oiga don conteste. - aduce la joven trigueña, con apariencia de mestizaje de samba, y con ojos saltones, pero de piel tersa y de labios semi carnosos,

-alo?- contesta Alfonso

-padre has visto a este par de engañados, uno mas que el otro, iban por ti, me ofrecieron la alta suma por un infiltrado del barrio, ahora resultó que eras tú, y lo presentí por esto te avisé, y han pasado por el bar, no lo soporté he reventado al “contratista” pero al otro chico el copiloto, lo han levantado con dirección al hospital.-

-estoy donde Mery, esperando un tinto, la joven me encubre, se parece a tu tía ella tenía su misma mirada, y me miró siempre con el mismo desenfreno-

-sigue ahí paso luego del primer tiempo, y te cuento con más detalles el suceso.-

Ambos cuelgan la llamada.

A Mario le pareció extraño que su viejo mentor, estuviese en negocios donde se apartaba tanto de sí, que incluso le hacia a un lado a él, así ve desde la terraza donde lavaban el trapo de limpieza y debatían el asunto de influjo de personas, donde la ponencia convencería al reste de sus compañeros, el resultado había sido extraño, y esto no llamaba al orden, pero la incidencia les hubo llevado a una realidad mayor, el ver la gente reunida y yendo su discursiva le había hecho esclavo del un poder incontrolable, y de un honor tras el poder de convencimiento.  
con la pena de ser, con los diálogos erguidos cual sí todo fuera, pero con la realidad tendida al no ser, con el presente fijado y las verdades sin determinar, los rasgos de un montaje dispuesto a una serie de hechos que les ponían en una postura con la interminable luz de haber sido, con el poniente tras el rastro, no dejaban perder ni el mas mínimo hito de su rasgo, la historia le lleva al lugar donde los hombres inician a formar su definición de hecho, el ha tomado para sí lugar de sitio, no piensa mucho en lo que ahora toma como centro de devención, de sus contextos característicos el no entiende en plenitud, sobre su destino, el contexto de lugar y espacio le sitúa en la historia en un contorno donde debe surgir, donde debe dar cierta lucha, su planteamiento de base, le muestra un distrito sobre una territorialidad, donde el cólera existe, donde el hambre existe, donde la desnutrición infantil existe, donde el crimen y la violencia existen, donde la deserción escolar y el reclutamiento de menores también existen, pero él un aspirante a oficial de una fuerza legal, en su base de conocimiento, entiende que de cadete de una universidad pública, debería ponerse en un lugar más allá de una trinchera ficticia y hacer parte en orden de un estado que requiere al obrero, él debe hacer algo, y piensa sobre su futuro pero el planteamiento presente, le lleva a  cuestionar el uso y función de un equipo móvil como alternativa comunicacional, y ver a sus demás compañeros, en una lucha por permanecer en la civilidad antes de ir a portar un uniforme de forma permanente, de continuar en el aula de clases antes de portar un arma de dotación, aun así con el espíritu de instruirse y capacitarse para trabajar en su proyecto individual y acoplarse al de estado nación es decir el de su comunidad de base, aun así volvía dilematizar romantizándose con el agua potable, los servicios públicos o el suelo pavimentado para poblaciones masivas, en su potencialización de organigrama, tiene un objeto claro, y ya a puesto a nivel de colectividad su proposición de compartir una materia de emprendimiento, aun ignora sobre el hecho de base, mira para la sala, su celular ya está cargado casi que completamente lo toma y sale sín afán, de camino, hace una llamada.

-mona cuénteme, buen día, cómo va el negocio, hay algo en cinta?- pregunta Mario a su nueva compañera de enrute, y dando un saludo un poco frio, -espero que todo esté de la mejor manera- concluye

-buen día Mario- responde emotiva Andrea con ánimo de conversar, -Pues lo de los celulares ya está casi listo, lo de las simcares si cómo que falta-

-no se como pude salir siquiera, a veces no alcanzo ni a despedirme del viejo, espéro qué éste aparato no se me vuelva una esclavitud, es lo que me dictan los demás compañeros-

-no se preocupe que gracias a esto es que hablamos así de fácil, ahora dígame que hacemos?-

-pues por lo pronto creo que sería posíble el rehúso de la línea antigua con las tarjetas de sim cards corrientes?

-será? Yo espero que se pueda, recuerde que hay unos tres de sus compañeros que han quedado de invertir, y otros dos que pueden hacer ventas y mercadeo, les prepararé reunión para que hable con ellos, además Ivan recordó la inversión de Julio, sería bueno darle aviso.-

-en cuanto acórden me avisa, quedará para mañana al mediodía, espero poder tener al menos  unos 40 equipos en mano para el tema pero unos 2000, en bodega. El negocio con el mexicano está a punto de ser confirmado, yo lo doy por un hecho, mas tarde te hablo-

El corte de llamadas, fue por poco despectivo, pensaría ella acerca de Mario.  

Mario había entendido todo, hace una segunda llamada.

_aló?- está allí sentado en un computador Dell blanco con partes visibles de IBM, de cuerpo blanco ya oscilando a beige, y una pantalla alterna con solo códices verdes, rojos y azules, y cuadros breves de contornos de tragaluces dentro de la pantalla cómo anticolores contrastando y contornando lo que sería una pantalla rudimentaria hasta dar tal luz y oscuridad, en vez binarios polinarios cifrando desde 6, 8 y 9, el chico con una diadema de micrófono y un emulador virtual y un casco de vr en la mesa de escritorio. Al tardar la respuesta insiste -compa hábleme o cuelgo estoy 16 de zelda, lo espero pronto este puto rol no me deja y combato un troyano.-

-el pápeleo está listo es sólo la conversión y le paso el reste del fondo y todo el ensamble para la reinver.-

-todo claro, es sólo pasar unos númeritos de una carpeta a otra, y un codiguito de PS a PS. En cuanto tenga todo les canto el pastel, y en la interven, dile a Ivancho que salió del pastel salado la postre y el pudin era el tal, o atajamos una tercera, aun compadre, la segunda sería mi amigo.-

-No entendí una mierda, pero informaré- asume al informe la distancia.

