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miércoles, 16 de agosto de 2023

Sincromatísmo II. Capí 4 - A "Afluencia"


4.a afluencia                                                  

Juli, se ha perdido de la tarde, pero trata de recuperarce, el rehacerse no ha sido fácil para nadie, y más pa él, de verse cómo superviviente, ahora las cicatrices de heridas foráneas no son más que recuerdos de otros tiempos, pero la perspectiva le ha acercado ha un espacio diferencial, y es un presente el cual le tiene sumido en una serie de eventualidades, se mira los brazos mientras conduce, el siente qué una parte de sí, está en lo mas adentro de sus metas personales, los propósitos le han traído a una de las mesas mas importantes de su circulo de fuljo, ahora la influencia que ha propuesto le ha tenido en orden, su palabra se sintió, mira al volante por el vidrio amplio de su ventanal frontal, y una qué otra cicatriz en los brazos le traen la claridad de sus batallas, pero antes qué nada le recuerdan el estar y el poder permanecer con vida, el estalle de la definición acerca de los acontecimientos le hicieron entrar en razón, y ríe del difunto aunque no acostumbre hacerlo, pues de verdad sintió pánico de ver un fusil, pero si que rie al recordar el cual tal, era sólo un calibre nueve milímetros, no es él quien subestime las armas y mas sabiendo lo destructivas de tales, los afluentes del contorno del marco y cómo se ha aparecido el enemigo, en un encuadre, de conflicto, está el auto el cual le perseguía, y fue así en razón quien les llevó a un estado de alerta máxima, puesto la persecución si pareciere completamente cierta y quizá lo fuese en pleno, em pero cuál razón lo llevase a volver ha admirar lo razonable de la serie de actos y el persecutor había terminado convirtiéndose en su salvador, y qué sí estuviese allí la suegra, cómo le había calificado le hacia entrar en un estado diferencial acerca de la percioración ha los actos sobre los acontecimientos de los hechos de la tarde temprana, ahora tiene una serie de situaciones acerca de sí, frente a los hechos del conflicto y el plano directo de los sucesos le han mostrado el valor  de mantener la calma, para no acelerarse sin razón y perder tanto la razón misma del acto, es decir el raciocinio acerca de lo eventual, de aguardar para tener los estribos al punto del sitio, en la dirección justa y esperar la jugada hasta el último momento, pues así tenia la respiración justo en punto del efecto y ha sido exactamente ello lo cual le ha salvado la vida, en la encrucijada, justo cuando le aborda el vehículo, justo cuando lo esta centrando para cercarle y hacerle detenerse, es justo cuando justo ve detrás la camioneta segunda, pero la magnificencia, de su equipo vehicular, le ayudo a no aguardar al freno, ha poner cara, y por poco abrir la ventana o la puerta para mostrarle el dedo del medio; admira la osádes de su enemigo, y se siente maravillado y también frustrado de cómo un twincam ha intentado cercar a una camioneta, de doble tracción con un arma de calibre medio, sin mas ni más; la sagacidad del bandido podría ser considerada el punto a la desgracia, ho quizá el amor por la perdición, y la codicia, en una trajín cuan muestra del atrevimiento del pecado y la cobardía cómo respuesta ha la osades, el reflejo no bastó, y menos el impulso, donde quizá por lo sorpresivo ha sido mayor, y terminar siendo una mujer, quien así se pusiera con tropa por delante, para preservarle la vida, y haber estado sólo y además ser un acto del deber.   
/el programa ha de estar cerca/ piensa Juli y reporta de nuevo a la central, la alarma está abierta por los medios de comunicación; el hecho se siente en toda el área, las patrullas van a una velocidad baja, las motocicletas, y los carabineros con radio en mano, se pasean por en medio de los vehículos; él se enruta hasta el puente, pero antes de estar cerca de tener la ruta en pleno, piensa su instinto lo reorienta y gira, ya así ha dado un par de avances hasta cerca del barrio, son las 17:20, pero antes quiere ver la escena del estrago, a pesar de la dificultad puesta con base al choque, el qué podrían determinar cómo un atropello el cuál dio a un volcamiento, pero el toro siempre qué pueda tener al parlanchín, por delante se lo llevará, a menos qué esté puesto por un lado algún juglar quién le amanse o le detenga, aunque no con la misma violencia del mismo parlanchín, pero el toro el cual era tal la camioneta, además con los soportes de tor, para remolque en su tracción y la suspensión de un eje en cuádruple, sí que ha sido el levantar de un cachorro a un escarabajo, el toro cabizbajo ha vencido a su contendor; la dirección siempre la ha tenido clara, pero improvisa entre calles, evitando pequeñas congestiones, las cueles le distraigan los enrutes, mientras vá hasta cerca del barrio, y desde luego antes de entrar en el taco principal.                  