-biye- se despide el ingeniero informático más cercano de lo conocido.

-que estés bien, El Dios te bendiga.- sincronizaron las llamadas y el gprs, y ahí colgaron.

La ciudad en vilo esta redespertando, piensa Mario al vilo de saber qué tiene un aire de control, sobre lo que plantea, el parque le toma por sorpresa, allí está el medio día colmando la naturalidad de la quietud y la ausencia del tránsito, uno que otro desprevenido, pasando por la quietud del sol en lo alto, las bancas solitarias recibiendo el calor del medio día, donde incluso las aves mas voraces buscan nido de repliegue, allí bajo las sombras de los arboles donde parecen ocultar algo, las sombras intercambian razones, el ser de Mario, piensa sobre los beneplacitos de la libertad del medio día, y cómo el hombre se ha hecho de apoco al derecho del erario, el torna su ruta, viendo las cortezas esplanadas, y al parque del cual bien podría ser aun un pueblo en creces y la conjugación ha pasado de dar una identidad unicítaria a prestar una unidad totalitarista, y el rededor qué ha perdido su iglesia o bien carece de una, debería aunque bien conservarla para hablar de una ciudad pueblerina aún, pero los tonos del acrílico exterior de las fachadas y las rejas y el distanciamiento entre una vida y la otra y la generación de la cosmópolis opina diferente a la del pequeño pueblo el cual vió la gran montaña sacudirse y partirse entre la niebla difusa de una centralidad que mira al cielo y en su vastedad, las rejas agudas y las plantas colgantes, las puertas extra protegidas gritando a la seguridad en ultra silencio, y los andenes estrechos aun perviviendo, y los carros pasar cómo huyendo de la calentura del sol, entre la sombra y el calor, la variabilidad de la temperatura medida, y el indio mestizado en el mando de la masa, esa que escasea en dicha hora, lo escultural de lo arquitectónico lo colosal de las casas aunadas, de la super postura de una con otra y las peñas y las baldosas y los mármoles rebríndando fachadas, y los edificios los cuales se levantan sobre las casonas extintas, pero con bases de una ciudad suspensa en el tiempo, donde el levantamiento se ausenta del nicho de ciudad, donde quizá uno que otro grupo mantenga un margen, él en su compromiso de ciudadano carece de pan para las escasas aves, no tendría parte de recuento, la universidad le espera mientras Mario sigue a la espera del bus que le conduzca así, el que se pierde en el parque esperando la ruta, el enrute le ha demostrado lo fuerte del margen, el en sí creería qué el metro le ha descompletado la intensidad del vuelo a su bus, la ruta sigue esperándole pero ahora a aumentado en paciencia, Mario no ha podido superar la imperturbabilidad del bus, son las 01:24 pm y aun no pasa, tiene clase a las 02:00 pm ha tomado una asignatura de libertad jurídica, su tesis marxista no le completa el resumen, los arboles inmóviles al sol parecen arder exhaustos de la fotosíntesis, el vecino con el perro de gancho y humeando bajo el sol, toma el puesto del ausente, Mario entiende que él ha sido el segundo en salvarse, extrañamente él presentía al bus perdido y veía en sus visiones la parte trasera del bus en vértice, así espabila, el vecino con ropa de recién levantado de su dormir diurno, no para de sonreír, Mario no sabe si a su marihuano recién liado de tamaño extra normal, o si se ríe de Mario mismo, Mario no suele reír de la vida, y decide caminar tras el enrute, para hallar el bus en el camino o alguna segunda ruta, el vecino con el aire de hachís en su bareto atizado de cocaína, y el alborozo del olor expandido juguetea al perro con una pelota y lanzador, pero se abruma al deber sacar la bolsa para recoger la necesidad del can, mientras fuma, quizá la risa fuera sardónica se va pensando el joven Mario no ha avanzado 2 calles y el bus le alcanza, ya en el bus Mario se siente tocado por el ambiente de poder estar a salvo y bendice a su vecino desconocido desde la ausencia. La ruta se ha bajado 3,50 minutos así que va con el vuelo de no saber si hay retorno, velocidad extrema; Mario entra toma asiento prudentemente en uno de los pocos asientos los cuales quedan libres, se sujeta, pero antes, guarda la devuelta de su pasaje en el bolsillo jean, no se incomoda por la salsa del latín en el estéreo de los alto parlantes del bus, extraña y banalmente el pisquero está instaurado dentro, pero no humea.

Iván hombre que ya ha definido lo que será de su vida, que se ha esmerado por el bien común y la defensa de su nación, quien viene en retiro de una decanatura en industria comercio y transportes, experto ingeniero mecánico e industrial, esperó siempre mas de la vida a su edad, con el cabello largo y acaecido, con el mentón amplio y las cejas pobladas, con la cara rasurada casi al ras permanentemente, con los ojos de tres brillos que someramente se verían grises o azules por el ámbar de su mirada y la perspicacia en sus actos de vida y hasta en los de litigio, un coronel abnegado que entre activamente desde una postura ajena, pues en la civilidad ha aprendido a surcar la vida, de carácter fuerte y un poco mas sabedor de lo que dicta, ya tiene el estratagema articulado, y el montaje debe ir viento en popa, así se sienta a esperar el llamado, mientras que con sus brazos fuertes se asienta sobre el diván a sabiendas que todo el equipo está haciendo todo por la posibilitación, uno de la generación de recursos para sobrevivir y dos la creación del dominio del poder comunicacional e informático, el sabe que dominará al mundo con mercancía china y con compras de americanos, ahora mientras pule su sombrero de mimbre de iraca, y lo entrama en la húmeda mañana desde donde ve los copos verdes de los arboles de su entorno, por el cristal inmenso de la ventana que ilumina su inmensa sala en un barrio cercano al cordón periférico, arriba desde donde también observa al centro, donde debió cerrar el ventanal, puesto que el ruido encontrado de la música en el ambiente le hiso odiar por un momento la estereofonía, pero también de forma incomoda le sacó del plano y para sentirse útil y agradecido con la vida, se dedica a su entrame, entretejiendo, y llevando las astas por sus aspas de aquí allá, y vuelve, los pájaros salvo los ornamentales se han silenciado, pero no por voluntad ni por la persecución de pervivencia de los felinos o de aves mayores, quizá por haberse vuelto aves mayores y haber aprendido a silenciarse en gran parte de su tiempo, o quizá aún más, porque el ruido estrepitoso de los equipos de sonido al tiempo no lo permita o simplemente los haya con el tiempo enseñado a conjugarse en las variadas orquestas, de las notas que vacilan desde un rap hasta una melódica tropical, la salsa que Ivan oye, no puede competir en ruido o no lo logra a plenitud, pues debería aumentar demasiado a su sonido, así que convoca al espíritu clásico y lo deja entremezclarse con el sonido ambiente, y con los pájaros que sueñan estar encima de los ruidos de atrás los cuales se superponen.

  

domingo, 30 de abril de 2023

Sincromatísmo capítulo 8. encuentros, Cuento en serie, Manuel Carrasquilla

 


encuentra este capitulo en el nutrido 


https://contextoperiferico.blogspot.com/2023/06/sincromatismo-serie-i-de-los-capitulos.html

miércoles, 26 de abril de 2023

el deshinche del vendido, capitulo 5. Manuel Carrasquilla.

 

V

 

 

 

  Los avisos luminarios colmaban las calles, Tokio era un cruce desigual, los alumbrados públicos decembrinos de Medellín se habrían visto angostos, Manhatan en la 7ma avenida de wallstreet no invertiría en tanta luz, Nevada era furor comparado a la estética de la representación, así ni la torre ifel con el campo Elisiaico de Paris iluminado, o Medinna para la noche del heid Alhja desplegaría el fulgor,  siquiera el Támesis de Londres alumbrado no dilataba la mitad del centro luminoso de Washington, un nubarrón de luminosidad cual monte lunar, o pirámide volcánica, o centro de pastizal reflectivo, avistable desde el cielo litosférico, las mejores marcas de ropa deportiva, los mejores electrodomésticos, logotipos de marcas de automóviles, brands de Beneton, brands de Piccus y brands de Forex, todo en un escenario para la mercadería al punto de galguerías, chucherías campestres y demás artilugios de las modas, los plasmas, neones y alógenos, el candil de la luz incandescente,  se superponía en la entrada del post center, el cual iba abriendo de ápoco, un mercado del extrafalarismo el cual se iba transformando en un centro internacional de comercio y negocios, ya aparecían más mercados, estanterías, vitrinas y por supuesto edificios de cristales enormes, el capitolio con los reflectores, el teatro en despliegue, el obelisco cómo fuerte de grúa señalando al cielo igual a Excalibur esperando a su Artur, rememorando el inicio de Egipto entre la campana y la torre, la botella de un diablo puesta al ojo de la aguja, mas el reflejo en el lago Lilcoln la torre de Seattle, los dúplex iluminados hasta mas de media noche anunciando al mundo la llegada, quizá la victoria de los cátolocos sobre el lomo de los reptilianos, el Estrasburgo italohungaro, los samoyedos de los Sunos, las tropas del KanhishKhan en la lista de las conquistas Atilanas y Olmecas, el despilfarre del palacio Griego a lo alto de la roca, en el medio, allí el mundo había puesto una huella pero se definía en marcas de intercambio, el tlc estaba escrito, y la punta indicaba a la luna, los cristales aumentaban y el frio de la calle de humedad en seco por los vapores reflejan el frio diamantado del hielo dominante, era imposible conducir sin rafting, sin rapear, sin deslizar, el conductor miraba por los espejos y cristales del ziker al viejo, quien en su mirada tenía la tranquilidad de haberse salvado del asalto, con los ojos encharcados no sólo por el hecho, agradecía en gestos, uno por el suceso situacional de solvédad y dos por la cara de sorpresa de los dos jóvenes al ver la gran ciudad a la vez de dicke cual yunque de hincapié con una iconología contraria al vector mediático, además del factor sorpresa en el declive de las luces por final de temporada, a tal altura ya nadie se sorprende o admira los bombillos, era obvio, la ciudad respiraba un aire extraño, la bandera en signo de dominación ondeaba al fondo, los jóvenes sorprendidos no paraban de abrir los ojos ante el deslumbrante y luminarioso dominio imperialista, pero replicaban sus cuestionamientos, nadie les oía, la soledad del fin de invierno, el frio del tránsito estacionario, el solsticio de primavera estaba lejos aún; el viejo, pide ser acercado a su vivienda en uno de los edificios cercanos a donde deambulaban, ahora estaban por llegar a al sitio en una ciudad trazada y regida por el compás pendular, por la escuadra, en los trazados de las dos avenidas se mostraban en gala, el nio nio y el geom, allí al final de la etapa fría, donde la soledad complementaba, aunque los andenes rebosantes de automóviles, y los negocios al tope de gentes solitarias pero en grupos indefinidos, el edificio modesto esperaba al viejo quien departió su whiskera con el grupo, aunque sólo bebió de ella el pintor de grafitis; llegados la puerta de un edificio frío de acabados simplistas, pero en elevación inmensurable, el buen hombre dejó un par de tarjetas y la cuota del pasaje, quería luego salir con ellos, el viejo volvía de una cena familiar cuando fue interceptado, eso fue toda la conversación, más de casi nada, habló en el camino, mientras al final daba una cordial bienvenida, pero al tiempo se despedía.