Ha Propósito, para Juli, en su labor del deber; la vida de guerrero inició un poco más anticipada o rápido qué para otras personas, él, en su record de persona quien cuida y vate en lucha, desde muy joven inició su camino al conflicto, aun sabiendo de su dificultad primera, y era ya qué en una mala orientación hubo tomado un camino al cual al día corrige, y desde muy entrada su juventud ya poseía un record, el cual le había dictaminado el rumbo de pistolero, y la postura de su arma o su camisa o sus jeans ahora si, hablan de ello, ha creído él; Juli en sus respuestas inmediatas o en la capacidad de envolvimiento ya desde antes, sabía cuando ahorrar munición o cuando meterle hasta el fondo lo mismo al acelerador o ha cualquiera de los cala pies de su vehículo, lo mismo ha sus actos de rafting, ahí cuando se haya en suspensión fue cuando determinó la cicatriz de la fortuna, la cual poseé en su mano izquierda, él todo un zurdo de nacimiento y de costumbre, aunque derechista casi hasta la extinción de la demás especie, apenas reconocía su toxicidad política, apenas diferenciaba su militancia paupérrima, y apenas diezmaba su fragancia de una historia tétrica, cruenta y malévola, la pillería de la cual había sido víctima la trae al día prepuesta en sí la marca qué bien parecería sanada en falso, y quizá ni un tatuaje le sanaría, o le disfrazaría y menos le cubriría dicho recuerdo, en su recuento de hito, siempre marcaba con un maquillaje su disfraz de postre, fue luego de mucho andar qué llegó a su posición donde recordó, y fue justo al hallar un semáforo en rojo, cuando detuvo su carro, y planteó ruta, justo al frente del puente, desde donde vió los vasallos del despojo de la confrontación, entre algunos rastros, los restos, algo de grasa, cenizas pintura, cinta de restricción, y rastrillones de pintura del auto caído y volcado, sobre el cemento, al igual sobre el pasto, un fragmento del contenedor del puente roto y cinta de restricción; en su mano izquierda el reloj marca las 6:20 en la tarde los nonios están en cinta, espera un semáforo a pesar del tráfico y la congestión vehicular, así remarca con la mirada fugitiva junto al mapa mental de observaciones y su cicatriz primera, el hecho donde dio flújo en su recuérdo bréve, o más bién resumído, y en un recónteo casi inmediato recordó a su némesis de conflicto, quien fuera su gran amigo para dar salida de su vida de escases ha una vida la cual le prometía abundancia, acción y dinero con mujeres y hombres y autos y caballos y sillas para sus caballos y licor y cocaína por abundancia, aunque su manía por la droga y el licor se había asentado, y su gusto por las mujeres le hubo róto los sentimientos, y la vida mísma le demuéstra lo importante del cuidado y el ir y venir de las cosas, y cómo sí hoy hay, mañana posiblemente también.   
Y ha sido, luego de ver a su hermano querido arrollado por completo por el carro, al cual debían cerrarle el paso, y él disparando para romper los cristales pero imposibilitado; más el equipo el cual le contratabase huyendo de la escena, y eso le trajo a recapacitar, viendo al conductor, en estado de levedad, acusado por los fragmentos de vidrio, tratando de orillarse sin tomar control del vehículo, fue al ver a su hermano estrellado por el golpe contra una puerta de madera, y casi qué reventado por dentro lo cual le llevó a meditar los hechos, mientras  aun cojeando al ir por uno de los bandidos incitantes, quien vió la camioneta de los cómplices, en perspectiva, y de no ser qué Juli cae al piso del dolor en su pie hubiese sido barrido a plomazos cómo cierre de remate por el bandido contratante, quizá le creyeron muerto en el azore, cómo también a su hermano, y al igual qué al conductor, pero nada sería en vano, bien sabía a donde se dirigía, mientras al otro bandido le recogieron para tapar un segundo cierre, pero el vió la fuga, y en aquel acto criminal, para subsanar, fue enseguida qué al ir por su hermano para recostarle en digna postura, y luego al dirigirse al sitio por el conductor, quien no tuvo tan mala suerte al final, aun aturdido he ido en shock por el acto, le despertó cómodamente. -compadre, se ha quedado dormido, no le hemos rozado siquiera, han sido los vidrios en esquirlas los cuales le han herido. - pero aun confuso pues no sabía si realmente fuese el coronel de la policía o el director del hospital de aquel pueblo, entre confuso y azorado despierta aquel hombre. -ve malparidito me salvas o vos no te salvas- Juli aun siendo un pequeño inexperto, pero cómo joven de casa de corraleros, agarra al posible medico de sus partes intimas y le susurra al oído -será que sí? Por qué vos ya estas  muerto y de esta no te salvas.