aunque los rateros y el taxista reían de avaricia, por el botín de guerra, ya tenían una proveeduría a menos de seis calles donde dejar todos los objetos adquiridos, allí los botines, eran redirigidos y el tiquet de estadía bien pudiese aumentar, y sabían que bien en la entrega habría compensación, era la elegancia misma de los guetos de Genoa y la saturación de los mercados de plaza de baratijas en Estambul  puestos en el color exuberante de black market  de Osaka, el barrio chino, era la vida nocturna del puesto de Hooper, era el underground vivible de Washington, tampoco es el Bronx, pues hay entrada siempre, al Bronx no siempre hay entrada, pero en este centro de negocios bajos lo único que no había era la salida segura, y era allí mismo en “la considerada” la ciudad más segura del mundo, con la lugubridad propia de un mundo de tiendas con vida dentro, pero con la vida perdida, donde unas cuantas mujeres posan para su negocio pero con gabán y sacos grandes casi con mascara y  extraabrigos, no dejan nada entre dicho, donde los cafés guardan hooligangs, pero la guardia de las esquinas los mixta, águilas y felinos de todo tipo, reggae y rock and roll, los harlistas también se guardan de las lluvias, el tránsito estacionario define que la lluvia leve puede volverse hielo, y obviamente nevar en cualquier momento, dos vueltas un café de autoentrega para donas y café, típico staarbucks con termo para pasar un poco más despiertos la noche, el café claro pero de buen aroma y sabor, un poco acido pero brumoso, también cálido, las donas de mixes, la caja combinaba los roscones clásicos con mieles y especias y caramelo y chocolate, el color se ausentaba, pero el azúcar y las cremas simples engalanaban, la calle de acera corta, mostró el sitio el taxi driver; se a orilló con su turbante, aceleradamente, movido por la noche, toma sólo una prenda extra por encima de la chaqueta, la nbc suena duro, el mix de reggae y hard rock, limbiskit es lo mas rap en la radio estación, el conductor dejó sonar la campana de la puerta, la puerta con la presión del auto cerrado, retumba, la calle por fuera hacía una saturación leves de sonidos, muchos negocios ya habían cerrado, las antigüedades en una vitrina vísta cómo estantería en una ventana, menos de cinco minutos y antes de terminar my way e iniciar one dólar de nirvana, el driver tax ya estaba en el taxi, traía un poco de perico colombiano todos se inocularon, el pintor no podía luego con las donas pero se bebía todo el café, e insistía en reír y pedía cerveza, una lata extra de laca montana colors, ya tenían pastport, el reporte dio buena gana, los animales tenían amigos encima, y las prendas y la info interesados, la colma sería compensar en pago la rayada en la ciudad, un muro por otras, muchos tags y trow up o bulging´s , en el patio del tío Sam.

lunes, 24 de abril de 2023

Sincromatísmo capítulo 7-D. Las Noticias. Manuel Carrasquilla. Cuento en serie.


 

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sábado, 22 de abril de 2023

estrellitas del mañana. cuento. Manuel Carrasquilla.

 
Estrellitas del mañana.

Era ella, no sé sabe a ciencia cierta por qué él acababa de intuirlo, al igual no le importó, estaba sentada en lo que bien podría ser el mejor yate de todos los tiempos, pero no era porque así fuera sólo un yate o una lancha vieja, la cual bien sin motor hubiese funcionado o sin pintura hubiera flotado, hubiese sido todo en el mundo, quizá tener motor 470, ser una yamaja, con el colorido y compartimento oculto, motor propulsado, vidrio de escotilla aerodinámico, mástil de timón ergonómico, ancla acerada, silletería de cuero impermeable, siete botellas de champaña, estéreo con sonido extra y una bigband de fondo, quizá todos los lujos del mundo pasaban a un lado, pero de allí lo único cierto y especial es claro, y es que si es ella y por supuesto está ahí sentada y sólo por esto puede ser aquel bote de cedro rojo, embarnizado con aceite de ballena, pulido el talle al frente de la sirena elisiaca, taches de amarres nórdicos, el pulido en el pino de tres cipreses y a la capacidad de tres pares de remos sumergibles, con  más de 20 resanaciones de ataques recibidos por flechas, hachazos, siete incendios, un torpedo y 32 disparos de galil, esto y una quilla de vela de gaviero, el mástil puesto a la vela de lado, sillas erguidas, cuerpo arqueado,  la mejor lancha de todo el mundo, y así es más, ya no era un bote o una lancha, era un yate, aun sin cabina, aun sin techo, aun sin las placas típicas de los botes cubanos, ni el bautismo con botella reventada visible y algún renombre. 
No debió verla allí, recostada contra el bote, perdida en su dimensión extraña, mirando a lo profundo del océano preguntándose de porque la luna no salía en la línea prevista del horizonte, era todo su anti polar, pues ella era el amor o más bien la traga eterna; aunque el gusto no es preciso para los mochileros y menos en una playa cómo puerto girón, la hora en la cual las discotecas están en todo su furor, las luces de estrover y las de neón espalpaneaban al son del trance y del reggae, ella había salido a tomar aire, el no hubiese entrado, además la carrera cómo lapidador de rocas había terminado, ella le reconoció pero se perdió en su teatro eterno, quizá el rol el cual posteaba cómo identidad se le veía mejor, o le hacía quedar libre de todo roll de papel pasado o de toda pena y más la de aquel quien fuera de saber algo acerca de ella, y del haberla visto de nuevo.     
Él se perdío en la realidad de un habitante de alguna barriada latinoamericana, pero claro ahora no era ni Hindú ni Árabe y menos indio mestizado o negro libertado o prófugo,  ahora era el mismo a quien ella tenía que recordar, pero ella, ella ya no quería ser ella y él había ganado el punto de confianza, era el principio de cualquier equipo para perder aunque bien en la dualidad sería el mismo para obtener y mantener el paso mínimo hasta la ansiada victoria.
Crecer con la cabeza atada a la lectura era la gran dificultad la cual él solía tener con los pies, para el manejo de la pelota, pero una gran capacidad de análisis y de contexto en momento, siempre le debía acompañar, le era imposible estar sólo. La bandada de jóvenes con los cuales ya había tenido espacio para coincidir, estaban siempre decididos a continuar las series de juegos, además de hundirse en los estratagemas suyos, el juego está previsto, es la final del vacacional, de la gran parcelación de urbanizaciones, allí donde vive sus tiempos fuera de las escuela, fuera de su barrio, fuera de su casa, en el paseo de seguridad bindado por su familia, allí donde la oportunidad de estar tranquilo, y de convivir con personas quienes más o menos piensan cómo él, y más cuando no era parte por momentos de la guerra de las barriadas donde suele crecer. Y de pronto también está haciendo su vida en desarrollo de adolescencia y ella quien era parte del amor el cual había despertado por esos barrios donde los chicos también ríen, crecen y aman.   
Tal vez era él un poco precoz para comprender un poco todas estas razones de noviazgos y estos asuntos qué eran más comunes, aparentemente en su barrio de origen. Ella quería acompañarlos al partido, junto a las novias de los demás chicos, el no jugaba pero era el técnico de aquellas recochas, uno de los chicos ni el más grande ni el más pequeño, también parte de la dificultad mostrada desde la otra partida de la vida; las dificultades donde los niños no departen, y donde aparentemente aquellos barrios elevados en las planicies del valle parecen no llegar, allí también afloran los servicios públicos, las cuentas y el costo del cobro de la guerra, el crimen y los asedios también acosan sus casas, también habían deudas, existían necesidades, los conflictos del tener o no tener, también azoraban las puertas, y el estatus de permanencia allí es fuerte para la pervivencia, se dio la colecta para antes del juego, ellas también aportaron, era la pandilla de chicos de paz, aunque la guerra amenazaba tres calles abajo. El juego en perspectiva una final; El, Entre la configuración de clase media alta de la ciudad del estallido. Y no paraba de mirarla, era el día de la declaratoria, ya había terminado con su anterior amorío.
Ella seguía sentada en aquella lancha, inmóvil, el nunca antes estuvo en una playa tan bien conservada, tan limpia, y con el agua tan fresca, había llegado hacía unos días y hasta ahora sólo tenía la oportunidad de salir al mar. y aun siendo de noche, quería probar el agua; el viaje hasta allí fue odisiaco, pudo llegar. El, andaba con otros dos compañeros, uno hippie el otro perdido por el cine, esperaban enlace, ellos salieron con sus artesanías a cautivar extranjeros, el decide dialogar con ella y esperarlos mientras volvían con algo para beber. aunque ella era la dueña de un vino, el había decidido no recibir bebidas alcohólicas, pero sí hacer parte del momento mientras la noche se hacía una con los reflectores, y el brillo de suspenso con el agua y los peces que le hacían loco llegando hasta la orilla. –¿bueno  y entonces que quieres? Ron, chela, o te mando a traer un “guarito”?-,  -Quien va a entender a estos Colombianos, Allí en México todo es muy diferente, si estuviéramos en Cancún yo tendría tequila en vez de vino, vino, vino…- alegó, después de insistir en que bebiera, no debía oírla, pero no podía obviarla, y decidir entre ella y los peces que habían llegado hasta la orilla, - no parce, “órale”,- “reía” –órale? Jajaja, tú de mexicano si quedas más varado que un hondureño.- insiste.- y tus amigos que dicen que sigues para México.- el ignoraba completamente el asunto, - iría pero si me acompañara una manita como tú, aunque en Colombia manita sería hermana, y tu serías buena compañía, pero hasta ahí.- ella reía cómo loca.
Aquel día todo era fiesta, para la cancha central de la parcelación, en la loma de Montecristo, todo era fiesta, todo estaba en parte y de parte con el festival, aunque los chicos tenían el peor equipo para la perspectiva, en la cancha les esperarían dos refuerzos de otro conjunto, esperando que el planillero admitiera. Al fin sólo hubo llegado el indio, quizá al niche le fue imposible, era un equipo de micro donde el era el segundo cambio y el delantero estrella debía estar en el arco. Estarían frente al equipo planadora del torneo, donde el menos fue un resultado de 7 a 1, en micro, en ese entonces era normal, pero ellos en la máxima obtuvieron 4 a 2. Ellas recibieron las ropas de cambio, él estaba para cambio extra aun siendo el D.T, y ella recibió sus zapatos de cambio y le vió salir con los viejos y se quedó observando el roto que ahora posaba. Mientras el dictaba directrices, estratégicas y técnicas a los demás chicos dentro de la cancha, con el animo y en vos baja  –chicos esto va ser difícil/ suave que yo no quiero jugar con los tenis rotos y menos Martina mirándome/ vamos es con toda, a contener, y hacerle duro/  Melo saque duro que el niche no puedo llegar/  será aprovechar los quemonasos al arco.- Segunda entrada, el empate era lo esperado, saque del gemelo. una pandilla jovial debe mantener el honor, y el honor era ganar, y con un saque fue fatal la emoción, así cómo habían empatado en el segundo tiempo, al equipo planadora, todo fue fiesta, toda la cancha fue hincha suya por un momento, todo alegría, y gozo, el se convertía en el Maldini del momento, y todo por la sonrisa de la chica quien se había sentado y no gritaba, pero sí analizaba las posibilidades y desviaba la mirada cada qué le mirara, y él miraba hacia atrás en una que otra ocasión, aunque el resto, en coro, se la pasaba indicando a la cancha, -heeee!- la verdad “estrellitas del mañana” soñaba con ser el mejor club de todos, y aun así, pese a su dificultad de centración sí que ha sido de estos equipos que no está bien subestimar. El triunfo desde los doce, no fue algo significativo comparado con la sonrisa de ella, el abrazo fue un todo, las medallas fueron al bolsillo de atrás, y la caja de cerveza sería el coctel para el festín en la noche, luego todos en sus citas, mientras que él la prefirió a ella por un momento para ir a ver al cielo, el primer beso donde la emoción se combinaba con la cerveza, y la embriaguez temprana, todo para el continuar viendo la alineación de las estrellas  desde cerca y presentir al mañana.
Ella seguía allí, sentada en aquel bote, los otros compañeros habían llegado acompañados, pero ya tenían todo planteado, el decidió ir a remojar los pies a las hondas de las diminutas olas (quien revolverá la mar?). Mientras ella hablaba, era noche de luna, en el ambiente playero habían vuelto el fuego y la cumbia, la noche y el amor, la bahía y el océano, una mirada hasta ultramar, una sonrisa hasta el cielo, esta noche sólo hubo una oportunidad para reír al son de la danza y la lumbrera de los pescadores cubanos. el circulo inicia a tomar una importancia tan grande cómo el azul oscuro profundo al fondo en el horizonte nocturno, el circulo toma la oportuna especialidad de brindar un punto de valor en el espacio, el segundo seguido para mirar desde afuera, tanto alrededor del fuego cómo a las estrellas, ella estaba allí, ella ya no pareciere ser otra, ahora el tema era de nuevo la alineación de las estrellas, mientras pléyades en su elipse cual península de cola galáctica,  giraba tan plausiva mente, y allí las estrellas qué talvez ya hubieran pasado pero las quisiéran ver de nuevo mañana.