- esto despertó al hombre, y fue justo cuando vió la camioneta volver al fondo, pero pasándose por encima le influye hazte el muerto, pero cuando pasen los prendes, y saltó aun chuchumeco al otro lado, hasta ver a la camioneta diezmar la velocidad, y al verles la lentitud, para ver a su hermano ido, y continuar en la diagonal, salta por la ventana al otro lado, al punto qué de la camioneta uno de los ocupantes grita, -un gato-, sólo no contaron bien al gato, y Juli, después de recontar en su sub ametralladora el peso de su proveedor, esperó verles un poco más adelante y al ver el giro, de cabezas luego de ver el cuerpo del presunto medico y buscar el suyo en la acera de la esquina occidental, pero para la sorpresa fue un rafagaso directo a los vidrios bajos, nada qué hacer, desde la parte trasera, y con dos armas, sólo arriesgó su mano en la ultima ráfaga, pero para el acto de respuesta una ojiva le afecto, no contaron la respuesta del chofer diezmado, pero la velocidad aumentada, les alejo en lo distante.       
/pueblo viejo tanto te he amado, tanto qué siempre quisiera volver a tus calles/ piensa Juli, pero los pitos le aturden además del afán, luego de mirar su cicatriz, por última vez en el alto, continua su marcha.                               
el conoce bien sus objetivos, apenas diferencia su posición, sabe de la imposibilitación de ser él, pero no teme serlo, tiene tiempo reducido, y sabe qué bajarse del vehículo es una opción poco probable, ya qué un celular de escolta con números de contacto, un radio teléfono con canales múltiples, una córdoba nueve milímetros, un reloj de mano, dos tarjetas una cooperativa y otra bancaria, además del valor de ser un defensor inagotable, em pero el valor mínimo, sumado al vehículo, el cual quizá ya teniendo comprador le daría menos de una meada por fuera del auto, la probabilidad de supervivencia es baja pero lo que realmente le preocupa a él es la posibilidad de vuelta, y mas con la responsabilidad de su trabajo, ya dispone su vehículo al espacio  de confianza, debe asearse, y disponerse para las eventualidades de la tarde, ya tiene en mente el sitio para comer algo, tiene 40 minutos para todo ello, él tiene en parte un carrocasa, ambulante mientras sostenga trabajo común; así en el estadero de confianza, donde acostumbra a pasear, deja la cuota, pero sólo usa el baño, mientras que de su bolso, toma un par de prendas, ansía dejar el carro para volver a su casa y ahorrarse la cómoda inversión, pero también le es imposible dejarse de tal manera, se pierde un rato en el espejo mientras se vé en interiores, el agua le sube un poco el calor, trata de estar lo más rápido qué puéde, se viste, pero de salida ya está su pedido, la carta común, de un buen escolta, además de alguien quien no odia la grasa, un par de pasteles de pollo, una Pepsi, y un poco de las salsas de la barra, además un helado de turrón, el helado se fue al tiempo;  ya en la camioneta, inició a dar biros por la ciudad, para llegar a tiempo al canal, donde se encontraría con el equipo, allí en la vía va perdido, previsorando, las grandes vitrinas, por la zona de los concesionarios, pensando en cual vehículo podría invertir, la necesidad no le ha puesto fuera de la situación del común; aprecia los letreros y los logotipos de los diversos avisos, además de la soledad de las calles de tal zona comercial industrial, ha puesto su pie en inversión o préstamo, pero deambula en unos bellos rines, su destino no es de premeditación, los grandes edificios desde la calle le dejan ver la perspectiva en profundidad una gran ciudad del mundo, además las luces le llevan a un espacio donde se siente su propio dueño, ni los pasteles ni la soda le dá espera, pero ya corren las 7:40 pm en la noche, está en la puerta del canal, mientras espera el programa policiaco nocturno de las 8:00 pm, y en silencio al partido de su equipo, el portero, no puso ningún inconveniente, y más al ver el carnet de escolta, de inmediato entró y se colocó con vista a la entrada a la espera de sus compañeros, y allí les espera, hasta ya después de estar en su programa y recibir la advertencia del desconocimiento del vuelco, pero la coincidencia, y el ignorar el hecho, él ha alcanzado ha recomendar el hecho de las carreras ilegales en el día, ya el tiempo pasa son casi las 7:20 pm el tiempo sigue, hasta las 8:20 pm, sus compañeros han llegado, al sitio.                                                                  

 

 

Feliz año.

 El cielo está puesto en la parte más oscura del firmamento, justo allí, donde ha orbitado tanto el final como al principio del año, las nub...