Sincromatísmo capítulo 7-C. contacto. Manuel Carrasquilla. Cuento en serie Ficción


 

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jueves, 20 de abril de 2023

Prosas. (Sín Titulo) Prosas en sonetos. Poesía. Manuel Carrasquilla

 

La manera de esperar ha sido tiempo, en ti.

Quizá la diferencia sea siempre un motivo

Siempre vuelve a ti el recuerdo del olvido

Así La ligera espera en decidir, algo por ti.

 

Nunca dieron tanto, Las hojas de los olivos,                
Las diluí en mí mientras en suave vuelo                          
La palabra mía ésta, iba hasta tu alivio                       
Tocar el suelo de nuevo, y creer en tu vos                       
El olimpo nunca te quiso, sin latidos limpios               
Las sístoles y diástoles de nuestro duelo                  
Eligen los laureles que denotan tu elegido                    
Una erigida limpia argiva tonada libre                       
Como el amor que hemos de mi álevos                            
Regué de mi ex cáliz el huir de lo erguido                                 
Mi hur de la cicuta mía, hizo quebrar sús voz.

 

Continué el rumbo, por el cambio al rublo

Por ti sería así el humo mientras vuelvo

Así El rúbio del humar del viejo pueblo

En ti No bastan las amapolas que anublo

Las cornisas y los zócalos habitan hilos

Que trasiegan los inicios del frio hielo

El silencio de un niño interior en vilo

El barro ha instruido la vara del vil

El frio conserva al fuego no al ibli diablo

Pueblo viejo, agúanto tu retorno limpio

Mi hurem espera en algún trozo del cielo

En el sitio de siempre, Al lado de los viejos

 

Miéntras seámos los mismos fúgitivos de entregar una razón a medias, la éspera por ti nunca ha sido  de la relevancia, la mira odisíaca, el esperarte siémpre, hasta el día que podamos ser, los vuelos nunca tomaran retrasos eternos de nuevo. Yo sigo velando al nido del cóndor, pero vivo cerca al del guacamaya, aquel que replegó dado a la sobrepoblación de sus pantanos de palmas, los arboles han echado raíz, en su entorno, los contornos fluorescentes develan que el retorno sigue en pausa, pero se ha de saber que llegará.

 

La Odioseada opta en Jeremías. 

Nada ha sabido ser, sólo dos. Tiempo en búsqueda, amor perfecto, desilusión plena,  acobijo de soledad en la vejes, trozo de optabilidad a la Luz la razón. Sentido en sí, la eternidad sólo acobija a los dioses, el olvido fue veneno pútrido. La verdad memoria sólo allí palabra, eternidad apertura, la dulzura para ensalzar laureles. El tiempo percibió, el óxido optado por el no tiempo, y lo relativo cubrió el MC  al cubo, el magnetismo en condecore, revistió la esfera, sigo en la búsqueda de tus besos. No recuerdo más qué el primer tuyo. El vinagre ha tomado, punto, las palabras pierden sentido pero parecen absorber importancia; observo cabizbajo; percepción del sóbrio, ésta acobijada en la sombra, revisto príncipes mientras, carcomen el antiguo reino y enpalman al Ming y al Chan cuales debían estar al abrigo del resguardo de una celestial odisea. Los guerreros no han querido fulgir ni optar por el alma totalitaria, el norte y el sur encuentran destino, prometeo de baco embriagado y con un mono de terciopelo se ha jugado el traje de Orfeo, así el azar viaja hasta la cima del olimpo en rescate de Afrodita, ahora extraño más a sus besos elaídicos.

Manuel Carrasquilla.

Prosas. Lugar de sitio. I.- II.- III. Poesía Manuel Carrasquilla

 

Lugar de sitio. I.- II.- III.

homenaje a: Eduardo Caballero Calderón.

“Siervito descascaraba con las uñas un lienzo de pared, y emperador receloso y con las orejas tiesas para tratar de oír algo, se paseaba mohíno por la carretera”
(fragmento de E, Caballero)

Lugar de sitio. I.-

La historia nos ha puesto en el lugar
la búsqueda nuestra, devela ello
evidenciamos parte de lo bello
entre la posibilidad de continuar

La detracción sublíl que ha colocado
entre la sub urbe un margen llano,
esta lucha ultraterior contra la peste
las montañas no sólo han ascendido
como las grandes pirámides de Tlonh

El tedio cómo enemigo en lo poético
hasta el punto medio, donde el ocre
que repelen los vientos humedos
de los ladrillos y el negror del camino
que prepone la lluvia, que ha lavado
el amarillo de las zapatillas simples
pregnadas a saldo y reference de lado
el acenso sobre el hormigón colocado
cuanto se han sabido enfriar o disipado
las fronteras que invisibilizamos ayer
una terceridad  ausenta al simboleim
continúa disponiendo brechas por signos

La historia nos hace memoria de sitio
quizá así el pacto nos ha traído al retorno
el accionar analítico del recuerdo/contorno
hacemos parte de un propósito al hito

La historia nos ha puesto en el lugar
la búsqueda nuestra, devela ello
evidenciamos parte de lo bello
entre la posibilidad de continuar.

 

Estado de sitio II.

 

La búsqueda de la esperanza, contorno crítico ido como médio,
La difusión es en una constante, de dominio, cual conformación;
Maleabilidad entre tener la razón y variables posturas de asedio,
La canción que varía entre tonos y notas, de allí el cambio cíclaseo.

Seria imposible buscar lo mismo, ser lo opuesto, en efecto al cambio.
ásidos ciclopes, ninfas, hadas, titanes y los mismos dioses mayores;
vienen por reclamo a una paternidad de parentesco absoluta. oídles.
la timidez de un comenzar entre barriales, molinos que dan tumbos.
daría parte de mis tárdes mírando la campiña en creces o un adiós.

              ciclopes
Los mensajes de la reproducción de la pantalla en su emisión varían,
la tarde ya no tiene las mismas tónicas pero el horario extendido
extenúa rutina que vivencian los presos de la libertad en sondeo
soslayo día, la inopia y la ceguera atendida, exceso ruin de ruido;
en la tónica bucólica del encause sobre la pérdida en lo que sería.

Ninfas
el pastizal de flores y plantas aromáticas se convirtió en un rastrojo
indómito de ortigas y ramas de trigo y heno y arroz para la crudeza,
el lago fue secado y canalizaron un puente innavegable, la proeza
ha sido incorregible, la prosa a perdido la gravedad, a despensa
la decena de la realidad tácita, sigue combatiendo el mal de ojo.

Hadas
los olivares han mudado origen a un país ilusorio, hacen de chozas,
el campo vasto fue llenado de refugiados para un mito de guerras.
Sigo esperando un ambil, recuerdo en la palabra de la gris pizarra;
el estado de conflicto varia al estado de crisis, suelta esas amarras,
las postales que envío traerán novas parajes y así letras extensas.

Titanes
no creáis que luego así, los confines detienen a una mente universal;
los botines serian nuestros, pero el privilegio de nuestros hijos en sí
da la presencia reiterativa, que avante, mantiene el rigor y el éxtasi;
declararía en ustedes dado a la tiranía efesí, la cábala de supratesis.
terreno húmedo, techos grises que desconocen la nieve y la sal.

 

 

 

De lugar a lugar III.

Los decoros de la guerra siempre han sido las parafernalias
etonkon, abriendo sus plumas luego de probar lo corroído,
solo ha sido la conciencia de saber que ha sido, la crisálida
de lo que sería o fuere, la verdad despliega incertidumbre, ido
las artes en su evolución de posturas reflejan la postre de salida.
el hombre llano, armónico, furtivo, en pleno, en acierto, tendido
en busca de la creación de su lazo, librando con el yugo en vida;
las orientaciones jerarquizan, los delincuentes letran los sonidos
los sicarios no han tenido otra opción a los caminos de la milicia,
la tierra ciñe pero aflora, los gorriones fresquean aquel suelo vivido,
la malicia de instar entre las tropas de los hijos de hurin, hacían
tanto el crin románico como el Incaico aclaman el retorno, mío.
las huestes celticas o aztecas vigías ajedrezaicos, de la gloria, mía.
las elevaciones de los cerros ancestrales y lo espeso precipitoso
continúan erigiendo la humanidad, la ley se construye en la arcadia.
lo constituido es parte de la base del decoro, evidenciamos el arte octavo.

La paz, es un sueño de construcción constante, allí la realidad
lo vivido, e instado sobre la base lo concerniente en tal
el habito que denota los senderos, entre lo parental
lo tribal evoca a los ancestros, empero habitamos en modicidad;
Lo incierto, en el tracto, del camino que conduce a Atenas en tal,
lo espiritual, el dual abre la percepción, concepción estatal,
La lucha no ha sido en vano, ni la mortandad la vida prioridad.


Luchamos no en vano por alcanzar en el clamor de la libertad,
Kheter de mi lado la insolencia y la insolvencia apartad;
Librame del apartheid, y de las filtraciones en la oscuridad
Librame de todo mal, de las asechanzas contra la verdad.


Manuel Carrasquilla.

Prosas. Recuerdos de la otra anoche: I, II, III. Poesía (Nocturno) Manuel Carrasquilla.

 

Recuerdos de la otra anoche: I, II, III. (Nocturno)

Amores eternos lejos de los amores eternos.
Porfirio Barba Jacob.

 

I

La noche parecíere estar en acuérdos, a la espera,

en seguir creyéndo, posibílidad ausente al devenir.

gratitud, tiende encontrar al viento entredistánte;

entre uno y otro, los obstáculos sólo son la parte

donde las aleatoriedades encuentran donde unir

la esperanza en terminar nunca, vuelvo ha insuflar…

El encuentro entre tiempos y distancias, el ahora;

algún retorno entre sombras, luz en presente cercano.

mientras ella piensa y el amante surge, vuelve y labra.

el amante entre la espera, em pero aun amando.

tiempo primario para ella, aun el acuerdo espera

el complemento en la voz del padre; el amante siendo,

La emperatriz aprecia el Nilo en un instante de lectura,

el coche furtivo lo cruza, la orden sutil de la mayora

el amante volviendo en su devenir del jovial retorno,

la distancia y prudencia les acerca en su nuevo ahora.

La usencia en quienes no departen historia entre sí,

quizá el amor en mirada les acerque de cómplices,

el amor impuesto, pero en el punto donde las ánsias

están dándose al juego en sí. contraste boreal, matiz.

El cielo mira entre la tierra y el limbo de los amados,

la distancia depara y aleja las penas entre las miradas

pero la eternidad del momento, aumenta el apartado

entre pirámides y estadios.  vidrios y chaperuzas

el arena rompe el ciclo, la parafina tienta al estado

el mediterráneo seco entre los bajos del Cáucaso

la serpiente cruza creta hasta las puertas de Cartago

así el aire trae aromas entre salinas, velas y balsos.

II

 El amor, pudiese ser parte, el recuerdo  invade la vida; vida quizá no sea todo lo que nos dure siempre, la eternidad pudiese ser tan aburrida cómo la rutina, pero la rutina nos ha acercado a la libertad, las redacciones, parecieren carecer de sentido, la ausencia nostra, el amor es eterno, como las tetas de una dama que carece de traje pero es oriunda de la selva meridional, tus ojos respiran la ira de un  pueblo a quien le creen libre, a quien le suponen, a quien le timan, el amor volteándose.

 Cuando buscas la almohada y dejas mis brazos en prepotencia, el amarte por amor al clan, pocos hombres saben andar entre felinos grandes, sobrevivir entre lobos no ha sído fácil, la factibilídad, achinas tu mirada grande, pero pareces una dragona de agua tailandesa, una perra grande echada en las puertas del amor donde no he sabido valorar algo, vuelves entre los obsequios pero aparentas carecer de ama, que pensarían tus súbditas, la erudición mía sólo pénde de los juicios que asisto, quisiera llevarte hasta Saba y exigirte mía, la abubadilla ha amado tu lora aterciopelada, la mixtura de tu bandera es tan nueva, igual mis deseos de rencontrarte, apenas te marchas, gracias podría decir pero el amor por agradecimiénto me ha hecho desearte libre antes. Podría dejárte con un paquete al lado, pero la genealogía me cobraría dentro del círculo, eres quizá un regalo, más los seres con alma son mas que una eterna compañía, así esta duéla o ame.

 

II

El amor en busca de amor, al sole

sería igual cual la búsqueda de ti

el magenta oscuro de la noche

la luminosidad escudo, oculta tu núbil  

las fases de la moneda en su abalance;

aun en espera del tiempo en candín

aun tienes vivo el amor de mujer prócer,

pudiese estar a la espera de las ganas de ti,

el tiempo que custodia en ciclos su proceder

lo que ha tiznado la mirada, no sido el candil

el genio aun cuestiona la prensa en la Deutsche wele

las palabras saben a hispano, formado en latín

caligráfico; amor en la honra dentro, del estuche

de promesas e idealismos puestos hasta el confín. 

amor prepuesto del deber,  donde quizá solo clichés

existan, entre las variables de todo el deseo afín,

del deseo oculto, los frutos maduros perdieron el biche;

la mancha desvanecida, la línea se mantiene gris,

la acentuación de un poeta puesta sobre la hache;

el hash se descurte, mis labios echan de menos tu piel.

tu traje nuevo, portal de una modelo de dosier,

la esencia y el escarnio revolotean la mies del lis,

tu obstrucción al paso despierta mis fetiches

los elementos de tu arte podrían decorar mi stilj,

la concha de tu almeja, condecora mi parche,

el mambe, la misiva, recuerdo la proeza entre los mil

el alivio de la superlivio tiznado aun cual Nietzsche,

en poesía prosaica pendería, todo nuestro ensanche.

 

Manuel Carrasquilla.

Feliz año.

 El cielo está puesto en la parte más oscura del firmamento, justo allí, donde ha orbitado tanto el final como al principio del año, las nub...